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Equipo de investigación y
ejecución del proyecto:
Ricardo Ayllón
Nelly Flores
Mariana Gil
René López
Alberto Muñoz
Yuli Pliego
María Beatriz Villarruel
Diseño Gráfico:
Jocelyn Castañeda
Marzo, 2020
La presente publicación es parte de la estrategia de generación de conocimiento
del programa Juntos para la Prevención de la Violencia (JPV) de la Agencia de
los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en México. USAID
contribuye al fortalecimiento de los sistemas locales de prevención integrados
por actores del sector público y privado, organizaciones de la sociedad civil y
académicos, en su capacidad para diseñar, implementar y evaluar políticas y
prácticas de prevención de la violencia.
“
Esta publicación fue posible gracias al apoyo del pueblo de los Es-
tados Unidos, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID). El contenido es responsabilidad de
”
los autores y no refleja necesariamente el punto de vista de USAID
o del gobierno de los Estados Unidos .
ÍNDICE
PRESENTACIÓN..................................................................................................................................................... 8
1. INTRODUCCIÓN............................................................................................................................................... 12
10. CONCLUSIONES............................................................................................................................................. 65
11. BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................................................. 69
PRESENTACIÓN
8
El modelo de atención que hoy se presenta busca fortalecer la capacidad de respuesta de
los Centros de Justicia para las Mujeres, - y de cualquier otra dependencia en contacto con
estos grupos de población, para brindar atención especializada y preventiva, fomentar el
cambio de actitudes y prácticas que justifican el uso de la violencia y abordar las desigual-
dades de género en las relaciones interpersonales y familiares.
Elizabeth Warfield
Directora de USAID México
9
La violencia contra las mujeres es esencialmente una grave violación a derechos humanos
que debe ser sancionada como un problema del orden delincuencial que impacta en el
tejido social y en la salud pública de una nación, lo que no obvia que tiene sus raíces en
la cultura patriarcal y machista en la que consciente o inconscientemente se educa a las
nuevas generaciones, en un ciclo que las instituciones públicas y la ciudadanía estamos
obligados a romper.
La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM)
tiene como misión diseñar, concertar y coordinar interinstitucionalmente estrategias de
política pública dirigidas a prevenir, atender y erradicar esa violencia.
Los Centros de Justicia para las Mujeres (CJM) han constituido una de esas políticas más
exitosas. Su objetivo es proveer en un solo lugar los servicios de atención psicológicos,
médicos; asesoría y acompañamiento jurídicos que las mujeres víctimas requieren para
salir del círculo de la violencia, así como refugiar a las víctimas en casas de emergencia o
de tránsito para su protección entretanto las autoridades ministeriales y judiciales hacen
su trabajo. Si bien se identifican avances relevantes en la atención que se proporciona en
los CJM, persiste la necesidad de fortalecer sus capacidades y oferta institucional para
que por medio de su eficaz funcionamiento coadyuven a la prevención y erradicación de
la violencia de género.
Conociendo que la violencia contra las mujeres no es individual, sino contextual, también
deja graves secuelas en su entorno familiar y particularmente en sus hijas e hijos pequeños
y adolescentes, efectos que a veces no son perceptibles en esos primeros años, de ahí que
se sostiene que la atención temprana de las causas y efectos de la violencia es un factor
eficaz de prevención y erradicación.
Para atender los efectos de la violencia familiar en niñas, niños y adolescentes, CONAVIM
impulsa acciones que enfoquen el problema desde diversos ámbitos y canales de atención,
muy importante es el cambio de narrativas que normalizan o minimizan la violencia contra
las mujeres, pero también la formación profesional del personal en materia de psicología
de los CJM, así como la generación de mecanismos de articulación con otras instancias que
propicien la restitución de los derechos vulnerados a niñas, niños y adolescentes.
10
años para alcanzar a vislumbrar los frutos de este proyecto como una política pública de
prevención eficaz, de reeducación en valores de paz y derechos humanos en la crianza, y
de atención psicopedagógica de los efectos de la violencia en las víctimas en mayor situa-
ción de vulnerabilidad que son las niñas, niños y adolescentes, hijas e hijos de las mujeres
usuarias de los CJM.
Desde 2017 hasta fechas recientes, con el propósito de fortalecer el modelo de operación
de los CJM, específicamente en sus mecanismos y áreas de atención infantil, la Conavim
en alianza con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
trabajaron en el diseño, las pruebas pilotos y la capacitación al personal de psicología y
trabajo social en este modelo de atención a violencia familiar.
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1. INTRODUCCIÓN
La prevención y atención a niñas, niños y adolescentes víctimas de
violencia familiar (en adelante, NNAVVF), en cualquiera de las institu-
ciones con las que tengan contacto, requiere contar con una base de
información y conocimiento que les dé sustento. Por consiguiente, con
el objetivo de brindar los recursos teóricos a los equipos implementa-
dores de los Centros de Justicia para las Mujeres o de cualquier otra
institución implementadora, a continuación se desarrolla el marco
teórico del Modelo de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes Víctimas
de Violencia Familiar.
12
efectos de la violencia familiar, y enfatiza en el hecho de que no existe
diferencia entre los efectos vividos por víctimas directas e indirectas.
Esta diferenciación entre víctimas “directas” e “indirectas” proviene
de realidades jurídicas, pero resulta muy perjudicial para el acceso a
atención especializada. Una mirada que distingue entre víctimas direc-
tas e indirectas de violencia familiar provoca que se perciba que hay
NNAVVF que sufren “menos” efectos negativos de la violencia, y que se
construyan estrategias y políticas públicas que dan acceso únicamente
a víctimas “directas”.
Se convierten en conductas
Dependencia, que se supone son “adecua-
Ejercicio de poder por
paralización, das” para hombres o mujeres,
medio de la fuerza
silenciamiento pero que en realidad perpe-
túan patrones de violencia
13
MODELO
14
2. PUNTUALIZACIONES
SOBRE LA VIOLENCIA QUE
VIVEN NIÑAS, NIÑOS Y
ADOLESCENTES VÍCTIMAS
DE VIOLENCIA FAMILIAR
2.1 Niñas, niños y adolescentes víctimas “directas” o “indirectas”
15
MODELO
teriormente, lo frecuente en
sufren dificultades de apego, comportamiento regresivo, ansiedad nuestra realidad es que las
y depresión, agresión y problemas de conducta; son propensos a la y los adolescentes lleguen
a servicios especializados
violencia en el noviazgo, la delincuencia y a otro tipo de victimiza- cuando ya son catalogados
ciones; y se ven involucrados en los servicios sociales o incluso en como “el problema”, y reci-
ben atención en ese sentido.
sistemas de justicia para adolescentes.2 Además, estar expuestos a
Dif ícilmente se percibe (y
la violencia durante la infancia y adolescencia puede perjudicar su atiende de ese modo) que lo
que aparece en la conducta y
capacidad de formar y sostener una pareja y criar a sus hijas e hijos
realidad emocional de la o el
en su vida futura, continuando con el ciclo de la violencia hacia la adolescente es un efecto de
siguiente generación (Barudy, 1993). la violencia familiar; y como
resultado, no se potencian ni
construyen políticas públicas
A partir de la afirmación destacada en el recuadro, es posible deducir y modelos de atención es-
pecíficos para atender esta
que NNAVVF sufren irremediablemente los efectos de la violencia problemática.
que atestiguan (ven, escuchan, viven, perciben). Las niñas, niños y
adolescentes que viven en situaciones de violencia doméstica (al ser
receptores directos) luchan contra las mismas respuestas cognitivas
16
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
17
MODELO
De igual modo, como señalan Bandura, Ross y Ross (1963), las niñas, niños y
adolescentes expuestos a la observación de violencia tendrán mayores pro-
babilidades de mostrar conductas agresivas en su entorno que aquellos que
no, pues el aprendizaje por observación es un elemento fundamental en la
crianza de los individuos. La literatura señala que NNAVVF presentan más
problemas de conducta, conductas agresivas y acting out en comparación
con otras niñas, niños y adolescentes. En vista de estos hallazgos clínicos, se
refuerza la necesidad de incluir en modelos de atención a NNAVVF acciones
dirigidas a las personas cuidadoras, especialmente vinculadas con la crianza
positiva, las cuales se componen de características como la sensibilidad ante
las emociones negativas de sus hijas e hijos, las muestras de afecto y un nivel
apropiado de control para el manejo adecuado de las conductas disruptivas.
Estos funcionan como elementos protectores de las niñas, niños y adolescentes
ante situaciones negativas y de riesgo, como lo es la violencia, y disminuirán
su impacto negativo en aspectos emocionales y de comportamiento (Gewirtz,
DeGarmo y Medhanie; 2011).
18
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
El hecho de que la madre o el padre considere que su hija o hijo no está afec-
tado por lo ocurrido, o que la niña, niño o adolescente no exprese malestar o
no hable de ello, no implica necesariamente que la violencia no le ha afectado.
Muchas niñas, niños y adolescentes expuestos a la violencia dentro de su ho-
gar sufren en silencio, y no son atendidos porque las madres o padres sienten
que los problemas son entre la pareja y no los atañen. A partir de la revisión
de diversas investigaciones y documentos sobre los efectos de la violencia en
niñas, niños y adolescentes, Orjuela y Horno (s.f.) resumen los más importantes:
19
MODELO
El estrés asociado con violencia en el hogar puede llevar a que el adolescente asuma
comportamientos de riesgo y evasión, que empiece a tener conductas violentas
dentro del hogar, o que huya de este. A más altos niveles de agresión atestiguados,
mayor probabilidad de ver intenciones hostiles en el comportamiento de las demás
personas y a responder de manera violenta como defensa.
Según la edad, los efectos que niñas y niños sufren como consecuencia de la his-
toria de violencia en su ámbito familiar son diferentes. Conocerlos puede ayudar
a identif icarlos a través de sus indicadores conductuales, emocionales, f ísicos,
cognitivos y sociales.
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ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
Los efectos presentados son solo algunos de los que se pueden encontrar, pero
cabe señalar que en muchos casos se pueden observar otras conductas que
incluso pueden parecer contradictorias. Un ejemplo de ello es el rendimiento
escolar: la experiencia clínica indica que las niñas y niños víctimas de violencia
de género presentan problemas en la escuela, dificultades de concentración y
de relación con pares, entre otros; pero en muchos casos muestran comporta-
mientos absolutamente contrarios, como un nivel de perfección muy elevado
en la escuela. Son niñas y niños que pasan inadvertidos ante docentes por
su buena conducta, son responsables con sus tareas, en otras palabras, muy
frecuentemente en el rol de hija o hijo perfectos. Los indicadores encontrados
en la teoría y en la literatura mencionada son importantes como elementos
orientativos, sin embargo, es importante no ceñirse a listas restrictivas con-
sideradas determinantes para seleccionar diagnósticos o intervenciones. De
esta manera, el modelo de atención desarrollado incluye orientaciones para
la detección y consideración de posibles efectos de la exposición a la violen-
cia, no desde listas restrictivas sino desde la comprensión del contexto en el
que se desarrollan dichos efectos y en el que pueden desarrollarse acciones
“contrarias al sentido común”: excelentes calificaciones, comportamientos
sociales nada agresivos, inserción social adecuada, etcétera.
Usando la escala que mide estrés postraumático (PTSD) del Child Behavior
Sistema de evaluación de
3
Checklist (CBCL, por sus siglas en inglés)3, el 92% de niñas y niños evaluados
base empírica desarrolla- en este estudio reexperimentaron al menos un síntoma (reexperiencia
do por Achenbach para
traumática del trauma). Usando la escala CBCL, el 47% de niñas y niños
NNA en edad escolar que
permite evaluar problemas
tuvieron al menos tres síntomas evitativos (evasión persistente del estímulo
emocionales y/o de com- asociado con el o los eventos traumáticos). Por último, el 91% de las niñas
portamiento. Los elemen- y niños del estudio tuvieron al menos dos síntomas de hiperactividad,
tos evaluados se catalogan incluyendo el incremento en la agresividad, desarrollo de nuevos temores
en siete factores: reactivi-
y ansiedad de separación.
dad emocional, depresión/
ansiedad, quejas somáticas,
aislamiento, problemas de En el estudio mencionado, es notable que las niñas y niños general-
atención, conducta agresiva
y problemas de sueño, los
mente tenían índices elevados de comportamiento externalizado,
cuales a su vez se dividen comparado con las normas nacionales. Esto sugiere que vivir con
en tres rubros principales:
problemas internalizados,
violencia familiar está relacionado con conductas más agresivas y de
problemas externalizados y acting out, posiblemente debido al modelaje de las personas adultas.
problemas totales.
Un segundo estudio (Alcántara, 2010) menciona las afectaciones más
frecuentes en diversas etapas evolutivas. Vale la pena mencionar
los resultados obtenidos en el estudio ya que es frecuente encon-
trar menciones a posibles síntomas en niñas, niños y adolescentes
víctimas de diversas violencias (sexual, emocional, física), mas no
en NNA víctimas de violencia familiar.
21
MODELO
En cuanto a los síndromes empíricos del CBCL, en las niños y niños de 5 años
hemos encontrado que la puntuación media más alta corresponde al síndrome
agresividad, y la más baja a problemas somáticos. En cuanto a la prevalencia,
la reactividad emocional está presente en el 62% de menores (sic) expuestos a
violencia de género, el retraimiento lo presentan el 57.2%, y la ansiedad/depresión
(43%) es en el grupo total el tercer problema clínico.
En los síndromes empíricos del Youth Self-Report (YSR), las y los adolescen-
tes como grupo presentan la prevalencia más alta en problemas afectivos
(28.5%), seguido de oposicionismo desafiante (20.8%), y problemas de aten-
ción e hiperactividad, así como problemas de conducta (20.4% en ambos).
Las prevalencias más bajas son en problemas somáticos (14.3%) y ansiedad
(8%). Las mujeres presentan más oposicionismo desafiante (27.2%), seguidos
de problemas afectivos (21.7%), problemas de atención y de conducta (17.4%),
y por debajo quejas somáticas (13%) y problemas de ansiedad (4.3%). Por su
parte, los hombres presentan más problemas afectivos (34.6%), problemas de
atención y de conducta (23% en ambos), seguido de oposicionismo desafiante
(15.4%), quejas somáticas (15.3%), y finalmente, problemas de ansiedad (11.5%).
Es interesante ver que la ansiedad en este rango de edad —y percibida por
los propios jóvenes— no es un problema de alta prevalencia.
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ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
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3. CONSTRUCCIÓN SOCIAL
Y DEFINICIÓN DE ROLES
DE GÉNERO
Esta sección presenta información vinculada con el modo en que la cons-
trucción social y la definición de roles de género en la familia mexicana
influye y sostiene la violencia de género que viven niñas, niños, adolescentes
y mujeres. Es indudable que los roles que socialmente se construyen para
mujeres y hombres impactan en la forma en que la violencia se genera
y se reproduce y, por lo tanto, en el modo en que impacta en la vida y el
desarrollo de niñas, niños y adolescentes.
estereotipos de género (que estos grupos de pobla- der a NNAVVF debe incluir
actividades que propician
se asocian con el modo en que ción conciliar (y recons- la comprensión de “por qué
mujeres y hombres ejercen y truir) su propia vivencia y papá es violento” y “por qué
mamá es víctima”, con el ob-
reciben violencia) sentimientos, con la apa- jetivo de que niñas, niños y
rente aprobación social adolescentes reciban infor-
mación sobre machismo y
de esa misma violencia perpetuación de la violencia
de género que les ha lastimado.4 Desde el reconocimiento de por medio de estereotipos,
que comprendan el modo en
esta contradicción se puede construir una nueva significación
que se construye el circuito
de género desvinculada de la violencia. de la violencia, sostenido
por el contexto, y analicen
el modo en que ellas y ellos
pueden no identificarse ni
repetir estos patrones.
24
3.1 La importancia de hablar de género
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MODELO
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ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
1. Ser y estar disponible y al cuidado de otras personas (ser buena hija, hermana,
esposa, madre, amiga, compañera), especialmente la disposición permanente
y desinteresada para la crianza de hijas e hijos dentro del matrimonio
2. La búsqueda del amor romántico, que las coloca como quienes deben ser
bellas, atractivas, frágiles, necesitadas de protección
Los mandatos de género impuestos a las mujeres son más peligrosos que aquellos
impuestos a los hombres, porque las coloca en una posición de vulnerabilidad
para su desarrollo de vida.
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MODELO
darse cuenta” de la violencia que se vive en el hogar.5 Como elemento madres o padres que viven
violencia af irman que “las
común a toda situación en la que se vive violencia familiar, está la niñas, niños y adolescentes
idea central de que desde etapas muy tempranas niñas y niños son están dormidos cuando dis-
cuten” o que “no saben” lo
conscientes de la situación de maltrato que vive la madre o la familia. que pasa en la pareja.
Los impactos de la violencia de género en la pareja y las familias son
Como parte de las dinámi-
6
muchos y para quien conviva con dicha violencia es casi imposible cas de violencia existe, por
pase inadvertida de alguna manera. Estas circunstancias provocan
6
ejemplo, la normalización o
invisibilización de la misma.
un intenso sufrimiento y malestar, e inevitablemente influirán en el
Esto hace que quienes están
proceso de construcción de la identidad de cada persona. inmersos en la violencia no la
identifiquen objetivamente,
pero no significa que no la
“perciban” y, por lo tanto,
sufran sus efectos.
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ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
Para Lizana (2012), las niñas y los niños que viven en un entorno con violencia de
pareja y de familia, también viven el ciclo de la violencia. El ciclo de la violencia
incluye tres fases: la primera es la acumulación de tensión; la segunda es el
episodio como tal del ejercicio de la violencia; y por último la manipulación
afectiva o reconciliación.
Por tanto, el ciclo de la violencia y los vínculos que se establecen podrán, por
un lado, ser un modelo a seguir por las personas o, por el contrario, ocasionar
que vayan al polo opuesto y se alejen de toda posibilidad de generar algún
vínculo (Bonino, 1997, citado en Burin, 2003).
29
MODELO
Según Horno Goicochea (2006), las hijas e hijos de mujeres víctimas de vio-
lencia de género son víctimas también de esa violencia de género, y como
tales deben ser atendidos y contemplados. Dice la autora:
30
4. CARACTERÍSTICAS DE
DESARROLLO DURANTE
LA INFANCIA
Parece obvio, pero es necesario recordar que una niña o niño no pue-
de pensar y actuar de la misma manera en que lo hace una persona
adulta, quien ya transitó por todas las etapas del desarrollo. Así, las
niñas y niños no son “adultos pequeños”. Se trata de personas cualita-
tivamente diferentes a las personas adultas; el modo en que perciben
el mundo, construyen razonamientos e interactúan a partir de ellos,
es también distinto.
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MODELO
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ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
Ello implica que en esta etapa, la niña o el niño se guía principalmente por lo
que percibe por medio de los sentidos, más que por la lógica. El pensamiento
de la niña o el niño está centrado en sí mismo y anclado a lo que ve y manipula.
No puede hacer abstracciones, por lo cual su pensamiento, razonamiento y
capacidad de resolver problemas están sujetos a la realidad, a lo concreto, y
a sus propias experiencias.
La conclusión construida por una niña o niño sobre alguna situación vivida
puede ser distinta a la conclusión que una persona adulta saca de la misma
situación, porque siempre estará construida de manera subjetiva y personal,
sin referencia a la lógica abstracta. Esta situación provoca que muchas veces
la conclusión de una niña o un niño parezca “absurda” o “incongruente”. Esta
es la razón por la que la metodología para abordar efectos de la violencia y
herramientas para su af rontamiento debe ser construida por cada niña o
niño mediante actividades concretas, que partan de su propio razonamiento
y experiencia.
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MODELO
les resultaron significativas por alguna razón subjetiva, por ejemplo, lo que
tenía frente a sus ojos, alguna sensación en el propio cuerpo, algún objeto
que le gustara, etc.). De igual manera, cuando se desea transmitir una idea
o concepto a niñas y niños, es necesario que se presente la información de
manera simple, directa y utilizando materiales visuales y susceptibles de ser
manipulados y construidos desde la propia experiencia, de manera concreta.
Las niñas o niños son capaces de pensar en objetos, personas o sucesos cono-
cidos o vividos, que no están presentes, mediante representaciones mentales
de estos; lo que denominamos función simbólica. La función simbólica es la
capacidad para evocar mentalmente palabras o imágenes.
En el juego simbólico, la niña o niño utiliza un objeto con una finalidad distinta
a la real. Por ejemplo, juega con una caja de cartón “como si” fuera un coche.
Según Piaget, el juego simbólico permite transformar lo real, por asimilación,
a las necesidades del yo. Le proporciona al niño un medio de expresión propio
y le permite resolver los conflictos que le plantea el mundo de los adultos.
Si una niña o niño ha vivido una situación que le provoca angustia —por
ejemplo, violencia familiar— puede repetir en el juego los contenidos de lo
vivido, como una manera de comunicar y afrontar (simbólicamente) la situa-
ción. En esta etapa del desarrollo, “hacer” cosas para afrontar la violencia en
escenarios de juego sirve como medio para procesar emociones y construir
herramientas de afrontamiento a efectos de la violencia familiar. Además, el
juego o los dibujos permiten que NNVVF procesen situaciones vividas sin que
necesariamente tengan que expresarlas por medio de palabras.
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ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
La diferencia entre las niñas, niños y adolescentes, y las personas adultas, es que
estas últimas pueden detectar y diferenciar sus emociones, así como controlar-
las por medio de la razón. Durante la infancia y adolescencia estas habilidades
no están desarrolladas. Las emociones les invaden, no logran entender qué les
pasa, y las manifiestan masivamente por medio de conductas que pueden ser
disruptivas. Las personas adultas deben ofrecer contextos para que niñas, niños
y adolescentes detecten, diferencien y manejen sus emociones.
Cuando una niña o niño está invadido por una emoción dolorosa, las personas
adultas solemos pedirle que deje de sentirla. Por ejemplo, “no llores” o “no te
enojes”, “no estés triste”, etc. Cuando hacemos esto, le estamos pidiendo un
imposible, porque si ya siente la emoción, no la puede controlar solo, usando
la razón. Entonces, lejos de ayudarle, hacemos algo que suma a la emoción
que sentía: frustración, incomprensión, impotencia, tristeza y la sensación de
no ser suficiente.
35
MODELO
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5. CARACTERÍSTICAS DE
DESARROLLO DURANTE
LA INFANCIA
Podría pensarse que las y los adolescentes, por su edad cronológica, se
encuentran en una etapa en la que podrían realizar razonamientos lógi-
cos, objetivos y abstractos (es decir, alcanzar las habilidades cognitivas
propias de la etapa de operaciones formales propuestas por Piaget). Sin
embargo, esto no siempre ocurre así, debido a las siguientes razones:
37
MODELO
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6. SOBRE LA TERAPIA COGNI-
TIVO CONDUCTUAL PARA LA
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS
Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS
DE VIOLENCIA FAMILIAR
Moriana y Martínez (2011) realizaron una revisión sobre la psi-
Este es un modelo metodo- cología basada en evidencia16 teniendo en cuenta los criterios
16
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MODELO
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ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
41
MODELO
Así mismo, la Guía sugiere usar escalas específicas para medir el trastorno
de estrés postraumático (Secretaría de Salud, 2011), tales como la Children’s
Revised Impact of Event Scale (CRIES), la cual puede ser aplicada en niñas y
niños de 8 años o más; consta de 8 reactivos y cuenta con una versión en es-
pañol pero no ha sido estandarizada ni adaptada para la población mexicana
(Perrin, Meiser-Stedman y Smith; 2005). También está el Childhood Post-Trau-
matic Stress Reaction Index (CPTSD-RI), el cual está basado en las diferentes
versiones del Diagnostic and Statistical Manual (DSM) (American Psychiatric
Association), y evalúa las reacciones a los eventos traumáticos. Consta de 20
reactivos que miden elementos como intrusión, parálisis, evasión, miedo,
ansiedad, alteración del sueño y concentración (Pynoos et al., 1987); y la Child
PSTD Symptom Scale (CPSS), un instrumento que mide la severidad de los
síntomas de estrés postraumático de acuerdo con los criterios del DSM-IV. Fue
validado en la ciudad de California, Estados Unidos, y los datos estadísticos
arrojados apuntan hacia su empleo en niñas y niños expuestos al trauma (Foa,
Johnson, Feeny y Treadwell; 2001).
42
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
43
7. SOBRE LA IMPORTANCIA DE
ENFOQUES DE PREVENCIÓN
Y ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS
Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS
DE VIOLENCIA FAMILIAR
La literatura especializada reconoce que la violencia familiar provoca
efectos nocivos en NNA indistintamente, es decir, sin importar si son
objeto directo de la violencia (física, emocional, de género, etc.) o no. La
información especializada indica que por el solo hecho de vivir en una
familia en la que existe violencia, niñas, niños y adolescentes reciben
sus efectos y, por lo tanto, es apropiado y necesario atenderles.
44
ción, porque se abre la posibilidad de que elijan, en futuras relaciones, no
reproducir patrones de violencia.
45
8. REVICTIMIZACIÓN VERSUS
REDIGNIFICACIÓN17 EN LA
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS
Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS
DE VIOLENCIA FAMILIAR
Este apartado describe el importante papel
La información ha sido retoma- que ocupa el personal en contacto con NNA-
17
46
contemplados en la Convención sobre los Derechos del Niño —que al haber
sido firmada por México le obliga a adecuar sus estándares y procedimientos
para apegarse a sus lineamientos—, están ahora presentes en la Consti-
tución, y ello abre enormes oportunidades, tanto en su reconocimiento
como en la posibilidad de aterrizar el enfoque de la protección integral de
derechos de niñas, niños y adolescentes a herramientas prácticas para la
atención adecuada a NNAVVF.
Se denomina revictimización
18 Ahora bien, más allá del marco normativo favorable, la puesta en
o victimización secundaria al marcha de acciones puede aún presentar falencias. Si además
hecho de que a los efectos
que aparecen debido a la
de vivir en condiciones de especial vulnerabilidad, niñas, niños
primera violación a los dere- y adolescentes entran en contacto con instituciones en las que
chos de la niña, niño o ado-
son sometidos a acciones (de salud, de justicia, etcétera) que
lescente víctima, cualquiera
haya sido la situación, se le no reparan todas las necesidades y derechos vulnerados, se
suman aquellos provocados
mantienen y reafirman los efectos negativos a los que han sido
(o aumentados) por las expe-
riencias a que es sujeto una —y continúan siendo— sometidos. Esta situación se denomina
vez que se inician acciones revictimización o victimización secundaria.18
por parte de organismos de
seguridad, justicia y asisten-
ciales. Las acciones realiza- En particular, no recibir protección con mecanismos especiales
das en estas instituciones
sin parámetros adecuados
para la infancia y adolescencia, lejos de proteger, agudiza e incluso
se vuelven contra la víctima, agrava la victimización. La vulnerabilidad y dependencia infantil
que ahora sufre otro maltra-
y adolescente hacen que acciones no especializadas tengan un
to: el institucional.
47
MODELO
8.1 La redignificación
48
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
con niñas, niños y adolescentes cobra especial importancia para sus procesos
de redignificación.
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MODELO
que difiere de otras personas adultas que hayan vulnerado sus derechos y les
ayuda en la percepción del mundo como menos peligroso.
en el aparato psíquico es un
esta contundencia: pueden agravar el dolor emocional o pueden
elemento desestructurante,
iniciar el proceso de sanar. resulta evidente en víctimas
adultas que acaban de su-
frir una victimización, y tie-
La intervención del personal de instituciones articuladas que estén ne efectos indudablemente
en contacto con NNAVVF favorece la redignificación, les permite más devastadores cuando se
trata de personas menores
construirse una imagen de sí diferente a aquella delineada durante de 18 años.
la experiencia de violencia familiar; en la que puedan percibirse con
valor y en posesión de recursos (contrario a poco valiosos y sin habilidades).
Ofrece además la figura de personas adultas que actúan de manera precisa,
que informan, contienen y ofrecen lo que desde su actuar es necesario para
que la violencia pare.
50
9. MARCO JURÍDICO
Y NORMATIVO
El presente marco jurídico busca ser una herramienta útil para el diseño
de acciones para la prevención y atención a NNAVVF, antes que una
reseña del marco legislativo y operativo existente. Es por ello que se ha
desarrollado considerando los siguientes criterios:
Esta definición, como se puede observar, está compuesta por cinco ele-
mentos fundamentales, a saber: el uso intencional de la fuerza, la forma
en que se ejerce, su grado, la persona que la resiente y el efecto que
produce. De estos elementos es importante resaltar que no solo el daño
material o físico es violencia, las amenazas e intimidaciones son también
actos violentos, independientemente de la forma en que se materialicen.
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MODELO
La violencia dentro de la pareja es la forma de violencia más común tro de las relaciones íntimas
también es conocida como
que experimentan las mujeres, sin importar el estatus social y legal de violencia doméstica o abuso
la relación.22 En esta forma de violencia se encuentran una variedad conyugal, sin embargo, estos
términos excluyen a las muje-
de actos sexual, psicológica y físicamente coercitivos, los cuales son res que se encuentran en una
producidos en contra de mujeres adultas, adolescentes e incluso relación de pareja fuera de las
habituales (matrimonio).
niñas23 por su pareja actual o por su pareja anterior (Organización
De acuerdo a la Organización
de las Naciones Unidas, 2006). Mundial de la Salud, alrede-
dor del 30% de las mujeres
en el mundo ha experimen-
La violencia en la familia es “el acto u omisión, único o repetitivo, tado violencia física y/o se-
cometido por un miembro de la familia en contra de otro u otros inte- xual por parte de su pareja
sentimental; en algunas re-
grantes de la misma, sin importar si la relación se da por parentesco giones esta cifra llega a ser
consanguíneo, de afinidad, o civil mediante matrimonio, concubinato hasta del 38%. Véase: World
Health Organization (2013).
u otras relaciones de hecho, independientemente del espacio físico
donde ocurra”.24 También puede definirse 23
Alrededor del mundo, más
de 700 millones de mujeres
Norma Oficial Mexicana. NOM-
24 como “el acto abusivo de poder u omisión
contrajeron matrimonio an-
046-SSA2-2005. Violencia fami- intencional, dirigido a dominar, someter, tes de los 18 años; además,
liar, sexual y contra las mujeres.
más de una de cada tres
Criterios para la prevención y controlar, o agredir de manera física, ver-
mujeres (cerca de 250 millo-
atención. DOF 16 de abril de bal, psicológica, patrimonial, económica nes) contrajeron matrimonio
2009, punto 4.27.
y sexual a las mujeres, dentro o fuera del antes de los 15 años. Véase:
United Nations Children’s
domicilio familiar, cuyo agresor tenga o Fund (2014).
52
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
53
MODELO
II. La violencia física.- Es cualquier acto que inflige daño no accidental, usando la fuer-
za física o algún tipo de arma u objeto que pueda provocar o no lesiones, ya sean
internas, externas, o ambas;
IV. Violencia económica.- Es toda acción u omisión del agresor que afecta la supervi-
vencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas
a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de
un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral;
V. La violencia sexual.- Es cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad
de la víctima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física.
Es una expresión de abuso de poder que implica la supremacía masculina sobre la
mujer, al denigrarla y concebirla como objeto, y (…)
54
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
55
MODELO
56
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
a) Toda forma de relación perjudicial persistente con el niño (sic), como hacerle
creer que no vale nada, que no es amado ni querido, que está en peligro o que
solo sirve para satisfacer las necesidades de otros; b) asustar al niño, aterrorizarlo
y amenazarlo; explotarlo y corromperlo; desdeñarlo y rechazarlo; aislarlo, ignorarlo
y discriminarlo; c) desatender sus necesidades afectivas, su salud mental y sus
necesidades médicas y educativas; d) insultarlo, injuriarlo, humillarlo, menospre-
ciarlo, ridiculizarlo y herir sus sentimientos; e) exponerlo a la violencia doméstica;
f) someterlo a un régimen de incomunicación o aislamiento o a condiciones de
detención humillantes o degradantes, y g) someterlo a la intimidación y las nova-
tadas de adultos o de otros niños, en particular por medio de
tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TIC) 37
Comité de los Derechos del
como los teléfonos móviles o internet (la práctica llamada Niño. Observación general
"acoso cibernético").40 N.° 13 (2011) Derecho del niño
a no ser objeto de ninguna
forma de violencia, CRC/C/
GC/13, 18 de abril de 2011,
párr. 21.
57
MODELO
Así, el derecho a vivir una vida libre de violencia puede dimensionarse en dos
sentidos: por una parte, como la abstención de realizar conductas que pongan
en riesgo la integridad o el bienestar de niñas, niños y adolescentes (respeto);
y por otra, como la necesidad de adoptar todas las medidas que sean necesa-
rias para prevenir, atender y sancionar los casos en los que se vean afectados
(garantía y protección), incluidas las de carácter urgente. Ambas dimensiones
pueden ser exigidas tanto a los particulares como a las autoridades, teniendo
estas últimas un deber reforzado al respecto.
58
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MODELO
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61
MODELO
debidamente y con prontitud por el sistema judicial u otras ser objeto de ninguna forma
de violencia, CRC/C/GC/13, 18
autoridades competentes (como la policía, los servicios de in- de abril de 2011, párr. 54.
migración o los servicios educativos, sociales o sanitarios)
b) Las niñas o niños que hayan sido víctimas de actos de violencia deben ser
tratados con tacto y sensibilidad durante todo el procedimiento
62
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
63
MODELO
Las acciones y medidas que pueden tomarse son de diversa índole, y depen-
diendo de cada caso se deberá evaluar el tipo de acciones necesarias para la
debida restitución de derechos de niñas, niños y adolescentes. Considerando
la legislación civil, penal y de asistencia, a continuación se establece una lista
enunciativa de las medidas y acciones que pueden tomarse para la protección
de niñas, niños y adolescentes:
• Apoyos materiales
b) Acciones civiles
c) Acciones penales
64
10. CONCLUSIONES
Los hallazgos que se encuentran resumidos en este documento dan
sustento a las acciones generales propuestas por el Modelo de Atención
a Niñas, Niños y Adolescentes Víctimas de Violencia Familiar (NNAVVF),
de la siguiente manera:
61
Save the Children. Informe
2011. Disponible en https://
www.savethechildren.es/
publicaciones/en-la-violen-
cia-de-genero-no-hay-una-
sola-victima
65
MODELO
62
De las entrevistas realizadas en los CJM para la elaboración del marco teórico y estado de la cuestión, se des-
prende información vinculada con el hecho de que las y los adolescentes en familias que viven violencias no son
percibidos como víctimas ni acceden a servicios especializados para atender los efectos de estas. Por el contrario,
suele atendérseles a pedido de las madres y cuando aparece un síntoma específico (problemas en la escuela o de
conducta, por ejemplo). Esta realidad les acerca más a la estigmatización (son “un problema” que hay que resolver)
que a la protección integral (vivir en un contexto de violencia vulnera derechos que deben ser restituidos).
El rastreo bibliográfico arroja información vinculada con las áreas que con mayor frecuencia se ven afectadas
63
ante la exposición a violencia: dificultades en las relaciones, ya que el establecimiento de vínculos y el tipo de
apego que logran desarrollar no es adecuado; dificultades para percibir el mundo como un lugar seguro y por lo
tanto lograr diferenciarse y ser autónomos; dificultades para percibirse a sí mismos de manera positiva (libres de
roles adultizados, sentimientos de culpa y desvalorización); dificultades para reconocer las propias emociones y
controlarlas; dificultades para desarrollar y sostener estrategias de afrontamiento ante dificultades, entre otras.
66
ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
1. Marco teórico
2. Protocolo de articulación interinstitucional para la protección de NNAVVF (dirigido
a personal de los Centros de Justicia para las Mujeres [CJM] u otras instituciones
que apliquen el Modelo —en contacto con NNA— y a personal de las PPDNNA).
En este documento está descrita la ruta crítica de atención y el modo en que cada
institución y su personal deben actuar
3. Manual para intervención terapéutica grupal con NNAVVF (dirigido a personal del
área psicológica de CJM u otras instituciones en contacto con NNA que apliquen
el Modelo). En él están contenidas las acciones para el desarrollo de intervenciones
terapéuticas grupales con NNAVVF y sus madres
4. Orientaciones prácticas para dictar medidas de protección especial en casos de
NNAVVF (dirigido a personal de las PPDNNA). En este documento se describen las
acciones que la Ley General de Derechos de NNA mandata a las Procuradurías, y
que es imprescindible poner en marcha para que se restituyan todos los derechos
vulnerados a NNAVVF
5. Pautas para la detección reforzada de NNAVVF (dirigido a personal de áreas lúdicas
de CJM o áreas de espera en otras instituciones que apliquen el Modelo)
6. Manual para el monitoreo y evaluación de la intervención terapéutica grupal con
NNAVVF y sus madres. Con el objetivo de tener evidencia sobre el impacto de
dichas intervenciones
67
MODELO
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NOTAS
Marzo 2020