CARACTERÍSTICAS DE LAS TRINCHERAS DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
FIGURA II.1. Corte transversal de una trinchera
Había alambre de púas en la tierra de nadie, entre las dos líneas de trincheras opuestas (figura II.1), que los atacantes trataban de eliminar mediante bombardeos masivos de artillería, pero esto eliminaba la sorpresa de un ataque repentino porque el enemigo siempre se enteraba con tiempo. Mediante aviones de reconocimiento y globos de observación se podían detectar concentraciones de tropas en los caminos que conducían a las trincheras. Las trincheras eran difíciles de tomar porque el incremento de la potencia del fuego de los rifles de repetición y las ametralladoras hacían que los ataques frontales fueran suicidas y que la caballería no sirviera para nada. Aun cuando se rompiera una línea de trinchera, el avance era difícil porque la tierra había sido revuelta por las descargas de artillería y había que combatir con el fuego mortal de las ametralladoras. El terreno ganado era difícil de defender porque en general formaba lo que se conocía como saliente, un promontorio en la línea de la trinchera. Los lados, o flancos, de estas salientes eran vulnerables a los ataques, y al ser rodeadas las tropas, se les cortaba la retirada. En 1915, durante el ataque de Ypres, los alemanes utilizaron gas venenoso (ilustración II.1), pero cuando el viento cambió de dirección, lo empujó hacia sus propias líneas y fueron más sus víctimas que las de los Aliados, sobre todo cuando estos últimos liberaron su propio gas.