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Vasija del período Jōmon (Japón) considerada de las más antiguas del mundo
Alfarería (en árabe: alfaharería)1 es el arte de elaborar objetos de barro o
arcilla y, por extensión, el oficio que ha permitido al ser humano crear toda clase
de enseres y artilugios domésticos a lo largo de la historia. En el Occidente
culturalmente tecnológico la alfarería popular, cacharrería ruda y evocadora obra
de artesanos barreros ha pasado en gran medida a convertirse en artículo decorativo
y de coleccionismo y en materia de interés etnográfico, sumado a su valor
arqueológico.2
Índice
1 Los términos alfarería y cerámica
2 Definiciones
2.1 Citas técnicas
2.2 Citas imaginativas
2.3 Citas bíblicas
3 Tipos cualitativos
4 Historia y origen
4.1 Península ibérica
4.2 Tartessos
4.3 Cultura talayótica
4.4 Cerámica griega
4.5 Cerámica ibérica
4.6 Hispania romana
5 Técnicas de modelado
6 Técnicas de terminación y decoración
7 Fases de elaboración
7.1 Preparación
7.2 Composición o modelado
7.3 Secado y pulido
7.4 Horneados
8 Morfología
9 Terminología
10 Museos
11 Véase también
12 Notas
13 Referencias
14 Bibliografía
15 Enlaces externos
Los términos alfarería y cerámica
Alfarería y cerámica son dos términos en permanente conflicto semántico (véase
semántica lógica). Ambos se usan para definir el conjunto de actividades
artesanales, artísticas e industriales a partir del barro cocido, así como el
producto o los productos de las mismas y su cultura.nota 1
En general, en los diccionarios (ideológicos y de sinónimos) y los manuales léxicos
"alfarería" aparece redirigida o referida a "cerámica", dándosele así a esta última
mayor valor troncal.nota 2
La palabra alfarería, como alfar, proviene del árabe hispánico alfaj jár, ‘barro’,
y este del árabe clásico en árabe, َفخَّار, romanizado: faj jar, lit. 'alfarería', y a
su vez del hebreo hhafar (tierra, barro).4 En 1789 se documenta «alfaharería» y en
1866, «alfarería», finalmente. Por su parte, apoyándose en el Diccionario de
Autoridades, el Diccionario de la lengua española conserva el término «alcaller»
(para «alfar» y «alfarero») y «alcallería» (conjunto de vasijas de barro).56
Por otro lado, «cerámica» procede del griego antiguo κεραμική (keramiké), femenino
de κεραμικός (keramikós, hecho de arcilla), "cerámico",7 que designaba
originalmente al barrio de los alfareros de la antigua Atenas, Kerameikos, al
noroeste de la Acrópolis.nota 3
Emilio Sempere hace una distinción de cantidad y calidad, proponiendo que "la
alfarería es la cerámica popular, la más corriente, la que se hacía en los pueblos
para uso popular. Después vino la cerámica, todo aquello que es decorado, con
carácter suntuario, artístico."10
Definiciones
Citas técnicas
"La alfarería es la cerámica popular, la más corriente, la que se hacía en los
pueblos para uso popular. Después vino la cerámica, todo aquello que es decorado,
con carácter suntuario, artístico." Emili Francés Sempere.12
"La cerámica ocupa un lugar importante en las artes decorativas, ya que participa a
la vez de la arquitectura, la escultura y la pintura. Esta palabra se emplea
también no sólo para designar lo que Bernard Palissy llamaba el arte del barro,
sino sus mismos productos."13
Citas imaginativas
«Para intentar resolver el problema, procederemos por etapas. Nos preguntaremos en
primer lugar si existe algún vínculo entre la alfarería y los celos (cuestión a la
cual se ha pretendido dar ya un principio de respuesta). A continuación nos
interrogaremos acerca del vínculo entre los celos y el chotacabras. Si, en ambos
casos, se obtiene un resultado positivo, seguiremos por lo que no hace mucho he
llamado una deducción transcendental, que existe asimismo un vínculo entre la
alfarería y el chotacabras». La alfarera celosa. Escrito por Claude Lévi-Strauss.14
Citas bíblicas
El campo del alfarero, novela de la serie que el siciliano Andrea Camilleri dedica
al comisario Montalbano, fue titulada así recogiendo una cita bíblica atribuida a
Mateo el Evangelista. La presencia del término "alfarero" en un documento de
probada antigüedad como los Evangelios —siglo I d. C.—, quedaría no obstante sujeta
a una exhaustiva revisión léxica de ediciones y traducciones, desde el supuesto
texto original escrito o dictado por el apóstol Mateo.
Por otra parte, parece que la audiencia a la que se dirige Mateo está familiarizada
con hechos que describe el Evangelio y al autor le interesa relacionar el pasado
(vida de Jesús) con el momento en el que se escribió su relato, utilizando en dos
ocasiones la expresión «hasta el día de hoy». Así, el autor dice que los
sacerdotes, con las 30 monedas de plata que arrojó Judas Iscariote en el templo,
«compraron con ellas el Campo del Alfarero como lugar de sepultura para los
forasteros. Por esta razón ese campo se llamó «Campo de Sangre», hasta hoy». En
este texto se da a entender que la audiencia conoce el lugar en cuestión y su
nombre, por lo que es razonable pensar que pudo haber sido escrito antes de la
destrucción de Jerusalén y la gran despoblación que trajo consigo.15
Sea como fuere, la síntesis a la que parecen llegar algunas líneas de tesis es que
literatura religiosa y de ficción coinciden en aceptar la antigüedad natural del
término alfarería, escapando del uso mucho más extendido que del término cerámica
se hace en los manuales científicos, desde los de arqueología a las publicaciones
dedicadas a la divulgación o estudio de la propia alfarería.16
Tipos cualitativos
Alfarería de basto, generalmente referida al obrador donde se producen piezas sin
vidriar de escasa calidad.
Alfarería de fino, referido a los alfares con producción más cuidada, aunque no
necesariamente vidriada.
Historia y origen
Los primeros objetos de alfarería se remontan al período Gravetiense (Paleolítico
Superior) y se trata de pequeñas representaciones de divinidades maternales y de
culto a la fertilidad como la llamada Venus de Dolní Věstonice datada cerca de 29
000-25 000 a. C.17 Una de las piezas más antigua que se conoce es una vasija del
período Jōmon de la época de la prehistoria del Japón (10 000-8000 a. C.), pieza
que actualmente se expone en el Museo Nacional de Tokio. Su nombre se le da por las
marcas de cuerda con el que está decorada.18Se han encontrado otras evidencias en
la cuenca del río Amur en Rusia que han revelado rastros de cerámica que datan del
14 000-13 000 a. C.1920 Existen trozos de alfarería encontrados en el sur de China
que fueron datados por carbono 14 a finales de 1990 y que se fecharon entre el 9000
y el 14 000 a. C., en nuevas excavaciones realizadas en la cueva Xianrendong en la
Jiangxi los nuevos encuentros se remontan hacia el 20 000 a. C.21
En Europa mediterránea las piezas más antiguas son, probablemente, las encontradas
en el yacimiento de Camprafaud (Lenguadoc) y Verdelpino (Cuenca), piezas datadas en
el VI milenio a. C.; no presentan ningún tipo de decoración. También hay piezas del
III milenio a. C. encontradas en Cataluña, Provenza, Córcega y Dalmacia; en este
caso, su decoración se basa en la impresión con conchas característica de la
cerámica cardial (también llamada «montserratina» por su gran abundancia en el
macizo de Montserrat.28
En el periodo inicial de la Edad del bronce la mayor parte de las vasijas están
realizadas, en la civilización micénica, a mano sin la ayuda de ninguna rueda de
alfarero, que fue introducida al final de esta época, consiguiendo con ello una
mejor regularidad en la producción. Casi todos las piezas están pulidas con una
herramienta que deja unas marcas, la pintura primitiva se hacía con arcilla líquida
y las líneas grabadas se llenaban con otra arcilla blanca. En Creta se produjo una
técnica de horneado que producía un acabado de las piezas con salpicaduras en rojo
y negro. Las jarras con pitorro son comunes durante el estilo cicládico y
normalmente realizadas con una pintura mate.34
Península ibérica
El entorno natural y climático propio del lugar: el factor geológico como base de
la materia prima era necesario para obtener el material primario, la arcilla, y
también era necesaria la existencia de árboles para conseguir la leña que se usaba
en la posterior cocción en hornos. El clima fue un factor importante, ya que, por
ejemplo, en lugares como Siberia o Patagonia no se llegó a producir cerámica.
También en la península ibérica hay grandes desfases entre regiones de la costa con
las de la Meseta, el Cantábrico o las Islas Baleares y Canarias. En unas zonas el
progreso y evolución era constante y en otras el mismo sistema y técnica perduraba
durante más años. Así mismo, se sabe que durante los meses de invierno no se
llegaba a trabajar a causa del frío.40
La dinámica cultural: otro factor para que la tecnología evolucione, son las
circunstancias sociales y culturales. Una concentración de poder como la que
sucedió en las grandes civilizaciones de la antigüedad, impulsa la necesidad de
elaborar objetos suntuarios para palacios y cultos religiosos, así como vajillas,
utensilios para guardar alimentos y bebidas. El influjo de otros pueblos más
poderosos como los fenicios, griegos, árabes y romanos, introdujo su estilo y las
formas de las vasijas a pueblos que quedaban bajo su dominio.41
El aumento de la demografía y sus necesidades: es natural que cuando se produce un
incremento demográfico más acelerado, las necesidades funcionales aumenten, es
necesario que los productos se transporten y almacenen, como está demostrado que
sucedió en una época como el Neolítico.41
Según las últimas dataciones, se considera que las cerámicas más primitivas de este
ámbito fueron las del tipo cardial, como las de los yacimientos de la Cova de l'Or
(4770 a. C.) en Beniarrés, y las de Las Cenizas (4670-4160 a. C.) en Aitana de la
Comunidad Valenciana. Otras dataciones obtenidas se remontan al VI milenio, como
las halladas en la Cueva Fosca de Ares del Maestrazgo en Castellón, el Abrigo
Grande de los Grajos de Cieza en Murcia, la Cueva de los Murciélagos de Albuñol y
del Nacimiento de Pontones en Granada.42
Tartessos
Artículo principal: Tartessos
A comienzos de la Edad del Hierro, a la cerámica se añaden pinturas policromas,
barnices y se utilizan hornos de doble cámara. La vajilla presenta toda una
variedad de formas y decoraciones que han ido adoptando los artesanos del lugar, a
partir de las aportaciones realizadas por los fenicios, griegos y cartagineses.47
La cultura de los Tartessos se sitúa entre las ciudades de Huelva, Cádiz y Sevilla
y toda la región suroeste de Andalucía; abarca un período que va desde el año 1000
a. C. hasta el 535 a. C., año de la Batalla de Alalia. La señal más evidente en
cuanto a la cerámica es el modelado del alfarero y el horno de doble cámara. La
decoración es la del tipo Carambolo, o sea, con la influencia geométrica de
imitación fenicia y griega y los acabados de las piezas con asas, bordes hacia el
exterior y de base plana, detalles que caracterizan la producción de Andalucía
occidental. En Carmona se encontraron vasijas decoradas con influencias orientales,
probablemente iban destinadas como ofrendas a los dioses y aparecen figuras
realistas de grifos, bueyes y pájaros fantásticos.48
Cultura talayótica
Artículo principal: Cultura talayótica
Cerámica griega
Artículo principal: Cerámica griega
Cerámica ibérica
Artículo principal: Cerámica ibérica
Hispania romana
Artículo principal: Conquista de Hispania
Modelado a mano: las técnicas manuales son las más primitivas, donde las piezas son
construidas mediante el estirado de la pasta en rollos, placas o bolas de arcilla,
generalmente unidas mediante la preparación de arcilla líquida llamada barbotina.
Una vez acabada la pieza, la superficie se alisa con la misma mano humedecida.23
Nunca dos piezas de cerámica trabajadas manualmente serán exactamente iguales, por
lo que estas técnicas no son las más apropiadas para hacer juegos de piezas
idénticas, como por ejemplo vajillas de cocina, juegos de café, de licor, etc. Esta
técnica permiten al ceramista usar su imaginación y crear diferentes piezas
artísticas. El modelado a mano era una técnica utilizada por los pueblos primitivos
y aún se encuentran numerosos artesanos que trabajan maravillosamente, tales como
los alfareros de los indios Pueblo, las tribus de África central y del sur, los
aborígenes australianos, Japón y toda el Asia oriental. En España podemos encontrar
zonas donde se elaboran este tipo de vasijas del modo tradicional, como en Galicia,
Asturias y el alto Aragón.57
Modelado a torneta: llamado también «torno lento», es un artefacto formado por un
pivote y una rueda, que impulsado por la mano produce un movimiento de rotación
discontinuo, con lo cual se facilita el trabajo manual, ya que actúa como mesa
giratoria, muchos autores están de acuerdo que este tratamiento se puede considerar
un trabajo de «modelado a mano», ya que el movimiento giratorio siempre es
intermitente y se tiene que ir modelado manualmente, salvo que tenga la
colaboración de un ayudante que impulse la rotación a la torneta,58 —en este caso
es cuando se denomina «torno bajo»—.59
Modelado a torno: llamado también «torno rápido», es muy común que las piezas
hechas en torno sean terminadas manualmente. El torno de alfarero es la técnica más
utilizada para la creación de piezas en serie. En la actualidad también es empleado
para hacer piezas singulares o artísticas. Este método es empleado desde el año
5000 a. C. en el Antiguo Egipto, Oriente Próximo y Asia. En la península ibérica
llegó hacia el siglo viii a. C., de mano de los fenicios, si bien existen
cerámicas a torno más antiguas importadas de otras zonas del Mediterráneo. Para
trabajar con él, se coloca una bola o pella de arcilla en la rueda del torno, el
cual es impulsado por el pie del alfarero que lo hace girar. La rueda gira
velozmente mientras la arcilla es presionada de una manera determinada para que
adquiera la forma deseada. El trabajo con torno requiere una gran habilidad
técnica, pero un alfarero habilidoso puede producir muchas piezas casi idénticas en
poco tiempo. Actualmente se utiliza más el torno eléctrico que requiere menos
esfuerzo.60 Debido a su naturaleza, los trabajos mediante el empleo de torno son
casi exclusivamente piezas con simetría radial respecto de un eje vertical. Estas
piezas pueden ser decoradas mediante la creación de diferentes texturas sobre su
superficie al objeto de hacerlas visualmente más interesantes. Muchas veces, las
piezas creadas en el torno son modificadas manualmente, agregándole asas, tapas,
pies, picos y otros aspectos funcionales.61
Modelado al vaciado o con el uso de molde: la técnica de vaciado o a molde, es
probablemente la más apropiada para la producción en serie (industrial). La arcilla
líquida es vertida en un molde de yeso lo que permite un ligero endurecimiento. Una
vez que el molde absorbe la mayor parte del agua de la capa de arcilla que queda en
contacto con el molde, la arcilla remanente es volcada fuera del molde y se deja
secar la pieza. Finalmente la pieza es sacada del molde, se le corrigen las
imperfecciones que pueda tener y se la deja secar al aire libre. Según el tipo de
obra a reproducir se puede hacer con un molde de una sola pieza, cuando el modelo
es más complicado los moldes se hacen de piezas que se pueden ir quitando
independientemente y sin romperlas para su posterior utilización, hay que hacer un
entalle a las piezas del molde para que una vez retirado el modelo se puedan
ensamblar.62
Técnicas de terminación y decoración
El bruñido, al igual que la técnica del mismo nombre con la que se trabaja el
metal, requiere frotar la superficie de la pieza contra otra superficie pulida
(generalmente se utiliza acero o piedras) hasta alisar, pulir y sacar brillo a la
arcilla. Las arcillas más finas quedan más pulidas y brillantes que las ásperas, y
también permiten un mejor secado de la pieza antes de bruñirla, aunque esto aumenta
el riesgo de quebraduras. Para conseguir una superficie más acabada, puede
aplicarse una fina capa de barbotina sobre la arcilla semiseca.63
Finalmente, la arcilla puede pintarse con distintas clases de esmaltes. Los engobes
generalmente son aplicados cuando la pieza se encuentra cruda, en estado de
«cuero». Es usual que las piezas decoradas con engobe tan solo pasen por el horno
cerámico una vez. Tanto los esmaltes cerámicos como las calcinas que dan un acabado
vítreo necesitan que las piezas hayan pasado una vez por el horno antes de ser
aplicados, y una segunda vez para fijarlos a la cerámica, aunque algunos ceramistas
hacen tres o más horneadas, dependiendo de los resultados que busquen.63
Fases de elaboración
Preparación
Primero, la arcilla es amasada para que la humedad y demás partículas se
distribuyan homogéneamente y para sacar cualquier burbuja de aire que tenga en su
interior (lo que puede provocar explosiones durante el horneado o quema).
Composición o modelado
Luego, es modelada manualmente o mediante diversas herramientas. El agua es
utilizada para mantener la plasticidad de la arcilla durante el modelado, sin que
aparezcan rajaduras. Los trabajos realizados en torno generalmente necesitan ser
desbastados o retorneados para hacer que el espesor de la pared sea uniforme en
toda la pieza o para modelar el pie de la pieza. Este proceso es llevado a cabo
cuando la pieza se ha secado lo suficiente como para resistir este tipo de
manipulación.
Secado y pulido
La pieza se deja al aire hasta que se seca y endurece lo suficiente. Esta fase es
denominada «estado de cuero». Las piezas que se encuentran así son muy quebradizas,
por lo que deben ser manipuladas cuidadosamente. Una vez que la pieza se termina,
se deja secar nuevamente para que pierda el resto de la humedad que aún contiene,
quedando con un aspecto similar al hueso. Cuando la pieza está totalmente seca, su
color es más claro, y adquiere mayor dureza. En este momento es cuando se le suele
pasar una lija fina y una esponja húmeda con el fin de pulirla.
Horneados
Véase también: Hornos de alfarería y cerámica en España
Posteriormente es llevada al horno, en donde pierde la humedad química y adquiere
una mayor resistencia y sonoridad. Puede ser que con esta cocción la pieza ya se dé
por acabada, como es el caso de la alfarería, o que aún requiera de horneados
posteriores, como sucede en la cerámica.64
Morfología
Obra hueca: son las obras que tienen un cuerpo alto y abiertas por la parte
superior, que se las puede tapar, suelen llevar algún tipo de asas para su
transporte o para abocar su contenido, por ejemplo las ánforas, la alcarraza, el
cántaro o las botijas.
Obra abierta: son las piezas con la boca más ancha que la base, como los platos,
fuentes y tapaderas para otras obras. Entran en esta categoría las que tienen unas
paredes cortas (3-5 cm), como pueden ser las cazuelas o los lebrillos y algunas con
la base plana de fondo cóncavo y paredes un poco mayores como los morteros, ollas o
soperas.
Obra cerrada: son las que tienen los cuerpos totalmente cerrados, que se debe
terminar con el bochado (bochar en alfarería es cerrar una pieza), como las huchas,
las alcuzas, las cantimploras y el botijo.
Obra plana de molde: son las piezas dedicadas especialmente a la construcción y se
realizan con el molde plano, es decir un cajón sin fondo que se coloca sobre el
suelo, se rellena con la arcilla, se saca el molde y se deja secar, por ejemplo los
ladrillos, baldosas y tejas. Hay también el «molde de apretón» que consiste en un
molde abierto, normalmente de yeso, en el cual se presiona la arcilla con las manos
y queda grabado el dibujo correspondiente en la pieza.66
Obra hueca:Ánfora con dos asas de Mallorca.
Obra hueca:Ánfora con dos asas de Mallorca.
Obra abierta: Olla de los Castellares (Herrera de los Navarros, Zaragoza) Siglo II.
Obra abierta: Olla de los Castellares (Herrera de los Navarros, Zaragoza) Siglo II.
Obra cerrada:Botijo actual de La Bisbal del Ampurdán (Gerona).
Obra cerrada:Botijo actual de La Bisbal del Ampurdán (Gerona).
Terminología
Pottered pottery.jpg
El vocabulario alfarero abarca una gran variedad de formas con la consecuente
riqueza de léxico, ya que, según las regiones o comarcas, un mismo objeto tiene
distinto nombre. Hay vasijas que han ido desapareciendo y otras que, a pesar del
paso de los siglos, siguen haciéndose con la misma forma y en ocasiones similar
proceso de elaboración. No obstante, desde la segunda mitad del siglo XX, las
piezas de alfarería, aunque no cumplen con su primitiva función, son apreciadas
como elementos decorativos.67
Museos