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XLI ENCUENTRO DE GEOHISTORIA REGIONAL

Mesa Temática N° 13. Problemas de la historia política en los espacios


provinciales y regionales: del reformismo a las transiciones democráticas (1880-1983)
Coordinadoras: Dra. Natacha Bacolla; Dra. Yolanda Urquiza; Dra. María del
Mar Solís Carnicer
Título. La construcción de la identidad nacional argentina a través de la
arquitectura de Alejandro Bustillo en Posadas, Territorio Nacional de Misiones (1930-
1936).
Autor/a. Martín Gabriel Romero
Pertenencia institucional: UNaM – FHyCS – SInvyP

Resumen
A partir de la creación de los territorios nacionales en Argentina durante la
década del ‘80 del siglo XIX, hemos visto sucederse y complementarse diferentes
formas de gobierno, Estado y sociedad. El Territorio Nacional de Misiones fue creado
en 1881, durante la presidencia de J. A. Roca. El primer gobernador designado para la
flamante unidad política fue Rudecindo Roca, hermano del presidente. En 1884 se
sanciona la Ley para la organización de territorios nacionales, donde se expresaba que
una vez que estos hayan alcanzado un total de 60.000 habitantes, podrían declararse
como provincias argentinas. Durante la década del ‘20 del siglo XX, grupos
politizados de los territorios nacionales comenzaron a movilizarse por materializar la
provincialización, entre ellos los de Misiones. Los proyectos enviados hacia el
parlamento argentino iban por buen camino hacia la provincialización de Misiones,
pero esta fue impedida por agentes políticos antiprovincialistas y por hechos de la
arena económica mundial y política nacional. En septiembre de 1930, ocurre un Golpe
de Estado en Argentina, el primero del siglo XX. En el marco de reemplazo de las
autoridades, fue designado en 1930 el Sr. Carlos Acuña como gobernador del
Territorio Nacional de Misiones. Durante su doble mandato hasta 1936, Carlos Acuña
se encargó de fortalecer el aparato policial de Misiones, tanto en cantidad de efectivos
como en la arquitectura de las comisarías. Para la arquitectura -y no sólo de las
comisarías- de Misiones, Acuña contrató los servicios del reconocido arquitecto
Alejandro Bustillo, entre 1932 y 1934. La arquitectura de Bustillo -aunque parta de las
filas conservadoras de casta política- en Misiones representa un conjunto de
representaciones y de construcción de la identidad nacional en un escenario político
polivalente, cambiante y de transformación.
Introducción
El propósito del presente paper es vincular el conocimiento que se tiene de los
dispositivos de seguridad al estudio de la arquitectura en el marco de un proceso de
investigación historiográfico. Tiene como objetivo demostrar que el estudio de la
arquitectura como producto de circunstancias políticas nos acerca a interpretaciones
relacionadas al estudio de la relación entre la Policía, el Estado, la Población y los
demás dispositivos de seguridad. El problema abordado es “la arquitectura como
disciplina o red de dispositivos en Posadas, Territorio Nacional de Misiones”. Este
problema nos lleva a preguntarnos ¿Qué vinculación tienen los dispositivos con la
arquitectura? ¿Qué tipo de arquitectura hubo o hay en Misiones que se haya hecho
durante la década del ’30 del siglo XX? ¿Quiénes fueron los que planificaron y
gestionaron esta arquitectura? ¿Cómo se vinculó esta arquitectura al Estado, el
Territorio Nacional y su población? Para responder a los interrogantes planteados se
empleó el método genealógico sobre una entrevista hecha a una profesional del campo
de la arquitectura que estudia la arquitectura de Alejandro Bustillo en el Territorio
Nacional de Misiones y tres fotografías de un monumento arquitectónico de 1935
preservado en una de las plazas céntricas de la ciudad de Posadas, capital de la
Provincia de Misiones. Las fotografías fueron tomadas en una sola sesión, de las
cuales se extraen tres para su exposición en el presente trabajo. Además de la
información producida mediante entrevistas y fotografías, se les añade para una
interpretación más amplia algunos documentos preservados y compartidos por el
Archivo de la Casa de Gobierno de la Provincia de Misiones que, en sí, son
dispositivos. El acceso a los documentos originales nos es imposible en este momento,
por lo que hicimos uso de copias digitalizadas en formato de PDF, que contienen
gráficos, índices poblacionales, fotografías, presupuestos, entre otras variables. Lo que
sigue, exceptuando las conclusiones, está dividido en cinco apartados. El primero
resume las nociones teóricas empleadas a lo largo del texto. El segundo, una
reconstrucción del dispositivo jurídico como orientador de prácticas políticas
emergentes previo al período acotado. Los apartados tercero y cuarto rescatan las
biografías de dos sujetos históricos fundamentales a nuestro problema. El quinto, la
vinculación entre los apartados anteriores y tres ejemplos de dispositivos empleados
en el Territorio Nacional de Misiones.

Gubernamentalidad y Dispositivo
Los dispositivos de seguridad o simplemente dispositivos son un conjunto
heterogéneo de prácticas, discursos u objetos que se presentan en el cotidiano, que
pasan por alto los sujetos y que poseen su efectividad gracias sus cualidades externas.
Algunos analistas sostienen que el término o categoría de dispositivo aparece por
primera vez en La Gubernamentalidad de Michel Foucault. La categoría de
gubernamentalidad alude a un sistema de relaciones en el marco del ejercicio del
poder, y que se vale de dispositivos para funcionar
Con la palabra «gubernamentalidad» quiero decir tres cosas. Por
«gubernamentalidad» entiendo el conjunto constituido por las instituciones, los
procedimientos, análisis y reflexiones, los cálculos y las tácticas que permiten
ejercer esta forma tan específica, tan compleja, de poder, que tiene como meta
principal la población, como forma principal de saber, la economía política, y
como instrumento técnico esencial, los dispositivos de seguridad. En segundo
lugar, por «gubernamentalidad» entiendo la tendencia, la línea de fuerza que, en todo
Occidente, no ha dejado de conducir, desde hace muchísimo tiempo, hacia la
preeminencia de ese tipo de poder que se puede llamar el «gobierno» sobre todos los
demás: soberanía, disciplina; lo que ha comportado, por una parte, el desarrollo de
toda una serie de aparatos específicos de gobierno, y por otra, el desarrollo de toda
una serie de saberes. Por último, creo que por «gubernamentalidad» habría que
entender el proceso o, más bien, el resultado del proceso por el que el Estado de
Justicia de la Edad Media, convertido en los siglos XV y XVI en Estado
administrativo, se vio poco a poco «gubernamentalizado» (Foucault; 2009: 213) [el
resaltado en negrita es nuestro].
Esta cita in extenso nos lleva a pensar el problema desde la relación entre las
variables de la población, el territorio, el gobierno y los dispositivos. De este modo, la
gubernamentalidad puede entenderse como una red de relaciones en el marco del
ejercicio del poder que, no precisamente, se refiere únicamente al Occidente europeo,
sino también a la Sudamérica occidentalizada.
El dispositivo, como término, no fue ampliado por Foucault. En cambio, Giorgio
Agamben se refirió a él en forma más extensa a partir de su genealogía teológica de la
economía y el gobierno
Llamo dispositivo a todo aquello que tiene, de alguna manera u otra, la
capacidad de capturar, orientar, determinar, interceptar, modelar, controlar y
asegurar los gestos, las conductas, las opiniones y los discursos de los seres vivos.
No solamente las prisiones, sino además los asilos, el panoptikon, las escuelas, la
confesión, las fábricas, las disciplinas y las medidas jurídicas, en las cuales la
articulación con el poder tiene un sentido evidente; pero también el bolígrafo, la
escritura, la literatura, la filosofía, la agricultura, el cigarro, la navegación, las
computadoras, los teléfonos portátiles y, por qué no, el lenguaje mismo, que muy
bien pudiera ser el dispositivo más antiguo, el cual, hace ya muchos miles de años,
un primate, probablemente incapaz de darse cuenta de las consecuencias que
acarrearía, tuvo la inconciencia de adoptar (Agamben; 2011: 258) [el resaltado en
negrita es nuestro].
Aquí nos encontramos con una amplia gama de dispositivos en el mundo
contemporáneo. Lo que nos interesa es ver cuáles fueron los dispositivos que hicieron
emerger la arquitectura del Territorio Nacional de Misiones entre 1930 y 1935, y
cuáles fueron los dispositivos arquitectónicos propios de este período y lugares.

Medidas Jurídicas Previas


Como vimos en Agamben, algunos de los dispositivos propios de las
gubernamentalidades que podamos detectar son las leyes. Las leyes orientan las
prácticas de los sujetos en el corto, mediano y largo plazo, dependiendo de su
estabilidad, modificación o derogación. Las medidas jurídicas producen procesos de
subjetivación, los cuales pueden diferir de los resultados esperados por los sujetos que
las generaron originalmente.
En 1884 se sanciona la Ley N° 1.532 de Organización de Territorios
Nacionales.1 Para que Misiones pasara de ser Territorio Nacional a Provincia argentina
debía cumplir con un requisito poblacional, contar con 60.000 habitantes. Este
crecimiento poblacional ocurrió entre 1919 y 1920, información contenida en dos de
los censos poblacionales que se hicieron en los años señalados 2. No obstante, la
provincialización de Misiones se concreta en 1953 ¿Qué ocurrió para que Misiones no
haya sido provincializada de inmediato entre 1919 y 1920?
Alrededor del “sí” o el “no” respecto a la provincialización de Misiones, hubo
dos facciones enfrentadas. La primera estaba compuesta por radicales personalistas
que fueron los primeros provincialistas en el tiempo del Territorio Nacional de
Misiones, la autodenominada Comisión pro-provincialización (Moroz, 1975). La
segunda toma notoriedad en 1929, integrada por sujetos vinculados a la Asociación
Argentina de Plantadores de Yerba Mate y a la Cámara de Comercio e Industria de
Misiones, los “parlamentaristas”, cuyo nombre se debe a su influencia adentro del
recinto de diputados nacionales (Quaranta, 2013). El contexto fue desfavorable a los
primeros provincialistas, debido a la oposición de los diputados durante toda la década
de los años ´20 y a la crisis de 1929, lo que al año siguiente produjo el Golpe de
Estado del 6 de septiembre, durante el segundo año del segundo mandato de Hipólito
Yrigoyen.
El artículo 4to de la ley 1.532 orientó a los radicales personalistas a conformar
una comisión por la provincialización de Misiones, en primera instancia. En una
segunda instancia, a partir de 1930 fueron resistidos, negados, por las autoridades
dispuestas por el Poder Ejecutivo Nacional. Este dispositivo, creado en 1884, generó
consecuencias imprevistas por los miembros del ejecutivo, en su totalidad
conservadores. Para poder contrarrestar a este efecto del dispositivo jurídico, la
autoridad gubernamental del 1930 tuvo que reestructurar el dispositivo de la fuerza
física, el de “seguridad”.

Carlos Acuña, el gobernador


La misión del gobernador del Territorio Nacional de Misiones sería la de
normalizar la situación combatiendo a la oposición política al régimen nacional y a su
nuevo régimen territorial. El gobierno presidido por Uriburu fue de facto, pero el del
Territorio Nacional de Misiones no, debido a que su régimen electoral no fue
modificado pese al fundamento de cantidad poblacional.

1
En el desarrollo de la Ley 1.532 no se detalla la fecha de creación del Territorio Nacional de Misiones,
ya que esto ocurrió tres años antes, en 1881, con la gobernación del Rudecindo Roca. Otro aspecto por
el que no se nombra este detalle es como consiguió Roca la cesión por parte de la Provincia de
corrientes de la ciudad de Posadas al Territorio Nacional de Misiones, por medio de la coerción física y
la ilegalidad del procedimiento (Romero y Cortés, 1890).
2
Primero se realizó en 1919 el Censo de Jurisdicciones Policiales del Territorio Nacional de Misiones.
Segundo, se realizó en 1920 el Censo General de Territorios Nacionales de la República Argentina.
Ambos dieron como resultado más de sesenta mil habitantes en el Territorio Nacional de Misiones
(Quaranta, 2013).
La futura gestión gubernamental del Territorio Nacional de Misiones estuvo
orientada a lo que optamos por denominar la generación de la espada. En 1924, el
poeta Leopoldo Lugones expresó
Ha sonado otra vez, para bien del mundo, la hora de la espada. Así como ésta hizo lo
único enteramente logrado que tenemos hasta ahora, y es la independencia, hará el
orden necesario, implantará la jerarquía indispensable que la democracia ha malogrado
hasta hoy, fatalmente derivada, porque ésa es su consecuencia natural, hacia la
demagogia o el socialismo. (Lugones; 2015: 4).
El discurso de Lugones generó un efecto de dispositivo tendiente a desacreditar
cualquier práctica que tuviera que ver con la democracia o métodos electivos
vinculados a los que comenzaron a practicarse en las provincias desde 1916. El
pensamiento de Lugones orientó las prácticas gubernamentales de los gobernadores y
sus correspondientes territorios nacionales.
Para el Territorio Nacional de Misiones, en primer lugar, se dispuso en otorgar
el cargo a gobernador al coronel Enrique Pilotto, entre el 27 de octubre al 19 de
diciembre de 1930. Su paso fue más transicional que estructural, aunque con la
particularidad de que se haya otorgado las más altas funciones gubernamentales del
territorio nacional a un militar, en el contexto del discurso de la espada. En segundo
lugar, el 19 de diciembre asume quien ejercería el cargo de gobernador dos veces entre
1930 y 1936, Carlos Acuña. “Fue el primer gobernador misionero y asimismo el
primer posadeño que ocupó ese cargo… Conservador, era diplomático de carrera…
Fue Secretario de la Delegación en Italia y Suiza y también embajador en Estados
Unidos…” (Etorena y Freaza; 2010a; 373). Carlos Acuña también ha sido
caracterizado por sus detractores radicales y personalistas, apoyados por legisladores y
escritores socialistas. Para dos militantes coetáneos al gobernador Acuña, este fue
“Simplemente, uno de los abogados que en el país se hace llamar doctor, ostentando
en su chapa y membretes profesionales tal título” (Herrera y Olmedo; 1935: 11). En
cuanto a su política, se versa que “Empezó a exigir el más absoluto sometimiento a los
funcionarios nacionales a sus designios políticos, todos debían secundarlo
incondicionalmente…” (Ídem). La mejor expresión de cómo era Carlos Acuña la
encontramos en sus Memorias, donde admite a quién combate y con qué dispositivos,
a quién protege y su misión patriótica. Acuña expresa al ministro del interior su
desacuerdo con el régimen municipal (anteriormente gestionado por un gobernador
radical) para Posadas y el interior, la construcción de puentes, edificios y caminos y la
notoriedad de la ampliación del aparato de policía para la solución de conflictos
internos del territorio nacional
He dedicado atención preferente a la organización policial, procurando formar
un personal competente y digno. En más de una ocasión he debido adoptar un criterio
inflexible para desarraigar males viejos y levantar el prestigio de la institución. En
todo momento me ha sido muy grato encontrar la decidida cooperación de ese
departamento. El personal policial es absolutamente insuficiente para las
necesidades del territorio. Con un agente cada 457 habitantes, no puede llenar las
funciones que la vida moderna exige a la autoridad. Creo indispensable aumentar por
lo menos con 200 números el personal policial (Acuña; 1934: 3) [el resaltado en
negritas es nuestro].
La ampliación del dispositivo policial en la gestión de Carlos Acuña no
dependió únicamente de la cantidad de efectivos, sino de comisarías y un discurso
nacional claro que les diera carga ideológica. Para conseguir ambos objetivos, sería
necesaria la arquitectura, pero una arquitectura particular de la mano de un hombre
particular.
Alejandro Bustillo, el arquitecto
Volviendo a las Memorias de Acuña, se resalta una y otra vez el elemento
patriótico, nacional. Al Territorio Nacional de Misiones le hacía falta una carga más
patriótica, un contenido ideológico que marcara la presencia de Argentina frente a
países vecinos y pretendientes de Misiones históricamente, el Brasil y el Paraguay.
Como le era necesario construir edificios, Acuña dependió de la arquitectura. Para
darle mejor imagen al Territorio Nacional de Misiones, se necesitó de un arquitecto
insigne
Quiero que quede consignada en este documento la colaboración desinteresada
y brillante que el arquitecto Don Alejandro Bustillo ha tenido en el progreso de
Misiones. No es poca suerte para una capital como la nuestra sentir en su formación la
influencia de un artista insigne, que es uno de los altos prestigios del arte nacional. El
hermoso trazado de las plazas 9 de julio y San Martín, el del Parque República del
Paraguay, el pedestal de la estatua del Libertador, la portada y paredones del
cementerio local, la reforma al edificio de gobernación, la artística portada del cerco
de las ruinas jesuíticas de San Ignacio con las construcciones complementarias de
arquitectura jesuítica, el edificio para las comisarías, todo eso se debe a la inspiración
del arquitecto Bustillo, que lo ha hecho gratuita y desinteresadamente. Pocas veces
podrá destacarse un ejemplo como éste, de una colaboración fundamental inspirada
exclusivamente en propósitos superiores (Ídem).
La colaboración de Alejandro Bustillo3 parecería ser desinteresada tomando
estas palabras. En el fondo interpretamos que no fue así. El interés no fue económico,
sino artístico e institucional.
Lo más interesante a nuestros fines sobre la colaboración de Alejandro Bustillo
en la gestión gubernamental de Carlos Acuña es la construcción de una serie de
dispositivos que aseguraron una mayor vigilancia en la población y la materialización
arquitectónica de una identidad nacional.

La arquitectura del Territorio Nacional: policía, población y patria


Acuña y Bustillo tenían según sus profesiones objetivos determinados. El
primero, fortalecer el cargo del gobernador en el territorio nacional y el segundo uno
más vinculado a lo artístico, a su apellido. Las circunstancias políticas y culturales los
llevaron a un objetivo común, construir ciudades en torno a los dispositivos de

3
Alejandro Gabriel Bustillo Madero fue un arquitecto argentino dedicado a otras artes, entre ellas la
escultura, la pintura y la academia. Realizó obras importantes en Argentina: el Banco Nación frente a
Plaza de Mayo en Buenos Aires, el Gran Hotel Provincial y la Playa Bristol en Mar del Plata y el Hotel
Llao Llao en Bariloche. Según expresan, Alejandro Bustillo colaboró en la construcción simbólica del
país a través de su arte monumental inspirado en el estilo neoclásico que incorporó la generación del ’80
del siglo XIX, con el objetivo de anclar a los territorios de la República un lenguaje Nacional (Gayetzky
y Basile, 2018).
seguridad. La arquitecta Graciela Gayetzky nos brinda su visión respecto de este
punto
Me parece que sería bueno para la sociedad misionera reconocer a Bustillo, reconocer
en Bustillo alguien que colaboró en la construcción del ser misionero de alguna manera,
porque si bien su práctica fue en el momento del Territorio Nacional, sus obras quedaron en
el territorio. Construyeron ciudad, en muchos casos. Por ejemplo, pensá en la ubicación que
tiene la comisaría de Bustillo en Oberá, está exactamente en el centro, en diagonal a la
iglesia San Antonio, que es la más importante que tiene Oberá, que además está en el lugar
más alto, está justo en diagonal… Vos ves fotos históricas de ese tiempo y no hay nada
alrededor más que la comisaría. Entonces, ayudó a construir ciudad. Bustillo ayudó a
construir ciudad donde hizo la obra (el resaltado en negrita es nuestro).
En este sentido, las comisarías como dispositivos emergentes en torno a la labor
arquitectónica de Alejandro Bustillo “construyeron ciudad”. Como lo señaló Acuña en
otra cita, el personal policial era insuficiente, por lo que se tornó indispensable
aumentarlo y brindarle suficiente espacio para ampliar sus funciones en el territorio
nacional. La comisaría es la presencia material del Estado en el territorio nacional, el
“elemento civilizatorio”, debido a que “construyó ciudad” donde no la había, donde
sólo había algunos pobladores.
Un hecho vinculado al sentido de “patria” es el de la construcción del Parque
Nacional Iguazú. Este hecho tiene relación con la llegada a Alejandro Bustillo al
Territorio Nacional de Misiones, por medio de su capital social, como lo cuenta
nuevamente Gayetzky
Él llega al Territorio Nacional. Justamente, el Territorio Nacional, que tiene Cataratas
como un lugar insigne dentro de ese territorio. Él llega de la mano de su hermano, de
Ezequiel Bustillo, que fue el primer presidente de Parques Nacionales. El primer Parque
Nacional que se instituye es el de Bariloche, el del Lago Nahuel Huapi, y el segundo es el de
Iguazú… Puerto Iguazú particularmente, el lugar de frontera en el que había que
consolidar a la Patria, la Nación Argentina, el sentido patrio, de patria, no en el sentido
ridículo del nombre patria, del nacionalismo ridículo. Es un nacionalismo en sitio. Sitio es lo
natural, el lugar es lo simbólico. Él transforma (Bustillo) ese sitio natural que era un
pequeño, pequeñísimo rejunte de casas como podía ser Puerto Iguazú en ese momento, él lo
transforma en un punto enclave de la Nación en el límite. Me parece que esa es la
importancia que tiene Bustillo, los Bustillos, los dos Bustillos. Básicamente, para nosotros,
Ezequiel es quien va a incluir a este Territorio Nacional que después va a ser Misiones en
el concierto nacional, le da visibilidad dentro de la Nación Argentina. Forma parte dentro
de un tema general de consolidación nacional, de consolidación del ser nacional. Por lo
tanto el tema que Bustillo (Alejandro) va a traer a la Provincia es justamente eso, la
construcción del ser nacional a partir de la generación del ochenta.
El Parque Nacional de Iguazú es otro de los dispositivos construidos desde la
arquitectura por la gestión nacional para el Territorio Nacional de Misiones. Así como
las comisarías disponen del discurso civilizatorio para la población y el territorio, los
parques nacionales disponen del discurso de la seguridad en territorios de frontera. La
incorporación, lenta, de Misiones como territorio nacional a la República Argentina se
produjo por la emergencia de estos dispositivos.
En los ejemplos de las comisarías y el Parque Nacional Iguazú vemos como los
dispositivos van tejiendo esa red de relaciones que vinculan la estatidad y el sentido
patrio o nacional. Otro objeto que puede incluirse a la gama de dispositivos son los
monumentos, que vinculan el plano simbólico a los dos anteriores.
Acuña realiza mayor énfasis en el Monumento al General Don José de San
Martín. Interpretamos que dicho énfasis posee un vínculo histórico con el discurso de
la espada que emerge de la influencia de Leopoldo Lugones y el militarismo
setembrino de 1930. Agregamos a esto que la figura de José de San Martín representa
para la Argentina el heroísmo, la nacionalidad y la autoridad militar de consolidación
y fortalecimiento de la Patria
He tenido el honor que se realice una de las iniciativas de mi gobierno en que
puse mayor celo y convicción patriótica, la erección de un monumento al General San
Martín en esta Capital. La hermosa estatua del Libertador se levanta ya en la plaza del
mismo nombre y las fiestas de su inauguración tuvieron una grandiosidad y brillo que
no se habían visto antes en este territorio (Acuña; ob. cit.: 3).
El discurso de Acuña sobre el monumento a San Martín se apoya en la
originalidad, en la novedad que genera ese dispositivo en la ciudad, “grandiosidad y
brillo”, “convicción patriótica”.

Figura 1. Estatua del Gral. San Martín, Posadas, Misiones.

Nota. Monumento al General San Martín en la plaza con el mismo nombre, ubicada en
el microcentro de la ciudad entre cuatro calles: Ayacucho, Junín, Entre Ríos y La
Rioja. Toma: del lado de calle Ayacucho. Fotografía tomada por el autor.
El diseño de la década de los años ’30 para la Plaza San Martín fue obra de
Alejandro Bustillo. La particularidad respecto al monumento es que únicamente el
pedestal es obra del arquitecto. La estatua es un modelo estándar obra del escultor
francés Joseph Louis Daumas, cuyo original había sido solicitado por las autoridades
chilenas y cuyo segundo ejemplar fue el primera en estrenarse en Sudamérica, en la
década de los ’60 del siglo XIX por las autoridades argentinas en la Plaza Marte de
Buenos Aires (Gutiérrez, 2011). Los dispositivos estandarizados como las cárceles, los
parques naturales y los monumentos transforman los sitios en lugares, cargan en ellos
lo simbólico, el elemento que hace eficaz el efecto de los dispositivos.
En casi todo el país, o en casi todas las provincias, hay un ejemplar o réplica de
este modelo estándar. Así como las comisarías diseñadas por Bustillo poseen un
modelo estándar en Misiones, también la estatua ecuestre al Libertador San Martín,
por lo que se desprende de este razonamiento que dicha estatua dispone tanto del
discurso estatal, como así también el civilizatorio y patriótico. Deja como legado la
presencia del Estado Nacional en el Territorio Nacional de Misiones, un modelo que
aún no se había consolidado y que buscaban consolidar las autoridades, urbanistas,
ingenieros y arquitectos.
Figura 2. Realización arquitectónica de Alejandro Bustillo en Misiones

Nota. Pedestal sobre el que se erige la estatua ecuestre del Libertador San Martín. Las
inscripciones indican que fue inaugurada el 24 de abril de 1935. Toma: del lado de la
calle Entre Ríos. Fotografía tomada por el autor.
Los procesos de subjetivación dependen del simbolismo con el que disponen
los artefactos o dispositivos. El área que correspondió al Territorio Nacional de
Misiones lindaba con Brasil y Paraguay, por lo que la identidad nacional peligraba.
Para los tres tipos de dispositivos que hemos remarcado se asignó esta misión, la de la
construcción del discurso nacional en un territorio de fronteras, con una población
escasa en comparación a las provincias y a la que se negaba una participación política
electiva de autoridades nacionales.
Conclusiones
El estudio de la arquitectura como saber consagrado a la construcción de
dispositivos en un campo poco explorado. Por lo general, se estudia la arquitectura del
Territorio Nacional de Misiones como una variable de características exteriores, sin
tener en cuenta su simbología y eficacias en la orientación de los comportamientos
económicos, políticos y culturales de la sociedad de aquel entonces. Este problema, en
el marco de un proceso de investigación historiográfico, arroja una serie de
interpretaciones que van desde el desarrollo del Estado a la construcción del discurso
nacional mediante la creación de una gama amplia de objetos arquitectónicos que en el
fondo cumplen la función de todo dispositivo orientado a la reestructuración del
sistema de relaciones capitalistas. Cuando se trata sobre el Territorio Nacional de
Misiones y su arquitectura, se torna indispensable recuperar algunas biografías de
gestores políticos y arquitectos que construyeron los dispositivos y el lenguaje
nacional característico de la época y la elite gobernante. Si bien en los documentos se
señalan acciones desinteresadas, en realidad, los intereses son más sociales y culturales
que económicos, por lo que no existen en medio de estas acciones históricas nociones
de desinterés. Además de los tres tipos de dispositivos arquitectónicos nombrados
aquí, comisarías, parques nacionales y monumentos, existen otros más que van
apareciendo. El principal dispositivo, presente en todos los artefactos, es el lenguaje, el
discurso, el que marca el acontecimiento, la acción del sujeto en el marco del proceso
de subjetivación. Los tres tipos de dispositivos enunciados nuclearon las nociones de
civilización, patria y simbolismo nacional, en un territorio de fronteras políticas y
culturales. En este sentido, este esbozo es el comienzo del estudio de tales dispositivos
que, de precisar más, presentarán a futuro más y diferentes niveles de comprensión de
la realidad social de Misiones.

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