Está en la página 1de 4

Trabajo práctico N°1: la importancia del territorio y la forma de

gobernabilidad
1. A partir de la visualización de los mapas;
a. Ordenar cronológicamente
b. ¿Por qué crees que un territorio puede cambiar? (pensar variables: naturales, sociales, económicas,
culturales)
c. En particular en estas imágenes ¡cual será el factor que predomina? ¿Por qué?
2. A partir de la lectura del texto:
a. ¿Cuál es la importancia del estado y la nación para la construcción del país?
b. Defini con tus palabras el territorio.
c. ¿Qué características debe presentar un espacio para ser considerado un territorio?
d. ¿Qué procesos se deben dar para que se gobierne un territorio?
I II
III

IV V
El territorio argentino ayer y hoy: la organización del Estado nacional

Reconstruir la historia de un país e indagar en los comienzos de su formación territorial no es tarea sencilla:
es necesario utilizar distintas fuentes bibliográficas, documentos históricos, textos literarios, pictóricos y otros,
además de reconstruir las voces de aquellos que, día a día, fueron haciendo su aporte para dar forma a lo
que hoy se reconoce como un país independiente. Sus reconstrucciones son interpretaciones del modo en
que se llegó a formar un recorte territorial con nombre propio, que ocupa un lugar en el mapa político del
mundo. Así, existen diversas visiones de la historia de un pueblo o de un Estado.
Definiendo conceptos
Para comprender mejor los vínculos que se establecen entre la sociedad, el Estado, los gobiernos y los territorios, así
como para identificar un modelo de Estado, es importante definir y utilizar adecuadamente los siguientes conceptos.
Estado y Nación
Es común que se empleen estos dos conceptos en forma indistinta. Por ejemplo, leemos o escuchamos Nación
argentina utilizado como sinónimo de Estado argentino. Sin embargo, cada concepto se refiere a aspectos diferentes.
Un Estado constituye un modo de organización jurídico-política de un pueblo. El origen del Estado moderno suele
situarse entre fines del siglo XV y principios del XVI. Las transformaciones ocurridas a partir del derrumbe del mundo
medieval llevaron a la elaboración de distintas doctrinas sobre la naturaleza del Estado y la sociedad.
Como resultado de este proceso, hoy se sostiene que el Estado está constituido por un territorio delimitado por
fronteras que marcan su extensión geográfica precisa. La soberanía estatal se ejerce dentro de ese recorte. El territorio,
es decir, el ámbito geográfico sobre el que el Estado ejerce su potestad, es un requisito jurídico para que éste sea
considerado tal por el derecho internacional.
Como los Estados son el resultado de un proceso de construcción histórica en el que intervienen distintos factores,
muchos de ellos cambian sus delimitaciones territoriales.
La Nación, en cambio, se refiere a las personas, a la comunidad que comparte vínculos, como por ejemplo reconocer
un pasado común o compartir un proyecto. Estos vínculos pueden tardar muchos años en consolidarse.

Ampliando conceptos
Estado y Gobierno
Estos dos términos también suelen usarse como sinónimos.
Como ya dijimos, el Estado es una estructura, una organización que, si bien se puede crear de un día para el otro,
adquiere continuidad y abarca tanto aspectos políticos como administrativos. Por ejemplo, forman parte de su estructura
la división en los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como el registro civil.
El Gobierno es la acción de dirigir el Estado. Esa acción es realizada por personas designadas o elegidas mediante
el sufragio. Toman decisiones y medidas, como dictar leyes. Esas personas pueden cambiar y ser reemplazadas por
otras.
Estado federal
Existen Estados unitarios y federales. La Argentina es un Estado federal porque está organizado en dos niveles
básicos de autoridad: una autoridad superior que abarca todo el territorio, que se identifica como Estado nacional, y otras
autoridades que tienen dominio sobre territorios de menor extensión, como las provincias argentinas. Las autoridades
provinciales tienen autonomía -dictan leyes, son elegidas por los habitantes de las provincias-, pero deben respetar lo
establecido por la Constitución Nacional.
Estado liberal, Estado de bienestar
Entre los modelos de Estado que los gobiernos adoptan como parámetro para sus acciones se destacan dos que son
opuestos. El Estado liberal y el Estado de bienestar. El primero destaca el papel del libre intercambio en los mercados
como la principal fuerza organizadora de la sociedad. En este sentido, las acciones de los gobiernos no deben ponerle
frenos a las actividades económicas privadas y su participación solo debe cubrir las necesidades básicas de la población
en general.
En un Estado de bienestar, por el contrario, los gobiernos intervienen activamente en el ámbito económico y social,
promoviendo el desarrollo para mejorar la calidad de vida de la gente y disminuir las desigualdades sociales.

El territorio: una definición que cambia


En las últimas décadas, se han producido profundos cambios sociales, políticos, económicos, culturales y
tecnológicos que nos permiten repensar en algunos conceptos centrales de la Geografía. Uno de ellos es el
que se refiere al territorio.
A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, el concepto de territorio se relacionó con el Estado: su uso
hacía referencia al ámbito de competencia, en este caso, el territorio estatal, superficie donde se asentaba la
población y sobre la que ejercía su soberanía un país. De esta manera, se entendía que el territorio era el
soporte natural o físico del Estado ocupado por la población.
En la actualidad, se introduce la idea central de las relaciones de poder entre los diferentes actores sociales
que les otorgan significado. Así los territorios se presentan como “campos de lucha” por la apropiación de ese
espacio, por su posesión y dominio. Quien ejerce ese poder tiene la territorialidad sobre él.
Muchos geógrafos están convencidos de que, en las relaciones sociales en las que intervienen los
diferentes actores sociales, se desarrollan relaciones de poder que producen nuevos territorios.
Podemos sintetizar que el territorio es una construcción social, y como tal, su estudio requiere del análisis
de su proceso de producción. Un ejemplo interesante es el estudio de las transformaciones producidas en el
partido de Pilar, en la provincia de Buenos Aires. La zona, que se caracterizaba por sus quintas, se ha
convertido en un centro residencial y comercial.
Interpretado como un espacio de poder, el control del área o la territorialidad es ejercida por múltiples
actores locales y extra locales superpuestos: el Estado, las empresas nacionales y multinacionales, entre
otros. Sus formas de organización son cambiantes, dinámicas y mutables, y presentan en cada momento una
particular configuración territorial.
La realidad política actual es muy compleja: hay pueblos que luchan por tener un Estado propio y, por ende,
un territorio delimitado y reconocido por el resto de los Estados, y pueblos cuyos territorios han quedado
subordinados al poder de un Estado y que participan de modo desigual en el disfrute de los derechos; por
ejemplo, los indígenas.

La formación político-territorial de la Argentina


La formación del actual territorio argentino es el resultado de un proceso histórico en el que intervinieron
diversos factores. Las diferentes conformaciones territoriales que se dieron a través del tiempo no constituyen
herencias naturales, sino que son expresión de una historia en la que hombres y mujeres actuaron en función
de contextos políticos, sociales y culturales particulares. La organización política del territorio expresa las
desiguales relaciones de poder que se establecieron entre esos actores sociales. Conocer la historia de la
formación territorial permite entender cómo llegamos a ser un Estado y una nación en particular, así como
comprender más profundamente nuestro presente.

También podría gustarte