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FALLECIMIENTO DE
JOSE MANUEL ESTRADA
-Introducción
Hoy, celebramos el día del profesor, porque un 17 de septiembre de 1894 fallecía José Manuel
Estrada a quien homenajeemos con orgullo y junto a él, a cada uno de los profesores,
preceptores y administrativos que diariamente se avocan a cultivar el espíritu de sus alumnos y
desarrollar valores morales que guíen sus acciones.
Destacamos en su figura la firmeza ética, la claridad de sus ideas, el fervor para comunicarlas y
sostenerlas, y las páginas escritas sobre la educación de la juventud, que constituyen fuentes
fundamentales de referencias pedagógicas y de formación moral.
No se es docente por trabajar en el ámbito educativo, lo somos porque creemos en el hombre y
en la sociedad y fundamentalmente en la educación como la única herramienta para lograr
transformar el mundo.
Va más allá de un trabajo, de un título o de un cargo y tampoco se agota en la vocación. Es la
elección de una forma de vida que se asume de la labor diaria, las exigencias, la lucha, el
esfuerzo, la esperanza y la alegría de hacer lo que elegimos ser.
Única y nuestra siempre, en las buenas y en las malas. Pequeña en el pecho, gigante en los
desafiantes cielos. Se presentan altivas nuestras Banderas de ceremonia.
Abanderado/a:.. ………………………………………………………………...
-Palabras alusivas
“Educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no
existía, alguien mejor”.
Se es profesor por varias circunstancias, pero se es docente sólo por una razón: se cree en el
futuro luchando por el presente a través de la formación integral de las personas, en cualquier
nivel en que uno se desempeñe.
-Cierre
Valoremos la dedicación y entrega de José Manuel Estrada, especialmente en esta época de
cambios permanentes que nos ha tocado vivir.
¡CELEBREMOS!!! Porque es el docente, el instrumento necesario para esta transformación.
Con mucho amor para todos los profesores, preceptores y todos los que dedican su vida y
esfuerzo en bien de la educación, van dedicados estos versos de la Madre Teresa de Calcuta
ENSEÑARÁS
Enseñarás a volar...
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar...
pero no soñarán tus sueños.
Enseñarás a vivir...
pero no vivirán tu vida.
Enseñarás a cantar...
pero no cantarán tu canción.
Enseñarás a pensar...
pero no pensarán como tú.
Pero sabrás que cada vez que ellos
vuelen, sueñen, vivan, canten y piensen...
¡Estará en ellos la semilla
del camino enseñado y aprendido
José Manuel Estrada fue elegido para representar a los profesores porque con sólo 24 años (en 1866) se
inició en la docencia, y al poco tiempo la recopilación de sus Lecciones sobre la Historia de la República
Argentina se transformaría en un libro. Paciente, catedrático, apóstol, con vocación, con presencia
impecable y sobre todo modelo de autoridad y saber.
Aunque joven, era muy reconocido, tanto que el mismo Domingo Faustino Sarmiento lo nombró
Secretario de Relaciones Exteriores y le encargó la enseñanza de Instrucción Cívica en el Colegio
Nacional.
Su crecimiento ya no se detuvo: en 1869 fue nombrado Jefe del Departamento General de Escuelas; en
1874, Director de las Escuelas Normales y Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
de Buenos Aires (que había sido creada recientemente); y en 1876, Rector del Colegio Nacional.
Aunque la sociedad ya no valora como antes la figura del docente pero si le exige la mejor formación de
las generaciones futuras, no hacemos oídos sordos y seguimos eligiendo vivir de esta manera dando día
a día lo mejor de nosotros mismos para contribuir a la formación integral de nuestros alumnos.
No se es docente por trabajar en el ámbito educativo, sino porque creemos en el hombre y en la
sociedad y fundamentalmente que la educación es la única herramienta para lograr transformar el
mundo.
Nuestra sociedad hoy lo ha transformado y tenemos un docente que lucha por subsistir… y en esa batalla
diaria, se encuentra con distintos grupos de alumnos y trata de ayudar a crecer, logra que algunos
aprendan y conozcan el mundo del esfuerzo y de los logros positivos.
Así en su diario ir y venir se olvida de sus dificultades y escucha otros problemas, comprende las
situaciones individuales e inculca responsabilidad, deseo de mejorar. Enseña contenidos que ajusta a la
realidad que ve y rescata valores perdidos.
Pero a pesar de lo “quijotesco” de la empresa, muchos docentes dan afecto, dan oportunidades, se
comprometen con el niño, el adolescente y el adulto que los necesita. Y amamos y disfrutamos esta
profesión que elegimos con el corazón, y no con el bolsillo.
José Manuel Estrada dijo: “La educación del pueblo es la más noble y fructífera tarea a la que puede
consagrarse la vida de un hombre y principalmente la del ciudadano de un pueblo libre”…
. Recordemos, por último, algunas ideas sobre la educación, que nos guiarán en nuestro diario
accionar:
Se educa cuando….
¡Muchas gracias!