Está en la página 1de 3

LA CARTA DE TU AMIGO Y LA MIA

Querido José, me pongo en contacto con usted a través de esta carta, con la
esperanza de que los términos que se hayan aquí escritos hagan una magia
imposible, que las palabras perduren en el tiempo y viajen a través de este con
la magia que las caracteriza, que puedan servir no solo para enriquecer el
futuro, sino que también puedan ser escuchadas antes de que fueran escritas
con la esperanza de advertirle de vuestros errores, de los errores que
arrastramos de nuestros antepasados.
Debo avisarle que esta noche va a morir, será asesinado por su propio amigo.
No creo poder cambiar el curso de la historia, usted morirá, lo que le vengo a
pedir por egoísta que suene es más importante que su propia vida. Si usted
muere hoy, guarde esta carta en su chaqueta, si alguien la encuentra me
queda esperanza de que nos espere un mejor futuro a todos, debe confiar en lo
que hay aquí escrito y si hace lo que le pido quizá la guerra terminará, espero
que tengan seso suficiente. La guerra que está viviendo es una guerra entre
hermanos.
Usted esta defendiendo sus creencias, no se equivoque no le tengo nada que
reprochar, es producto de las circunstancias que vive, nosotros partimos con
ventaja, somos educados que olvidar de dónde vienes es olvidar a dónde vas,
os tenemos a vosotros para recordar, a los caídos en la guerra civil como
usted, a los millones de judíos masacrados en campos de exterminio, a los
indios masacrados y esclavizados, a los asesinados por los terribles
mongoles… os tenemos a todos para aprender, porque los tontos que no
respetan el pasado y la cultura, con seguridad lo repetirán. Tontos como
vosotros, que habéis vuelto a caer en otra guerra.
Hay muchas cosas que quiero contarle sobre nuestro mundo, sobre el futuro
que habéis forjado con vuestros ideales bélicos, pero primero que todo déjeme
hablarle del tema que mas me hurgué, un nuevo enemigo natural elegido por
los dioses para hacer justicia poética y castigar los pecados del hombre, que,
pese a ser pequeño es el más grande al que nunca nos hemos enfrentado, su
mensaje es claro, nosotros somos la plaga, quiere hacer público el cielo y el
calor de la tierra para todos los seres del señor y ha elegido una manera hostil
de hacérnoslo saber.
Van a morir más de medio millón de españoles todos defendiendo la misma
tierra. Os estáis matando entre hermanos. Ahora a quienes nos matan es a
nosotros por vuestra culpa, no existe un Dios que confié en nosotros, la historia
se repetirá y ellos lo saben.
El hombre es un ser despreciable que intenta poner límites al cielo y la tierra,
someter a los suyos. Todo lo solucionamos con sables y metralla, no nos
respetamos ni entre nosotros ¿cómo vamos a respetar la fauna y la flora? Todo
lo que nos gusta lo hacemos nuestro, nuestra manera es la única buena,
¿aquel que no piense así es un enemigo? Hace años esclavizamos a esos
pobres indios poniéndolos a trabajar en las tierras que les pertenecían por
naturaleza. ¿Son nuestra la piel del lince o las plumas del águila? Estas
cuestiones han vuelto a salir a flote, el enemigo es rencoroso y nos hace
reflexionar en lo que tarda un estornudo.
Para nosotros ya es imposible ese mundo utópico que plantea, nosotros
debemos ser castigados, pero vosotros todavía estáis a tiempo, nuestro mundo
esta corrompido, pero mientras el aire de los bosques aun inunde vuestros
pulmones vosotros estáis a tiempo de cambiar el rumbo de los
acontecimientos.
Vosotros lo sabéis y nosotros también, nada es nuestro, no somos poderosos,
a nosotros nos ha venido bien darnos cuenta que somos animales frágiles y
que en cualquier momento el más minúsculo de los seres puede acabar
posicionándose por encima del resto. Ojalá podáis aprender mas de esta carta
del futuro que lo que habéis aprendido de las enseñanzas del pasado.
La plaga que ha mandado Dios no es la plaga de un Dios misericordioso, es la
plaga de un Dios colerizado por no respetar su creación.
Me apiado de los hombres, pues somos tan culpables como producto de la
culpa, ¿acaso es ser hipócrita decir que somos seres que merecen ser
cuidados y salvados? Hay muchas personas que no solo son inocentes si no
que han luchado por la causa que el enemigo plantea, además muchos de los
más débiles de los nuestros están siendo brutalmente masacrados por su
pueblo. ¿Todo esto no os resulta irónicamente similar? Este enemigo es igual
de cruel que nosotros hemos sido con aquellos pueblos que hace años
conquistamos sin escrúpulo ninguno, los pueblos que vosotros estáis
asesinando sin distinción y vuestro propio pueblo siendo asesinado por sí
mismo.
Añoramos nuestra tierra que ni es nuestra ni ya es tierra, solo cemento, no
paramos de sufrir por nosotros y por los que nos rodean, nos vemos obligados
a sepultarnos entre cuatro paredes como castigo por no hacer buen uso de la
libertad de los bosques. No tenemos culpa de haber acabado así, somos seres
débiles y hemos sido arrogantes, es verdad, pero aún tenemos algo que
vosotros no, la conciencia de los errores que arrastramos y eso es lo que os
queremos dejar para dar ejemplo, la historia que hemos estudiado.
Vosotros podéis cambiar vuestro rumbo, entendeos todos los pueblos como
hermanos, no solo en España, hablo de todo el mundo. Respetaros como tales.
Sois parte de la tierra y ella es parte de todos nosotros.
Enseñad a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos pues calman
nuestra sed, el aire es nuestro hermano porque todas las cosas comparten el
mismo aliento, llenando nuestros cuerpos de vitalidad y frescura, el fuego es
nuestro hermano y poderosos aliado, que debe ser controlado con
responsabilidad para dar calor a nuestras familias y no usado para crear armas
que destruyan a vuestros semejantes, los bosques y los seres vivos en
conjunto somos parte de un todo, no podemos abusar de nuestro poder, sólo
debemos ser matados para poder sobrevivir, ni más ni menos.
Vosotros y nosotros estamos podridos por el poder, por ser más que el pueblo
vecino sin ver lo que el nuestro tiene, todavía podéis cambiar y convivir en
armonía. Devolveremos a la tierra lo que necesita, viviremos siendo más
animales, disfrutando de nosotros y del mundo rural. No tendremos enemigos.
Nosotros escucharemos el eco de nuestros ancestros y vosotros os ayudareis
con esta carta para no acabar como nosotros, vosotros nos hicisteis ser
quienes somos, pero nosotros os podemos hacer mejores.
Sabíamos que todo lo que ha ocurrido a los animales y a la Tierra pronto habría
de ocurrir también al hombre, todas las cosas están relacionadas entre sí,
nosotros no lo respetamos y perdimos nuestra oportunidad.
Señor militar, tú y yo no somos tan diferentes, somos seres hipócritas, marque
la diferencia en su mundo que el mío ya está perdido, esta noche lleven rosas
en vez de fusiles, muera por la paz. Todos nuestros dioses y creencias dan
igual, quiéranse, nuestros dioses se basan en la compasión, la esperanza, el
amor y la fraternidad. Esta tierra es preciosa para nosotros y para cualquier
supuesto Creador, el causarnos daño a nosotros también significa mostrar
desprecio hacia esa idea. Nuestro destino es un misterio ahora, quizá
merezcamos el mismo final que el rinoceronte negro o el lobo de Tasmania. Si
nos vamos los bosques regresaran y no habrá ni más caminos negros, ni más
enjambres de alambres parlantes. Vosotros sin embargo todavía podéis beber
del mismo rio que el rinoceronte negro pero no por mucho tiempo.
Si desaparece el frívolo humano comenzara de nuevo la vida de muchas
especies y terminara la supervivencia… En vuestra mano está desaparecer o
vivir junto a ellas.

También podría gustarte