Está en la página 1de 4

Nos saltamos la escena donde va al instituto con sus

amigos, se sustituye por un encabalgamiento de escena en el


cual Julián no se mueve, misma posición y mismo lugar en la
cámara, sigue disociando pero ahora en clase.

Julián se queda en casa haciendo los deberes, de repente escucha unos gritos,
son de Ernesto, va corriendo a ver lo que ocurre.
 
ERNESTO:
¡Julián, ayúdame, ayúdame!
 
Julián corre hasta la habitación de Ernesto, donde encuentra a Ernesto con una
mano en la cara, parece que tiene una especie de sarpullido.
 
JULIÁN:
¿Qué te pasa?
 
ERNESTO:
No lo sé, me ha brotado esto en la cara y me pica un montón.
 
JULIÁN:
¿Y qué quieres que haga yo?
 
ERNESTO:
No lo sé

JULIAN: No, no estoy bien. Tengo que irme, necesito irme de aquí, de esta
ciudad, de este piso, de este mundo.

Julián: ¿Qué coño era eso? ¿Que me ha pasado? Estoy sudoroso, estoy
temblando, estoy aterrado, estoy cansado, no puedo seguir así, no puedo
seguir viviendo así, tengo que ir al médico, tengo que ir al psiquiatra, tengo que
ir a alguien, tengo que contarle a alguien lo que está pasando, no puedo seguir
así. Julian decide ir al médico, necesita hablar con alguien, necesita ayuda.
INT. CONSULTA MÉDICA Julian está sentado en la consulta del médico, está
muy nervioso. MÉDICO: ¿Ha venido usted a que le revise la herida? JULIAN:
Sí, pero también necesito hablar con usted, necesito que me escuche.
MÉDICO: Estoy aquí para escucharle, cuénteme. JULIAN: Verá, esto es un
poco difícil de explicar, pero hace unos días me picó una mosca en el brazo y
desde entonces no puedo dejar de verla, está siempre ahí, no puedo dejar de
oírla, estoy volviéndome loco, no sé qué hacer, no sé qué decir, no sé qué
pensar. MÉDICO: Tranquilo, no se está volviendo loco, está usted siendo un
poco paranoico, pero no se está volviendo loco, esto es normal, después de
todo, una mosca es un insecto y los insectos son asquerosos, todos somos
asquerosos. Sobre todo tú Julián.
JULIAN: ¿Y qué puedo hacer

(Aviso para público sensible por contenido muy explicito)

B470A
Ojala pudiera ver a mi familia o amigos, alguien que pueda contarle a la gente que me

Volví al hospital, y tras una larga explicación de lo sucedido al doctor y una larga
llamada de su parte hacia uno de mis familiares cercanos, me acabó recetando unas
extrañas pastillas llamadas Valeriana que tenia que tomar antes de dormir.

Al principio pensé que las pastillas eran un antibiótico súper poderoso que se había
deshecho de los huevos, incluso la inflamación bajó, pero eso solo era porque los
huevos se estaban preparando para eclosionar en mi cuerpo y liberar miles de
gusanos.

Después de un tiempo todo volvió a empeorar muchísimo, no hay peor sensación que
notar como gusanos campan a sus anchas por tu brazo como si fuera un parque de
juegos. Tras varios meses de angustia física y psicológica por esos repugnantes seres,
ya no podía más, por lo que una mañana al llegar al instituto con la escusa de ir al
baño, me cole y robe la guillotina de papeles de copistería y cuando volví a la clase la
use para amputarme el brazo.

Todos a mí alrededor se pusieron a gritar como locos, pero yo pese a mi hemorragia no


podía parar de reír de felicidad. ¡Lo había conseguido!

Mi felicidad no duro mucho puesto que la guillotina no tuvo suficiente fuerza para
partir el hueso y pude observar como los gusanos trepaban por los tendones
desgarrados para reintroducirse en mi cuerpo .En ese momento preso por mi cólera
utilice toda mi fuerza para yo mismo terminar de arrancarme el brazo. Fue difícil pero
no termine hasta oír el crujido que indicaba que ya había terminado, por desgracia en
ese periodo de tiempo algunos gusanos habían conseguido volver a meterse atreves
de la hemorragia. No podía más, cogí el brazo y lo lance contra el suelo donde empecé
a apuñalarlo con el bolígrafo de un compañero, la sonrisa mas macabra y retorcida se
apodero de mi mientras perforaba la carne y cientos de gusanos entre mezclados con
sangre salían a la luz. Pero esa felicidad cambio por frustración tras ver que estos al ser
apuñalados en lugar de morir se dividían, eran inmortales.

Fue lo último que recuerdo tras caer desmallado sin fuerzas, ahora de vez en cuando
entran algunas personas que me estudian y me suministran comida y agua. Son los
científicos.

Ya no lo soporto, todo va a peor, siento como los gusanos reptan y se retuercen por mi
cuerpo: intestinos, pulmones, globos oculares…ya no me queda nada.

Todavía hay una cosa que me hace feliz, hace poco encontré un mechero en un cajón y
no puedo parar de pensar en acabar con esta realidad, ese pensamiento hace que una
inocente sonrisa ilumine mi rostro.

Pero hay un problema, en la sala hay cámaras que me vigilan las 24 horas, no sé donde
están pero están. Tras pensarlo un buen rato me desnudo y desgarro el disfraz de
pingüino, cojo las cerillas y quemo la puerta. El señor con sombrero me mira yo no le
hago caso porque sé que es malo. Las cámaras percatan mi huida y los gorilas se
comen mi otro pie. Huyo lo más rápido posible, es difícil porque el caballo no corre
más rápido, pero al llegar al centro comercial se muere, una vez ya estoy en mi casa
bajo las escaleras hasta la parte más alta donde me tiro por la montaña.

Epilogo
-¿Doctor Cómo se encuentra el paciente B470A?

-Tenemos una mala noticia, su esquizofrenia avanzo de forma exponencial y esta


mañana consiguió tirarse por una ventana que de forma errónea nos dejamos abierta.

Era uno de mis mejores amigos, cursábamos juntos cuarto de la E.S.O en el I.E.S
Trassierra y no puedo evitar ponerme a llorar. Un día se volvió loco y empezó a creer
que le había picado una araña, incluso se corto un brazo en clase por lo que lo
internaron en este siquiátrico.

-¿Puedo ver su cuerpo por última vez? (Pregunte angustiado)


-Bueno, no deberíamos dejarle por protocolo, pero creo que puedo hacer una
excepción. (Me respondió tras ver mi estado)

Su cuerpo estaba irreconocible tras tantos incidentes pero aun así se podía apreciar
que seguía siendo él. Rápidamente me percate de que tenía una enorme brecha en la
cabeza probablemente por la caída, pero había algo extraño en ella se movía como si
hubiera algo dentro, de pronto salió una araña azul y me pico en el brazo…

Fin

También podría gustarte