Discriminación: 500 años de odio.

Desde el inicio de la historia con la invención de la escritura, los seres humanos nos hemos
visto envueltos en la arrogancia de buscar ser superior a los demás, por ello creamos las
competencias con la excusa de divertirnos, la guerra con la excusa de expandir territorios o
resolver problemas, las clases sociales con el objeto de “mantener el orden social”, sin
embargo, todo esto se resume como nuestro ego buscando una forma de ser superior. Aquí es
en donde nace la discriminación, el “perdedor” es tratado como tal, ahora bien, esto no
parecería un problema si no lleváramos esta misma lógica a casi todo lo que hacemos, solo por
el hecho de tratar de ser superior a alguien y luego exaltarnos de haber vencido, ese es el
inicio de la discriminación en nuestra mente.

No ha pasado ni un milenio desde que los españoles conquistaron al imperio incaico y ya,
muchos de nosotros hemos olvidado lo que nos une a nuestras raíces, hemos marginado y
tratado diferente a aquellas personas que se han mantenido fieles a sus costumbres, a pesar
de haber vivido 300 años en humillaciones y esclavitud, pagando los “pecados” de sus
antepasados, aquellos mismos que fueron considerados de raza inferior por ser impuros de la
sangre española, la cual se veía a sí misma como superior.

Con la liberación de los oprimidos por el virreinato, los países se alzaban victoriosos sobre
España, aunque al haber estado tanto tiempo bajo sus ideales, los cuales no eran propios de
España, si no de la ambición de los que querían más, las personas de esos nuevos países
empezaron a sentirse avergonzadas de la generación original, la cual aún se mantenía fiel a sus
costumbres, el hecho de no haber resistido y haber sido de la raza “inferior” a la nueva y
“predomínate”, causo que esta nueva generación, la generación libre, sintiera recelo y rechazo
a la generación original, creando un bucle que se busca eliminar, las cadenas de odio deben ser
rotas para avanzar.

A continuación, me gustaría presentarle los siguientes argumentos en contra de la

discriminación.

Desde el punto de vista Religioso.

Teniendo en cuenta Malaquías 2:10, entendemos que en la biblia se nos habla que, al ser hijos
del mismo padre, creados por el mismo creador, somos iguales y no existe razón para luchar
unos contra otros, ya que somos hermanos.

Desde el punto de vista Legal.

En el articulo 323 se nos aclara que nadie puede discriminarnos por ningún motivo, debido a
que todos somos seres humanos y tenemos los mismos derechos, nadie es superior a nadie.

Indigenismo en la lucha contra la discriminación de los pueblos originarios.

El indigenismo es una corriente literaria, que tiene como objetivo la valoración de los pueblos
originarios de América, gracias a esta corriente es que muchos llegamos a conocer obras que
son de vital importancia cultural, como el mito de Manco Capac, esto nos permite conocer mas
sobre nuestras culturas y familiarizarnos con la generación originaria.

Cuento indigenista “El sueño del Pongo”

En mi investigación sobre la corriente indigenista, hallo interesante una obra del escritor
peruano José María Arguedas, titulada “El sueño del pongo”. La historia que se cuenta aquí, no
da muchos detalles sobre la época en la que se desarrollan los hechos, pero posiblemente sea
después de la caída del virreinato, esta obra no profundiza sobre los personajes, ya que estos
no son una persona como tal, según mi análisis, son representaciones de una realidad. El
creador original (Desconocido) nos quiso mostrar por lo que su pueblo pasaba, pero debido a
las limitaciones de su lengua (quechua) no pudo llegar a su público objetivo, es decir nosotros
la raza “españolizada”, aquí es donde entra Arguedas y el Indigenismo, el cual tradujo la obra a
nuestro idioma, gracias a el podemos leerla y apreciar los detalles que el autor original quería
que notáramos.

Conclusión.

Es incorrecto decir que existe algún motivo para discriminar a la generación originaria del Perú,
tan solo por el hecho de haber sido considerados una raza inferior a la nueva, es más,
deberíamos dejar de lado nuestros prejuicios y trabajar en conjunto con ellos para forjar un
mejor país.