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Orden

Capítulo 2
Simbólico

Repensando
Comunicación los Organizadores
y sus leguajes del Desarrollo
• • • • • • •• • •• • • • •

Cuando hacia los alías '60 me inicié en el campo de la Fo-


noaudiología, me sentf inmediatamente atraída por la com-
Exploración plejidad de los procesos inherentes a la comunicación.
y conocimiento Allí fui encontrándome con obstáculos epistemológicos que
del mundo me llevaron a pensar que esta temática requerfa abordajes e
apego instrumentos menos restringidos que los que me proporcio-
naba mi formación previa.
Seguridad postura! En un frecuente y fructífero intercambio con mis pacientes,
y disponibilidad mis alumnos, mis maestros, mis colegas, mis colaboradores
corporal y mis amigos fueron perfilándose algunas ideas acerca de
los instituyentes del desarrollo del sujeto (las característi-
cas genéticas de la estructura biológica, de las conductas de
apego, de exploración, de la comunicación, el equilibrio pos-
tura/ y también del acceso al mundo simbólico) que, operan-
do conjuntamente como organizadores desde las primarias
Estructura relaciones tónico-motrices, como sostiene Wallon, son ejes
biológico-social de la construcción de los vínculos con el medio externo. 1
En ese tiempo inicial de la teorfa de Los Organizadores del
Desarrollo, describí y fundamenté cuatro organizadores que
entonces denominé: Apego, Exploración, Comunicación y
La estructura originaria biológico-social -por su carácter genético y epigenéti· Equilibrio y solo en el Prólogo esbocé, sin definir ni caracte-
co-se transformo, crece y se desarrolla en la trama dinámica de los Organiza· rizar, otro Organizador ligado al Orden Simbólico.
dores construyendo la persona, sujeto e identidad, en el aquí y ahora, en cada
momento de su historia. Los Organizadores del Desarrollo -ligados sincrónica y
recíprocamente- no existen uno sin el otro, ni es más determinante uno que otro.

Tomado del prologo de Los Otgomzodorts del Oesoaollo PslcalmJIOf, del mecomc/SimJ o lo Pskomotnadod Operotrva.

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Myrtha HPbr(hoUt'r 1Luventura dralogu ade IJ mfan<fa Caprtulo 1 Bu1cdndo la cohl'!encra d~ ldS •dea\ en la praKrl

A partir de entonces, en un diálogo franco y permanente al foca, por una parte, la idea de complejidad y, simultáneamente, la de
calor de discusione!.~ pregw1tas, aportes, críticas y afectos, unidad indisociable de la estructura sujeto-ambiente, en proceso de
en encuentros y desencuentros con múltiples interlocutores organización y transformacrón. Se entiende como una transformación
interesantes, heterogéneo!.~ ávidos, inquisidores, incisivos, cualitativa que no implica solo un aumento cuantitativo, ponderal. de
competentes y sobre todo generosos, fui repensando, reela- tamaño, peso, perímetro cefálico o del número de capacidades y des-
borando, de alguna manera, algunos conceptos que, inclui- trezas. ¿Qué cambia y se transforma sustancialmente en lo interno, en
dos en un marco más general -la Neuropsicosociología del el_ proce~o de ~ersonalización o de subjetivación? ¿Qué semejanzas y
Desarrollo- redefinieron y precisaron la denominación de drferenc1as ex1sten entre la noción de capacidad y la de competencia?
¿Qué se quiere decir con actitudes autónomas? ¿Cuáles son sus carac-
los cinco Organizadores tal como los he llegado a formular
terísticas y requisitos?
-siempre provisoriamente en tanto siguen abiertos a la re-
flexión- en este capftttlo. Considerar el desarrollo en devenir permanente plantea un ser per-
sona con realizaciones, más o menos provisorias y muy relativas esta-
bilidades, en un eje temporal y contextuado.
Concepto de desarrollo Cada grupo social tiene una imagen particular de niño o niña, de sus
necesidades y de sus capacidades en cada etapa. También, impulsado
por expectativas sociales, ese secLor plantea los caminos y los proce-
El desarrollo de toda persona a lo largo de su vida, muy particu-
dimientos e instrumentos para que ese infante llegue a ser el hombre
larmente en los primerísimos años -período que denominamos pro-
toinfancia-2 implica un complejo proceso de organización progresiva y o la mujer que imagina. A partir de ese imaginario se consideran y res-
ponden las preguntas y se formulan las estrategias de intervención.
de creciente diferenciación y especialización en relación con el medio,
tanto de las funciones biológicas como de las psicosociales. Desde el punto de vista de la Neuropsicosociología del desarrollo
consideramos que, partiendo de un estadio de extrema dependencia,
Podríamos, en principio, conceptual izar el desarrollo como el con-
todo ser humano necesita, utiliza y crea instrumentos a su nivel que le
junto de transformaciones internas que permite a cada sujeto el acce-
posibilitan hacer~ pensar y sentir con mayor libertad, independencia y
so y disponibilidad de capacidades, para el ejercicio de las competen-
eficacia, en un contexto facilitador con otros y también contra otros,
cias necesarias para que progresivamente asuma actitudes cada vez
como sujeto del mundo en el mundo entramado en su cultura.
más complejas y autónomas en su ambiente habitual.
/\parecen así una serie de nociones y núcleos significativos que, al
mismo tiempo, abren preguntas:
La triple entidad de los Organizadores
a. transformaciones internas, a diferencia de mero crecimiento yjo
aumento de habilidades; La maduración y el desarrollo promueven que la sensorialidad,
b. la noción de competencia (Pikler, 1998) como diferenciad<: de la sensibilidad y motricidad -en su inicio predominantemente reflejas,
de capacidad (Szanto, 2011); inestables, dispersas y fragmentadas en el neonato- evolucionen con
c. actitudes autónomas a diferencia de automatismos o de compor- las experiencias acumuladas y la organización de la acción voluntaria,
tamientos espontáneos, independientes o seudoaut6nomos. hacia una cierta conciencia de unidad, de continuidad, de consistencia
Desde la concepción genética y epigenética, ya enunciada en el ca- Y de cohesión de sí mismo. En ese crisol se estructura su esquema e
pítulo anterior, esta definición del desarrollo del sujeto humano en- imagen corporal y también su imagen de sí, como fundamento del Yo y
de b identidad.

1 T~rmmoque esta mas desarrollado en t'l caprtulo 3: "Con<epto de Protomlanoa•

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Mynha Hebf (holder lla a~entura dtaloglca de la lotanna Cap1tulo 21 BuS<ando la cotterenoa de la1 1dea1 tn ~praxiS

El proceso genético complejo de transformación parte de una or- el proceso de génesis, organización, estructuración y transfor-
ganización inicial con fuerte predominio de un polo biológico de múl- mación evolutiva de la persona y sus regularidades y especifici-
tiples funciones, donde lo neurológico, con sus diferentes niveles de dades; y una metodología cuyo punto de partida es la observa-
maduración, de diferenciación y de integración progresiva, constituye ción empírica del sujeto, individual o colectivo en su contexto,
la base material de los procesos de adaptación activa y de relación. el análisis dialéctico de los fenómenos y la síntesis conclusiva
Con él se va configurando en cada instante, en su realidad cotidiana, para comprender la génesis su sentido significación;
cada particular sujeto-persona en devenir. Dicha sucesión se produce 3. de esta manera, la coexistencia de los dos planos anteriores
a través de la interrelación dialéctica de sistemas, factores y condicio- permite, en un plano operativo, diseñar el marco estratégico
nes estructurantes, internos y externos al sujeto que, operando como que oriente y facilite las tácticas y técnicas, que articulan re-
verdaderos ejes Organizadores del Desarrollo, ordenan, jerarquizan, cursos para la planificación, puesta en marcha y evaluación de
determinan, facilitan, orientan los procesos y las acciones e interac- las intervenciones en la realidad concreta (Chokler, 2000).
ciones -en este caso del recién nacido y el niño pequeño- en y con su Estos sistemas son sincrónicos, se imbrican, maduran y operan dia-
ambiente esencialmente humano, pero también material y cultural. lécticamente de manera simultánea a partir de la estructura biosocial
Estos Organizadores conforman un sistema complejo operativo de originaria, en su contexto social y material. De la calidad del ajuste,
acción y de información, actuando sincrónica y diacrónicamente en maleabilidad y adaptación recíproca y dinámica con que los Or;gani-
interdependencia y determinación recíproca en el itinerario de cons- zadores del Desarrollo estructuran y sostienen la complejidad y multi-
titución de la persona. plicidad de los procesos en la vida cotidiana de cada sujeto depende la
Acceder al conocimiento de cuáles son los Organizadores del Desa- orientación y direccionalidad de su desarrollo.
rrollo fundamentales, cuál es su naturaleza, sus funciones en el plano
de la realidad y sus propios procesos de maduración y cambio, en qué
condiciones ambientales se integran y se determinan entre sí permite Los Organizadores del Desarrollo
visualizar cómo se expresan en la conducta individual y social. El pla-
no conceptual se expresa en un marco teórico cuyo fundamento cien- Si bien existen innumerables elementos que operan en es le sentido
tífico se convierte en apoyatura para la planificación de estrategias de en la cotidianidad humana, hemos reconocido y descripto como Orga-
intervención en el plano operativo (Gresores, 2006). nizadores fundamentales para el desarrollo de la persona:
En síntesis, no hay nada más práctico que una huena teoría (Kurt 1.- el Orden Simbólico,
Lewin citado por Pichon Riviere, 1973). 11.- el Vínculo de apego,
Los Organizadores del Desarrollo tienen una triple entidad que fun- J11.- laComunicación y sus lenguajes,
ciona y se nutre dialécticamente:
IV.- la Exploración y conocimiento del mundo, y
1. Por una parte, los Organizadores del Desarrollo existen en la rea-
lidad, como sistemas dinámicos que estructuran la constitución,
V.- la Seguridad postura/y disponibilidad corporal
sostén y desarrollo de la persona en todas las etapas de la vida;
2. por tanto, su conocimiento instrumental permite construir un l - Orden Simbólico
cuerpo complejo de ideas y relaciones, emergente y constituti- El conjunto de representaciones mentales, determinadas socio-
vo a su vez de una transdiscipUna neuropsicosociológica del de- hjstóricamente -valores éticos, creencias, mitos y saberes científicos
sarrollo, que actúa como un aparato de mirar y de pensar (Bion, y culturales de una comunidad- se expresa y opera inevitablemente,
2006) de manera coherente y operativa. Los Organizadores del en la interacción cotidiana, desde un Orden Simbólico inducido a tra-
Desarrollo configuran así una teoría cuyo objeto de estudio es vés de discursos, comportamientos, actitudes, acciones, rituales y

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Myrtha HPbe Choklet 1 La aventura dlaloqlca de la mtanoa

emblemas que regulan y mantienen la vida e incluyen a cada sujeto en quiénes prohibido, con las consecuentes sanciones asignadas frente a
la familia, en la sociedad y en la cultura. De esta manera penetran con la transgresión, dependen del lugar de cada individuo en esa trama, de
fuerza instituyente integrándose en el psiquismo individual (Kaes, la misma manera que su posicionamiento como objeto o como sujeto.
1981) y configuran tanto sus conductas como su pensamiento Y su Así, los mandatos explícitos e implícitos. la significación de los lugares,
identidad. los espacios y las cosas, forman poderosas representaciones sociales
Socialmente elaboradas, este tipo ele representaciones que se introyectan progresivamente, con una fuerte carga estructu-
rante en la subjetividad (Quiroga, 1988) desde el inicio de la vida.
(...) incluyen contenidos cognitivos, afectivos y simbólicos que tienen
uno función no solo en ciertas orientaciones de las conductas de las También las creencias y saberes acerca de la crianza y educación
personas en su vida cotidiana, sino también en las formas de organi- infantil, que se imponen como preceptos -y actúan desde sus roles sus
?.acíón y comunicación que poseen tonto en sus relaciones interindi- responsables asignados (Gresorcs y Chokler, 1998)- emergen de una
viduoles como entre Jos grupos sociales en que se desarrollan. Consti- enorme cantidad de tradiciones, opiniones, conocimientos científicos
tuyen sistemas cognitivos en/os que es postble reconocer la presencia y seudocientíficos, formaciones académicas, supersticiones y valores
de estereotipos, opiniones, creencias, valores y normas qt1e suelen históricos que forman parte de cada cultura, grupo y clase social, or-
tener una orientación actitudinal positiva o negativa. Se constituyen, ganización o institución. Desde ahí definen expectativas y promueven
a su vez, como sistemas de cód(qos, valores, lógicas clasificatorias,
formas concretas de crianza y educación que delinean y modelan el
principios interpretativos y orientadores de las prácticas, que definen
la llamada conciencia colectiva, la cual se rige con fuerza normativa mundo de la infancia.
en tanto instituye los límites y las posibilidades de la forma en que Del origen de estos modelos, formas o sistemas -que penetran en
las mujeres y los hombres actúan en el mundo (Araya Umaña, 2002). gran parte por coacción emocional, afectiva, y a nivel inconsciente- ha-
bitualmente no se tiene demasiada conciencia. Muchos se consideran
Desde estas representaciones sociales se estructura un Orden Sim- naturales y no como el producto de construcciones histórico-sociales
bólico que establece qué mundo le llega al niño cuando el niño llega al y de metas en determinados contextos, generalmente adaptativas
mundo. Esto remite a quienes lo acogen, para qué, de qué manera, dón- a ciertas condiciones de vida. Por eso, transmitidos desde la propia
de. Al mismo tiempo se deja claro cuál va a ir siendo su lugar, su posicio- crianza e implícitos en los productos e instituciones culturales y sqcia-
namiento -activo-pasivo, actor o actuado, más o menos libre o fuerte- les, se repiten de manera acrítica, se ratifican, constituyéndose en un
mente disciplinado- a medida que crezca, como también cuáles son las anclaje identitario. Por lo tanto su puesta en revisión o cuestionamien-
expectativas de los cuidadores y las sanciones si éstas no se cumplen. to, aunque se compruebe que ya, tal vez, no se corresponden con los
Así como asignar un nombre a un recién nacido significa depositar nuevos contextos o conocimientos, frecuentemente es resistido como
en él valores, mandatos y esperanzas sobre sus atributos personales un atentado a la propia pertenencia cultural.
y SLI destino, también los cuidados, el espacio, los objetos y las rutinas De tal manera, el mundo que le llega al niño cuando éste llega al
cotidianas que se le ofrecen están cargados de representaciones socia- mundo es eminentemente social, está socializado y tiene un extraordi-
les. Hasta su ambiente natural-el aire cargado de plomo que respira, nario poder socializante.
el aoua no siempre potable y hasta el sol que se ha vuelto peligroso- El Orden simbólico tiene una incidencia institutiva y constitutiva, no
están condicionados socialmente; son producto de relaciones sociales, solo de las ideas, mitos, valores sociales y conductas sino sobre la for-
económicas y de poder de las clases y de los grupos. ma y el funcionamiento del cuerpo. Basta recordar algunos eJemplos:
Las estructuras de filiación, de pertenencia grupal, de raigambre los pies vendados y deformados de las antiguas mujeres chinas, las ca-
social y territorial, la significación cultural de género, del apellido y la bezas aplastadas y los ojos estrábicos de los mayas, las mutilaciones
elección de los nombres se entretejen con los mitos, las leyendas, los rituales, la circuncisión, la todavía actual mutilación femenina de la
relatos que hacen a la historia familiar y comunitaria. La ley, la nor- clitoridoctomía, los vientres prominentes, y las malformaciones con-
ma: la determinación de qué y a quiénes está permitido o tolerado y a génitas en los pueblos subalimentados, las perforaciones, los tatuajes y

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C•p11ulo 21Bu1cando la coherencia de la~ldta~ en la prdxil

la proliferación de las cirugías estéticas, el disciplinamiento del cuerpo ni o de grati ficCJción o de frustración que le aporten en el alivio de la
y la hipermedicalización del conflicto y del sufrimiento social. tensión, acrecentará la sensación de seguridad, de calma y de consuelo
La complejidad de los procesos madurativos y la interdependencia o por lo contrario, activará las vivencias de temor o de ansiedad. De
de los factores Organizadores del Desarrollo inciden en la determina- esta manera, las huellas mnémicas de la interacción en la experiencia
ción de las actitudes y conductas cotidianas que dan formas particula- creada y recreada día a día, construyen las matrices afectivas, relacio-
res de expresión al desarrollo de los sujetos, en la riquísima diversidad nales y socia/es3 que permiten al sujeto sentirse mejor o peor acompa-
de las culturas. En cada una se valora, se da lugar y se permite, de ma- ñado, confiando en su entorno y seguro de sí mismo o precariamente
nera diferente en cada estadio, la adquisición y afinamiento de ciertas sostenido y hasta, a veces, perversamente sometido. Desde estos mo-
competencias y habilidades mientras se bloquean otras. delos operativos, las experiencias tendrán una incidencia fundamental
en los procesos de estructuración del psiquismo y de la personalidad
en el curso del desarrollo.
ll - Vínculo de Apego
Al principio de la vida el bebé, por su nivel madurativo, necesita
Los comportamientos del neonato dirigidos espontáneamente a gran proximidad con los adultos s ignificativos que le aportan calma
las personas son impulsados por la imperiosa necesidad, vital durante y comprensión. A partir de la sensación de seguridad, de contención
largo t iempo, de un entorno social que lo albergue. El recién nacido y de confianza va a poder abrirse y volcarse paulatinamente hacia e l
precisa establecer lazos significativos que lo ayuden a satisfacer sus mundo circundante o, en su defecto, va a encerrarse intentando de-
múltiples necesidades cotidianas. Por eso dispone de una serie de re- fenderse, buscando desesperadamente recursos de autosatisfacción y
cursos genéticamente programados y maduros para ligarse al mundo autoconsuelo.
del cual depende y construir un vínculo primordial de apego con los
Es indudable entonces que para garantizar la apertura al mundo de
adultos que lo cuidan, totalmente asimétrico, aunque recíproco. La fi-
un niño y por ende su crecimiento y desarrollo hay que cuidar sobre
nalidad no se reduce solo a darle de come1~ transportarlo e higienizado
todo a los adultos que se ocupan de él, porque, decíamos en el capítu-
para que sobreviva, sino a protegerlo. Contener, sostener, tranquilizar
lo anterior, finalmente nadie puede dar lo que no tiene. No se puede
y consolar al infante, es mantenerlo y darle forma (Ajuriaguerra, 1989)
brindar sostén, continencia, afecto, respeto, si tmo no se siente -o no se
en su proceso de crecimiento y progresiva conquista de autonomía.
sintió alguna vez y de ello quedan fuertes huellas- querido, sostenido,
Sin duda la función ineludible del vínculo de apego como Orga- contenido, reconocido y respetado.
nizador del Desarrollo es que, en cada momento necesario, el adulto
En síntesis, el vínculo de apego tiene tres funciones:
protector ayude realmente al niño a disminuir el alerta y la excitación
desmesurados frente al temor a lo desconocido del mundo que llevan a l. Que el niño encuentre en su entorno los adultos que le ayuden
la angustia agotadora. Curioso mundo nuevo para él, renovado en todo a satisfacer múltiples necesidades biológicas, afectivas y socia-
instante, lleno de interés pero también de inquietantes amenazas. les. Función a la vez proteica, de nutrición y protésica, de com-
pletamiento, de auxiliar de su yo.
Aunque existe una tendencia genética a promover la proximidad o
el contacto con un a persona y apegarse a ella, en las condiciones en 2. Esto permite otra función no menos importa:1te: que los adu l-
que se concreta esta función también se realiza un aprendizaje. Es ev i- tos significativos le brinden seguridad afectiva.
dente que el apego se va desarrollando hacia las personas con las que 3. En consecuencia, que ejerzan la función irreemplazable de apa-
el bebé tiene mayor interaccion o que le brindan las respuestas especí- ciguar o neutralizar las ansiedades o temores desbordantes que
ficas (Bowlby, 1976) más cálidas y adecuadas.
Los avatares de dicha interacción con las personas significativas, El Oiccionano de la Real Academia Española Edic1ón del Tncentenario, define el término motriz como el molde de cuolqUitr clase
investidas como figuras de apego, dejarán marcas de la eficacia y ope- con que se do formo o algo y tambrén como la en11dod prmopol, generadora de otras. En e~le caso la comprendemos como los
pnmeros modelo~ opera me~ de lnleracdones que, consolidclndose de manera mas omenos estable de~de la~ primeras expe
ratividad del vínculo para filtrar los estímulos invasores. El predomi-
rienóas, constlllllrán alo largo de la vida, las modalidades yestilos personales de ~entir, pensar y refaCionar~e con lo~ demas

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Myrtha He be Chokler! La avenrura draloqrca d~ la mlanua C~pltulo 2J8uscando lacoherencia dr la~ ideas en la praxis

se expresan -ante la amenaza de lo desconocido- en un aumento el niño esta primera posesión. Nadie más que él puede abandonarlo o
de tensión e inquietud con un alerta exacerbado. Esta cualidad cambiarlo. Cuanto más marcado por alguno de los signos sensoriales
de sosegar las emociones es condición fundamental para poder que lo tranquilizan -olor, temperatura, textura- más cercano e íntimo
abrirse al mundo. lo sentirá el niño. Son contenidos psíquicos de una presencia que de-
En virtud de la maduración neuropsicológica y de la calidad de la vienen, a s u vez, continente todavía inestable, ante una ausencia a la
interacción con su medio, cada sujeto va transformando progresiva- que comienza a simbolizar. Esa posesión del objeto le facilita -como
mente sus conductas de apego a través de dos procesos importantes referente estable- la ilusión de la experiencia de continuidad de su
que definiremos a continuación. existencia y del otro. Así le permite soportar mejor los momentos de
En primer lugar las experiencias de acompañamiento y consuelo separación, ya sea espacial, temporal yjo emocional, para que ésta no
vividas con las figuras primarias, sean la madre o las personas signi- se transforme en desgarrante vacío.
ficativas, le permitirán al niño la interiorización paulatina de Las ca- Las huellas mnémicas intimizadas y operantes y el objeto transicio-
racterísticas de aquéllas, en cuanto a sus cualidades para responder a nal, en el proceso de separación, ratifican la potencial presencia de un
las necesidades específicas y ejercer las funciones de apego. Huellas e cierto control. aunque efímero, de los propios recursos en sí mismo, de
improntas intensas y heterogéneas, multisensoriales, en una memoria neutralización de las ansiedades, de autosostén y autoconsuelo. Ello le
más o menos difusa, confusa, más o menos inestable, en la experiencia permite mayor disponibilidad y apertura mental para abordar la explo-
indispensable de sentirse siendo en La realidad. Para Winnicott (citado ración y el investimiento afectivo de un espacio social ampliado. Esto
por Clancier y Kalmanovitch, 1984) esto significa más que simplemen- representa la subsecuente y necesaria distribución y depositación ele
te existir: es encontrar un medio de existir como un sí mismo y disponer funciones de apego en otros adultos con los que se irá familiarizando.
de ese sí mismo como sostén y como refugio. Mucho después, cargando de significación a los espacios y a las cosas, lo
En segundo lugar, simultáneamente, los procesos madurativos hará inclusive, aunque parcialmente, en algunos de sus pares.
neuropsicológicos y vinculares -en la medida en que las huellas de las Este proceso personal, íntimo, elaborado a su ritmo, construido a
interacciones se estabilizan e intimizan" como contenidos psíquicos y su manera, Lo impulsa a transitar nuevas instancias de socialización
se hacen evocables- permitirán la distanciación progresiva y temporal con un sentimiento de seguridad, de permanencia y de continuidad de
de lajlas figuras de apego. En ese espacio intermediario de la relación sí mismo y del otro introyectado, a pesar de los cambios de escenarios,
aparece en escena el objeto transicíonal. de personas, de las propias transformaciones y las del entorno.
Winnicott (1975) ha teorizado exhaustivamente Jos conceptos de Las separaciones forzadas, súbitas o inesperadas -con frecuencia
fenómeno, espacio y objeto transicional. Se refiere a un espacio poten- difícilmente tolerables y metabolizables por un protoinfante- crean
cial, de creación ilusoria entre la madre y el niño. Allí, un objeto fami- una intensa sensación de desgarramien to, de pérdida de sí y del otro
liar, cálido, que el adulto ha ubicado bien próximo, es investido con las amalgamados. Una amputación de esa unidad imaginaria indisociable
características del apego y utilizado por el niño como refugio del sí con la figura de apego le quita los apoyos y lo deja desmoronarse ca-
mismo, precario aun, en defensa contra la am:iedad de ausencia y se- yendo en un vacío inconmensurable (Wínnicott, 1975). La angustia,
paración. Objeto insustituible de acompañamiento y consuelo, en cada la incertidumbre, el pánico ante el abandono o su mera amenaza, pro-
momento único y singular (una punta de la sábana, una ropa con el vocan un aferramiento compulsivo, un pegoteo cargados de ansiedad
olor del cuerpo maternante, un muñeco de peluche, un pañuelo) que el y de tensión o, por el contrario, la sobreadaptación anestesiante del
adulto aprende a reconocer y respetar por el valor que significa para desapego o la alternancia ambivalente.
Con la confianza básica lastimada se pueden comprender mejor
muchos comportamientos yjo actitudes y estados de tristeza, desbor-
4 Eva Hüvos desarrolló teóricamente este Interesante concepto de intlmizaclón como un proceso de apropiaCión e "in-corpora-
des de agresividad más o menos intensos o temporarios. Según la in-
ción", osea introducir algo dentro de si, hasta convertirlometafóricamente en parte de su propio cuerpo odentro del espacio
mental más intimode la persona. tensidad y duración de la herida, La hipermotricidad frenética, defen-

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Myttha H~be (hokler1Ll aventura dialógl¡a de la mfJnoa (aprtulo 21Buscando la coheren¡I.J dt las rdeas en la praxrs

siva para autosostenerse y sentirse existir o el repliegue extremo de 111 - Comunicación: sus lenguajes
la abulia indiferente le evita desbarrancarse en el abismo insondable Una imperiosa necesidad, a partir de la naturaleza biosocial del su-
de la angustia. O tal vez recurra a la adhesividad indiscriminada, a ri- jeto humano, lo impulsa a abrirse al mundo del cual depende (Wallon,
tuales compulsivos o a la adicción a objetos o sustancias, de los que 1979) y a la construcción de variados instrumentos para el progresivo
no logra abstenerse o separarse porque su ausencia es vivida y temida dominio de una indispensable compelencia comunicativa.
como una caída en un infinito agujero negro. ~
Tanto Bowlby y el matrimonio de James y Joyce Robertson, 6 como Alma en su primer día. Un par
Spitz, han sido pioneros en la reflexión, la investigación y el aporte de de horas antes estaba todavía
evidencias sobre los daños producidos por la carencia afectiva a corto dentro del vientre de su ma-
y largo plazo. Spitz (1945) describió la depresión anaclítica como un dre. Acaba de nacer en su casa.
síndrome que sobreviene en el niño privado temporalmente de suma- Su cuerpo esta inmerso en un
dre o figura de apego principal, después de haber temdo con ella una mar difuso de sensaciones
nuevas, confundidas en las an-
relación normal durante los primeros meses de vida. Con el síndrome
teriores intrauterinas. De pron-
de hospitalísmo, se refirió a los trastornos psicológicos profundos, a ve- to, sus párpados se abren, su
ces irreversibles, provocados en el niño por la separación prolongada mirada -que vaga entre luces/
de las figuras de apego, cuando aquel no haya podido encontrar rápi- sombras y formas indefinidas j
damente sustitutos suficientemente afectivos, atentos, relativamente e inaprensibles todavía-se fija
estables y seguros para ejercer la función que Bowlby definió como imantada, un tnstante, en la mtrada de la madre, dejando circular la emoción compartida en este saludo
apego. del encuentro, en su inaugural y tal vez, fugaz experiencia de alteridad. Aunque no se ven los ojos ni la
Es cierto también que muchos autores -Cyrulnik (2009), Kotliaren- sonrisa de la madre, se perciben claramente en los ojos yen la sonrisa de Alma. ¿Es solo un refleJO de imi-
tación por acción de las neuronas espejo? Poco importa porque es la intensidad emocional de la mtrada y
co (2010) entre ellos- se han referido a la extraordinaria capacidad de
la sonrisa lo que la atrae, la capta yla discrimina así de la confusión sensorial del entorno.
resifiencia del sujeto humano para elaborar y superar situaciones de
extremo sufrimiento de manera activa y creativa. Pero eso es posible
en tanto se hayan podido construir lazos afectivos estructurantes y
reparadores. Las nuevas o las antiguas figuras de apego, con su fir- Los perceptos multisensoriales integrados, provenientes de las
meza continente, ayudan a cicatrizar las heridas, aunque queden sus sensibilidades tanto íntero, como propio y exteroceptivas, son inme-
huellas, transformándolas en un apoyo de nuevos ideales y esperanzas diatamente significados -con la extraordinaria competencia semiótica
y en la fuerza de la experiencia de vida. de todo organismo- y se convierten en significantes de bienestar o de
malestar, por las impresiones tónico-emocionales que producen y a su
vez contagian.
La calidad y la intensidad del placer vivenciado en las inleracciones,
que se inicia desde los primeros intercambios de tactos y contactos de
miradas, gcslos, mímica, voces, movimientos, mecimientos, ritmos y
El sufrimiento del período de abstinencia en las curas de las adicciones, por ejemplo, muestra la intensidad de la angustia distancias, promueven la búsqueda activa de conexión y de reiteración
de separación de lo que ilusonamente y de manera precana sostiene yaparece disponible Por eso las redes protectoras de del goce compartido. Tono y emoción son las dos caras de una misma
contención afectiva que bnndan seguridad, remiten a repdrar, de algooa manera, con nuevas experiencias, las matrices con
que se consmuyeron y se consolidaron los vmculos deapego. moneda (.. .). La emoción se irradia generando (. ..) la mutación de sus
6 James y Joyce Robenson filmaron las respuestas de ni nos pequeños ala separauon de susmadres. Esta tmporr.mtedocumen- efectos, inicialmente meramente fisiológicos, en instrumento de expre-
taoon, se transformo en un dastco de la p~quratna ydel psi<oanalisis infantil, que mud1ó en una toma de conaenoa sobre las sión (Wallon, 1925).
maneras de atender a los ninos ~quenos en hospitales y hogaressusmutos provrsorios. El estudro comenzo en 1948, cuando
Robmson se unió aJohn BoWJ!y: en una colaboración en la Cllnica Tavisrork de Londres.

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Mynha Hebe Choklerl La aventurJ dlalogrca de la infancia Capitulo l l Buscando la coherenCia de las 1deas en la pram

La'mirada atenta y empática de un otro sensible capta los actos y mer sistema de señales -sensoriomotrices, gestuales, mímicas y proxé-
reacciones tónico-emocionales del bebé en sus movimientos, crispa- micas- y a la progresiva elaboración de un segundo sistema de señale5~ 8
ciones, estiramientos y muecas. Así, contagiándose de la intensidad de socializado, simbólico y pragmático de la lengua.
la emoción, transforma la impresión en expresión emocional atribu- La eficacia de estos códigos corporales constituye la raíz indispen-
yéndole sentido. Esta expresividad inevitablemente Jo impulsa al acto, sable para que se arraiguen y florezcan plenamente todas las apeten-
al gesto en respuesta en consonancia más o menos ajustada. Inclusive cias y competencias comunicativas que dan lugar al acceso al lenguaje
la inacción y jo la indiferencia se manifiestan en cambios tónico-postu- verbal.
ra les, mímicos y actos.
La emoción, con su propiedad de irradiación tónica, de contagio, Acá no hay encuentro de miradas. los ojos del
crea un clima de resonancia afectiva, de fusión emocional, de imanta- pequeño aparecen cerrados; se ve relajado y
ción e identificación recíproca, de continuidad uno-otro. En la medi- apoyado, confiado, en el brazo izquierdo de
da que se instala la diferencia y la alternancia de Jos interlocutores, la la mujer. (sta mira hacia abajo con el ceño
conversión progresiva de las actitudes tónico-emocionales en signos un tanto fruncido, como atenta a percibir, a
y señales se pone al serv]cio de la instalación de un diálogo tónico- escuchar de otra manera, con su propio cuer-
corporal con las figuras primordiales de apego, po,lo que le dice el otro cuerpecito. Mientras,
disociando la tensión y la fuerza del brazo iz-
El efecto de la acción del otro sobre las propias sensaciones y accio- quierdo que lo sostiene con seguridad, acerca
nes da origen a un intercambio de gestos y mímicas que crean eslabo- suavemente al rostro del niño su mano dere-
nes de señales e indicadores encadenados en redes de representantes cha con la palma abierta, distendida, plena de
de emociones y deseos, en signos cargados de afectos y significados. ternura. Hay una pregunta en el gesto, que se
Esa coreografía de las interacciones, con sus tiempos, ritmos y pausas, podría traducir, tal vez, corno algo así: -¿Estás bien? ¿Que te pasa?, al mismo tiempo que la caricia aporta
van modelando estilos de códigos afectivos con mayor o menos plas- el consuelo.
ticidad y pregnancia. Sus huellas, en las reiteraciones, ratificaciones y
sutiles rectificaciones cotidianas, con la intensidad del placer en cada Así, un bebé que registra, por ejemplo, una sensación indefinible y
acontecimiento, permiten la construcción de instrumentos y su per- caótica en todo su cuerpo -que los hablantes en castellano identificamos
feccionamiento con variados matices. Es un itinerario que parte del como hambre- se crispa, retuerce, patalea, gime y recién luego llora. Un
contacto fático 7 que confirma la conexión, para emprender la comu- adulto, atento a estas manifestaciones, puede asignar a esta configura-
nicación corporal, gestual, mímica, proxémica y sonora conformando ción tónico-emocional-pósturo-motriz, el carácter de expresión 9 cuyo
códigos compartidos entre el bebé y los otros. sentido íntimo sería: le pasa algo desagradable, e hipotetiza: -seguro
La emoción vivida intensamente en el cuerpo, va a anclar la percep- tiene hambre. En ese caso, también el adulto se siente compelido a des-
ción en la memoria, convirtiéndose en protorrepresentación y luego encadenar una serie de actos: le pregunta al bebé como si éste pudiera
en representación mental. comprenderlo: -¿tenés hombre? abriéndole un espacio de interlocución
El predominio del placer del encuentro con el otro, del placer de sen- y diálogo; lo mece para tranquilizarlo con la intención de señalarle que
tirse escuchado, captado y comprendido y de incidir, a su vez, en el
otro, permite el pasaje y la conversión semiótico-semántica de un prí-
8 lvan P. Pávlov, neuro~siólogo ruso, premio t-lobel de Medicina 1904. fue el creador del concepto de conductas provocad~s
por refleJos condicionados por un primer sistema deseñales, dando origen a la Reflexologfa como teoría fundamental de la
Función fáti<a implica una serie de comportamientos corporales y verbales tendientes a establecer, mantener yromper el conducta. Sin embargo consideró que en el hombre se produce un salto cualitativo respecto a la complejidad de las funciones
contacto interpersonal. lvan Oarrault- Harri> señala en su Tesis doctoral Hacia uno etosemiócico, que se trata de una noción psicológicas que facllitan la producclón de un segundo sistema de señales que da origen al lenguaje verbal osrmbóllco.
propue5ta por Bronislaw Malinowsky y retomada por Román Jakobson. Darrault Harrls sostiene que el niño recién nacido Expresión províenedellatin expressloy del verbo expremere. Está compuesto por el prefijo ex: separación del Interior, sacar y
dispone ya de los primeros instrumentos fátlcos a partir del olfato para en1rar en contacto y ligarse a su madre. premere:apretar. El sentido es apretar para que salga de adentro.

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Myllha Hebe Chokler lla aventura d~alo91ca de la 1nfanoa Cilp!lulo 2IB~ando la coherenoa de las Ideas en la praxiS

lo ha entendido. Luego él mismo se mueve con ciertos rituales en el es- de su incipiente competencia simbólica sincrética y de aspectos prag-
pacio con ciertos objetos. De inmediato lo toma en brazos y se prepara máticos rudimentarios de los esbozos de su competencia lingüística.
posturalmente para darle de comer. Esta secuencia de movimientos del El habla se perfeccionará en el curso de dos años -anclada en la ex-
adulto va a ser captada, percibida por el niño, junlo con la sensación presión mímico-gestual- para llegar a producir: nene no papa. Y ten-
inmediata de satisfacción y de alivio de las tensiones provocadas por el drá que recorrer un largo camino para enunciar, mucho más tarde: no
dolor de la crispación muswlar del estómago y la ansiedad del hambre. quiero comer eso que está en el plato.
La repetición cotidiana de la escena va dejando huellas que permi-
tirán al bebé descubrir el sentido de los ritmos y la dircccionalidad de En esta foto la mu¡er está acudillada a la altura
los cambios de postura, de la fluencia y melodía de las palabras, de los del niño, con las manos extendidas ylas palmas
ruidos ambientes. Podrá así esperar un instante, cada vez más prolon- hacia arnba. Se acerca pero no lo toca todavía.
gado, con la confianza de ir anticipando el placer de la pronta satisfac- Su rostro, su mirada, su sonrisa denotan una
ción de la necesidad y la corroboración de sentirse comprendido. cálida actitud de espera de una respuesta a
su gesto que pareciera preguntar: -¿Venís? El
La voracidad con la que el bebé acepta el alimento, el cuerpo más niño la mira atentamente. Aunque no se ven
distendido, el rostro sonriente, son signos que confirman al adulto su sus ojos, lo revelan claramente su postura y la
correcta interpretación de las señales del bebé. Este reaseguramiento posición de la cabeza. Una pregunta exige ab-
en sus competencias para el rol. acrecienta el placer compartido con el solutamente una respuesta que abra el espacio
niño en una reciprocidad de señales mutuas, cargadas de emociones comunicacional, necesariamente intersubjeti-
y de afectos. La intensa participación en el goce estimula el deseo de vo. Se trata de un sujeto adulto que enuncia su
renovación del contacto, de reiteración de la experiencia confirmando pregunta, mas con el cuerpo que con palabras, yapela entonces a otro sujeto -niño- para que se pronuncie
el espacio intersubjetiva de la comunicación y del placer de comunicar. como tal en su deseo, su acuerdo o desacuerdo. la actitud toníco-postural del niño pareciera, tal vez, ex-
presar: -¿que me dem?. .. ¿a dónde querés que vaya? la pregunta abre a la enunciadon Intersubjetiva, otor-
Esto permite la transformación progresiva de la señal corporal de gándoles el lugar a ambos de sujetos interlocutores válidos. Podría sucederse el diálogo -que en la imagen
lo vivido y expresado inconscientemente, en gesto voluntario. Con ma- instantánea no aparece- manteniendo el espacio comunicacional a través de una argumentación corporal y/o
yor o menor rapidez el niño va a moverse, patalear, llorar de tal o cual verbal como - Quisiera darre de comer, ya es la hora. El sujeto ni no podría acordar o no alejándose o girando
manera buscando afectar al adulto, incidir en él, para reencontrar un la cabeza yeso abriría a otra cadena de argumenraciones en un diálogo donde el deseo de ambos tiene peso
efecto de sus conductas. Va a comprender que cuando él ejecuta tal acto, protagónico, donde uno cuenta para el otro, inaugurando un encadenamiento de riquísimos significantes
sucede algo. Así, transforma el gesto automático -ni siquiera volunta- cargados de significación. Se trata aquí de una magnifica escena espontánea de estimulación de/lenguaje,
rio- de llorar porque tiene hambre a llorar para que alguien se acerque de la mayor eficaoa.
a aliviar su malestar aunque ya no se trate de hambre. Esta conversión
semiótica de llanto de dolor en llanto de llamada, que incluye la inten-
cionalidad de manipulación 10 del otro, es esencial para el desarrollo de En definitiva comunicar, decir, es asum ir la decisión de dejar salir
la competencia comunicativa. Más adelante, a partir de la experiencia algo de sí para ir hacia alguien. Es proyectarse en el gesto, la palabra,
de la atención conjunta hacia el mundo, señalará algo con el dedo mien- el trazo o la escritura, con la intencionalidad, más o menos consciente,
tras balbucea pa-pa-pa, como preludio del significante papa, cuyo signi- de alcanzarlo, rozarlo, de penetrar en él... moverlo, conmoverlo, per-
ficado sería aproximadamente: quiero eso que se come, dando pruebas suadido ... pero ¿a quién?
De la misma manera escuchar, captar, comprender o leer a otro re-
quiere, ante todo, abrirse para acoger al otro, dejarse penetrar por lo
10 Manipulaciones un termtno utthzado en sem16tKa para definir los procesos argumentativos o persua11vos en la intenoona· que proviene del otro, y mover-se, conmoverse, ya sea con el gesto,
hdad de un Interlocutor de 1ncid1r sobre el otro: en la mampulacion de d1mens16n cog01t1va se trata de convencer ohacerle o la mirada, o la actitud yfo la palabra -oral o escrita- del otro. Pero
saber, pensar, creer. En la mampulacion de dimensión pragmática se trata de tmponer el deber o poder ha<er Yen la de
dimension pas1onal se trata de conmover, hacer querer odesear.
además, para abrirse y dejar entrar en sí o dejar salir de sí, es preciso

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Myuha Hebe (hokler lla avrnrura di<!logtca dr la tnf,Jnna Capttulo21Buscando la coherencia de fas tdP6l en lapram

sentirse suficientemente seguro y deseante en y de la relación inter- de los ojos es importante como el auxilio de lo que es visto por ellos.
subjetiva. Por lo tanto, abrirse yjo cerrarse frente al otro son casi los Por eso lo que los dedos han hecho meJOr es revelar lo oculto. Lo que
únicos recursos del sujeto desde el comienzo de la vida. en el cerebro pueda ser percibido como conocimiento infuso, mági-
co o sobrenawra/, stgnifique lo que signifique sobrenatural, mágico
No hay posibilidad de acceder al código de la lengua, concretando
e infuso, son los dedos y sus pequeños cerebros quienes Jo enseí1an.
tantas conversiones semióticas y simbólicas. con tantos matices. suti- Para que el cerebro de la cabeza supiese lo que era una piedra, fue
lezas y ajustes semánticos, sintácticos y pragmáticos -o sería de ma- necesario que los dedos la tocaran, sintiesen su aspereza, el peso y
nera precaria- si estos actos, desde la misma vivencia del contacto con la densidad, fue necesario que se hiriesen en ella. Solo mucho tiempo
el otro, no fueran acompañados de suficiente placer. Emoción intensa después el cerebro comprendió que de aquel pedazo de roca se podría
capaz de mantener abierto y atractivo el espacio intersubjetiva y la hacer una cosa a la que llamaría puñal y una cosa a la que llamaría
apetencia comunicacional, ratificada, reiterada en la experiencia gra- ídolo. El cerebro de la cabeza anduvo toda la vida retrasado con re-
tificantc de la eficacia de la enunciación de sí con y para otro. lación a las manos, e incluso en estos tiempos, cuando parece que se
Así, para convertirse en un 'locutor de su lengua' es decit; para domi- ha adelantado, todavfa son los dedos quienes tienen que explicar las
nar progresivamente Jos aspectos pragmáticos, sintácticos y semán- invest(qaciones del tacLo, el estremecimiento de la epidermis al tocar
ticos, el niño no va a entrar de golpe en el código lingüístico sino que, el barro, la dilaceración aguda del cincel, la mordedura del ácido en la
a Lravés de su cuerpo y su conducta relacional, va a descubrir el pla- chapa, la vibració11 sutil de una hoja de papel extendida, la orografía
cer del 'diálogo' con el otro y el placer de darle sentido. (Golse, 1995) de las texturas, el entramado de lasfibras. el abecedario en relieve del
mundo. (...) El cerebro preguntó y pidió, la mano respondió e hizo. 11

El niño vive y mientras se mueve, no solo se desplaza o toma obje-


IV -Exploración y conocimiento del mundo tos, sino que, fundamentalmente 'es', se 'siente siendo' y no solo existe,
José Saramago. premio Nobel de Literatura 1998, con su exquisita al tiempo que piensa, conoce y aprende. El cerebro de los dedos -como
sensibilidad escribió: metonimia y metáfora de todo el cuerpo- hace, siente, prueba, compa-
Verdaderamente son pocas los que saben de la existencia de un cere- ra, pondera y da forma y corrobora y deja ver. Claramente muestra al
bro en cada uno de los dedos de la mano, en algtín lugar entre falange, mundo lo que aquí, adentro, el cerebro de la cabeza traduce en signos,
falangma y falangeta. Ese otro órgano al que llamamos cerebro, ese asocia, descarta, decide y ordena.
con el que venimos al mundo, ese que transportamos dentro del crá-
El motor de este proceso espiralado -desde la vivencia multisen-
neo y que nos transporta a nosotros para que Jo transportemos a él,
nunca ha conseguido producir algo que no sean intenciones vagas, ge- sorial de contacto a la exploración y desde la experimentación al
nerales, difusas y sobre todo, poco variadas, acerca de lo que las ma- pensamiento categorial y al conocimiento del ambiente humano y de
nos y los dedos deberán hacer: Por ejemplo, si el cerebro de la cabeza los objetos- es la imperiosa necesiJad de adaptación al medio, inhe-
se le ocurre la idea de una pintura o música o escultura o literatura, rente a todo ser vivo. El registro interno, íntrasubjetivo, de la necesi-
o muñeco de barro, lo que hace él es man~festar el deseo y después dad, desencadena la acción, que es siempre una interacción de todas
se queda a la espera, a ver lo que sucede. Solo porque despacha una maneras intersubjetiva. Para ello pone en marcha todo el repertorio
orden a las manos y a Jos dedos, cree, o finge creer, que eso era todo de recursos maduros, disponibles en cada momento, a su nivel, para
cuanto se necesitaba para que el trabajo, tras unas cuantas operacio- descubrir, investigar y apropiarse progresivamente de su entorno y,
nes ejecutadas con las extremidades de los brazos, apareciese hecho. simultáneamente, de sí mismo. Basado en los propios automatismos
Nunca ha temdo la curiosidad de preguntarse por qué razón el resul-
organiza paso a paso su motricidad voluntaria como instrumento de
tado final de esa manipulación, siempre compleja hasta en sus más
simples expresiones se asemeja tan poco a lo que había imaginado acceso a conocer -conociéndose al mismo tiempo- y utilizando el co-
antes de dar instrucciones a las manos. Nótese que, cuando nacemos,
los dedos todavía no tienen cerebros, se van formando poco a poco
con el paso del tiempo y el auxilio de lo que los ojos ven. El auxilio 11 Sara mago, Jo~ (2000). Lo caverna. Buenos Atres: Alfaguara. p. 105-109

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1Ayrth.ll1ebt (hokler 1La aventura d.alogrca dt la mfanna Caprtulo 21 Bu~cando Id coherencia deldl rdeas en Id praxis

nacimiento para operar activamente en su mundo, en la medida de su Esta actitud de cuestionamiento está presente desde el nacinuenlo
seguridad emocional. y es condición mdispensable para un verdadero aprendizaje que siem-
La fuerza de ese motor es su impulso cognoscente, pulsión epistémico pre es, por definición, activo.
o curiosidad. Esta desencadena la acción con la intención no solo de La experiencia tónico emocional placentera deja huellas que acti-
contactar o constatar la existencia de las cosas sino, sobre todo, de van y reactivan la atención, con sus distintos niveles, así como la ex-
comprender y dominar las reglas de su funcionamiento. ploración y la experimentación. En el trayecto cognitivo la actitud de
La adaptación implica dos procesos activos que se retroalímentan cuestionamiento organiza la percepción, la selección, caracterización
permanentemente: la acomodación y la asimilación. Todos poseen, y categorización rudimentaria de objetos y fenómenos con la formu-
como parte de su estructura genética y vital, este impulso para conocer lación de hipótesis. Una movilización de signos, de indicadores, emer-
y pensar, a su nivel, mientras no se lo debilite o se aniquile por abando- ge inicialmente de impresiones e imágenes sensorio-ideo-motrices,
no o sobreexigencia. Si no se adapta, sufre, se enferma o sucumbe. mientras se configuran sucesivas e infinitas asociaciones y conversio-
La motivación que impulsa la exploración es, entonces, un factor in- n:s de significaciones que le permiten integrar e instrumentar progre-
terno, intrasubjetivo, aunque la concreción comporte necesariamente Sivamente la realidad para transformarla y transformarseY
de interacciones intersubjetivas.
El niño en buena salud y con seguridad afectiva está abierto al mun- V- Seguridad Postura/y disponibilidad corporal
do, tiene necesidad, motivación, impulso y avidez por conocer. ¿Cómo La sensación de equilibrio tónico-postura!, de desequilibrio o de
se abre a este niño el mundo preparado por los adultos? ¿Lo hace en un equilibrio precario es absolutamente íntima. Está fuertemente ligada
entorno adaptado a nivel de sus capacidades, a sus competencias, sus a las emociones, a Jos afectos, a la seguridad en sí mismo y a la conti-
intereses, su ritmo y sus tiempos? nuidad del yo. Su base está en el tono muscular y su funcionamiento
En la aventura -ventura del encuentro o desventura del desencuen- constituye la trama de uno de los Organizadores del Desarrollo por su
tro- en el ajuste o desajuste con su ambiente, a partir del despliegue de influencia en la estructuración del psiquismo y de las relaciones con
sus propias iniciativas y nctitudes, el niño va experimentando y perfec- el mundo.
cionando, en un proceso sincrónico y diacrónico, su propio estilo, sus La autoconstrucción de las funciones de equilibrio, de sus postu-
maneras, sus competencias, sus ritmos, sus tiempos, sus preguntas y ras'3 Y de los desplazamientos, permite que el niño pueda organizar
sus hipótesis frente a los objetos y las personas. En ese camino ejerce y sus movimientos a su nivel manteniendo un íntimo sentimiento de se-
desarrolla sus aptitudes cognitivas mientras construye así sus mode- guridad postura/ y disponibilidad corporal esenciales para la armonía
los personaJes de acceso al conocimiento: sus matrices de aprendizaje del gesto y la eficacia de sus actos. Evidentemente su seguridad pos-
-relativamente estables, más o menos rígidas o más o menos malea- tura/ opera como un organizador fundamental de la confianza en sí
bles- operando a lo largo de su vida. En esta experiencia de aprender a mismo, incidiendo en la personalidad en su conjunto.
aprender está entramada la conciencia de su propio rol en ese proceso, El ejercicio libre del equilibrio -a partir de las funciones tónica, pro-
de quién es él, cuá l es su lugar y cuál el lugar del otro en su camino de pioceptivo-vestibular y visual, de acuerdo a la maduración biológica y
explorar, descubrir, conocer, reconocer, comprender y crear. a las leyes físicas que lo determinan- es lo que permite el desarrollo
El instrumento principal es la actitud de cuestionamiento.
Se trata de un momento de focalización intensa, de concentración ac-
tiva alrededor de un j"enómeno, ya sea rej"erente a un objeto externo
12 Es la definioon de aprendlza¡e de Prchon Rivtére, op.ot.
o a las sensaciones de su propio cuerpo, que desencadena una serie
de acciones precisas onentadas a circunscribir yjo a precisarlo por 13 la nocion de postura corpordl define una orgamzacron tonrca comple¡a que brrnda estabilidad yaptitud p.¡ra prep.¡rdr, dsumrr,
e¡e<utar, sostener YconclUir las accrones, es dedr, que esta al servr<ro de con<retar los actos motores. Adrferencia de posmon
la exploración de aspectos o resultados semejantes, idénticos o por el
del cuerpo, que remue solo a la drstñbución yoñentación de los segmentos corporales en el espacio, srn que tenga un ob¡etivo
contrario diferentes(. ..). (Szanlo Feder, 2011) ni resulte parucularmente apta para realrzar alguna accion.

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Myrtha He be Chokler 1L1 avtntura didlóglca dt la tnfancla
Capuulo 2( Bu1candola cohtrtnna de la1 rdeasen la pra~ rs

autónomo de las posturas y de los desplazamientos, al mismo tiempo después de cierto tiempo, pasar de la postura ventral a la dorsal cada
que la apropiación y dominio progresivos del propio cuerpo. vez con, mayor dominio de las sinergias. Durante estos meses todos
El niño opera en cada momento de su vida con los instrumentos los be.bes sanos se ';lantienen muy activos ampliando su espacio, en
madurativos, perceptuales, motores, afectivos y cognitivos que ya e~p~~1al cua ndo estan acostados en superficies horizontales y firmes.
posee, atento a las sensaciones provenientes de su propio cuerpo y de S1nt1end?s~ en seguridad experimentan con soltura las tres posicio-
sus superficies de apoyo. nes: decub1to dorsal, lateral y ventral.
Esta concepción científica, neurofisiológica y psicológica se sostie- Primero involuntariamente y luego de manera intencional, comien-
ne en la continuid ad genética del desarrollo postura! y motor autóno- zan a desplazarse pivoteando. Después dominan los giros repetidos
mo descubierto por la Dra. Emmi Pikle r (1985). co~ tal soltura que les permite rodar trechos más largos. Aprenden
El desarrollo postura! sigue las leyes de la física de los sólidos: un mas o menos al mismo tiempo a reptar, propulsándose en decúbito
cuerpo se encuentra en equilibrio tanto más estable cuanto mayor es dor~al o ventral hacia atrás o hacía adelante con todo su cuerpo. En
la base de sustentación y más cerca de ella se encuentra su centro de un t1emp~ -muy v?riabl e- s: van a alzar y a desplazar en cuadrupedia
gravedad. El niño, a partir del proceso de maduración neuropsicoló- Y luego as1 treparan y bajaran escalones o plataformas con prudencia.
gica y de las experiencias que realiza, construye sistemas sinérgicos . A trav~s de distintas modalidades, los niños pasan por posturas
de equilibrio, de estabilidad y dinámica postura) cada vez más sofis- mter~e.~1as desde la horizontalidad hasta acceder paulatinamente a
ticados. Eso le permite, de manera particularmente notable durante la POSICJOn sentada con la cabeza y el tronco verticales. Inicialmente
los dos primeros años de vida, pasar de la horizontalidad a la vertica- reduce~, la b~se de sustentación manteniendo gran parte del cuerpo
lidad, mientras elabora sus posturas con una disminución progresi- extendido Jruentras con la otra giran un tanto de costado. Así pueden
va de la base de sustentac ión y una elevación también progresiva del a!zar Ysostener oblicuos la parte superior del tronco y de la cabeza ha-
centro de gravedad. Ciendo palanca sobre un antebrazo. Consiguen una posición acodada
Los protoinfantes acostados sobre su espalda desde el nacimiento a s.u manera. Con un pie aseguran un triángulo de equilibrio pudiendc;
se mantienen en esa posición cuando duermen -o no- durante los pri- de¡ar un brazo y una mano libres para explorar o tomar objetos con
meros meses. Pueden girar libremente la cabeza ciento ochenta grados, mucha soltura. Poco después, extendiendo un brazo para hacer palan-
extenderla y fl ex ionarla sin los obstáculos que les provocaría el peso de ca sobre la mano organizan una postura sem1sentada con el tronco
la misma. Mueven también las piernas y los brazos con toda la amplitud oblicuo cada vez más cerca de la vertical.
que les permiten sus articulaciones. Luego, gracias a la maduración, Jo- La posición sedente se adquiere recién cuando el tono del tronco y
gran girar de costado por su propia iniciativa. De tal manera, girando la musculatura del tórax ya son suficientemente fuertes para sostener,
hacia un lado y otro, con gran movilidad preparan sus condiciones tóni- desde la cadera, en equilibrio con seguridad, su propio peso, el de los
cas y espaciales precursoras de los primeros desplazamientos. bra;zos Y el de la cabeza. La posición de las piernas flexionadas hacia
Más tarde, desde estar apoyados sobre la espalda aprenden a gi- a tras, o una ~tr~s y otra hacia adelante, fac ilita el apoyo de los isquio-
rar de costado hasta colocarse sobre su vientre. Cuando llegan a esta nes Y la vert1~,ahdad del tronco con estabilidad sobre una amplia base
posición ya están bastante maduros para sostener un tanto alzada la de sustentac10n y el centro de gravedad muy bajo. De esta manera se
parte superior del tronco, los hombros y la cabeza hacia la vertical, garantiza la movilidad y disponibilidad de la parte superior del tronco
aunque todavía pesan mucho. Por eso se apoyan en los antebrazos. de la cintura escapular, de la cabeza, de ambos brazos y ambas manos:
Descubren, ensayan y ejercitan progresivamente las clásicas posturas Esta post~u·a hace posibles rotaciones, inclinaciones, extensiones, gi-
de planeador, alzando también brazos y piernas apoyándose sobre el ros, camb~c~s ~e fr.ente y manipulaciones diversas, sin riesgo de pérdi-
vientre y curvando con gran fuerza la espalda. También prueban el da de eqmhbno n1 ruptura de la melodía cinética.
halconeo, con apoyo al principio en los antebrazos y luego en las ma- En esos tiempos llegan a arrodillarse y se desplazan de rodillas.
nos. Mientras, a pesar de la dificultad, intentan, hasta que lo logran Luego se ponen de pie sosteniéndose en un apoyo firme y pueden dar

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Myrtha Hebe Chokler !La aventura dialógica de la Infancia (apitul(l21 Buscando la coherenaa de las ideas en la prax1s

pasos laterales. Más o menos pronto consiguen mantenerse de pie con Los aprendizajes motores están en función de la maduración neuro-
soltura, desde el suelo y sin sostenerse. Así llegan a realizar los pri- lógica y de su capacidad de integración psíquica. El niño, seguro afec-
meros pasos por su propia iniciativa para adquirir más adelante una tivamente, y libre de realizarlos a su propio ritmo, aborda los cambios
marcha segura. Estas sinergias exigen un dominio del equilibrio sobre afrontando pequeños riesgos con prudencia y sin colocarse realmente
una mínima base de sustentación -los pies- y con el centro de gravedad en peligro. El gesto autónomo y la soltura del movimiento son indica-
muy alto, en una dinámica de fuerzas que permitan tanto el desplaza- dores importantes de su maduración tanto neurológica como psíquica.
miento como los cambios postura les organizados a tal fin.
El orden de aparición de las posturas y desplazamientos es el mis-
mo en todos los niños hasta el momento de reptar; luego depende de En síntesis
variaciones individuales. En ocasiones puede suceder que el reptado
o la cuadrupedia dure muy poco tiempo o, excepcionalmente, que un Es evidente que existe una relación dialéctica entre apego, comuni-
niJ1o no lo ejercite casi nunca. cación y exploración. En los comportamientos de apego el niño explora
Todas estas posturas, adquiridas por la propia maduración, en co- las características de los adultos para brindarle, como ya vimos con
rrelato con las leyes del equilibrio antes mencionadas y con el proce- Bowlby, la respuesta específica a sus necesidades y deseos y recíproca-
samiento de la información acumulada durante las experiencias, son mente el adulto explora y va conociendo las necesidades y modalida-
intermediarias entre la horizontalidad y la verticalidad. Aseguran la des expresivas del niño.
soltura, armonía, plasticidad y funcionalidad de cada una de ellas du- Cuando tiene elección, el niño va a escoger no solo a aquellos adultos
rante los desplazamientos que las requieren. Estructuradas en una con los que interactúa con mayor frecuencia sino, tal vez, los que le dan,
unidad orgánica y funcional, cada postura se integra a las precedentes para él, la mejor respuesta específica, los que mejor neutralizan sus
y evoluciona progresivamente en secuencias encadenadas, siempre y miedos frente a Jo amenazante. En el núcleo de esa trama vincular está
cuando las conductas del adulto y las condiciones del medio no inter- el germen del contacto, la conexión, la expresión y la comunicación.
fieran en esta evolución, sino que la favorezcan. Todos estos Organizadores tienen valencias y efectos diversos. El
Las posturas intermedias aseguran los pasajes armónicos de una a apego busca la proximidad, el acercamiento con las personas rease-
la otra. Mientras el niño percibe todas las partes activas de su cuerpo, guradoras y su fuerza tiende a cerrarlo en la fusión con el otro. La
experimenta su propia capacidad para hacerlas funcionar en el mo- exploración y conocimiento del mundo, a pesar de que depende de la
mento más adecuado, con una permanente autorregulación tónico- seguridad afectiva provista por un vínculo de apego suficientemente
postura! y teleocinética, ligada a la intencionalidad. Esta percepción y bueno 14 tiende, por el contrario, a la separación, a la independencia. No
autorregulación son esenciales en la construcción del esquema corpo- promueve contactar en particular con las figuras de apego -más que
ral, de la conciencia de sí y de la eficacia de sus propios actos. cuando se constituyen en objeto de conocimiento- sino que lo impulsa
Existe normalmente una extraordinaria variabilidad individual: la a conoce1~ comprender y operar en el mundo -externo o interno- re-
edad de acceso a cada una de las etapas, el tiempo de experimentación flexionando y conociéndose a sí mismo.
de cada movimiento y el momento de su abandono o integración en La comunicación con sus lenguajes se instala en la dinámica del es-
pos de un próximo estadio, se expresa dentro de límites muy amplios pacio entre los sujetos, con suficiente proximidad pero también con
entre un ni1'1o y otro. suficiente distancia para crear sus sistemas en común, incidir desde
En conjunto, no hay correlación entre la calidad del movimiento y la diferencia sobre un otro elaborando códigos socializados. Esto se-
la precocidad de adquisición de una postura, ni entre esta precocidad ría imposible sin explorar, descubrir, reconocer, probar, ejercítat~ pon-
y la maduración cogr.!~iva. Esta última está mucho más ligada al desa-
rrollo de la atención y de la coordinación visual con la manipulación
que a la maduración tónica del eje corporal y los desplazamientos. 14 Clásica caracterización de Winnicott de la función maternante.

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Myrtha Hebe Chokler Jla aventura dialoq1u de la mfanoa Capitulo 1[ Buscando la coherenclil de la11dtdlfO la prdxll

derar· y dominar las modalidades e instrumentos más eficaces para interrelación entre ambos. La concepción de los Organizadores del Desa-
influir en él en cada contexto que, a su vez, va a estar definido por el rrollo se articula con las nociones de zona de desarrollo próximo (Vygots-
orden simbólico de las representaciones sociales. De la misma manera ky, 1978), de competencia (Bruner, 1983) y de medio (Wallon, 1959).
el Orden Simbólico determina las formas culturales de las conductas de Como afirmaba Wallon ya en 1925: "la maduración precede al
apego y los espacios, objetos y ritua les del mundo a explorar y conocer. aprendizaje". Nada puede aprenderse si el equipamiento neurobioló-
Estos Organizadores, aunque son diferentes, abren predominan- gico, emocional, cognitivo y social no está suficientemente maduro.
temente al sujeto al mundo externo; exigen la coparticipación de las Por lo tanto, para nosotros, anticipar los aprendizajes es anticipar los
personas y del ambiente general. Se puede considerar que son movidos fracasos.
por fuerzas prevalentemente centrífugas. Por el contrario, la fuerza Lo que se adquiere con una infraestructura inmadura son conduc-
fundamental del organizador Seguridad Postura/ y disponibilidad cor- tas fragmentadas, deformadas, inseguras, precarias, disociadas, con
poral es predominantemente centrípeta y lleva a centrar al individuo efectos más o menos inquietantes y no siempre considerados ni evalua-
en sus propios automatismos y en 1a conciencia sobre sus propias ca- dos en el con¡ unto de la personalidad. Efectos que están directamente
pacidades para acceder al control de su propio cuerpo en cada situa- en relación al nivel de inmadurez y a la tenacidad del forzamiento para
ción y contexto. Aunque está condicionado por la calidad de firmeza- desencadenar una conducta supuestamente esperable, aun cuando la
morbilidad de los apoyos en el entorno material y del conjunto de las exigencia aparezca con una gran seducción afectiva.
fuerzas físicas que operan sobre los cuerpos, no depende en la misma Wallon también explica, como citamos en el capítulo anterior, que
medida del afuera, como los otros Organizadores, sino de su propio re- estimular una función aislada, desinsertada del comportamiento glo-
gistro y control. bal en el que adaptativamente debería verse integrado en un estadio
Las diferencias individuales están sin duda ligadas a las propias dado, en lugar de facilitar el desarrollo lo bloquea, confunde e interfie-
condiciones del sujeto y a la interrelación dialéctica entre todos los re en su construcción y autorregulación.
Organizadores. En una mutua determinación, los factores, biológicos, Un ejemplo evidente es la torpeza en la marcha de un niño que aún
psicológicos y sociales, se articulan con su ritmo madurativo, con el no ha adquirido suficiente maduración biológica, emocional, afectiva
tiempo que cada niño se toma para el descubrimiento, ejercitación y y/o cognitiva para ello, pero al cual se lo ha estimulado tomándolo de
utilización instrumental de cada uno de los múltiples aprendizajes. los brazos o de las manos, o del tronco, impulsándolo para que camine
Estas diferencias entre individuos constituyen justamente la origina- como sea. Debiendo mantener precariamente un equilibrio dinámico
lidad, la singularidad del proceso personal y por ello son particular- que no domina, queda atrapado por la tensión, la inestabilidad y el mie-
mente subjetivantes. do a la caída. Esto lo vuelca hacia adentro, lo absorbe absolutamente.
Desde esta perspectiva facilitar que, en todo momento, el bebé pue- Inseguro, con sus automatismos desajustados, sin ninguna posibilidad
da mantenerse activo, libre de resolver con iniciativa y pertinencia las de prestar atención más que a sí mismo, intenta a toda costa evitar
tareas que a su nivel se plantea, experimentando sus competencias en desplomarse, con las consecuentes dificultades para pensar, organizar
la continuidad de su experiencia, le ayuda a autoconstruir sólidamente y regular sus gestos. Los riesgos ante los que se enfrenta, el temor a
su imagen del cuerpo, base fundamental de la elaboración de la imagen los posibles golpes o a la descal ificación del adulto, lo encuentran sin
de sí y del sentimiento de unidad y consistencia de su Yo. "El acto rea- medios para controlarlos. Con un profundo sentimiento de inseguri-
lizado no agota sus efectos en la obra producida sino que ejerce aún una dad en sí mismo, de falta de confianza en los propios recursos, elabo-
influencia recíproca en el autor" (Wallon, 1991). ra y ratifica una imagen de sí corno ineficiente y torpe, agravada por
Los procesos de maduración, desarrollo y aprendizaje se construyen el sentimiento de desvalorización frente a la exigencia -imposible de
y se concretan por interacción entre las complejas potencialidades neu- cumplir- de un entorno que le demanda incomprensibles desempeños
robiológicas y psicológicas actuales y las condiciones del ambiente. No más allá de sus posibilidades.
están en lo interno o en lo externo sino justamente en el espacio de la

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En definitiva, toda estimulación tenaz de una función para la que el pretexto de exquisitas y tempranas competencias justifican la hiper-
sujeto todavía no está maduro implica una sobreexigencia que deter- estimulación, la manipulación forzada del niño como un objeto entre-
mina la necesaria utilización de otros sistemas y recursos ya maduros nable yjo reparable.
-dado que los requeridos no los posee-. Pero éstos resultan no perti- La invasión y la sobrexigencia enmascaran, en realidad, a nuestro
nentes, ineficaces para la acción que se quiere provoca1~ y por Jo tanto criterio, formas suti les de coacción yjo de abandono del niño, a partir
la distorsiona. de negarlo como el sujeto que es, aquí y ahora, en aras de que se aseme-
El placer de la madre por el placer de la acción del niiio le devuelve el je a lo que debería ser según las expectativas de los adultos. De manera
sentido y el valor de la experiencia r...J Si el adulto mira al niño total consciente o no se lo ubica en una relación de dependencia absoluta,
y no solo a una parte del nií1o, o al nivel de desarrollo de una aptitud
sin permitirle que exprese su potencial autonomía, quién es y cómo es,
particular. éste podrá actuar. en el camino del conocnniento, sin ex-
con la tranquilidad de sentirse realmente aceptado en un contexto de
perimentar el sentimiento de angustw de fragmentaCIÓn a partir de
la cual se sentiría una sumatorio de funciones va nadas antes que un seguridad. Reflexión particularmente importante cuando nos encon-
todo único. (Fattori, Benincasa, 1996) tramos frente a niños en situación de riesgo, o con déficit de desarrollo
psicosocial, o serias perturbaciones biológicas a quienes muchas veces
se somete encarnizadamente a entrenamientos para estirar sus capa-
cidades como si eso no tuviera consecuencias en el propio sentimiento
Los Postulados de Base de dignidad personal y de autovaloración y por ende en toda la estruc-
tura vincular.
Sin duda la concepción filosófica y la elección ética y epistemológi- Por el contrario, nuestras estrategias de intervención y sus condi-
ca propia de este enfoque neuropsicosociológico orienta tanto nuestro ciones -inspiradas en los principios de los Organizadores del Desarrollo
marco teórico como la investigación científica y su praxis. Desde este y de los Postulados de Base. Tienen en cuenta que, para un protoinfante,
posicionamiento planteamos los valores: respeto, autonomía y seguri- con escasa conciencia de tiempos y esperas del después, del dentro de
dad, como los principios inalienables o postulados de base que, en su poco, el instante de coacción, de malestar, de inseguridad o de sufri-
interrelación dialéctica, organizan las estrategias de acción. miento se vive como infinito. Como así también el instante de bienes-
tar y el de alegría. Es la intensidad de la vivencia la que deja huellas, a
Respeto esencia l por la persona. Respeto por su maduración neu- veces muy profundas, que abren o cierran al mundo. Esto implica para
ropsicológica, por su singularidad y por su derecho inalienable a ser y los adultos -familia, profesionales y sociedad- una gran reflexión. Se
sentirse siendo autor y protagonista de su propio desarrollo. requiere una extraordinaria capacidad de empatía porque es en los
Autonomía en desarrollo, pero existente, aun en germen y posible más pequeños detalles de la vida cotidiana donde se concretan o nau-
de concretarse desde ya, para ciertas acciones en ciertas condiciones. fragan los mejores deseos y voluntades y las más bellas teorías.
Autonomía que le permite vivirse como sujeto competente a su nivel,
con iniciativas, deseos, aptitudes y proyectos.
Seguridad como el estado de confianza básica. Seguridad de sus re-
ferentes de a pego, que se afirma, se ratifica, se renueva y que sostiene
la confianza en su entorno humano y material a pesar de los avatares
cotidianos. Seguridad emocionulligada al registro íntimo, de seguridad
postura!, que está en la base de la confianza en sf mismo. No es posible
sentirse en equilibrio psíquico sin sentirse en equilibrio físico.
Existe una oposición antagónica entre la concepción de desarrollo
y de autonomía que aquí se sostiene y otras concepciones que, con el

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