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El 

narcisismo es la complacencia excesiva en la consideración de las facultades


propias. El término alude al personaje mitológico Narciso, enamorado de sí
mismo (se ahogó al intentar besar su imagen reflejada en el agua).

Aunque es cierto que con esta palabra se puede hacer referencia a algunos
rasgos de una personalidad normal, el narcisismo se puede manifestar de forma
patológica como es el caso del Trastorno de la Personalidad Narcisista, que se
caracteriza por un patrón de larga duración de grandiosidad (exagera sus logros
y talentos), una constante necesidad de admiración y, por lo general, una falta
total de empatía hacia los demás.

Algunas personas utilizan este término como si hiciera referencia a una


determinada manera de ser caracterizada por la superficialidad y la búsqueda de
atención; otras se refieren a este como un tipo de trastorno psicológico.

Lo cierto es que ambas perspectivas tienen su parte de razón: el narcisismo puede


ser un elemento de personalidad, o bien puede ser un tipo de trastorno de la
personalidad. Lo importante es tener claro que existe una diferencia clara entre
ambas acepciones, y que conviene no mezclar ambos significados.

Se da la circunstancia de que la mayoría de las personas con este tipo de


trastorno no buscan tratamiento.

¿Puede ser positivo ser un poco narcisista?

Otro de los aspectos en los que se ve que el narcisismo no tiene por qué ser
patológico lo encontramos en el hecho de que, en su justa medida, puede
resultar ventajoso.

La investigación científica apunta que el narcisismo a niveles subclínicos (es


decir, no patológicos) puede traer algunos beneficios. En promedio, los
individuos muy narcisistas pero que no superan el límite de lo que es
considerado trastorno narcisista de la personalidad, parece que tienen un mayor
grado de resistencia mental, rindiendo mejor en situaciones de mucha presión,
además de gozar de un mayor rendimiento académico y laboral. Tienen una
visión de sí mismos más positiva y mayor asertividad. Además, el narcisismo no
patológico se ha relacionado también con una baja incidencia de depresión.

¿Cómo manejar a un narcisista?

Tener una relación con un narcisista puede convertirse en una muy frustrante y
estresante. En su ansia de control y admiración, las personas narcisistas pueden
manipular y explotar a los demás, dañando su autoestima e incluso cambiando la
forma de percibir el mundo de las víctimas. Discutir con un narcisista sobre su
forma de tratar a los demás es tarea inútil porque no van a ser conscientes del
daño que provocan.

Por ello, una de las mejores soluciones es establecer límites y distanciarse


emocionalmente de este tipo de personas. Debemos reconocer que no siempre
podemos manejar nuestros sentimientos acerca de una persona, pero sí
podemos controlar cómo responder a su forma de comportarse. Muchas
personas optan por cortar los vínculos que las atan a una pareja narcisista, un
familiar narcisista o un jefe narcisista. Sin embargo, a largo plazo lo más
recomendable es hacer lo posible por que esa persona acuda a terapia.

¿Cuáles son los puntos débiles de un narcisista?

Una de las debilidades del narcisista es que odia que se le diga qué hacer
porque creen que esto es un control intolerable. Este tipo de personas odian las
fronteras, en cambio, le gusta ser totalmente irresponsable con los demás. Ser
como una persona normal es para ellos un horror terrible.

Están acostumbrados a obtener lo que quieren en todo momento, pues son


expertos titiriteros cuando se lo proponen. Pero si hay algo que los saca de sus
casillas, con lo que definitivamente no saben lidiar, es con un “no” como
respuesta. Esta es una de las debilidades narcisista más grandes, y es una
excelente manera de establecer límites con ellos.

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