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Los agentes

Al analizar que las relaciones que se conforman, tanto de manera jerarquizada (top down) en las

formalidades burocráticas de la política pública tradicional, como de abajo hacia arriba (bottom up) gracias

a los movimientos de sociedad civil y organizaciones que buscan soluciones a sus demandas, se

encuentra los siguientes agentes en el objeto de estudio: La alcaldía de Guadalajara; La Universidad de

Guadalajara; la sociedad civil de Guadalajara; los grupos/asociaciones de artistas activamente interesados

en generar cambios y participar en cultura en Guadalajara. Según cómo los actores intervienen en la

implementación de la política cultural, se puede analizar sus acciones en relación con los objetivos

culturales. En este sentido el análisis de acciones de políticas culturales se puede dar estudiando un

modelo Top down, como relación de poder unidireccional jerarquizada para la realización de políticas

públicas, o como aquella política descentralizada y más participativa la cual puede ser descrita como de

tipo Bottom Up desde la teoría de las políticas públicas (Roth, 2002) (Figura 2).

Descentralizada. Acciones e
iniciativas provenientes de Jerarquizada. Acciones e
diversos sectores de la sociedad iniciativas provenientes del
para generar soluciones que se gobierno caracterizadas por
plasmen en políticas ante una Top Down ser la respuesta centralizada
problemática. Bottom Up para generar soluciones ante
Enfoque bottom up es una problemática
recomendable al analizar
contextos con instituciones, Enfoque top-down es
actores, competencias y recomendable al analizar
objetivos poco definidos y en contextos e instituciones con
negociación. competencias definidas y
objetivos claros.

Figura 2. Modelos en el estudio de políticas públicas Bottom Up y Top Downl.


Fuente: elaboración propia con base en documentación consultada.
Los factores

Los factores relacionados al problema son el capital social, el capital humano, el imaginario social,

los procesos de institucionalización de políticas públicas y los aspectos burocráticos.

El primer factor que resalta es el capital social, un “componente del capital humano que permite a

los miembros de una sociedad confiar más en los demás y cooperar en la formación de nuevos grupos y

asociaciones” (Coleman citado en Arriaga, 2003, p.14), se entiende que este capital intangible permite

reflexionar sobre cómo potencializar la gestión cultural para lograr los objetivos, tomando en cuenta las

diferentes dimensiones fomenta la sinergia entre lo público, lo privado y sociedad civil (Mincultura, 2013),

lo cual implica considerar las soluciones frente a la falta de un auténtico ejercicio de la política y la

democracia; la escasa madurez en procesos de concertación, participación comunitaria y por lo tanto de

organización de la sociedad civil (Mincultura, 2013; Aduna, Correa y Chávez, 2017).

Por su parte el capital humano se puede comprender como "la suma de habilidades innatas y del

conocimiento y destrezas que los individuos adquieren y desarrollan a lo largo de su vida¨ ( Aroche,

Merette y Ruggeri, 1999 citado en Giménez, 2005 p.105); comprender el capital humano como un factor en

la gestión cultural permite estudiar la incidencia de en la calidad del trabajo por parte de quienes lideran

labores culturales, lo que a su vez resalta "la necesidad y posibilidad de la consolidación disciplinar de la

administración cultural que permita el capital humano e intelectual capaz prospectar los escenarios

estratégicos para administrar eficientemente el recurso cultural (Licona y Vélez, 2017).

Como tercer factor se halla el imaginario social, el cual es " una matriz de sentido determinado que

hegemónicamente se impone como lectura de la vida social "(Cegarra, 2012, p.5), así como es creación de

“significaciones imaginarias sociales y de la institución” (p.10), por lo cual al considerar el imaginario como
factor social en la gestión cultural de creación de espacios artísticos, se habla de la influencia y relevancia

que tienen la capacidad de construir voluntades colectivas para la realización de posibilidades tanto

individuales como comunitarias (Vich, 2018, p.53).

Los procesos de institucionalización de la política pública cultural son el cuarto factor. Al estudiar

la institucionalización en esta problemática, se hace referencia al análisis del factor que relaciona los

procesos de organización con las prácticas socioculturales, así como al proceso de legitimación y

reproducción social, en cuestiones relacionadas con el poder, el cambio de "rutinas"y la eficiencia en la

organización (DiMaggio y Powell, 1999). La importancia de comprender los aspectos institucionales que

subyace en la gestión cultural se debe a los elementos culturales y normativos que componen los

ambientes organizacionales.

Finalmente, el quinto factor se puede encontrar en los aspectos burocráticos, puesto que se

encuentra estrechamente ligado a los factores de capital social, capital humano y procesos de

institucionalización, pero ademas, tiene relación con temas de gestión cultural.

Partiendo de la visión del modelo burocrático weberiano, al hablar de aspectos burocráticos se

hace referencia aquellas entidades organizadas burocráticamente si bien resultan ser más eficientes que

las organizaciones que están menos estructuradas, no resultan necesariamente ser más eficaces en la

consecución de objetivos (Petrella,2007), pues las organizaciones formalmente estructuradas pueden

terminar desplazando dichos objetivos, cuando la burocracia misma pasa de ser un medio para alcanzar

un fin a comportarse como si esta misma fuera un fin (Petrella, 2007), cuestión que se manifiesta cuando

hay la priorización de los reglamentos, el formalismo y el papeleo o documentación, que conlleva a gran

cantidad de trámites y formatos, y no benefician la consecución de los objetivos para los cuales fue creada

(Petrella, 2007).
Marco de referencia

El concepto de cultura bajo el que opera el proyecto se refiere a los valores que comparten los

miembros de un grupo dado, a las normas que pactan y a los bienes materiales que producen

(Giddens,1989, 2006). Este concepto está íntimamente ligado con el de institución, el cual para el presente

caso es un concepto transversal e inherente que hace mención a instituciones (normas, creencias,

valores) imponen restricciones sobre la agencia humana al guiar las conductas, y generar una

determinada percepción de su propia identidad y del mundo, pero a su vez son producto de la acción

humana y se instrumentalizan a través de las organizaciones que representan a estas instituciones.

Esta acción humana desde la perspectiva de Anthony Giddens se entendería como la capacidad

de agencia para incidir en la estructura, lo cual se vería traducido como la capacidad de realizar

intervenciones por parte del Estado, instituciones de distinto orden y grupos comunitarios involucrados,

con el fin de orientar el desarrollo del aspecto simbólico por medio de la reproducción de los valores y

normas a fin de responder a las demandas culturales de la población, y a su vez lograr fortalecer la

identidad para el mantenimiento del orden social.

En otras palabras, cuando se habla del proceso de institucionalización de la cultura se refiere al

"vínculo que existe entre la gestión y las políticas culturales" (González, 2018, p.193), que para este caso,

es el vínculo dado entre la gestión de acciones para la promoción artística y la implementación de la

política pública cultural, lo cual a su vez tiene implícito los aspectos burocráticos, puesto que se encuentra

estrechamente ligado a los factores de capital social, capital humano y procesos de institucionalización –

democráticos de estas instituciones.


Las instituciones culturales realizan un conjunto de acciones cuyo propósito es ayudar a

transformar la realidad social y cultural, estas instituciones buscan crear, construir y consolidar una

jerarquía de valores acordes a nuestra sociedad, brindar un espacio y las condiciones para el trabajo

artístico, así como desarrollar en la población un interés por apreciar y apropiarse de los bienes culturales.

La institución cultural se comprende en relación al conjunto de comportamientos instrumentales que se

deben adoptar absolutamente para ser considerado parte del grupo social que se encuentra enmarcado

simbólica y normativamente.

En este orden de ideas, en relación con la problemática del caso, se encuentra necesario abordar

y profundizar en conceptos clave tal como democratización cultural, democracia cultural, política pública

cultural, divulgación y apropiación culturales.

Democratización cultural

La democratización cultural se refiere al proceso de difusión de un modelo cultural. Según García

Canclini este concepto implica que la política cultural se genera como “un programa de distribución y

popularización del arte, el conocimiento científico y las demás formas de "alta cultura". Su hipótesis básica

es que una mejor difusión corregirá las desigualdades en el acceso a los bienes simbólicos” (1987, p.46).

Democracia cultural

En este concepto implícitamente se entiende por democracia cultural a una cultura de participación

o de democracia participativa mediante la cual explica que:


Esta concepción defiende la coexistencia de múltiples culturas en una misma sociedad, propicia su
desarrollo autónomo y relaciones igualitarias de participación de cada individuo en cada cultura y de cada
cultura respecto de las demás […] a través de una participación organizada, autogestionaria, reuniendo las
iniciativas diversas (de todos los grupos, en lo político, lo social, lo recreativo, etc.). Además de transmitir
conocimientos y desarrollar la sensibilidad, procura mejorar las condiciones sociales para desenvolver la
creatividad colectiva. Se intenta que los propios sujetos produzcan el arte y la cultura necesarios para
resolver sus problemas y afirmar o renovar su identidad […] La democracia sociocultural es, sobre todo, el
proyecto de movimientos y grupos alternativos” (García, 1987, p.50-52).

Política Pública cultural

Según García (1987) por política cultural se entiende al conjunto de intervenciones y

característica normales de las políticas públicas pero con el objetivo de orientar y responder a la necesidad

del desarrollo simbólico, de forma que la política cultural además de contener aspectos organizativos del

desarrollo cultural para responder las demandas de la población como parte del aspecto democrático de

las instituciones “también los movimientos de juego y experimentación, promueve las búsquedas

conceptuales y creativas a través de las cuales cada sociedad se renueva” (p.60).

Divulgación cultural

La interpretación de este concepto se toma resaltando la importancia de la participación conjunta de

todos los sectores de forma transdisciplinar para lograr la sinergia suficiente que permita “el intercambio

cognoscitivo, ideológico, sensitivo y artístico” (Avilés, 2004, p.30). No obstante, el papel de la comunidad

académica representada por la figura de la institución universitaria es fundamental en este proceso, pues

tal como advierte Avilés (2004) la divulgación cultural es:

un compromiso social adquirido por la institución universitaria ha de fomentar no sólo que la sociedad vaya
hacia la Universidad; [sino también que] sea la propia Universidad la que acuda a la sociedad a efecto de
compartir sus avances y sus logros” (p.30).
Apropiación cultural

Cuando se habla de apropiación cultural se está haciendo mención a la adopción de elementos

culturales como consecuencia de institucionalización de la identidad predominante de un grupo social; este

concepto también guarda relación con el de aculturización propio del efecto de las sociedad que han

experimentado los intercambios culturales. Sin embargo, según la definición de Rogers (2006) la

apropiación cultural se define como el uso de símbolos, artefactos, géneros, rituales o tecnologías de una

cultura por parte de miembros de otra cultura. Adicionalmente según este autor:

La apropiación cultural se puede clasificar en 4 categorías: intercambio, dominio, explotación y


transculturación. Aunque cada uno de estos tipos puede entenderse como relevante para contextos o eras
particulares, la transculturación cuestiona la visión limitada y patentada de la cultura incluida en otros tipos
de apropiación (Rogers, 2006, p.474).

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