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La explicación del efecto fotoeléctrico fue el trabajo principal citado cuando se le

concedió el premio Nobel de Física en 1921 a Albert Einstein. La explicación de


Einstein, propuesta en 1905, desempeñó un papel importante en el desarrollo
de la física atómica. Basó su teoría en una hipótesis muy atrevida, ya que pocos
de los detalles experimentales se conocían en 1905. Además, el punto clave de la
explicación de Einstein contradecía las ideas clásicas de la época.

Einstein asumió que la energía de la luz no estaba distribuida uniformemente en


todo el frente de onda en expansión (como suponía la teoría clásica). En cambio,
la energía de la luz se concentraría en «paquetes» separados. Además, la
cantidad de energía en cada una de estas regiones no sería una cantidad
cualquiera, sino una cantidad definida de energía que es proporcional a la
frecuencia f de la onda luminosa. El factor de proporcionalidad sería una
constante (símbolo h); se llama constante de Planck por razones que veremos
más adelante.

Por lo tanto, en el modelo que propone Einstein, la energía luminosa en un haz


de frecuencia viene en paquetes, cada uno con una energía E = hf, donde h =
6,626·10-34 J · s. La cantidad de energía radiante de cada paquete se
llama cuanto de luz o cuanto de energía luminosa. Como cuanto de energía
luminosa es muy largo, más tarde se le daría un nombre, fotón.

No hay una explicación más clara o más directa que la del propio Einstein en al
artículo original de 1905 [1]. Presentamos a continuación una cita del mismo, en
traducción libre y con la notación adaptada a la que venimos utilizando:

[…]De acuerdo con la idea de que la luz incidente se compone de cuantos con
energía hf, la expulsión de los rayos catódicos [fotoelectrones] por luz se puede
entender de la siguiente manera. Los cuantos de energía penetran en la capa
superficial del cuerpo y su energía se convierte, al menos en parte, en energía
cinética de electrones. La imagen más simple es que un cuanto de luz cede toda
su energía a un solo electrón; Asumiremos que esto sucede[…]. Un electrón
provisto de energía cinética dentro del cuerpo puede haber perdido parte de su
energía cinética en el momento en que llega a la superficie. Además, se debe
suponer que cada electrón, al abandonar el cuerpo, tiene que realizar una
cantidad de trabajo W (que es característica del cuerpo). Los electrones
expulsados directamente desde la superficie y en ángulos rectos tendrán las
mayores velocidades perpendiculares a la superficie. La energía cinética
máxima de uno de estos electrones es

Ecmax = hf – W

Si la placa C se carga a un potencial positivo, Vp , lo suficientemente grande


para evitar que el cuerpo pierda carga eléctrica, debemos tener que

Ecmax = hf – W = eVp  ,

donde e es la magnitud de la carga electrónica[…]


Si la fórmula derivada es correcta, entonces Vp  , cuando se representa
gráficamente en función de la frecuencia de la luz incidente, debe producir una
línea recta cuya pendiente debe ser independiente de la naturaleza de la
sustancia iluminada. […]
A la primera ecuación en la cita anterior se la suele conocer como ecuación
fotoeléctrica de Einstein. Veamos si esta ecuación y el modelo fotónico de
Einstein pueden explicar los resultados experimentales que la física clásica no
puede:

1. De acuerdo con la ecuación fotoeléctrica, la energía cinética de los


fotoelectrones es mayor que cero solo cuando la energía del fotón hf es mayor
que el trabajo W, que es el trabajo que debe realizar el electrón contra las
fuerzas de atracción del material del cátodo en el que se encuentra para escapar
de él. La energía requerida para escapar del metal se conoce como la función
de trabajo. Por lo tanto, solo se puede emitir un electrón cuando la frecuencia
de la luz incidente es mayor que un cierto valor mínimo que corresponde al
trabajo requerido para escapar del metal. Usando símbolos, la frecuencia
mínima o umbral f0 viene definida para cada material por la igualdad h f0 = W.

2. Según el modelo fotónico de la luz de Einstein, es un fotón individual de


frecuencia f el que expulsa a un electrón si f> f0 . Como la intensidad de la luz es
proporcional al número de fotones en el haz de luz y el número de
fotoelectrones expulsados es proporcional al número de fotones incidentes en la
superficie, la cantidad de electrones expulsados (y con ella la corriente
fotoeléctrica) es proporcional a la intensidad de la luz incidente. [2]

3. En el modelo de Einstein, la energía luminosa se concentra en una serie de


cuantos de luz (fotones). Por tanto no se necesita tiempo para que el
electrón acumule energía luminosa. En efecto, los cuantos transfieren su
energía inmediatamente a los fotoelectrones, que escapan de la superficie casi
inmediatamente.

4. Finalmente, la ecuación fotoeléctrica predice que cuanto mayor sea la


frecuencia de la luz incidente mayor será la energía cinética máxima
de los electrones expulsados. Esto es así porque la energía del fotón es
directamente proporcional a la frecuencia de la luz. La energía mínima
necesaria para expulsar un electrón es la energía requerida para que el electrón
escape de la superficie del metal. Esto explica por qué la luz de una frecuencia
menor que la frecuencia f0 no puede expulsar ningún electrón. La energía
cinética del electrón que se escapa es la diferencia entre la energía del fotón
absorbido y la energía perdida por el electrón al escapar de la superficie: si la
priemera no compensa a la segunda el electrón se queda donde está

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