Está en la página 1de 3

FLUIR

Para dejar fluir debemos dejar el control, soltar los apegos, dejar de esperar
cambios de afuera, cambiar actitudes y hábitos y sobre todo vivir cada emoción,
sensación o sentimiento que tengamos sin estancarnos ni engancharnos en ellos. 

Como seres humanos vivimos cambiando emociones, por lo tanto nos llevan
dependiendo de nuestro ego a ser inseguros o imponentes, llenos de miedos que
nos hacen exteriorizar cualquiera de estas dos características, para tener el
control de todo lo que está o lo que deseamos que esté en nuestras vidas.

Debemos entender y aceptar que el TIEMPO DE DIOS ES PERFECTO

Y que los que nos toca, nos llegará, no pretendo decir con esto que hay que
quedarse sentado a ver como la vida pasa sin experimentar aciertos o desaciertos,
ni tampoco que hay que correr a tratar de ganarle al tiempo para así evitar que
algo ya caducado se vaya o apresurar para que lo deseado sea o no conveniente
llegue.
Si nos sentamos dejamos de vivir y si corremos igual no apreciaríamos los
procesos de la vida, no valoraríamos los logros, no reconoceríamos lo que somos
por simple impaciencia o carrera.

Vivimos de la queja, de los miedos, de la inseguridad es lo mismo que decir


vivimos infelices, por lo tanto pretendemos tener el control de todo y de todos, nos
sabemos esperar ni confiar ni avanzar, lo insólito es que si no somos felices con
algo o con alguien, por qué no dejamos ir?, si observamos nos damos cuenta que
tratando de retener o mantener eso estamos estancado no estamos dejando fluir y
por lo tanto no podemos ver cambios por ellos están hacia adelante no en el lugar
o momento que estamos.

Dejar fluir, es además de soltar el control es soltar los apegos, cuando


pretendemos retener algo y más aun a alguien nos convertimos en seres
asfixiantes, cansamos, ahogamos, invadimos y sin darnos cuenta faltamos el
respeto a esa persona ya que no lo estamos dejando vivir su proceso y no
respetamos su decisión o elección, cuando actuamos de esta manera tan invasiva
somos falsos realmente no podemos querer más alguien que a nosotros mismos.

Pero la falta de amor propio nos hace atacar al otro porque sentimos el vacío el
detalle está que creemos que es la falta del otro y no es así es el no tenernos a
nosotros mismos. Por lo tanto esa desolación y los miedos nos hacen actuar así.

Debemos dejar de esperar que el otro cambie y deje de ser quien es para que se
convierta en quien queremos que sea, si no somos compatibles debemos aceptar
así todo tal como es o debemos dejar ir para que llegue lo que realmente es para
nosotros.

Esto de esperar que alguien cambie, nos conlleva a las críticas y a los juicios, que
nos atan y por ende nos paralizan.

El error, lo equivocado, la duda son aspectos importantes que debemos vivir


siempre y cuando nos hagamos responsables de que es con nosotros con quien
debemos aclarar eso que sentimos. La comunicación es importante pero sólo para
expresar y lograr así un equilibrio sin esperar tener la razón. Pretender tener la
razón muchas veces nos hace entrar en conflictos es lo mismo que estancarnos,
cambiar actitudes y hábitos es importante para saber que estamos fluyendo, la
rutina y la monotonía nos estancan, nos paralizan y no nos deja ver que lo nuevo o
lo diferente también es parte de la vida.

Deja fluir, sé el protagonista de tu historia sin ego ni control solo con amor, respeto
y confianza podrás reconocerte y dejarte ver como la moneda de oro que eres.

¡Enamórate de ti para que puedas enamorarte de alguien más!

¡La esencia de la vida es tomarla para vivirla, lo perfecto lo haces tú, en cada sube
y baja que vivas!
Se feliz, dejar fluir, acepta y vive cada proceso en tu vida.

También podría gustarte