En el proceso para conocer a Dios la
Inteligencia humana está sometida a
Más tarde una serie de errores
conducirán a negar al hombre esta
capacidad. Planteamiento negativo que
será asumido por la reforma luterana e
influirá en las corrientes de pensamiento
de los siglos siguientes. La respuesta de
la teología católica fue torpe al principio
y la neoescolástica no modifico los
planteamientos exclusivamente
abstractos. Pero en los últimos cincuenta
años ha iniciado la búsqueda de nuevos
caminos a partir de la enseñanza bíblica
y de la experiencia de Dios.
La enseñanza del magisterio eclesiástico
parece que se propone directamente
salvaguardar los fundamentos racionales
de la fe y la gratuidad de lo sobrenatural
y, solo indirectamente, aclarar la
cuestión filosófica de la capacidad de la
razón ante el conocimiento de Dios.
diversos factores que agilizan o retrasan EL CONOCIMIENTO DE DIOS
dicho proceso, como el pecado, la gracia y
el influjo positivo o negativo del ambiente
cultural.
Las diversas pruebas metafísicas que
permiten probar con absoluta certeza la
existencia de Dios como las cinco vías de
Santo Tomas, se basan en el
reconocimiento de determinados
fundamentos filosóficos. También se
presentan pruebas cosmológicas y
morales, que tiene valor que se puedan
reducir a la estructura de las pruebas
metafísicas.
Más accesible es el proceso de tipo
intuitivo, experimental, que partiendo de la
vida cotidiana, impulsa al hombre –
enfrentado con el misterio- a creer en
alguien capaz de satisfacer plenamente las
aspiraciones del corazón humano. También
el contexto cosmológico y el contexto EVERTH MARINO MARTÍNEZ
histórico son capaces de abrir al hombre a
la experiencia de Dios. MAGISTER CARLOS ANDRÉS ANDINO
MISTERIO DE DIOS
I TEOLOGÍA
SEMINARIO MAYOR LOS SAGRADOS
CORAZONES
SAN JUAN DE PASTO—NARIÑO
25 DE SEPTIEMBRE DE 2015
 EL CONOCIMIENTO DE DIOS POR
MEDIO DE LA FE
La fe es el punto de partida y el centro
de la relación del ser humano con Dios.
La encontramos ya en el Antiguo
Testamento como una actitud de
confianza en Dios y una adhesión total
de la inteligencia ante la revelación de
Dios que, en el nuevo Testamento, es
aceptación de la intervención salvífica
verificada en Jesucristo. Sobre este
fundamento Bíblico se desarrolla la
doctrina tradicional de la Iglesia,
claramente expresada en los concilios
Vaticano I y Vaticano II con el lenguaje
teológico propia de cada época.
El conocimiento de Dios a través de la
fe abarca contenidos más amplios que
el conocimiento racional, ya que supone
no solo un conocimiento de la existencia
de Dios, sino también de rasgos suyos
importantes y de sus intervenciones
salvíficas, que desvelan algo del
misterio trinitario.
Es más profundo, ya que supone una
iluminación de la inteligencia y una
potenciación de la capacidad de amar, que
afectan al hombre en su realidad más íntima
y le introducen en una comunión de vida con
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, también
está en cierta medida, más libre de error. Con
todo, existe una cierta complementariedad
entre este conocimiento y el conocimiento
racional.
De Dios solo podemos hablar teniendo en
cuenta que el conocimiento a través de la fe
es analógico. La tradición teológica distingue
tres tipos de afirmación por analogía,
complementarios entre sí: podemos atribuir a
Dios cualidades humanas que solo incluyen
aspectos positivos, como la bondad,
cualidades humanas que implican aspectos
positivos y negativos, como el sufrimiento y
cualidades humanas como la paternidad.
Estas dos últimas se fundan en la analogía
del ser, pero en el tratado sobre Dios, la
primacía corresponde a la analogía de la fe.
Según la cual toda afirmación teológica tiene
que armonizarse con la enseñanza revelada,
con el verbo encarnado que es la revelación
en persona.
LA COGNOSCIBILIDAD NATURAL DE
DIOS
En el libro de la Sabiduría y en Romanos
encontramos la afirmación de la
congnoscibilidad natural de Dios a partir
de la belleza de las criaturas y de su
presencia en las vicisitudes humanas,
como una experiencia vital que es
conocimiento cordial y agradecido.
La patrística recoge sin más
profundización esta doctrina bíblica. Solo
Agustín la desarrolla considerablemente
analizando los procesos cognoscitivos
que conducen a admirar la existencia de
Dios. Pero considera que son
irrealizables sin la ayuda de la gracia.
Santo Tomas reconoce al hombre la
capacidad de demostrar la existencia de
Dios a partir de las realidades creadas y
ofrece para ello, en una teoría
filosóficamente muy elaborada, las
llamadas cinco vías. Pero afirma la
necesidad moral de la revelación, como
camino más fácil y cierto para el hombre
limitado a consecuencia del pecado.