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Mujeres y relaciones de género en la antropología latinoamericana
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de los dolores del parto: los hombres duelen más y duelen arriba
del vientre; las mujeres duelen abajo y atrás. Además, las niñas
nacen a los nueve meses y nueve días, mientras que los hombres lo
hacen a los nueve meses y 20 días. La última afirmación es particu-
larmente engañosa si tomamos en cuenta que pocas veces las
mujeres nauzontecas saben que han quedado embarazadas sino
hasta que el proceso está avanzado y manifiesta sus síntomas. Por
ello, difícilmente saben en qué fecha quedaron embarazadas y la
mayoría de las veces no pueden predecir el tiempo de alumbra-
miento si no es por su apariencia y por los malestares que padecen.
Una vez que han nacido, niñas y niños reciben los mismos
cuidados. Se bañan con un agua especialmente preparada con yerbas
durante varios días. Poco después se les bautiza. Durante el periodo
de la cuarentena de la madre, varias mujeres tienen que "ir a cargar"
al recién nacido. Aunque se les cuide igual, se espera qne crezcan y
reaccionen de manera diferente: las niñas deben ser "chiquitas" o
"chiquititas" y tranquilas; de los niños se desconfía o causan preocu-
pación si son llorones o enfermizos, no así si son exigentes.
Una vez que empiezan a caminar y a hablar, cambia el panora-
ma. Además de iniciarse en las actividades que les corresponden
de acuerdo con la división genérica del trabajo, las niñas empiezan
a recibir lecciones acerca de cómo deben cuidarse para no "andar
de atrabancadas", mientras que los niños pueden ser más "latosos".
Hasta este momento, el padre participa del cuidado de los infantes
de ambos géneros, situación que cambia cuando niños y niñas
llegan a la edad de entre cuatro y seis años; entonces se les separa
y comienzan a relacionarse más estrechamente con el progenitor
de su mismo género.
Conforme van creciendo, este distanciamiento se agudiza. En
lo que se refiere al cuerpo, se pone más atención a que las niñas se
cuiden, no sufran accidentes y salgan acompañadas de otras niñas,
pero al mismo tiempo se toma la precaución de que "no sepan
cosas que les puedan quitar la inocencia". Con los niños sucede lo
contrario, pues pueden incursionar lejos de sus casas y se vuelven
"maliciosos" poco a poco.
Respecto a lo último, vale la pena hacer ciertos señalamientos.
Por pertenecer a una cultura rural, desde pequeños los niños de
ambos géneros conocen y saben cómo se da la reproducción en los
5 Hasta ahora parece que existe la tendencia a abortar más que a prevenir el
embarazo. De hecho hay momentos en que se habla con ambigüedad al respecto,
utilizando el término "fracasar". Muchas veces cuando en la plática se pregunta
sobre anticoncepción, la respuesta es que hay "cosas" para abortar, que algunas
muchachas emplean para "no fracasar"; es decir, se confunden los dos primeros
términos en un solo fin: evitar al hijo que no se quiere en un momento dado.
Fracasar, por consiguiente, significa tener relaciones sexuales no conyugales y
embarazarse fuera de una relación conyugal.
fi En relación con esto, las mujeres nauzontecas sostienen que debe tenerse
mucho cuidado de hacer "el acto" sólo una vez cada noche, porque si se hace más
los "permatozoides" del hombre provocan "fludo", que también puede dar si se
toma mucha agua de limón. El "fludo" consiste en tener muchísima comezón en
"los vaginales" y que salga mucho líquido por ahí.
7 En cuanto a las enfermedades endémicas de la zona, entre las más importan-
tes se encuentran las de vías respiratorias y las digestivas, desnutrición (en sus tres
grados: leve, moderada y severa}, tuberculosis, fiebre reumática, sífilis, diabetes,
parasitosis, cáncer cérvico-uterino, cáncer mamario, hipertensión arterial, cardio-
patía reumática ... En particular entre las mujeres nauzontecas se observa, además,
reumatismo, dolores musculares, problemas renales, vesiculares, hepáticos, pulmo-
nares y deficiencias de la vista. Tambén presentan diversos grados de anemia,
problemas dentales, malestares en general. Las mujeres se quejan de dolores de
cabeza y casi siempre padecen gripa o tos. Además de sufrir avitaminosis, también
hay numerosas ocasiones en que sufren "ataques" y se vuelven "locas".
BIBLIOGRAFÍA