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El Pecado Imputado
El pecado de Adá n ha sido imputado (imputar - Atribuir a alguien la responsabilidad de un
hecho, atribuir a una persona un delito o acció n) a la raza humana completa. La Biblia enseñ a
que cuando Adá n peco el pecado entro al mundo y todos los hombres fueron contados como
pecadores así Adá n cosecho la muerte para sí y la muerte paso a todos, porque todos fueron
contados entre los pecadores, Rom.5:12. El mismo grupo que cosechó la muerte es el mismo
grupo que cometió el pecado; y sin haber cometido el pecado, no se pudo haber cosechado la
muerte.
Romanos 5:19 nos dice que por la desobediencia de un solo hombres los muchos fueron
constituidos pecadores. La palabra traducida al españ ol como ‘fueron constituidos’ es la
palabra griega (kathistemi). Esta palabra da la indicació n de una acció n impuesta sobre los
hombres y no de una acció n hecha por parte de los hombres.
Segú n Pablo, los hombres no solo se constituyen pecadores a sí mismos cuando pecan, sino
que han sido constituidos pecadores por Dios quien los ha declarado como tales a causa de
Adá n, y esto, antes de ellos cometer el primer pecado personal.
Es obvio que los niñ os mueren antes de llegar a tener conocimiento del pecado. Esa muerte
de los niñ os nos confirma que ellos pecaron y son contados como pecadores. La Biblia nos
dice en 1ª. Corintios 15:56 que el aguijó n de la muerte es el pecado lo cual nos enseñ a que, si
no existiera el pecado, tampoco existiera la muerte, pero la muerte existe porque el pecado
existe. Cristo vino a eliminar la fuente del problema, el pecado.
La Naturaleza Pecaminosa
Otro efecto negativo del pecado de Adá n es que la naturaleza de todos los seres humanos ha
sido corrompida y manchada por el pecado. Esta naturaleza caída es la responsable de la
predominante tendencia hacia el pecado en todos los hombres Gn.6:5, 8:21, Ef. 2:3. A esto se
le conoce como muerte espiritual, todo hombre nace espiritualmente muerto, separado de
Dios, Rom. 3:23.
Es de esta naturaleza caída de donde procede todo lo malo del hombre, Mr. 7:20-23, Jesú s
estaba haciendo referencia a la depravació n total que existe en el hombre. De acuerdo a ello,
el hombre, en su voluntad (Ro. 1:28), su conciencia (1 Ti. 4:2) y su intelecto (Ro. 1:28; 2 Co.
4:4), está corrompido y depravado, y su corazó n y entendimiento está n cegados (Ef. 4:18). En
esa condició n el hombre no puede sujetarse a Dios y tampoco agradarle, Rom. 8:7-8.
El Pecado Actual
A causa de la naturaleza caída el hombre practica el pecado llegando de esta manera a ser
culpable de su propio pecado 1ª. Jn. 3:8-10 y cosechando la muerte para sí mismo Rom. 6:20-
23.
¿Dijo Jesús que el reino de los cielos es de los niños? Mat. 19:13-15
Contrariamente a la enseñ anza de algunos grupos cristianos, Jesú s no dice que los niñ os
estaban en el reino, ni llegaban para ser salvos, ni mucho menos para ser bautizados. Lo que sí
enseñ a es que los niñ os poseen algunas cualidades que caracterizan a los miembros del reino:
dependencia, disposició n de aprender, rapidez para confiar. El decir que de los tales es el
reino de los cielos no era declarar la salvació n automá tica de todos los niñ os, sino má s bien
(como en 18:1-5) establecer su estado humilde como el modelo para el discipulado.