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Prevención y Cuidado de la salud B-01-1 Nivel Inicial Gustavo Vera

Patologías en menores de 3 a 5 años


Son varias las patologías incidentes, es importante indicar que un niño/a enfermo/a no debe estar en ninguna institución educativa, en
caso de producirse o detectarse esa situación en el curso de la jornada escolar se debe informar a la dirección, a los padres y al servi-
cio médico (en caso de ser necesario); se tiene que registrar todas las acciones docentes e institucionales en un acta en la que cons-
ten las situaciones, fechas, horarios, indicaciones, circunstancias y respuestas recibidas por cada uno de los individuos involucrados.
Siempre se debe tener en cuenta:
 Recuerde que una docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orien-
tando en los síntomas observados
 No se precipite utilizando un medicamento el docente no deben administrar ninguno
Hepatitis
La hepatitis es una afección o enfermedad inflamatoria que afecta al hígado. Su causa puede ser infecciosa (viral, bacteriana, etc.),
inmunitaria (por autoanticuerpos, hepatitis autoinmune) o tóxica (por ejemplo, por alcohol, venenos o fármacos). También es conside-
rada, dependiendo de su etiología, una enfermedad de transmisión sexual. Hay virus específicos para la hepatitis (virus hepatotropos),
es decir, aquellos que sólo provocan hepatitis. Existen muchos: virus A, virus B, C, D, E, F, G. Los más importantes son los virus A, B,
C y, en menor medida, el D y el E, siendo los últimos, F y G los últimos descritos y los menos estudiados.
La hepatitis es una infección del hígado, casi siempre provocada por el virus de la hepatitis. El origen más habitual de la he-
patitis B del recién nacido es la propia madre. El bebé se infecta durante el parto y no durante el embarazo, porque el virus
no atraviesa fácilmente la placenta. Es difícil que su madre le contagie después del parto. Todas las infecciones por virus de la
hepatitis tienen un periodo de incubación largo: Virus A y E: entre 15 y 30 días. Virus B, C y D: puede llegar hasta 2 meses.
Vías de transmisión

 Virus A (HAV) y E (HEV): fecal-oral. La forma de transmisión más frecuente es por el agua contaminada: verduras lavadas con
esta agua, mariscos de aguas pantanosas, etc., por lo que la higiene es fundamental para una buena prevención. También lo
puede contagiar un familiar o cualquier otra persona infectada por el virus.
 Virus B (HBV), D (HDV). Por vía parenteral: por transfusiones, heridas, jeringas contaminadas; por contacto sexual al estar pre-
sente los virus en los distintos fluidos corporales (semen, saliva) o por relaciones sexuales traumáticas con heridas.
 Virus C (HCV); Por vía parenteral, contaminación con sangre infectada, se ha encontrado presencia del virus en algunos fluidos,
aunque no puede considerarse en cantidad como para producir la trasmisión del virus. El contagio por vía sexual de la hepatitis C
es muy poco frecuente; se cree que se transmite por vía parenteral únicamente en aquellos casos en los que haya relaciones se-
xuales con sangrado y altos niveles de daño en la mucosa anogenital. Se recomienda el uso de condón entre parejas monóga-
mas discordantes (aquéllas en las que uno de los miembros es positivo al virus y el otro es negativo). Se cree que el sexo vaginal
con penetración implica un nivel de riesgo menor de transmisión en comparación con las prácticas sexuales que implican niveles
mayores de traumatismo para la mucosa anogenital (penetración anal, fisting o el uso de juguetes sexuales).
Epidemiología
 Hepatitis A: es una enfermedad del hígado causada por el virus de la hepatitis A (VHA). Se transmite por el contacto con deposi-
ciones de otro enfermo, por falta de higiene en el hogar o bien el consumo de alimentos contaminados y deficientemente lavados
(como verduras regadas con aguas no tratadas o en contacto con vectores, como moscas o cucarachas). Puede afectar a cual-
quier individuo y tener carácter epidémico en aquellos lugares que no cuenten con tratamiento adecuado de sus aguas servidas.
En países más desarrollados la hepatitis A afecta principalmente a casos aislados de individuos, aunque han ocurrido epidemias
que han llegado a cubrir grandes áreas en el pasado. Si bien hoy en día existen vacunas que pueden prevenirla, las condiciones
de saneamiento ambiental y las normas de higiene al interior del hogar son la forma más eficaz de evitar su desarrollo.
 Hepatitis B: es una enfermedad grave causada por un virus que se transmite por la sangre o por vía sexual desde un enfermo
con hepatitis activa o de un portador sano del virus de la hepatitis B (VHB). Puede causar una infección aguda o crónica y así
persistir en la sangre, causando cirrosis (cicatrización) del hígado, cáncer del hígado, insuficiencia hepática y la muerte. También
existe una vacuna para su prevención
 Hepatitis C: es una enfermedad del hígado causada por el virus hepatitis C (VHC) que se encuentra en la sangre de las personas
que tienen la enfermedad. La infección del VHC también es transmitida mediante el contacto con la sangre de una persona infec-
tada (en etapa de actividad o portación del virus) y también es causa de hepatitis crónica, cirrosis, cáncer de hígado, insuficiencia
hepática y muerte.
 Hepatitis D: es un virus defectuoso que necesita el virus de hepatitis B para existir. El virus de la hepatitis D (VHD) se encuentra
en la sangre de las personas infectadas con el virus.
Patogenia En circunstancias normales, no hay constancia de que ninguno de los virus de la hepatitis sea directamente citopático para
los hepatocitos. Los datos disponibles sugieren que las manifestaciones clínicas y la evolución que siguen a la lesión hepática aguda
propia de una hepatitis vírica son determinadas por las respuestas inmunitarias del paciente. Todas las infecciones por virus de la he-
patitis tienen un periodo de incubación largo: Virus A y E: entre 15 y 30 días. Virus B, C y D: puede llegar hasta 2 meses.
Hepatitis A (HAV): Se transmite por vía entérica o fecal-oral (aguas residuales), produce una enfermedad benigna y autolimitada, con
un periodo de incubación de 2 a 6 semanas. El HAV sólo se reproduce en el hígado, pero está presente además en bilis, heces y san-
gre al final del periodo de incubación. Su infecciosidad disminuye rápidamente una vez que la ictericia se hace evidente.
 Durante la fase aguda, hasta 6 meses o incluso más, se detectan anticuerpos anti HAV de tipo IgM.
 En cambio, en la fase de convalecencia predominan y se detectan anticuerpos anti-HAV de tipo IgG, que confieren protección
frente a la re-infección por este virus.
Hepatitis B (HBV): es causada por un virus de ADN que logra replicarse gracias a su ADN polimerasa con actividad adicional como
transcriptasa inversa, y se transmite por vía parenteral. Se multiplica en el hígado, pero puede estar presente fuera de él. Sus partícu-
las víricas son:

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 HBsAg o Antígeno de Superficie del HBV, que es una proteína de envoltura que se expresa en la superficie del virión. Es produc-
to del gen S, que puede tener varios genotipos.
 HBcAg o Antígeno Central (CORE) del HBV. Se expresa en la superficie de la nucleocápside y es codificado por el gen C en su
región central. No lo encontramos en suero porque carece de péptido señalizador para hacerse soluble.
 HBeAg o Antígeno E del HBV, que es una proteína soluble de la nucleocápside. Es también producto del gen C, pero esta vez es
codificado desde su región precentral. El gen es el mismo que en el HBcAg pero la región en la que se inicia la transcripción es
distinta, ya que el gen posee dos codones de iniciación. Dependiendo de por cual se empiece se producirá una u otra proteína.
El HBeAg puede encontrarse en suero porque tras su síntesis se asocia a un péptido señalizador que lo fija al retículo endoplás-
mico liso.
Síntomas y diagnóstico La mayoría de los recién nacidos con virus de la hepatitis B desarrolla una infección crónica del hígado (he-
patitis crónica) que habitualmente no produce síntomas hasta la edad adulta. Sin embargo, la infección es grave, ya que una cuarta
parte de los infectados finalmente muere a causa de una enfermedad hepática. En algunos niños el hígado puede agrandarse, se
acumula líquido en el abdomen (una enfermedad llamada ascitis) y la concentración de bilirrubina en sangre puede ser elevada y pro-
ducir ictericia.
Pronóstico y tratamiento Se desconoce el pronóstico a largo plazo. La infección por el virus de la hepatitis B en la infancia aumenta
el riesgo de contraer una enfermedad hepática con el paso de los años, como hepatitis crónica activa, cirrosis y cáncer de hígado. Pa-
ra detectar esta infección se hacen análisis sistemáticos a las mujeres embarazadas. Como el bebé no suele contagiarse hasta el
momento del parto, el hijo de una madre infectada puede recibir una inyección de inmunoglobulina contra la hepatitis B dentro de las
24 horas posteriores al parto, antes de que la infección se manifieste. Al mismo tiempo, es inmunizado con la vacuna de la hepatitis B
con el fin de brindarle protección a largo plazo. La lactancia no parece incrementar de forma significativa el riesgo de la hepatitis B, en
particular si el bebé recibió tanto la inmunoglobulina como la vacuna. Sin embargo, si la madre tiene los pezones con heridas u
otro trastorno mamario, es posible que al amamantar al bebé le transmita el virus.
Hepatitis C (HCV): Es un virus de ARN que se trasmite por vía parenteral. Expresa el antígeno HCAg (con mayúscula. No confundir
con el HBcAg o antígeno core del virus B). Puede cronificar en aproximadamente el 80% de los casos. Se ha demostrado la existencia
de anticuerpos neutralizadores del HCV, pero suelen ser de duración breve y no se ha comprobado que la infección por el HCV induz-
ca inmunidad duradera frente a la reinfección. Estos anticuerpos se elevan durante la fase aguda y se detectan antes o después, de-
pendiendo de la técnica empleada. Para detectar el HCV se utiliza la detección del ARN del HCV por PCR. Detecta la presencia del
RNA del virus C a pocos días de haber sufrido la exposición y mucho antes de que aumenten los niveles de anticuerpos anti-HCV.
Hepatitis D (HDV): No es un virus sino, un tiroides (agente infeccioso que afecta a las plantas, pero a diferencia de los virus, no po-
seen proteínas ni lípidos, están formados por una cadena de ARN circular que no codifica proteínas). Es el único tiroides capaz de
afectar a algo más que las plantas. Se transmite por vía parenteral. Está totalmente ligado al HBV, de manera que ha aprendido a "es-
conderse" introduciendo su ARN circular dentro del Ag de superficie del HBV consiguiendo afectar de esta manera a los hepatocitos.
Si HBV es negativo, HDV será también negativo. Por el contrario, si HBV resulta positivo, puede o no haber infección por HDV. Al de-
pender por completo del HBV la duración de la infección por el virus D está completamente determinada por la del virus B, no pudien-
do sobrepasarla. Su nucleocápside expresa el antígeno D (HDAg), que es difícil de encontrar en suero. El anticuerpo neutralizador del
HDAg se eleva de 30 a 40 días tras la aparición de los síntomas. Pueden darse dos tipos de infección junto al HBV:
Recuerde que una docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orientando en los síntomas
observados. No se precipite utilizando un medicamento el docente no deben administrar ninguno

Síndrome urémico hemolítico


El Síndrome urémico hemolítico (SUH), también denominado Síndrome hemolítico urémico (SHU), internacionalmente Haemoly-
tic-uraemic syndrome (HUS), es una enfermedad que se caracteriza por insuficiencia renal, anemia hemolítica, trombocitopenia y de-
fectos de la coagulación. Es la consecuencia de una microangiopatía (afectación de los pequeños vasos sanguíneos) que afecta fun-
damentalmente al riñón, pero también al sistema nervioso central y al aparato gastrointestinal.
Incidencia: Esta enfermedad es más común en los niños y se presenta frecuentemente después de una infección gastrointestinal (en-
térica), usualmente causada por un tipo específico de la bacteria E. coli (Escherichia coli O157:H7). También se ha asociado a otras
infecciones entéricas, incluyendo las causadas por Shigella y Salmonella y algunas infecciones no entéricas. Más raramente tiene
otras causas, como en las formas hereditarias, el déficit de complemento, ciertas drogas como la ciclosporina, el lupus eritematoso
sistémico, la nefritis por radiación y algunos tumores malignos. Esta enfermedad es la primera causa de insuficiencia renal aguda
en niños menores de 5 años. Puede causar la muerte o dejar secuelas para toda la vida como insuficiencia renal crónica, hi-
pertensión arterial y alteraciones neurológicas. Existen en Argentina alrededor de 400 nuevos casos por año, constituyendo
el país de mayor incidencia en cantidad de casos por habitante en el mundo. En la etapa aguda la mortalidad es de 2-4% de
los niños afectados.
Los síntomas tempranos de esta enfermedad son: Fiebre, vómito y diarrea, sangre en las heces, irritabilidad, debilidad, letargo.
Posteriormente son: Gasto urinario bajo o nulo, palidez, magulladuras, hemorragias subcutáneas en forma de pequeños pun-
tos rojos (petequias), coloración amarillenta de la piel (ictericia), convulsiones. Recuerde que una docente no diagnostica só-
lo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orientando en los síntomas observados
Tratamiento: Debe ser siempre internado, generalmente es de apoyo, con hemodiálisis (en niños diálisis peritoneal) y/o trans-
fusión de hemoglobina, hematocrito o glóbulos rojos desplasmatizados según sea necesario.
Formas de contagio y prevención: La fuente de contagio principal es la carne de vacuno previamente contaminada e insufi-
cientemente cocida, la leche no pasteurizada, los productos lácteos frescos manufacturados con leche no pasteurizada y el
agua contaminada. También puede transmitirse de persona a persona. Se recomienda:

 Asegurar la correcta cocción de la carne; la bacteria se destruye a los 70 °C. Esto se consigue cuando la carne tiene una cocción
homogénea. Prestar especial atención que se alcance la temperatura adecuada en el interior de preparados que tengan carne
picada. El jugo de la carne picada bien cocida debe ser completamente translúcido.

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 Se sugiere que los menores de 3 años no ingieran hamburguesas caseras o compradas, ni de locales de "comidas rápidas" o
donde se sospeche que no hay higiene suficiente.
 Se debe asegurar la completa cocción de las hamburguesas dado que son fuente principal de contaminación en los niños.
 Utilizar utensilios diferentes para cortar o preparar la carne cruda y para, después, trocearla una vez cocinada antes de ser inge-
rida o lavarlos adecuadamente. También utilizar diferentes utensilios para preparar otros alimentos que se sirvan crudos o lavar-
los adecuadamente.
 Evitar el contacto de las carnes crudas con otros alimentos que no se vayan a cocer (contaminación cruzada).
 Controlar el uso de leche y derivados lácteos correctamente pasteurizados y conservar la cadena de frío.
 No consumir ni adquirir jugos de fruta no pasteurizados.
 Lavar cuidadosamente verduras y frutas.
 Asegurar la correcta higiene de las manos (deben lavarse con agua y jabón) antes, durante y después de la preparación de los
alimentos.
 Lavarse las manos con agua y jabón luego de ir al baño.
 Prestar especial atención al uso de grifería, siendo preferibles en sitios públicos aquellos que eviten la contaminación entre usua-
rios (por ejemplo, que no sea necesario usar las manos para abrirlos o cerrarlos).
 No bañarse en aguas prohibidas o sospechosas de estar contaminadas con aguas fecales o sucias o en contacto con animales.
 Higienizarse adecuadamente con agua y jabón luego de tener contacto con animales domésticos y principalmente con los de
granja o sus aposentos (establos, comederos, mercados, clínicas, mataderos, etc.).
 Consumir únicamente agua potable. En caso de duda, hervir el agua.

Convulsión febril
Una convulsión febril es un evento convulsivo, generalmente inofensivo, en un niño precipitado o inducido por fiebre y en ausencia
de una infección cerebral, de la médula espinal o de cualquier otra causa neurológica subyacente. Las convulsiones febriles usual-
mente ocurren en menos del 5% de niños entre las edades de 6 meses a 5 años. Por lo general no en el ambiente escolar, se admi-
nistra diazepam a dosis pediátricas de 0.33 mg/kg cada 8 horas hasta que se resuelva la fiebre. No Frecuencia por edad de las
se precipite utilizando un medicamento el docente no deben administrar ninguno convulsiones SI febriles
Epidemiología: Aparecen con mayor frecuencia entre varones (1,4/1), posiblemente debido a que Edad Porcentaje
la maduración cerebral es más rápida en los niños que en las niñas. La frecuencia aumenta 2-3 ve-
ces si hubo antecedentes de convulsiones febriles en la familia del niño y aumenta 6-7 veces si Menor 6 meses 6%
fueron los hermanos los que las tuvieron.
7-12 meses 20%
Patogenia: Las convulsiones en general obedecen a una descarga neuronal anormal en el sistema
nervioso central, con fenómenos paroxísticos ocasionales e involuntarios que pueden inducir alte-
13-24 meses 40%
raciones de la conciencia, movimientos anormales o fenómenos autonómicos tales como cianosis o
bradicardia. En las convulsiones de tipo febril aparecen eventos convulsivos que ocurren funda-
25-36 meses 18%
mentalmente entre el tercer mes de vida y los 5 años, edad de la mielinización neuronal, asociado
a fiebre sin evidencias de causas neurológicas definidas. Se ha asociado un factor genético por he- 37-48 meses 8%
rencia poligénica y multifactorial en el cromosoma 8q, 19p y 19q y probablemente el cromosoma
2q. Más de 4 años 6%
Recuerde que una docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisio-
lógico orientando en los síntomas observados
Clasificación de las convulsiones febriles
Etiología: Las principales causas de una convulsión febril se asocian a infecciones
virales como el virus sincitial respiratorio, el virus de la rubéola, el rotavirus con cua- Simples Complejas
dros de gastroenteritis y el Influenzavirus A. También se han asociado infecciones
bacterianas como la otitis media y eventos post-vacunación, en especial con la va- Frecuencia 85% 15-20%
cuna DPT y la vacuna triplevírica SPR. Sin embargo, el mecanismo causal aún se
desconoce del todo. Se sabe que la fiebre es una condición necesaria para el tras- Presentación Generalizadas Focales
torno, estrechamente relacionada con una determinada edad, es decir, una fase
concreta del desarrollo del cerebro, así como la sorprendente predisposición familiar Duración <15 min >15 min
y una predisposición genética ligada.
Recurrencia Uno en 24 h Varias en 24 h
Infección: Básicamente, las convulsiones febriles es un riesgo en cada infección
fuera del sistema nervioso central. Se ha notado que las infecciones virales, especialmente por el herpesvirus humano tipo 6 en su
tercer día de fiebre, causa convulsiones febriles mucho más frecuentemente que las enfermedades bacterianas. Esto sugiere que cier-
tas propiedades específicas de los patógenos o el curso natural de la enfermedad favorecen la aparición de convulsiones febriles.
Asociados también a vacunación, especialmente la fiebre después de la vacunación contra la tos ferina y contra el sarampión, puede
aparecer una fiebre acompañada convulsiones. Las vacunas no son la causa, pero si el detonante de las primeras crisis en varios sín-
dromes epilépticos de origen genético.
Cuadro clínico: Una convulsión febril suele ocurrir cuando existe un rápido aumento de la temperatura corporal a 39 °C o más y por
lo general, las convulsiones ocurren en todo el cuerpo o generalizadas. Se comienza con una pérdida repentina de la conciencia, se-
guido por una contracción de los músculos de tipo rigidez tónica. Después de 10-30 segundos le continúa convulsiones clónicas o
continuas. Las fases tónicas pueden faltar, y también las incautaciones de Atonen, cuando los músculos pierden su tensión y los niños
se vuelven completamente flácidos. Una convulsión febril suele durar unos pocos minutos, hasta aproximadamente 10 min. Por lo ge-
neral, sigue un período de somnolencia después de la convulsión.
Convulsiones febriles simples: Una convulsión febril simple se presenta cuando en un niño se produce una convulsión generaliza-
da, al menos de 15 minutos, y dentro de las 24 horas no se repite. Además, el niño no tuvo previamente una afectación neurológica y
el episodio febril se origina fuera del sistema nervioso central. Los niños con convulsiones febriles simples no conllevan aumento de
riesgo de epilepsias más adelante en su vida en comparación con sus contemporáneos que no han tenido, a menos que haya antece-

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dentes familiares positivos de epilepsia, una primera crisis febril antes de los 9 meses de edad, retraso en el desarrollo ps icomotor o
un trastorno neurológico preexistente.
Convulsiones febriles complejas: Las convulsiones febriles complejas o atípicas es donde tiene una de duración superior a 15 mi-
nutos o convulsiones repetidas dentro de las 24 horas del primer episodio. Después de una convulsión febril complicada, el riesgo de
epilepsia de repetición más adelante en la vida es un poco más elevado. Si las convulsiones se repitieran se comenzaría un tratamien-
to farmacológico y se debería investigar la causa. Existen epilepsias poco frecuentes como el Síndrome de Dravet o la epilepsia en ni-
ñas Síndrome epiléptico en niñas con/sin retraso mental en el que la fiebre es un desencadenante importante de crisis, también exis-
ten las llamadas GEF++ (convulsiones febriles plus), sin embargo, la mayoría de las convulsiones febriles son benignas. Hay otras
denominaciones para las convulsiones febriles complejas, como es: Convulsiones atípicas, Convulsiones en cadena o un término tra-
ducido de forma literal del inglés "convulsiones de racimo" o convulsiones en serie, este tipo de convulsiones son convulsiones ocurre
cuando hay muchas convulsiones en un solo día, se puede dar en distintos tipos de epilepsia, pero son muy frecuentes en el Síndro-
me de Dravet o la epilepsia en niñas Síndrome epiléptico en niñas con/sin retraso mental. Por otro lado, si la convulsión no cesa se
llama "status epilepticus" y es una emergencia médica, porque puede hacer peligrar la vida o dejar secuelas importantes y se da
cuando: Crisis de más de 5 minutos de duración. Dos o más convulsiones entre las cuales no hay recuperación neurológica o
electroencefalográfica.
Se debe observar la respiración del niño durante la convulsión, una coloración azulada de la piel (cianosis) no es inusual. Incluso una
reducción de frecuencia respiratoria por minuto no es poco frecuente y puede obtenerse de la observación. Por lo tanto, es especial-
mente importante mantener la calma. No se precipite utilizando un medicamento el docente no deben administrar ninguno. Re-
cuerde que una docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orientando en los síntomas
observados

Epilepsia
La Epilepsia es un desorden de un número de células nerviosas en el cual existe una descarga anormal de impulsos nerviosos que
son recidivantes y paroxísticos. Esto causa un mal funcionamiento de las otras células desencadenando los movimientos involuntarios
y la pérdida de la consciencia. Si se incluyen las convulsiones asociadas a fiebre en los niños/as me-
nores de 5 años y los que solo han tenido un episodio convulsivo la estadística aumenta a uno de ca- Grupos de Primer episodio
da 80 personas. La epilepsia ha sido descrita desde hace mucho tiempo, a pesar de esto, sigue sin edad convulsivo - %
entenderse del todo. Para entender como inicia la epilepsia se debe de conocer cómo funciona nor- 0-9 47
malmente el cerebro. El mismo consiste en millones de neuronas que son células que tienen axones, 10-19 30
los cuales conforman una red de conexiones. Cada neurona mantiene un estado eléctrico que es ca- 20-29 13
paz de transmitiese a otras células. Esto sucede con la estimulación de una célula que produce la li-
30-39 6
beración de distintas sustancias que actúan como neurotransmisoras. El estímulo nervioso origina así
el movimiento. Todas las funciones del cerebro, incluyendo el sentido, la vista, el pensamiento y el 40+ 4
movimiento muscular dependen de estos estímulos nerviosos que se originan en una y son transmitidos a otros. El cerebro normal es-
tá constantemente generando estímulos eléctricos.
En la epilepsia este orden se ve afectado por descargas inapropiadas. Existe una descarga anormal breve en forma de tormenta de
estímulos nerviosos originados en una zona neuronal inestable debido a un defecto genético, o a una anormalidad metabólica como
bajos niveles de azúcar o alcohol. Además, las descargas anormales pueden originarse de zonas irritativas como tumores o traumas
cerebrales.
Hay vanas formas de Epilepsia. La mayoría de las personas experimentan convulsiones tónico crónicas generalizadas que producen
perdida de la consciencia asociado a movimientos bruscos de las extremidades, sin embargo, existen otros tipos de crisis convulsivas,
como por ejemplo las que sufren algunos niños/as que presentan perdida por segundos de su interacción con el medio que los rodea,
(crisis de ausencia). Dependiendo del tipo de convulsión estas pueden durar de segundos a minutos. En casos raros estas se pueden
extender por horas. Por ejemplo, las convulsiones tónico crónica por lo general duran 1 - 7 minutos. Las crisis de ausencia pueden du-
rar pocos segundos, mientras las crisis parciales complejas pueden tener un rango de 30 seg. a 2 -3 min. El Estado Epiléptico puede
prolongarse por horas y es una condición muy seria. Sin embargo, en la mayoría de los casos son de corta duración y requieren de
primeros auxilios simples.
Recuerde que una docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orientando en los síntomas
observados
Convulsiones Parciales Simples son aquella en que la actividad epiléptica en un área del cerebro no interfiere con el estado de
consciencia. Así, estas personas que tienen una zona epileptogénica en el área que se encarga del movimiento de la pierna ten drán
movimientos involuntarios de ese miembro, como único síntoma, cuando tengan una crisis convulsiva.
Convulsiones Parciales Complejas envuelven alteración del estado de consciencia. Un ejemplo común es la descarga originada en
unos de los lóbulos temporales del cerebro, esta convulsión consiste en la sensación intensa y muy familiar de recuerdos ("deja vu").
Crisis de Ausencia (Convulsiones Generalizadas) no son dramáticas, de hecho, algunas veces no se notan. Este tipo de Epilepsia
era anteriormente conocido como "pequeño mar", y empieza en la niñez, entre los 5 y 10 años de edad Puede continuar en la edad
adulta. Por lo general se nota al niño distraído con pérdida de relación con el medio que lo rodea, el niño no cae al piso y la recupera-
ción es rápida. Los ataques pueden ser muy frecuentes en un día por lo que el trabajo escolar puede deteriorarse.
Convulsiones Tónico Clónicas (Convulsiones Generalizadas) se llamaban anteriormente "gran mal". Los episodios son dramáti-
cos. En algunos casos la persona puede tener una sensación de inicio, luego se presenta una fase tónica caracterizada por rigidez
muscular, puede oírse un grito. Hay pérdida de la consciencia y dificultad para respirar por lo que se puede tomar azulado. Posterior-
mente inicia la fase crónica en que se observa movimientos repetitivos de las extremidades. La persona se recupera lentamente y
puede producir dolores de cabeza y muscular con cierto girado de confusión. Otras variedades son menos frecuentes.
Convulsiones Miociónicas (Convulsiones Generalizadas) son súbitas, simétricas, contracciones de los miembros, que pueden no
presentar perdida del estado de consciencia.

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Convulsiones Atónicas (Convulsiones Generalizadas) en el que existe una pérdida momentánea del tono muscular seguida de
caída al suelo. También se puede presentar perdida de la tonicididad del cuello con caída de la cabeza. Son muy frecuentes en niños
con antecedente de trauma cerebral, meningitis, ó pérdida de oxígeno al nacer.
Convulsiones Tónicas se presenta con aumento del tono muscular por lo general en la espalda. Se presenta en niños con lesiones
cerebrales profundas. Una inestabilidad hereditaria pareciera ser la responsable de las formas más comunes de Epilepsia generaliza-
da, especialmente las crisis de ausencia y el tónico clónico en las que existe una historia familiar importante de desordenes similares.
Lesiones cerebrales pueden causar Epilepsia. Estas incluyen, falta de oxígeno al nacer, golpes en la cabeza, derrames cerebrales. Al-
teraciones metabólicas pueden causar convulsiones generalizadas por las alteraciones que producen en el funcionamiento neuronal.
Puede ocurrir en las hipoglicemias severas (disminución del azúcar) y cuando hay mal funcionamiento del hígado o de los riñones. Al-
cohol y drogas de abuso pueden producir convulsiones durante la intoxicación y durante la abstinencia de estas sustancias.

Anemia
Se dice que hay anemia cuando la hemoglobina está por debajo de la cifra normal para la edad y el sexo. El niño nace con un valor al-
to de hemoglobina, en general superior a 15 g/dl, y esta desciende lentamente durante los primeros meses de vida, pudiendo llegar a
los 9 g/dl a los 3 meses, para empezar después a aumentar progresivamente, de tal manera que después del año de edad la cifra
normal es de 12 g/dl o más. Después de la adolescencia, el valor normal para los varones supera los 13 g/dl, y el de las mujeres es al-
rededor de 1 g/dl más bajo. La hemoglobina entonces varía con la edad, varía con el sexo después de la adolescencia, y se modifica
también con la altura sobre el nivel del mar del lugar de residencia, siendo más baja en las personas que viven en las costas y más al-
ta conforme aumenta la altitud del lugar de residencia. Todos estos factores deben considerarse para poder interpretar correctamente
el resultado del examen de hemoglobina. La frecuencia de los diferentes factores que ocasionan anemia varía con la edad, pero en
general, la causa más común en todas las edades, pero especialmente en los niños de 1 a 2 años, es la anemia por deficiencia de hie-
rro, o anemia ferropénica.
Los niños necesitan recibir una cantidad adecuada de hierro en la dieta, especialmente durante las épocas de mayor crecimiento, co-
mo son los primeros dos años de vida y la adolescencia. La recomendación para evitar la anemia ferropénica en los lactantes es muy
clara: todo niño debe recibir hierro extra en la dieta a partir de los cuatro meses de edad si está tomando fórmula, a partir de los seis
meses si está con lactancia materna, o a partir del mes de edad si es prematuro.
Cuando el niño está tomando fórmula, puede recibir el hierro a través de alguna de las fórmulas enriquecidas disponibles actualmente
en el mercado, las cuales son de muy buena calidad y permiten que la mayoría de ellos reciban la cantidad apropiada de hierro que
necesitan. En algunos casos, es necesario dar hierro extra, en forma de gotas, lo cual debe quedar a criterio del pediatra. Si el niño
recibe leche materna, además de todas las otras ventajas que tiene, el poco hierro que recibe se absorbe mejor, por lo que sus nece-
sidades no van a ser tan elevadas. Aún así, debe recibir hierro extra a partir de los seis meses, lo cual puede lograrse con un cereal
enriquecido con hierro o con gotas de hierro.
La importancia de prevenir la anemia ferropénica del lactante, es que se ha encontrado en diferentes estudios que cuando
esta se presenta, puede alterar el desarrollo de los niños en forma permanente.

Estreñimiento
Consiste en la retención de las materias fecales debido a varias causas. Puede considerarse anormal menos de 3 evacuaciones por
semana. Estreñimiento se emplea para referirse a heces que son demasiado duras, reducidas o infrecuentes o al esfuerzo excesivo
durante la defecación y muy difícil de expulsar o con dolor, además con una sensación de plenitud abdominal (se siente como globo),
dolor de cabeza frecuente, con muchos gases, irritable y mal aliento, o con necesidad de tomar dieta especial o medicamentos especí-
ficos. Hay múltiples causas, pero las más frecuentes son:
 Dieta y hábitos inadecuados: Es la más frecuente y se debe a una cantidad inadecuada de alimentos con fibra, consumo excesi-
vo de alimentos que endurecen las heces (por ejemplo, queso), falta de ejercicio, inhibición del impulso de defecar, en otros ca-
sos a la espera prolongada y repetida para ir al baño. Cuando se presenta en niños que se están entrenando para ir al baño solo,
puede deberse a la gran presión psicológica que están empleando los padres, por abuso de laxantes y por cambios del ambiente
(hospitalización, vacaciones, viajes, encamamiento).
 Enfermedades específicas del intestino: Sobre todo del recto y ano, como son hemorroides, fisuras, abscesos, obstrucciones
causadas por infecciones, inflamación, torsión y tumores que producen dolor al defecar u obstruyen la salida de las heces.
 Trastornos del movimiento intestinal "colitis nerviosa" o colon espástico
 Enfermedades neurológicas, psiquiátricas, metabólicas y hormonales.
Recuerde que una docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orientando en los síntomas
observados. No se precipite utilizando un medicamento el docente no deben administrar ninguno
Un tratamiento adecuado puede ser
1. Debe realizar un cambio en sus hábitos alimenticios que incluya más de lo siguiente:
a. Líquidos. Beba agua, también puede ayudar el jugo de a la hora de acostarse.
b. Fruta fresca y cocida: las manzanas, las naranjas, los higos, las ciruelas, las pasas, o cualquier otra fruta.
c. Salvado puede encontrarse en los cereales y panes de trigo entero
d. Verduras: El brócoli, repollo, las espinacas, la coliflor, los tomates, la lechuga, el apio o cualquier otra verdura.
2. Actividad física. Aumente la actividad física, camine o haga cualquier clase de ejercicios, principalmente en los que intervienen
los músculos abdominales.
3. No ignore la urgencia de defecar, dedique el tiempo necesario, fije un tiempo cada día que sea tranquilo e ininterrumpido.
Dolor de cabeza (cefalea)
Existe la creencia que los niños/as no pueden tener cefalea, por lo que cuando esta se presenta, provoca angustia y temor. Las cau-
sas de cefalea en niños son muy variadas, siendo las más frecuentes las relacionadas con migraña, precedidas o no de manifesta-
ciones visuales, las de origen tensional, y las de causa no precisada, pero de origen benigno, abarcando estas tres causas más del

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90% de los casos. En el resto de los pacientes, la cefalea puede deberse a múltiples factores, tales como sinusitis, problemas denta-
les, dificultad para la visión, depresión, y muy ocasionalmente, a enfermedades serias como tumores o malformaciones vasculares.
Para el pediatra que valora a un niño con cefalea, es muy importante conocer la frecuencia y la intensidad con que se presenta, la ho-
ra, en el sentido de si se presenta durante el día, en la escuela, o si el niño se despierta en la noche por el dolor, si exi sten síntomas
asociados, tales como vómitos, convulsiones, problemas motores, trastornos visuales, etc., todos los cuales nos permiten establecer,
junto con un examen clínico cuidadoso, la causa de la cefalea, y así poder prevenirla y tratarla apropiadamente. Recuerde que una
docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orientando en los síntomas observados.
Si se establece la causa con precisión, el tratamiento puede ser mucho más adecuado, orientándose hacia disminuir la ansiedad en la
familia, al uso de algunos analgésicos, a la utilización de medicamentos especiales para la migraña, al apoyo psicológico, y en ocasio-
nes, cuando se sospecha un componente alérgico en los cuadros, a un manejo dietético apropiado. El pronóstico de los niños con ce-
falea es en general muy bueno. La cefalea provocada por las causas más comunes, migraña, tensión, y la de origen desconocido,
tiende a desaparecer con la edad.

Trastornos de oído, nariz y garganta


En los niños, varios trastornos pueden afectar a los oídos, a la nariz y a la garganta. La capacidad auditiva se examina poco después
del nacimiento y, posteriormente, de forma regular. La sordera se presenta al nacer en uno de cada 1 000 nacimientos con vida y
puede derivar del virus de la rubéola, de la falta de oxígeno o de una lesión producida durante el nacimiento, de ciertos medicamentos
administrados a la madre durante el embarazo, de la enfermedad hemolítica del feto, así como de las infecciones o de enfermedades
hereditarias. La detección y el tratamiento prematuros, de ser posibles, son importantes porque el lenguaje se aprende mejor a corta
edad. Las infecciones del oído son frecuentes en niños pequeños, sobre todo en los que tienen entre 3 meses y 3 años.
Los niños/as pueden introducirse objetos extraños en el oído o en la nariz, lo que puede causar dolor, infección o una secreción, al-
gunos de los cuales son fáciles de ver y de retirar, mientras que otros pueden situarse muy arriba o no ser vistos. Los objetos que se
encuentran en la parte alta de la nariz pueden causar derrames sanguíneos mal oliente por un orificio nasal. Con el tiempo, un objeto
extraño en la nariz puede cubrirse de sales minerales de secreciones nasales, produciendo una concreción nasal (rinolito). Los rinoli-
tos son difíciles de eliminar porque tienden a moldearse de acuerdo a la forma del interior de la nariz. Para la extracción habitualmente
se necesita anestesia general.
Dolor de oído puede ser causado por una infección del oído generalmente por bacterias, pero puede darse por una infección por vi-
rus. Es más común en el lactante y en niños, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Síntomas: Dolor, Disminución de audición, Fie-
bre, Sensación de presión en el oído, Puede producir ruptura de tímpano que se manifiesta por dolor repentino y salida de pus. Re-
cuerde que una docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orientando en los síntomas
observados. No se precipite utilizando un medicamento el docente no deben administrar ninguno
Papilomas juveniles: son tumores no cancerosos (benignos) de la caja de la voz (laringe). Los papilomas son causados por un virus y
pueden aparecer en niños de sólo un año de edad. Un papiloma puede causar ronquera, ocasionalmente de suficiente gravedad como
para impedir hablar, y puede obstruir el paso del aire. Se llega al diagnóstico mediante la utilización de un laringoscopio, con el cual se
observa la laringe y se lleva a cabo una biopsia del papiloma. Los papilomas localizados en puntos diferentes pueden crecer tanto que
una traqueostomía (procedimiento quirúrgico por el cual se practica una abertura en la tráquea) puede llegar a ser necesaria para faci-
litar la respiración. El tratamiento consiste en la extracción quirúrgica o en la vaporización de los papilomas con láser. Su reaparición
es frecuente, pero en la pubertad éstos desaparecen por sí mismos.

Rinitis
Es una enfermedad que afecta a la mucosa nasal y produce estornudos, picor, obstrucción, secreciones nasales y en ocasiones falta
de olfato. Suele ser muy persistente y dar síntomas diarios, aunque dependiendo de la causa de la inflamación puede dar síntomas
solo en temporada concretas.
Causas: No siempre que hablamos de rinitis lo hacemos de una patología inflamatoria ya que la mucosa nasal tiene una gran canti-
dad de vasos sanguíneos y por ello cuando estos se dilatan puede producir cuadros de obstrucción nasal, semejantes a una rinitis, pe-
ro sin otros síntomas (estornudos, picor, etc.). Dependiendo de esta diferencia y de las características en las causas pueden diferen-
ciarse varios tipos de rinitis.
Las rinitis inflamatorias, presentan síntomas de picor, estornudos, secreciones, obstrucción. Entre ellas están: Rinitis alérgica pe-
renne: puede estar causada por ácaros, hongos, epitelios de animales. La dividimos en: Aperiódica causada por hongos, epitelios de
animales, profesional; o Estacional: provocada por polen de gramíneas, polen de pino polen de parietaria, polen de artemisa,
Las rinitis no inflamatorias, causadas por alteraciones del contenido de los vasos sanguíneos y que solo cursan con obstrucción
como síntoma característico: Vasomotora, en general es de causa desconocida o por el uso habitual de medicamentos vasoconstricto-
res tópicos nasales; Hormonal, secundaria a hipertiroidismo, embarazo; Medicamentosa, secundaria a la toma de antihipertensivos,
progesterona, alcohol, vitamina A; Física, aparece por aumento del frío ó humedad ambiental; Mecánica causada por cuerpos extra-
ños, tabique desviado, tumores, o las vegetaciones.
El diagnóstico va encaminado a definir los síntomas y su época de aparición, su duración, su frecuencia y sus posibles desencadenan-
tes. Se utiliza la rinoscopia anterior, que mediante un aparato (rinoscopio), se ve la mucosa nasal y se aprecian diferencias de colora-
ción y de aumento del tamaño de los cornetes o la presencia de pólipos. Las pruebas cutáneas con alérgenos (ácaros del polvo do-
méstico, pólenes epitelios, etc.) nos ofrecen información de las posibles causas. La intensidad de la rinitis se puede medir mediante la
obtención de las presiones de paso del aire a través de la nariz mediante la medición del pico inspiratorio nasal o la rinomanometría.
Como exploraciones complementarias, que nos dan información sobre complicaciones de sinusitis podemos utilizar la Rx senos ó el
TAC de senos paranasales. La medición de células eosinófilas en el exudado nasal se usa cada vez menos por ser poco específico de
cada rinitis y no ayuda al diagnóstico.
Recuerde que una docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orientando en los síntomas
observados. No se precipite utilizando un medicamento el docente no deben administrar ninguno

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Tratamiento: Por un lado, se deben tomar medidas de control ambiental para evitar las causas de origen alérgico. Para la alergia a
ácaros la limpieza más intensa con aumento de la ventilación, disminución de la humedad ambiental y los acarizidas son las medi-
das de control ambiental adecuadas. En la alergia al polen evitar salidas

Sinusitis
El término sinusitis se refiere a la inflamación de los senos paranasales. Recordemos que alrededor de la nariz tenemos estructuras o
cavidades que son accesorios del órgano respiratorio. Así, tenemos senos frontales, etmoidales, maxilares y esfenoidales. Depen-
diendo de la inflamación que se padezca, podemos hablar de sinusitis frontal, etmoidal, esfenoidal y maxilar, que además puede de-
cirse es izquierda o derecha. Hay enfermedades combinadas, sinusitis etmoido maxilar, fronto etmoidal, fronto maxilar, o en los casos
de una inflamación generalizada debemos usar el término pansinusitis.
La inflamación de los senos paranasales tiene origen de tipo alérgico, vasomotor o infeccioso. En este último caso, la infección puede
ser viral, bacteriana o mixta. En cuanto a su duración, hay sinusitis aguda, subaguda y crónica. En la mayoría de los casos de sinusitis
infecciosa existe un cuadro previo de tipo contagioso: sea gripa, anginas, faringitis, otitis o, en los casos de infantes, la adenoiditis.
Como los senos paranasales no están desarrollados desde que nacemos, sino que conforme vamos creciendo éstos se van desarro-
llando, es necesario puntualizar algunos conceptos respecto a los niños.
La causa primaria que conduce a la sinusitis es la obstrucción de los orificios de los senos lo que impide el drenaje del moco allí pro-
ducido. Los causantes más habituales son las bacterias (Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis
son algunas de las bacterias). Existen otros factores asociados a la sinusitis que son rinitis alérgica, rinitis vasomotora, síndromes de
deficiencia de anticuerpos, disfunción ciliar, fibrosis quística, cuerpos extraños e infecciones dentales, entre otros.
En los niños se desarrolla en primera instancia el seno etmoidal, luego los maxilares, posteriormente los frontales y el seno esfenoidal.
En la primera infancia es bastante común que encontremos entonces a la etmoiditis aguda como la primera sinusitis del niño/a. Casi
todo el tiempo encontraremos este cuadro después de que el pacientito cursó con una enfermedad tan común un simple resfriado.
Claro que también se puede ver en el curso de una enfermedad infecciosa infantil: rubéola o escarlatina.
La etmoiditis aguda, que no es otra cosa sino la inflamación aguda del seno etmoidal, se caracteriza por presentar la siguien te sinto-
matología general: aparición frecuente y precoz de signos oculares: edema palpebral (inflamación de la parte inferior de los ojos),
equímosis (moretoncitos) y hasta exoftalmos (ojos saltones). El niño se queja de lagrimeo, abundante rinorrea anterior, lo que origina
salida constante de moco por su nariz. Son los niños malamente llamados "mocosos". Siendo la mayoría de los cuadros de origen vi-
ral, se acompañará este padecimiento por cefalea o dolor de cabeza, dolor de ojos, malestar general e hipertermia o elevación de la
temperatura corporal: Cefalea (dolor de cabeza fuerte), especialmente con los movimientos, Secreción mucopurulenta (amari-
lla, verde o con sangre), Fiebre, Tos, sobre todo durante el sueño, Dolor al masticar.
Algo que siempre llama la atención de los padres del enfermo es que contra la conducta regular del niño, en lugar de estar jugando y
activo, de pronto lo vemos sin ganas de levantarse, abúlico y postrado. Con cara de enfermo. Su moco, en las primeras etapas, es
acuoso o cristalino, abundante. Su cuadro se acompaña también de estornudos frecuentes y en no pocas ocasiones se presenta san-
grado por la nariz. Recuerde que una docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orientando
en los síntomas observados
Cuando el cuadro es bacteriano o mixto, por lo general nos percataremos de un cambio importante en la calidad del moco del enfer-
mo. Su viscocidad y coloración cambian. El moco se convierte en espeso, pegajoso y de coloración variable, de blanco a verde, amari-
llento, cafesoso y ocasionalmente sanguinolento. Desde luego que también el olor puede orientarnos. Por lo general el moco hialino o
claro no tiene ningún olor, en cambio el moco purulento se hace fétido y molesto tanto para el paciente como para sus familiares.
En cualquiera de estos casos el niño debe guardar reposo y ser sometido a un protocolo terapéutico profesional. El uso de antibióticos
en la primera fase, o cuando se trata de problemas de tipo virales no se encuentra indicado. No se precipite utilizando un medica-
mento el docente no deben administrar ninguno. Pero en los casos de secreción francamente purulenta o bacteriana, la utilización
de un esquema antimicrobiano específico se convierte en esencial para poder alcanzar la curación.

Alergia
La alergia es una respuesta exagerada de nuestro organismo cuando entra en contacto con determinadas sustancias provenientes del
exterior. Las sustancias capaces de provocar una reacción alérgica se conocen como sustancias alergénicas o, simplemente, alerge-
nos. Es en el sistema inmunitario, está constituido por un conjunto de células que encontramos tanto circulando por la sangre como
formando parte de distintos órganos. Su misión es fundamental: reconocer la entrada en nuestro cuerpo de elementos extraños y or-
ganizar la defensa frente a ellos. Esto se conoce como respuesta inmunitaria. Gracias a ella se reconoce a bacterias o virus, agentes
ajenos, como causantes de la infección. Si no fuera así, cualquier infección de las que sufrimos a lo largo de nuestra vida (una gripe o
un resfriado) podría tener consecuencias fatales al no encontrar resistencia a su progresión. Como se ve, la respuesta inmunitaria es
de gran importancia aunque, en ocasiones, es causa de serios problemas:

 En los transplantes de órganos (riñón, corazón, pulmón...) nuestras defensas inmunitarias identifican el nuevo órgano implantado
como extraño e intentan combatirlo, produciéndose el rechazo si no se administran medicamentos para disminuir esta respuesta
(los llamados inmunodepresores).
 En ocasiones el sistema inmunitario confunde componentes de nuestro cuerpo con elementos extraños e inicia una reacción con-
tra ellos dando lugar a las llamadas enfermedades autoinmunes (muchos procesos reumáticos tienen este origen).
 A veces se produce una respuesta inmunitaria ante la presencia de sustancias inocuas para el organismo, que habitualmente
son toleradas por éste. Esta reacción exagerada se llama alergia, y las sustancias que la desencadenan son alérgenos.
Los posibles alergenos son muy numerosos y pueden ponerse en contacto con nosotros a través de diversos medios: El aire que res-
piramos: pólenes de plantas, polvo de la casa, hongos, pelo de animales, Los alimentos: pescados, huevos, frutos secos, Medicamen-
tos: penicilina, aspirina, Picaduras de insectos, mordeduras, Contacto con la piel: cosméticos, productos industriales. La reacción in-
mune que nuestro organismo produce frente a estas sustancias es de baja intensidad y no la percibimos. Por el contrario, la persona
alérgica a una sustancia desencadenará una respuesta exagerada cada vez que entre en contacto con ella. Para que tenga lugar esta
reacción alérgica son suficientes cantidades ínfimas del alérgeno. Puesto que el sistema inmunitario se encuentra ampliamente distri-
buido en nuestro organismo, no es de extrañar que las reacciones alérgicas sean capaces de desencadenar trastornos muy diversos,

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según el lugar donde se produzca la reacción: Aparato digestivo: diarreas, dolor abdominal, Ojos: conjuntivitis (enrojecimiento y picor),
Nariz: rinitis (picor y secreción de moco acuoso), Piel: urticarias (habones y picor) o eccemas, Pulmón: asma (obstrucción de los bron-
quios).
Reacción alérgica TIPO I: Las células que componen el sistema inmunitario (los macrófagos y los linfocitos T y B) al entrar en con-
tacto con una sustancia extraña al organismo (alérgeno o antígeno) inician una serie de reacciones que culminan con la formación de
unas moléculas llamadas inmunoglobulinas (Ig) o anticuerpos que se unen al alérgeno y, por diversos mecanismos, consiguen su des-
trucción y eliminación. Estas inmunoglobulinas pueden ser de 5 tipos distintos: IgG, IgA, IgM, IgD, e IgE. Los principales grupos
alérgicos: Los ácaros del polvo doméstico (Dermatophagoides pt., Lepidoglyphus dt,etc.), Pólenes (gramíneas, olivo, parietaria, abe-
dul, etc.), Epitelios, pelos, plumas y otros productos animales (gato, perro), Hongos y sus esporas (mohos), Polvos de granos.
Constitución atópica (ó hábito alérgico) Las personas cuyo sistema inmunitario, al entrar en contacto con sustancias ambientales,
reacciona produciendo una cantidad desmesurada de IgE se convierten en alérgicas y se denominan personas atópicas. Es una ca-
racterística determinada genéticamente, es decir heredada que, habitualmente, afecta a diversos miembros de una misma familia. Es-
ta predisposición a la alergia se manifiesta normalmente frente a diversos alérgenos, siendo mucho más raros los casos de alergia
únicamente a una sola sustancia.

Enuresis (Orinarse en la cama)


Es cuando se orina en la cama en forma involuntaria cuando duerme. Se trata de un problema que afecta emocionalmente al niño. Por
lo general, no se empieza a tratar a estos pacientes antes de los 5 años; dada la posibilidad de curación espontánea en 15%, es pre-
ferible iniciar el tratamiento después. Recuerde que una docente no diagnostica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisio-
lógico orientando en los síntomas observados. El tratamiento incluye medidas conductuales, psicológicas, así como medicamen-
tos y el uso de alarmas. Recuerde que una docente no diagnóstica sólo puede sugerir un mal funcionamiento fisiológico orien-
tando en los síntomas observados.

 Restringir la ingesta de líquidos a sólo 240 ml. (un vaso) en las tres horas anteriores a que se duerma el niño.
 Llevarlo a orinar justo antes de irse a dormir.
 Hacer que se responsabilice y esté atento a la evolución de su problema: lleve un registro de los días que se moja, que coopere
con la limpieza (nadie debe mostrar que la situación es molesta para el personal ya que esto causará más perjuicio al ni-
ño/a).
 Motivarle a que permanezca seco, alabar su esfuerzo y darle recompensas por lograrlo; nunca se le debe castigar ni hacerle
burla ni reprimirlo por mojar la cama.
Tratamiento con alarmas consisten en una esponjita que se coloca en el pijama del niño/a. Actualmente hay modelos de alarmas
inalámbricos, y que en lugar de hacer sonar un timbre funcionan en forma vibratoria. No se precipite utilizando un mecanismo el
docente no deben indicar ninguno por cuenta propia. La alarma ayuda a condicionar al niño a que contraiga el esfínter y se levan-
te al baño a terminar de vaciar la vejiga, o que el músculo que forma la vejiga (llamado detrusor) aprenda a relajarse durante el sueño,
aumentando así su capacidad. Métodos no recomendados. Por lo general explorar la problemática causante puede ser el factor
acertado.

Parásitos externos
Son pequeños organismos que se adhieren a nuestro exterior en zonas de vellosidad principalmente, no constituyen un grave riesgo
pero deben ser removidos rápidamente ya que no son inocuos; otros en el interior muy peligrosos. Se llama parasitismo a la relación
que se establece entre dos especies, ya sean vegetales o animales. En esta relación, se distinguen dos factores biológicos: el parási-
to y el huésped. El parásito vive a expensas de la otra especie, a la que se le denomina huésped.

Piojos: Son pequeños parásitos que se alimentan de la sangre de la persona infectada, y son exclusivos de los seres humanos, esto
quiere decir que no pueden vivir en el cuerpo de otros seres vivos. Las liendres (huevos) pegadas firmemente al pelo, y se ven como
pequeñas pelotitas blancuzcas. Se transmiten: Por proximidad de una persona infectada, uso de peines, cepillos, gorras o pañuelos
de una persona que tenga piojos, uso de ropa de una persona infectada. Tratamiento: Se puede utilizar un peine fino especial pa-
ra liendres y piojos. No se precipite utilizando un medicamento el docente no deben administrar ninguno. El Benzoato de Ben-
cilio es el medicamento más usado. Por la noche, aplicándose la solución de agua y benzoato en la cabeza. Cuidar que no caiga so-
bre la frente ni ojos, porque es muy irritante y produce quemaduras, Al día siguiente se debe lavar muy bien la cabeza con abundante
agua, jabón y champú especial, Debe aplicarse durante tres días seguidos). Medidas preventivas: Una buena higiene personal ayu-
da a eliminar los piojos, No usar peines, cepillos, gorras y otros accesorios personales de uso de otras personas, Mantener el cabello
limpio y cepillado.

Pulgas: Son insectos de aproximadamente 2 mm, de color negro rojizo, cabeza pequeña antenas cortas y largas patas adaptadas
para saltar. Se alimentan de sangre que ingieren con su picadura, durante la cual inoculan una proteína de su saliva que actúa como
anticoagulante, facilitando así su alimentación. Esta proteína es capaz de generar un proceso alérgico en la mayoría de los perros y
en algunos gatos, lo cual se conoce "dermatitis alérgica a la pulga". Una vez que se ha alimentado, la pulga adulta puede depositar
hasta 200 huevos en el ambiente más visitado por el animal: su cama, alfombras, sofás, terraza, coche, etc. estos huevos se desarro-
llarán y en el plazo de unos días saldrán de ellos larvas que seguirán su desarrollo hasta transformarse en pulgas adultas, las cuales
buscarán activamente un huésped de que alimentarse también. Así se completa el ciclo vital de la pulga que puede durar alrededor de
un mes. Para controlar la infección de pulgas debemos tratar por tanto, no solo el animal sino también su ambiente. La manera
más sencilla de quitarle las pulgas a los animales es cepillándolos con un peine para pulgas. Sprays: Útiles en interiores, ya que sus
agentes se depositan en zonas concentradas, Fogger: son sustancias (sprays) de vacío total, que generan una nube que distribuye el
producto ampliamente en un espacio cerrado. Es preciso abandonar esta zona durante varias horas.
Sarna: Es una enfermedad que afecta la piel de las personas, causada un parásito que se mete en la piel, produciendo unas vejigui-
tas rojizas cubiertas por una costa color café. La sarna produce mucha picazón sobre todo por la noche, haciendo que la persona se
rasque. Al rascarse, se le hacen pequeñas heridas que se convierten en granos e infecciones. Las partes del cuerpo que más afecta
la sarna es entre los dedos de las manos, en los brazos, las axilas, alrededor de los pechos y del ombligo, en los órganos sexuales,
nalgas y músculos. En los hogares, escuelas y centros de atención a niños el contagio de la sarna ocurre fácilmente al estar las per-

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sonas en contacto directo a cada momento. En estos casos el parásito que produce la sarna pasa directamente de una persona en-
ferma a otra sana. En otras ocasiones, el parásito pasa de una persona a otra por medio de la ropa. Tanto la ropa de uso personal
como la de cama pueden servir para transportar el parásito y producir el contagio de otras personas. El tratamiento de la sarna es dife-
rente en cada caso. Debe hacerse así porque el tratamiento de la sarna quema o irrita la piel, por lo que la persona no resiste que se
lo pongan si tiene alguna herida o grano en la piel. Para curar la sarna es necesario frotarse todo el cuerpo desde el cuello hasta los
tobillos con una loción que se llama benzoato de bencilo al 25%. Cómo se previene la sarna: La higiene personal, así como el la-
vado y planchado de la ropa, son fundamentales para prevenir y para curar la sarna. Para controlar la sarna se requiere que las fami-
lias de la comunidad colaboren aplicando correctamente el tratamiento a las personas que lo necesiten.

Parásitos Intestinales: El parasitismo intestinal se presenta cuando una especie vive dentro del huésped, en el tracto intestinal.
Compite por el consumo de las sustancias alimentarias que ingiere el huésped, o como el caso del anquilostoma, éste se nutre de la
sangre del huésped, adhiriéndose a las paredes del intestino.
Medidas generales para prevenir la parasitosis intestinal
 Lavarse las manos con bastante agua antes de preparar los alimentos o comer y después de ir al baño.
 Lavar las frutas y verduras que se comen crudas
 En aquellos lugares donde no hay agua potable, hervirla por 10 minutos o ponerle cloro (3 gotas por cada L de agua)
 Tener un sistema adecuado de disposición de excrementos (como primera medida tener letrina o interior de agua)
 Alimentarse adecuadamente y en forma balanceada
 Mantener la viviendo, los pisos, las paredes y los alrededores limpios y secos
 Evitar el contacto de las manos y los pies con el lodo, como la tierra o la arena de aquellos sitios donde se sabe o se
sospecha que existe contaminación fecal
 Evitar ingerir alimentos en ventas callejeras y lugares con deficientes condiciones higiénicas
Giardia lamblia: Es el parásito que produce la enfermedad conocida como giardiasis o lambliasis
Entamoeba histolytica: Es el parásito conocido como amebas, que produce la enfermedad conocida como amebiasis o disentería.
Viven en aguas estancadas, charcos, lagunas y pozos de agua y debajo de las hojas en estado de descomposición. En algunos casos
la amebiasis puede provocar malestar y diarrea alternada con estreñimiento, también puede causar disentería, es decir diarrea doloro-
sa con salida de sangre y moco en abundancia Las amebas pueden entrar en la corriente sanguínea, introducir infecciones en el hí-
gado, pulmones, el cerebro y salida de úlceras en la cara, también puede producir anemia.
Trichuris trichura: Es el parásito conocido como tricocéfalos, que produce la enfermedad conocida tricuriasis
Forma de transmisión Las personas que tienen este parásito y no usan un sistema adecuado para "hacer sus necesidades", (letrinas
sanitarias, tanques sépticos o red de cloaca) depositan en el suelo las materias fecales que contienen los huevos del parásito. Luego,
los huevos pueden contaminar agua, frutas, alimentos, que son ingeridos luegos. También pueden ser llevados hasta la boca, por las
manos sucias o por las moscas que contaminan los alimentos donde se paran. Los huevos llegan al estómago y luego pasan al intes-
tino delgado, donde se pegan a las paredes provocando diarreas y fuertes dolores de estómago.
Ascaris lumbricoides: Es el parásito conocido como lombriz intestinal grande del ser humano, y produce ascariasis. Las complica-
ciones se dan cuando las lombrices se reúnen en un lugar fijo del intestino, ocasionando una obstrucción intestinal. En los niños/as
pueden invadir el hígado, la cavidad peritoneal y el apéndice produciendo su muerte. Tambien pueden llegar a la glotis (abertura trian-
gular entre las cuerdas bucales) y producir sofocación o asfixia. Las personas con ascariasis pueden tener síntomas variables, algu-
nas veces son leves o pueden estar ausentes; el primer signo es la salida de lombrices en las heces o vomitadas, una infección grave
puede producir trastornos digestivos, dolores abdominales, vomito, intranquilidad y alteración del sueño
Forma de transmisión Las personas infectadas con lombrices intestinales, al realizar sus necesidades en el suelo, depositan los
huevecillos del parásito por medio de la materia fecal. Las personas ingieren los huevos por las manos sucias, el polvo, el agua, los
alimentos contaminados y se termina de desarrollar en el intestino delgado.
Ancylostoma duodenale y Necator americanus: Es el parásito conocido como anquilostoma, y produce la anquilostomiasis. Se en-
cuentra en los suelos húmedos. La anquilostomiasis crónica, debilita la persona, en caso de malnutrición, producen anemia e incapa-
cidad. En los niños con gran infección, producen retraso en el crecimiento y en las facultades mentales.
Forma de transmisión Entran al organismo, generalmente por la piel de los pies descalzos; penetran la vía sanguínea hasta el tracto
digestivo y se pegan a la pared del intestino delgado, para absorber sangre, desarrollarse y multiplicarse. La hembra adulta pone miles
de huevos que salen con las materias fecales y contaminan el ambiente.
Taenia saginata (de la carne de vaca) Taenia solium (de la carne de cerdo): Es el parásito conocido como tenia o solitaria, produ-
ce la enfermedad conocida como teniasis.
Forma de transmisión La tenia se transmite por el contacto de las manos sucias con los huevos de la tenia o solitaria y por la inges-
tión directa de los alimentos o el agua contaminada con huevos de solitaria. En el caso de los huevos de la tenia de cerdo, llegan al in-
testino delgado, se abren y la larva se pega al tejido celular subcutáneo y a los músculos; cuando se pega en el corazón, los ojos o en
el cerebro producen graves consecuencias. En la tenia de la carne de res, la larva llega al intestino y se pega a las paredes, chupa
sangre y se desarrolla. La infección por lastenias adultos puede producir en las personas, nerviosismo, problemas para conciliar el
sueño, falta de apetito, pérdida de peso, dolores abdominales y trastornos digestivos. En algunos casos de teniasis, no se presentan
síntomas y la enfermedad no es mortal.

Enfermedades cardiovasculares en niños


Puede conocerse de manera temprana la presencia de ciertas enfermedades que dificultan las funciones del corazón, de las arterias,
la circulación y demás componentes del sistema cardiovascular del niño. Es durante la gestación y en los primeros dos o tres años,
que se establecerán ciertos mecanismos biológicos que nos acompañaran a lo largo de la vida. En general, las cardiopatías congéni-
tas resultan ser las patologías más comunes. A través del reconocimiento clínico, de los electrocardiogramas, radiografías y la correc-

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ta valoración funcional del corazón, se podrá tratar rápidamente el caso concreto de insuficiencia cardíaca, así como evitar una alarma
excesiva por el hallazgo de un suave soplo en el que no está comprometida gravemente la salud de ese niño.
Causas: Algunas de las causas de las enfermedades cardíacas congénitas, más allá de la herencia, son los factores genéticos, los
ambientales (como radiación, infecciones, drogas), diabetes, lupus y síndrome de Down, entre otras. Las tipologías más frecuentes de
cardiopatías congénitas pueden clasificase en acianóticas y cianónitas, aunque hay otras menos frecuentes.

Defectos congénitos del corazón (Cardiopatías congénitas)


Más de 25.000 lactantes (uno de cada 125-150) nacen con defectos del corazón cada año. Puede ser tan leve que el bebé parece
sano durante muchos años después del nacimiento, o tan severo que su vida está en peligro inmediato. Los defectos del corazón se
encuentran entre las anomalías congénitas más comunes, y son la causa principal de las muertes relacionadas con ellas. Empiezan
en la etapa temprana del embarazo, cuando el corazón se está formando, dándose a conocer en edades tempranas del lactante.
Síntomas: Algunos bebés y niños con defectos del corazón no presentan síntomas. Muchos presentan un sonido anormal en la aus-
cultación, denominado “normales” también soplo, del corazón; "inocentes" o "funcionales". Ciertos defectos del corazón impiden que
el corazón bombee la sangre adecuada a los pulmones o a otras partes del cuerpo, lo que puede causar insuficiencia cardíaca. El
niño afectado sentirá palpitaciones y dificultad para respirar, especialmente durante el ejercicio (o en los lactantes, durante la alimen-
tación, por lo que no pueden comer y no aumentan de peso). También puede ocurrir hinchazón (edema) de las piernas o del abdo-
men, o alrededor de los ojos.
Causas: En la mayoría de los casos, los científicos no saben qué es lo que hace que el corazón de un bebé se desarrolle anormal-
mente. Parecen desempeñar una función tanto factores genéticos como ambientales. Entre los pocos factores ambientales que se
conocen, hay un virus y ciertos medicamentos. Las mujeres que contrajeron la rubéola durante los primeros tres meses del embarazo
tiene un alto riesgo de tener a un bebé con un defecto del corazón. Ciertos medicamentos también aumentan el riesgo. Estos inclu-
yen la medicación para el acné Roacután, el litio (usado para tratar ciertas enfermedades mentales) y, posiblemente, algunos medi-
camentos contra las crisis convulsivas. El alcohol o, cocaína durante el embarazo también puede aumentar el riesgo de los defectos
del corazón. Ciertas enfermedades crónicas en la madre también pueden aumentar el riesgo de los defectos del corazón. Por ejemplo,
la diabetes o la llamada fenilcetonuria.
Los factores genéticos desempeñan también una función. Aunque la mayoría de las familias tienen no más de un niño con cardiopa-
tía congénita, estas malformaciones tienen mayor probabilidad de ocurrir en los hermanos o en las progenies de las personas que tie-
nen defectos del corazón que en las familias no afectadas. Por otra parte, los defectos del corazón también pueden formar parte de un
conjunto de defectos congénitos.
Conducto arterioso patente [Patent ductus arteriosus]: Mientras el feto está en la matriz, gran parte de su sangre pasa por un pa-
saje (ductus arteriosus) de un vaso sanguíneo a otro en vez de a los pulmones, porque los pulmones todavía no están en uso. El pa-
saje (ductus) debe cerrarse poco después del nacimiento, para que la sangre pueda tomar la ruta normal del corazón a los pulmones.
Si no se cierra, la sangre no fluye correctamente. Este problema ocurre con mayor frecuencia en bebés prematuros. En un pricipio el
ductus persistente se intenta cerrar con fármacos, y si no, mediante cirugía.
Defectos septales: Si el defecto es un orificio en la pared (septo) que divide las dos cámaras superiores o las dos inferiores, la san-
gre no puede circular como debe y el corazón tiene que trabajar demasiado duro. La cirugía consiste en cerrar el orificio, sea cosién-
dolo o con un parche. Los orificios pequeños pueden sanar por sí solos o no necesitar reparación en absoluto.
Coartación de aorta: La gran arteria aorta, que envía sangre del corazón al resto del cuerpo, puede estar estrechada de nacimiento,
impidiendo el flujo normal de sangre. La cirugía consiste en cortar la parte estrecha y coser las puntas abiertas juntas, o reemplazar la
sección cortada con material sintético o con parte de un vaso sanguíneo tomado de otro sitio en el cuerpo. A veces esta área estrecha
puede ensancharse mediante el inflado de un globo en la punta de un catéter insertado en la arteria.
Anormalidades de las válvulas del corazón: Algunos bebés nacen con válvulas del corazón cerradas o bloqueadas, impidiendo el
flujo normal de la sangre. La cirugía puede reparar las válvulas o reemplazarlas por una artificial. Los catéteres con globos pueden ser
útiles aquí también, haciendo innecesaria la cirugía.
Tetralogía de Fallot: Es una combinación de cuatro defectos del corazón, que impide que la sangre llegue a los pulmones para oxi-
genarse, y el bebé se vuelve azul y enfermizo. Las nuevas técnicas quirúrgicas permiten la reparación temprana de este defecto com-
plejo del corazón, para que la mayoría de los niños afectados vivan vidas normales o casi normales.
Transposición de las grandes arterias: Aquí, se transponen las dos arterias principales que salen del corazón (aorta y pulmonar),
de forma que cada una de ellas surge de la cámara de bombeo contraria. Los adelantos quirúrgicos recientes han dado lugar a la co-
rrección de este defecto, hasta hace poco letal a comienzos del período neonatal [recién nacido].
Diagnóstico preventivo: El feto dentro de la matriz puede observarse por medio de ondas sonoras, la llamada ecografía, una de cu-
yas formas especiales, la ecocardiografía, puede detectar con exactitud muchos defectos del corazón. Si el defecto del corazón no
puede tratarse antes del nacimiento, saber que existe permite a los médicos estar preparados para administrarle al bebé el tratamiento
necesario tan pronto como nazca. La mayoría de los defectos congénitos del corazón todavía no pueden prevenirse. Sin embargo, hay
algunos pasos que pueden reducir el riesgo de tener a un bebé con un defecto del corazón. Toda mujer en edad fértil debe estar segu-
ra, antes de ningún embarazo, de que es inmune a la rubéola, y vacunarse si no es inmune. Toda mujer embarazada debe evitar el al-
cohol y las drogas. Las mujeres con enfermedades crónicas como la diabetes, epilepsia o fenilcetonuria deben consultar a sus médi-
cos antes de intentar la concepción, para que sus medicamentos y/o dietas puedan ajustarse para mejorar las perspectivas para el
bebé. Los padres que han tenido un niño afectado tienen más probabilidades que otros de tener a un segundo hijo con el mismo de-
fecto del corazón, pero las probabilidades son generalmente muy pequeñas. Asimismo, los padres portadores ellos mismos de una
cardiopatía congénita también están en mayor riesgo de tener a un niño con un defecto del corazón.

Prevención y Cuidado de la salud B-01-1 pag N° 10 Nivel Inicial

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