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Punto y coma

El punto y coma (;) es un signo ortográfico de puntuación que se representa en una coma que está
superpuesta a un punto que se encuentra en la parte superior (línea de base tipográfica1). Indica una
pausa mayor que la marcada por la coma y menor que la señalada por el punto: el mismo tiempo
que representa otros signos ortográficos como los dos puntos. El plural de punto y coma es
invariable, es decir, se mantiene igual.
Se emplea para indicar los diversos tipos de relación sintáctica o semántica que se pueden
establecer entre distintas unidades lingüísticas, que pueden usarse de 2 formas: para jerarquizar la
información o para indicar la relación semántica.2
El punto y coma debe escribirse pegado a la palabra o al signo que lo precede, y separado por un
espacio de la palabra o del signo que lo sigue(;). La primera palabra que aparece tras el punto y
coma debe escribirse siempre en una minúscula (con algunas excepciones).3
Entre todos los signos de puntuación, este es el que presenta un mayor grado de subjetividad en su
empleo, pues, en muchos casos es posible optar, en su lugar, por otro signo de puntuación: como
el punto y seguido, los dos puntos o la coma. Pero, esto no significa que el punto y coma sea un
signo prescindible.
En sus inicios, se le denominaba semicolon o colon imperfecto: nombre que en inglés sigue
conservando (semicolon). Sin embargo, su nombre actual se debe a la descripción gráfica de los dos
signos de puntuación que constituyen a este signo intermedio. Otras lenguas romances también
tienen este signo ortográfico con un nombre de estructura semejante, como en italiano, donde se
llama punto e virgola, el portugués, donde se llama ponto e vírgula, o como en francés, donde se
llama point-virgule.

Historia[editar]
El punto y coma tal y como se conoce actualmente empezó a ser utilizado por los humanistas
italianos; aunque en esa época se le denominaba semicolon. Este signo ortográfico fue rápidamente
difundido en la imprenta.3
El uso del punto y coma comenzó a principios del siglo XVI por el famoso impresor italiano Aldo
Manucio, quien también inventó la fuente cursiva. Más tarde, su uso se extendió a la curia romana,
donde, a instancias del propio papa Pío IV, el hijo de Aldo Manucio abrió una imprenta.
El significado del "punto y coma" en griego antiguo era diferente: podría haber tenido la función de
los dos puntos modernos o, dependiendo de si la oración presentaba una interrogación o
exclamación, de un signo de interrogación o exclamación. En el griego moderno, en cambio, solo
tiene la función del signo de interrogación.
En España fue introducido por el gramático Juan Felipe Mey en 1606 con el nombre de colon
imperfecto. Sin embargo, su implantación fue lenta debido a las dificultades para delimitar sus usos
como signo intermedio frente a los dos puntos, que también se empleaban en la época con esa
finalidad.3

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