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la realidad existen un gran número de otros factores que intervienen en los

resultados que buscas.


Para que estas lecciones se traduzcan en resultados no basta sólo con la
estrategia, necesitas adoptar el estado correcto y el mindset correcto.
Necesitas un marco, una definición robusta sobre qué es posible y qué no.
Necesitas motivación y emprender la acción que se dará como resultado de
los elementos anteriormente descritos.
Aun así, falta lo más importante para llegar a los resultados. Era un día
de verano, aún lo recuerdo, se me acercó un alumno, alto, delgado, piel
morena, estaba en sus treinta y aparentaba buen estado físico. «Gabriel,
quiero dejar de fumar, ¿me ayudas?», me dijo y no era la primera vez que
escuchaba a alguien pronunciar dichas palabras. «Claro», respondí, «¿tienes
tus cigarros a mano, correcto?». «Aquí están» me respondió. Lo que sucedió
después es un ejemplo del elemento que generalmente falta, y es algo que
trabajaremos en adelante. «Bien, rómpelos y deshazte de ellos ahora» le dije
mirándolo directamente a los ojos. «Pero, es que, los compré hace poco y…».
Determinación.
La determinación será lo que te separará del 99% de los lectores, pero si,
además, no entiendes el por qué debes tomar acción, nada te moverá. No
tengo la intención que este libro tenga el mismo efecto que aquellos
seminarios motivacionales, tampoco quiero que al final digas «qué gran
libro» y nada haya cambiado realmente en ti. Deseo que este libro sea una
guía de entrenamiento y, como ya te advertí, no será fácil, requerirá que
trabajes. Si de verdad quieres tener éxito, si de verdad quieres ser libre debes
tomar acción; tú, y nadie más que tú, estás a cargo de tu futuro.

B. Cómo aprovechar al máximo lo que aprenderás


Haré explotar tu mente, no tengo dudas. El aprendizaje y el pensamiento
se ejecutan por medio de las conexiones neuronales. Cada vez que aprendes
algo, lo haces por medio de la conexión entre la nueva información que
adquieres y algo que ya conoces. ¿No te ha pasado que cuando aprendes algo
dices: «¡Ahhh! ¿Por eso es que…?», ese es tu cerebro conectando. Es por
esto que te entregaré mucha información sobre cómo funciona tu cerebro y tu
mente, te explicaré el por qué de todas las herramientas que verás, para que
puedas conectar y generar un aprendizaje significativo y duradero. Por lo
demás, al aprender los fundamentos, podrás adaptar cada una de las
herramientas y consejos a tu propia realidad.
¿Cómo sacar lo máximo de este libro? Para aprovechar este proceso de
aprendizaje, por medio de conexiones de elementos nuevos con elementos
antiguos, debes preguntarte siempre el por qué y para qué de cada lección,
debes asociar la nueva información a algo que ya conozcas o que pueda
suceder en el futuro. La forma más fácil es preguntándote: ¿cómo es que esto
se aplica a mi realidad?, ¿a qué se parece este nuevo concepto?
Como veremos más adelante, la mente humana es una máquina de
simulación, y con ello, todo lo que es fácilmente «simulable» por nuestra
mente, te será agradable y fácil de ejecutar; de algún modo esto le «hace
sentido». Debido a esta premisa, es clave que cada conocimiento que
adquieras en este libro lo simules; es decir, busca situaciones pasadas,
presentes o futuras en las que puedas recordar o imaginarte aplicando lo
aprendido o quizás alguna forma en la que lo aplicaste sin haberte dado
cuenta. De este modo generarás conocimiento y acción más fácilmente.

C. El primer paso
Descripción
La inspiración sin la acción queda en la emoción. Como este es un libro
esencialmente de acción, tu primer paso será el siguiente:

Instrucciones
Crea una hoja resumen de apuntes, que contenga tres columnas y un
espacio en blanco debajo. Las columnas serán: aprendizajes, por qué, y para
qué.

Aprendizajes: acá irán todos los aprendizajes y herramientas que


aprendas a lo largo de este libro.
Por qué: acá debes responder lo siguiente: ¿Por qué este
aprendizaje o herramienta es importante para mí? ¿Cómo se aplica
a mi realidad?
Para qué: en esta columna debes responder la siguiente pregunta:
¿Para qué, específicamente, puedo utilizar esta herramienta en mi
futuro cercano o cómo pudo haber sido de utilidad en el pasado?
Las respuestas que escribas a estas preguntas deben ser específicas para
lo que desees lograr. No servirá de nada que respondas algo como: «Es
importante porque debo trabajar en esto»; eso ya lo sabes y no es
movilizador. Cámbialo por algo parecido a: «Esta herramienta es importante
ya que tengo un diálogo interno de autocrítica muy fuerte que no me permite
crecer, y quiero trabajar en aquello como primera prioridad desde hoy
mismo». Recuerda, el objetivo es acelerar el aprendizaje para facilitar la
acción.
En el espacio en blanco, escribe lo siguiente:
«Mi nombre es _________________ y esta es una declaración acerca de
mi compromiso, mi interés y responsabilidad de tomar el control de mi vida.
Sólo yo soy responsable de mí mismo y mi persistencia en cuanto a la
aplicación de estas herramientas determinará quién soy y quién quiero ser».
Hazlo ahora, con determinación.
Firma la hoja, tómale una fotografía y compártela con alguien más;
puede ser alguien con quién estés leyendo este libro a la par, en tus redes
sociales, u otro medio.
Puedes encontrar una plantilla en:
https://www.60horas.com/recursos/
Nos aprovecharemos de un vacío en nuestra mente llamado sesgo de
consistencia y compromiso, que es el deseo de mantener un comportamiento
consistente con nuestras creencias o cuando adquirimos un compromiso
social. El compromiso social es clave para mantener tu persistencia, por lo
que te recomiendo enfáticamente, que encuentres un compañero de lectura, o
mejor aún, publícalo en tus redes sociales y hazlo más público aún (utiliza
#60horas).
Si dices: «Lo haré mañana o cuando encuentre a alguien», terminarás
por no hacerlo. Si no eres capaz de hacer esto, te recomiendo dejar este libro
a un lado, ya que no tienes la determinación necesaria. Si por el contrario
decides persistir, comparte este documento ahora, y hazlo cada vez que lo
actualices y progreses en tu aprendizaje.

D. La importancia de este conocimiento


Identificaste una brecha entre tu estado actual y el futuro que deseas, aún
si no sabes cómo se ve ese futuro, definitivamente sabes que es mejor que tu
estado actual. Quieres algo más.
Este conocimiento está pensado para todo tipo de personas que estén en
búsqueda de la mejor versión de sí mismos. Lo importante es que detectaste
un vacío, una brecha entre quién eres y quién deseas ser, y eres consciente de
ello. Estas herramientas te ayudarán a cerrar esa brecha; lo que encontrarás
aquí te servirá como mapa de navegación para que puedas trabajar. Lo que te
entregaré es el mapa, un manual de conducción, pero recorrer el camino y
llegar a destino será tu responsabilidad.
Por otro lado, si puedes ver por qué tomar el control de tu mente es
importante para ti, podrás entender por qué también es importante para otras
personas, pero hay algo más. Somos el promedio de quienes nos rodean; al
mejorar nosotros, mejoraremos al resto, y al mejorar al resto, mejoraremos
nosotros. ¿Cómo aporta tu entorno más cercano a tu desarrollo personal?
¿Cómo aportas tú al de ellos? ¿En qué forma tu entorno te define?
Somos esclavos dentro de nuestras propias cabezas, y quiero cambiar
eso obteniendo resultados. Quiero traducir todo el conocimiento que he
adquirido, usando para ello toda mi pasión en querer ayudar a otros, para que
logres resultados concretos y puedas ahorrarte tiempo, dinero y muchos
dolores que puede provocar la experimentación. Estoy convencido de la
capacidad humana para lograr cosas extraordinarias, pero para ello se
necesitan las herramientas correctas y la forma de pensar y el estado
adecuado.
Si aún no compartes tu hoja resumen con alguien, este es el momento de
hacerlo, ya que en los siguientes capítulos entraremos de lleno en el corazón
del contenido para que puedas ver todo muy claro y transparente.
A continuación, encontrarás un ejercicio interesante. Como siempre, no
pienses demasiado, sólo responde lo que, de algún modo, se sienta bien para
ti.
III
El modelo de programación mental

«Conocerte a ti mismo es el comienzo de toda sabiduría»


- Aristóteles.
Visualiza el siguiente escenario; tienes en tus manos un diamante
cristalino el cual te puede otorgar el superpoder que desees, ¿cuál sería?
Muy probablemente hayas elegido la invisibilidad.
¿Cuándo fue la última vez que experimentaste una situación en la que
alguien se comportó de cierta manera estando contigo, mientras que en grupo
se comportaba de otra totalmente distinta, casi como si no reconocieras a
aquella persona? Quizá también te ha pasado que aprendes una habilidad
«blanda» y al utilizarla la sientes como algo que no es propio de ti, casi como
si fuera una máscara que te pones a la hora de realizar una determinada tarea.
¿Por qué existe esta incongruencia? Estas son preguntas que más de alguna
vez nos hemos hecho.
Los seres humanos utilizamos máscaras, que al igual que en el teatro
antiguo, surgen para proyectar un mensaje en específico en una situación
determinada, o para proteger lo que está detrás de ella. Es como cuando una
persona te dice que está bien, pero intuyes que no es así, sin poder explicarlo.
O cuando conoces a alguien y, de algún modo, sientes que algo no encaja en
esa persona, no sabes qué es, pero intuyes que hay algo raro en ella. Ese es tu
inconsciente emocional, el cual es mucho mejor que tu sistema racional
consciente que busca siempre patrones de congruencia. Tu inconsciente te
dice que, efectivamente, no encuentra aquella congruencia.
No es que seamos falsos y no es que sea algo malo, utilizamos máscaras
porque somos humanos, queremos encajar dentro de un grupo y pertenecer a
este, o quizás queremos mostrarnos fuertes frente a algún vacío que podemos
tener. Queremos proyectar una buena imagen y aprendemos, a muy temprana
edad, que revelar nuestras vulnerabilidades puede ser contraproducente;
alguien podría utilizar estas a su favor y hacernos daño.
Podría apostar que la o las personas con quienes tienes los más fuertes
lazos emocionales, son aquellas con quienes puedes mostrarte vulnerable, sin
miedos ni juicios de por medio. Desde una perspectiva reptiliana, entiendes
que esa persona es un semejante que te ayudará a sobrevivir y en quién
puedes confiar, ella también tiene vulnerabilidades, no es alguien perfecto; es
un humano igual que tú. Esta es la razón del por qué muchas personas eligen
la invisibilidad como superpoder.
Las máscaras que nos ponemos buscan no sólo cubrir «el verdadero yo»,
también esconden la autoimagen que tenemos de nosotros mismos. La
realidad es objetiva, la percepción que tenemos sobre ella no lo es, esto
también aplica sobre la percepción que tenemos de nosotros mismos y es, en
gran medida, lo que determinará el éxito que planeas alcanzar. Después de
todo, ¿cómo es que deseas tener éxito, ya sea en el amor, en los negocios o en
la vida, si te ves a ti mismo como una consecuencia de factores que están
fuera de tu control?
Más adelante volveremos a tocar este punto con mayor detalle, por
ahora, quiero que pienses; ¿qué máscaras tienes?, ¿cuál es la autoimagen que
busca proteger aquella máscara? y ¿cuán grande es tu determinación de
mejorarla?
En el escenario ideal, tú, tu autoimagen y la imagen que proyectas a los
demás estarán en sincronía. ¿No es esto «ser quien tú deseas ser» ?, pero la
verdad es que lograr esta sincronía no es tarea fácil. Mientras más grande sea
el distanciamiento entre ellas, mayores serán las señales de que «algo no
encaja». Todas estas inconsistencias, que en adelante llamaremos
incongruencias, son el reflejo de una desconexión entre los componentes
fundamentales de tu mente.
Nuestra mente, cuerpo y cerebro forman un único sistema sinérgico.
Para realizar una analogía con la historia que te conté en el primer capítulo, tu
cerebro y el resto del cuerpo son el hardware, lo que se puede tocar e
interactúa en un plano físico. La mente es el software; el sistema operativo
que es soportado por el hardware y que, sobre él, se ejecutan un sinnúmero
de aplicaciones que están destinadas a cumplir funciones específicas.
A nivel evolutivo, al igual que un computador el cual desde su aparición
ha evolucionado tanto en hardware como en software, nuestro cuerpo y
nuestra mente también han evolucionado por muchos años (¡millones!),
permitiéndonos adaptar nuestras capacidades como especie de acuerdo con
los requerimientos del entorno.
A un nivel funcional, tu hardware determina los esquemas de trabajo del
software, define cuáles son las reglas base por las cuales este se rige. A su
vez, el software también influye en el hardware, ya que es este quien
interpreta y ejecuta los distintos eventos para los cuales está diseñado.
Como seres humanos, interactuamos con el entorno; objetos, seres
vivos, ritos, culturas, arte, entre otros, a través de nuestro cuerpo. Recibimos
información a través de nuestros sentidos: tocamos, vemos, olemos,
escuchamos y degustamos. Esta información es procesada por medio del
sistema sinérgico cerebro-mente y, como resultado de esto, nos comportamos
de determinada manera; bien sea cuando expresamos nuestra admiración por
el arte que observamos, o cuando pronunciamos aquellas palabras que
desearíamos no haber dicho.
Tanto cerebro y mente, para efectos del autoliderazgo, consideran un
conjunto de estructuras, características y principios que verás a lo largo de
este libro. Ambos mundos se encuentran integrados en el modelo de
programación mental.
En este capítulo te presentaré el 80% del modelo, el cual se basa en tres
triángulos estructurales: el ejecutivo, el direccional y el generativo. Luego de
que entiendas en detalle sus componentes, te presentaré el 20% restante en el
capítulo de aplicación conjunto, en el que aprenderás a integrar todos los
componentes y cuál es la estrategia adecuada para abordarlos.
La labor de todo coach es ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos
siguiendo la mejor estrategia posible. Si se tratase de un viaje necesitas, al
menos, un destino al cual llegar, una ruta óptima y un medio de transporte.
Utilizaremos esta analogía a continuación.

A. Triángulo ejecutivo

En este triángulo se representa la logística del viaje. Se encuentra


formado por nuestro consciente, el inconsciente, y los hábitos o patrones de
comportamiento que adquirimos a lo largo de nuestra vida. Para que te hagas
una idea:

El consciente: este es quien procesa toda la información que


recibimos y que capta las cosas que están en nuestro foco de
atención, es quien está a cargo de tu voz interior mientras lees o
piensas, y quien controla la dirección de los cambios que deseas
hacer.
El inconsciente: es quien, además de almacenar tus distintos
recuerdos y experiencias, se encarga de ejecutar patrones de
pensamiento, emociones y comportamiento.
Los hábitos: son patrones de comportamiento y pensamiento que
ejecutamos una y otra vez. No son sólo acciones que realizamos en
lo «físico», como lavarse los dientes todas las mañanas, también
son patrones mentales o emocionales, como el caer siempre en la
misma espiral de negatividad frente a determinadas circunstancias.
B. Triángulo direccional

Este triángulo se encuentra formado por el propósito, la motivación y la


estrategia. En nuestra analogía del viaje, este es quien define el destino, la
ruta óptima y el combustible necesario para llegar allí.

El propósito: en un sentido ulterior, es el «para qué», es la


aplicación de tu pasión para ayudar a otros. En un sentido táctico,
es el objetivo que persigues. En palabras más sencillas aún, es el
destino motivante por alcanzar.
La motivación: es el motivo que te hace tomar acción. Es la fuerza
motora para la ejecución del propósito.
La estrategia: este elemento es la metodología, la administración
de tus recursos y la fijación de objetivos para llegar a tu destino.

C. Triángulo generativo

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