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HERIDAS QUE SOLO DIOS PUEDE SANAR

1ª Samuel 1:6-7,10 Objetivo


6. Por eso Peniná, que era su rival, la molestaba y se Mostrar que hay un Dios en los cielos,
burlaba de ella, humillándola porque el Señor la había creador del universo, que tiene el poder y
hecho estéril. que está interesado en sanar las heridas
7. Cada año, cuando iban al templo del Señor, peniná la que por las diferentes circunstancias que
molestaba de este modo; por eso Ana lloraba y no comía. en la vida (Pecado) han quedado en los
corazones. (Borrar las cicatrices)
10. y Ana, llorando y con el alma llena de amargura, se
puso a orar al Señor

Las Heridas
Una herida es una lesión consecuencia de una agresión o un traumatismo en la que se produce
una alteración en la integridad de la piel. Los agentes que producen las heridas pueden ser de
distinto origen:
▼Agentes físicos, como cortes, quemaduras o golpes.
▼Agentes biológicos, como bacterias, virus y hongos.
▼Agentes químicos, como ácidos.
Las heridas se pueden clasificar desde diferentes puntos de vista o aspectos, esto es según el
objeto o el mecanismo causante, la profundidad, la cicatrización, su riesgo de infección, la
integridad de la piel, y la gravedad de la herida:

Según el objeto o el mecanismo causante, la herida puede ser:


▼Cortante o incisa: Es ocasionada por un objeto cortante, como un cuchillo o un vidrio. Los
bordes de la herida están limpios y definidos. En este tipo de heridas, el sangrado suele ser
abundante.
▼Punzante: Es producida por un objeto punzante, como un clavo. La gravedad de la herida
depende de la profundidad y de si daña nervios o vasos sanguíneos.  
▼Contusa: Es ocasionada por el impacto de un objeto como una piedra o un martillo. En estas
heridas, los bordes son irregulares y suelen presentar un hematoma.
▼Por desgarro: Es producida por objetos con dientes en su parte cortante, como una
motosierra. Los bordes son irregulares.
▼Por raspadura: Producidas por objetos con dientes o palas, como una trituradora de comida,
o por el asfalto, cuando la piel se arrastra por él en un accidente de tráfico y la carne queda al
descubierto.  

Según la profundidad, la herida puede ser:


▼Superficial: Cuando solo atraviesa la piel.
▼Profunda: Cuando la herida atraviesa el tejido subcutáneo.
▼Penetrante: Cuando penetra una cavidad, como puede ser la boca, el abdomen, etc.
▼Perforante: Cuando atraviesa el cuerpo.

Según la cicatrización, la herida puede ser:


▼Aguda: Es aquella que el organismo es capaz de cerrar o sanar en el tiempo esperado. La
cicatrización se producirá sin infección y en un periodo que suele oscilar entre siete y catorce
días.
▼Crónica: Es aquella que el organismo no puede cerrar o sanar en el tiempo esperado, ya que la
herida suele ser más profunda y la zona suele estar inflamada. El proceso de reparación y
cicatrización es desordenado se alarga en el tiempo.
Según la gravedad de la herida: Es probablemente una de las categorizaciones más
representativa. Una herida puede ser leve o grave. La gravedad se medirá en función de otros
factores: si la herida es superficial o profunda, si está contaminada o no, si está abierta o cerrada,
si el objeto o mecanismo que lo ha causado puede quedar en el interior del cuerpo, etc.

En el pasaje donde leímos la biblia nos muestra una serie de hechos que tenían marcada la
vida de una mujer (Amargura). Hay heridas que no son ocasionadas en la piel, sino en el
corazón, que así como en la piel duelen, sacan lágrimas.
En los tiempos bíblicos, la esterilidad, era considerada un
Esterilidad-Latín Sterilitas
castigo de Dios y una deshonra para las que no podían ser
Que no da frutos, incapacidad madre. Públicamente era un motivo de vergüenza,
del macho o de la hembra humillación, desprecio, un oprobio.

para la reproducción. La Fecundidad era considerada una bendición de parte de


Dios: Sal 127:3-5; 128:1-4
Así como actúan las heridas en la piel según su clasificación, así también actúan en el corazón.
Aunque muchos adultos ignoran esto, los niños son propensos a las heridas.
(Experiencia vivida)
El ser humano (Niños, adolescentes, jóvenes, adultos, ancianos) reflejan lo que viven: San
Lucas 6:45
Los niños, jóvenes o adultos buscan refugio en las drogas, alcohol, prostitución, etc., no sabiendo
que están empeorando las cosas.
Parábola del buen samaritano
(San Lucas 10:30-35)
30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de
ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 
31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 
32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. 
33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a
misericordia; 
34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura,
lo llevó al mesón, y cuidó de él. 
35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que
gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.

Hay hogares que se han desboronados, y los niños, adolescentes han quedado a la intemperie y
los han recogido, los abuelos, tíos, etc: Salmos 27:10

Las heridas, se infectan, se inflaman (Ana lloró amargamente). Odio, rencor, ira, amargura.
Según su riesgo de infección, la herida puede ser:
▼Limpia: Es la realizada en un entorno aséptico, por ejemplo en un quirófano.
▼Contaminada: Ha estado expuesta a bacterias un corto periodo de tiempo.
▼Sucia o infectada: Ha estado expuesta a bacterias un periodo largo de tiempo.

Hay heridas que son visibles y otras que están ocultas:


Según la integridad de la piel, la herida puede ser:
▼Abierta: Se observa la separación de los tejidos blandos de la piel. Estas lesiones tienden a
infectarse con facilidad.  
▼Cerrada: No se observa lesión aparente, pero hay hemorragia debajo de la piel, en
cavidades o vísceras. Así, los tejidos dañados no están expuestos al exterior.
Hay hermanos en la iglesia, amigos que aparentemente están bien, pero que por dentro están
sangrando, no se han dado cuenta que están muriendo, porque las heridas si no se tratar a tiempo,
terminan provocando la muerte. Por eso, muchas personas jovencitas, jovencitos, adultos que se
quitan la vida. En nuestra iglesia hay jóvenes que espiritualmente han muerto porque no se
dejaron tratar la herida, no se dejaron ayudar y hoy no están con nosotros.
La biblia nos indica que debemos perdonar a aquellos que nos ofendieron para que nuestras
heridas sean sanadas. La amargura, el odio, la ira, el rencor, etc., todas estas infecciones de las
heridas del alma llevan a que se pierda el temor de Dios en nuestros corazones y conllevan a la
muerte espiritual.
Efesios 4.29-32
Efesios 4:25-27
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca,
25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin
verdad cada uno con su prójimo; porque de dar gracia a los oyentes. 
somos miembros los unos de los otros.  30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol fuisteis sellados para el día de la redención. 
sobre vuestro enojo,  31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira,
27 ni deis lugar al diablo.  gritería y maledicencia, y toda malicia. 
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos,
Santiago 1:21 perdonándoos unos a otros, como Dios también os
perdonó a vosotros en Cristo.
21 Por lo cual, desechando toda
inmundicia y abundancia de malicia,
1ª Pedro 2:1
recibid con mansedumbre la palabra
implantada, la cual puede salvar 1 Desechando, pues, toda malicia,
vuestras almas.  todo engaño, hipocresía, envidias,
y todas las detracciones, 

La mujer del Flujo de Sangre


(San Mateo 9:2021)
20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás
y tocó el borde de su manto;
21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.
22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue
salva desde aquella hora.
(San Lucas 8:43-48)
43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en
médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, 
44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su
sangre. 
45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que
con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? 
46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a
sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante
había sido sanada. 
48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.
Pienso dentro de mí que la mujer tocó el borde del manto del maestro porque no se sintió digna
de tocarlo a él. La posición que tomó su cuerpo al tocar el borde del manto del maestro es de
humillación. La misma que debemos tomar nosotros al dirigirnos al Señor Jesucristo.
Ana y la mujer del flujo de sangre se dirigieron a Dios y él sanó sus heridas.

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Gn 16:2-5--Sarai y Agar
Gn 30:1-2--Raquel y Lea

En la época de los patriarcas, se seguía la costumbre mesopotámica, que consistía en que la


mujer que era estéril, ésta le daba su esclava al marido, así cuando la esclava quedaba
embarazada y cuando diera a luz, la esposa los reconocería como suyos. De esta manera tendría
hijos. Gn 16—Sarai y Agar Gn 30—Raquel

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