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Nathalie Cendales Pérez. Entrenamiento Personal.

2° semestre

Ensayo sobre la revolución del fitness en Colombia

La industria del fitness ha ido paulatinamente posicionándose y tomando fuerza en


Colombia, utilizo el término “industria” ya que lo que lamentablemente en eso se ha
convertido, se ha robado toda la atención en su mayoría el marketing de sus productos y
no el concepto del bienestar físico y el fortalecimiento del cuerpo como estrategia para
mejorar la salud y potenciar el bienestar y calidad de vida.
Esta creciente moda comienza a tomar fuerza gracias al auge de la salud y el bienestar
tanto físico como mental que hoy en día está de moda, contando hoy en Colombia con un
porcentaje del 20% de la población interesada y/o participante en el mundo del fitness,
hoy en día estamos en uno de los mejores momentos de esta industria, creciente y cada
vez más popular, llegando cada día a más personas de todo tipo de poblaciones, contando
con gimnasios dotados de excelentes equipos y con suficientes estudios científicos para
poder garantizar un desempeño optimo en cuanto al desarrollo de las capacidades físicas,
pudiendo prevenir lesiones importantes, incluso ayudando a sanar lesiones previas,
mejorando la calidad de vida en poblaciones con discapacidad o limitaciones importantes,
parciales o trastornos de la salud, lastimosamente el estándar profesional y ético es algo
que aún continua siendo muy ambiguo, casi efímero en algunos casos específicos, ya que
ser profesional no significa que el entrenador sepa lo que hace o el hecho de poseer o no
un título no es una limitación para conseguir un puesto como entrenador, en gimnasios
tanto pequeño como grandes, debido a la falta de regulación que este mundo posee hoy
en día literalmente cualquiera puede entrenar a otros sin responsabilidad por sus actos, ya
que al usuario se le obliga a firmar un contrato donde se hace responsable de cualquier
daño o perjuicio que pueda sucederle incluso si es culpa del entrenador.
La falta de ética, la presión de nuestra cultura de inmediatez, el afán narcisista de mostrar
resultados en redes sociales o la necesidad desmedida de lograr un objetivo o romper una
marca personal, lleva a tanto usuarios como entrenadores a tomar decisiones que pueden
no ser las más éticas con su propio cuerpo o con el de su usuario, la falta de regulación
farmacológica lleva a muchos entrenadores, a recetar a sus usuarios con o sin su
consentimiento sobre ayudas ergogenicas o incluso los mismos usuarios, por el afán de
ver resultados inmediatos presionan a su entrenador para poder lograr una mejora a corto
plazo en su objetivo. Estas ayudas ergogenicas per se no tienen nada de malo si son bien
reguladas, controladas y monitoreadas por profesionales que sepan bien cómo
administrar lo más apropiado para el usuario en base a su objetivo, monitoreando y
estableciendo responsablemente la administración de cualquier tipo de ayuda que el
atleta o competidor necesite para alcanzar su objetivo particular, sin embargo, en este
caso generalmente ya no hablamos de fitness, hablamos más de atletas de alto
rendimiento, fisicoculturistas, modelos fitness que aunque promueven el movimiento pro-
ejercicio, no necesariamente implica un estilo de vida fitness, ya que mantener el cuerpo a
largo plazo en ese estado preparado para una competencia no está ligado a la salud y al
contrario podría ayudar a degenerar la misma. Lastimosamente siendo estos los mayores
“expositores” de la industria del fitness, la población del común que inicia buscando
calidad de vida, salud o resultados, confunde sus expectativas con un inocente anhelo de
parecerse a X o Y personaje, pasando por la desilusión al encontrarse con que el fitness es
algo completamente alejado de lo que sus expositores patrocinan, adquiriendo todos los
“polvitos” que se encuentren en el mercado y en muchos casos recurriendo a ayudas
farmacológicas para aumentar su progreso estético en el menor tiempo posible, aquí es
donde, pienso yo, que la industria corrompe al usuario quizás sumergiéndolo en un
mundo de adicción que pueda llegar a causar graves problemas de salud, física y mental,
en un usuarios que generalmente solo buscan fines estéticos.
Sin embargo, más allá de ese lado oscuro que esta y cualquier industria posee, esta es
quizás una de las modas más beneficiosas que se han posicionado en la sociedad y a pesar
de la ignorancia y desigualdad que pueda haber para los que ejercen en este mundo,
pareciera que esta moda tiene ganas de quedarse durante mucho tiempo más, quizás
estableciéndose como un estilo de vida que no solo es de interés para jóvenes adultos,
sino que está llegando con fuerza a poblaciones de todas las edades, las personas poco a
poco se motivan cada día a dejar a un lado las excusas y esforzarse por trabajar en su
cuerpo y gozar de los resultados físicos y emocionales que el entrenamiento trae consigo.
Cada día gozamos de más acceso a información nutricional avalada por la ciencia, estudios
sobre el entrenamiento difundidos de maneras sencillas de entender para la población
ajena al gremio e información detallada para profesionales o apasionados a la materia
literalmente a un click de distancia, completamente gratis para todo aquel que decida
investigar un poco sobre el tema, para todos los que nos apasiona este mundo, estamos
en uno de los mejores momentos para crecer y aprender sobre él y enamorarse cada vez
más de más de este mundo del entrenamiento.

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