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EL SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA

El sistema de educación superior en Colombia ha tenido grandes transformaciones


después de la instauración de la Ley 30 de 1992 (Congreso de Colombia, 1992), en la
cual se contempla la educación superior como servicio público y no como derecho
fundamental, caracterización que conlleva a dos premisas: i) la posibilidad de la
prestación del servicio por parte de privados; y, la apertura a la mercantilización de la
educación superior en el país.

Este proceso de convertir la educación superior en servicio y por ende en mercancía es


reflejo de la profundización y radicalización del sistema socioeconómico capitalista en
la década de los años 70, que será consolidada y constitucionalizada en varios países
de nuestra américa en la década de los años 90 del siglo XX con la imposición de un
sistema neoliberal en el que se pretende ampliar al máximo la mercantilización de
cualquier espacio de relacionamiento de las personas con el fin de generar una
ampliación del mercado para posibilitar una mayor acumulación de capital. (Estrada
Alvarez, 2006)

Es así como se establecen términos como el capital humano que cosifica a las personas
y pretende generar índices e indicadores de precios a la fuerza laboral conforme al
adoctrinamiento de esta, como también comprende una violencia simbólica directa e
interiorizada en la sociedad y es el pensamiento de que las personas con mayores
logros académicos -cada vez más técnicos y menos reflexivos- pueden acceder a una
mejor posición económica en la sociedad, lo cual ocasiona un ideal de logro individual
y de competencia inscrita a la acumulación de técnicas relevantes para el sistema
socioeconómico imperante y muchas de las veces en contradicción con las
necesidades de la sociedad en conjunto.

“La teoría del capital humano permite hacer unas profundizaciones fundamentales que
no existían en versiones anteriores de la teoría neoclásica. Primero, vuelve a la
tradición ricardiana y marxista y la amplía al considerar el trabajo como un medio de
producción producido, cuyas características dependen de la configuración total de las
fuerzas económicas. Segundo, rechaza el supuesto simplista del trabajo homogéneo y
centra su atención en la diferenciación de la población activa. Tercero, introduce en el
terreno del análisis económico instituciones sociales básicas (como la escuela y la
familia), relegadas antes a las esferas culturales o superestructurales” (Bowles &
Herbert, 2014)
Este proceso de mercantilización consolida, por un lado, la susceptibilidad de generar
acumulación de capital en el mercado de la educación superior y, por otro lado, el
adoctrinamiento y servilismo de las sociedades por medio del control de instituciones
que son llamadas a la normalización y encajonamiento de las personas a un sistema
socioeconómico predeterminado donde no se discuta el sistema en sí, sino a lo
máximo las consecuencias de este. Todo esto permitido y consolidado por la
intensificación de la parcialidad y particularidad de cada ciencia, donde se observa el
árbol cada vez más detalladamente sin entender el papel de este en el conjunto del
bosque.

En Colombia el papel de la mercantilización de la educación como fuente de


acumulación ha sido impedida parcialmente debido a la imposibilidad legal de
transferir recursos desde el sistema de educación superior hacia otros sectores o hacia
la acumulación individual, pero esto no implica que no se viva en la realidad material
en varias instituciones debido al bajo control y/o al contubernio entre instituciones
privadas de educación superior y el Estado colombiano.
cosificación y normalización ha tenido un proceso altamente preocupante donde los
procesos educativos superiores son vistos como transferencia de conocimientos
técnicos y matemáticos con baja reflexibilidad y critica, mucho más intensificado en las
universidades privadas que en las públicas donde las personas que habitan estos
espacios y los mismos espacios se niegan en La segunda relación de la mercantilización
como fuente de subordinación, alienación, parte a la ausencia de la crítica y disputan
por la construcción en común de una sociedad más justa.

A partir de esto el Estado colombiano pretende el adoctrinamiento neoliberal en la


universidad pública y a la normalización bajo el concepto de capital humano por medio
de :la desfinanciación por parte del Estado, la subordinación de la universidad ante los
recursos privados de las empresas nacionales y trasnacionales, la financiación de la
educación, iv) el bombardeo de la técnica y matematización del conocimiento y, v) la
postración del sistema de educación superior público en el país.

La desfinanciación de la educación superior por parte del Estado colombiano


desde el año 1993 es la dosis que gota a gota aumenta y jalona la
mercantilización del sistema, donde se observa, como ya evidenciamos un
déficit en los ingresos con relación a los gastos de las universidades públicas
como también la transferencia cada vez más grande del gasto público para la
educación superior hacia diferentes sectores como son el ICETEX y sus
políticas de transferencia de capital público hacia universidades privadas por
medio de los programas Ser Pilo Paga y Generación E, como se puede
evidenciar en la siguiente gráfica.
Relación entre el gasto público en educación superior con relación a los aportes de la
nación a las universidades públicas en Colombia.
En la anterior gráfica, podemos evidenciar el desplome de la inversión desde el
gasto público del presupuesto de educación superior hacia las universidades
públicas en el país pasando del 55,7% en el año 2002 al 37% en el año 2016,
poniendo de manifiesto que no solo el desplome de inversión hacia el
presupuesto de educación ha golpeado a las universidades públicas sino que
también la destinación de este presupuesto se ha deteriorado derivado a que
en los últimos años se ha intensificado los llamados subsidios a la demanda
que no es más que créditos captados por el ICETEX con el fin de trasladar
dineros públicos hacia entes privados y trasladar la carga de la educación
desde el Estado hacia las familias colombianas que al final terminan pagando
créditos insostenibles.

Este sistema de subsidios a la demanda por medio de los programas Ser Pilo
Paga y ahora con el programa Generación E, no solo es injusto con el pueblo
colombiano al transferir las cargas de la educación superior a las familias y al
trasladar dineros públicos hacia los entes privados de educación superior, sino
que es ineficiente en términos económicos y ha generado un hueco fiscal de
alrededor de 2 billones de pesos para el año 2018, acusando un posible
detrimento patrimonial por medio de la emisión de este tipo de programas que
manifiestan inconfundiblemente el compromiso del estado por la privatización
del sistema y no por la dignidad del pueblo colombiano.
RESUMEN

El sistema de educación superior en Colombia ha sufrido cambios desde la promulgación


de la Ley 30 de 1992 (Congreso de Colombia, 1992), que considera a la educación superior
no como un derecho fundamental, sino como un servicio público, característica que lleva a
dos premisas. se introdujeron: i) la posibilidad de prestación de servicios por parte de
particulares; y apertura de negocios a la educación superior en el país
Este proceso de convertir la educación superior en un servicio, y por lo tanto en una
mercancía, refleja la profundización y radicalización del sistema socioeconómico
capitalista en la década de 1970, consolidado e institucionalizado en varios de nuestros
países americanos en la década de 1970 por el recrudecimiento de las sanciones. estarán
un sistema neoliberal en el que el objetivo es maximizar la financiarización de todos los
espacios de las relaciones humanas para generar la expansión del mercado que permita
una mayor acumulación de capital. (Estrada Álvarez, 2006)

Se establecen conceptos como el de capital humano que cosifica a las personas y


genera índices de precios e indicadores de la fuerza de trabajo de acuerdo a su
publicidad, así como la violencia simbólica en la sociedad directa e internamente, y el
pensamiento de estas personas es el mayor logro educativo - cada vez más técnico y
menos reflejado en el logro de una mejor posición económica en la sociedad, conduce
al ideal de éxito y competencia del individuo, que está en la recopilación de los
métodos pertinentes del sistema socioeconómico dominante y a menudo contradice
las necesidades del sociedad general.
Este proceso de mercantilización refuerza, por un lado, la vulnerabilidad a la
producción de acumulación de capital en el mercado de la educación superior y, por
otro lado, a través del control de las instituciones que están llamadas a estabilizar y
confinar a las personas en condiciones socioeconómicas predefinidas. Condiciones
económicas. un sistema en el que no se discute el sistema en sí, sino sus
consecuencias. Todo esto como resultado de la intensificación de la fiesta y la
naturaleza de cada ciencia, en la que se observa el árbol con más detalle que antes, se
puede comprender y potenciar su papel en el bosque.

La recuperación y estabilización ha vivido un proceso muy preocupante en el que los


procesos de educación superior son vistos como la transmisión de conocimientos
técnicos y matemáticos con poca reflexión y crítica, en las universidades privadas que
en las universidades públicas, donde las personas que viven en esos lugares y lo
mismo. se niegan las lagunas. En la segunda relación, los bienes se convierten en
fuente de sometimiento, de alienación, de carencia parcial de crítica y de lucha por la
construcción general de una sociedad justa.

Por tanto, el Estado colombiano pretende introducir la educación neoliberal en la


universidad pública y normalizar el concepto de capital humano a través de:
financiación pública, subordinación de la universidad a los recursos privados de las
empresas nacionales y multinacionales, financiación de la educación, iv) bombardeo.
tecnología y matemática del conocimiento y v) derrocar el sistema de educación
superior nacional del país.
El financiamiento de la educación superior por parte del estado colombiano desde
1993 es una cifra que ha ido aumentando gota a gota, lo que demuestra la
mercantilización del sistema donde, como ya hemos mostrado, observamos un déficit
de ingresos frente a los gastos de la población. universidades, así como la creciente
transferencia de gasto público en educación superior a diferentes sectores, como el
ICETEX y su política de transferencia de capital público a universidades privadas a
través de los programas Ser Pilo Paga y Generación E, como se observa en el siguiente
diagrama.
En el gráfico anterior se observa una disminución de la inversión presupuestaria de las
universidades públicas en las universidades públicas del país del 55,7% en 2002 al 37%
en 2016. La disminución de la inversión presupuestaria en educación no es lo único
que ha golpeado a las universidades públicas. pero la distribución de este presupuesto
también ha empeorado por la intensificación de los llamados subsidios a la demanda
en los últimos años, que se han agravado además de los préstamos recaudados por
ICETEX para la transferencia de fondos públicos a empresas privadas y el traspaso de la
carga de la educación del estado a Colombia. . familias obligadas a pagar deudas
insostenibles.
Este sistema de subsidio a la demanda a través de los programas Ser Pilo Paga y ahora
con el programa Generación E no solo es injusto para los colombianos, porque traslada
la carga de la educación a las familias y transfiere fondos públicos a las instituciones
privadas de educación superior, sino que lo hace. es económicamente ineficaz y ha
generado un déficit presupuestario de alrededor de 2 billones de pesos para 2018, en
referencia al posible daño financiero por la publicación de este tipo de programas,

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