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Café Inmigrante
Salón de Té
Quillota Nº 599 esq. Mejicana Barrio Croata - Punta Arenas - Fono 61-2222205 - Celular +56 942622617
ventas@inmigrante.cl
Historia de Inmigrantes
Dalmacia, Isla de Brac, en un pueblo costero llamado
Familia Ivanovic Lokvicic Sutivan nace en 1895 Juan Ivanovic, hijo de Juan y
Ángela. Su infancia transcurrió lentamente frente al
Mar Adriático. Siempre pensó en su imaginación infantil
que existían mejores parajes más allá de ese horizonte.Su
juventud lo sorprendió en plena Primera Guerra
Mundial. Desde una trinchera combatió bajo la bandera
del Imperio Austro Húngaro. Por largos tres años
defendió su querida tierra y cultura. El último año de
guerra, herido en una batalla, estuvo en un hospital. La
metralla de una granada lo postró por largo tiempo, pero
era joven, robusto e impetuoso. Terminada la
conflagración, se caso con el amor de toda su juventud,
Dinka Lokvicic. Decidieron entonces buscar mejores
oportunidades y miraron hacia América, ya habían allá
algunos compatriotas que contaban la abundancia en
sus largas cartas. Juan viajó solo, a probar suerte;
dejando a su amada lejos muy lejos, al otro lado del
mar.Primero, durante tres años trabajó iacnsablemente
en Argentina (1922) como tripulate de embarcaciones que remontaban el Río de la Plata. Siberia, Vesta, Lloyd Nº5, Curzola,
fueron algunas naves que conocieron a este virtuoso cocinero. Luego Punta Arenas. Chile fue su destino. Allí ya vivían algunos
parientes. Cruzando la pampa a caballo logró su objetivo, Gauchos y Tehuelches conocieron su paso amigable. Ya en destino, y
habiendo juntado algo de dinero arrendó un pequeño Hotel en el cual atendía a muchos de sus compatriotas recién llegados. Casi
todos sin contar con recursos llegaban donde este bonachón “Paisano”, así no duró largo tiempo el negocio, entonces las
emprendió con la venta de vinos, papas y suministros para la larga lista de embarcaciones que surcaban el Estrecho.
Prosperó y pudo traer a su amada desde la lejana Dalmacia, luego de casi 11 años de soledad. En 1930 nace Ivo, Juan Ivanovic
Lokvicic. Cuando el retoño apenas cumplía 3 años, la familia emprende viaje a Río Grande, Tierra del Fuego. Allí se emplean en
una hacienda ganadera de la familia Menéndez. La cualidades culinarias del matrimonio Ivanovic Lokvicic sorprenden a más de
un visitante en esas remotas tierras. En 1939 regresan a Punta Arenas e instalan en una esquina un pequeño almacén de menestras
y carnicería. Quillota 599, esquina de la actual calle Mejicana. Allí detienen su peregrinar y transcurren tranquilamente los años.
Ivo se transforma en un apuesto joven y galán. Codo a codo junto a sus padres lleva adelante el boliche. En 1963 conoce a Anita, se
casan. Al año siguiente, en una helada noche de Junio, con la ciudad cubierta de nieve nace Dinka. Ella hereda el don más
preciado de sus nonos, la habilidad de sus manos para la repostería y la cocina.
Dinka Ivanovic Cabezas, hija de Juán Ivanovic Lokvicic y Anita Cabezas, nieta de Juan y Dinka, en un afán perseverante de
mantener las tradiciones funda el Café Inmigrante. Es así como un viernes 24 de febrero de 2006 Café Inmigrante abre sus puertas.
La herencia entonces permanece y el amor por las raíces fecunda.
Ellos, Los Inmigrantes, no se irán nunca... Están aquí... ¡Se han quedado para siempre junto a nosotros......!
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Historia de Inmigrantes
Familia Radojkovic Damianovic
Eran tres en cada campamento. Tres es el mejor número cuando se
ha de vivir alejado del mundo tanto tiempo. Si uno se enferma
siempre hay dos para hacer los miles de trabajos, desde preparar la
comida, mantener el fuego, lavar la ropa, hacer pan, afilar y
preparar las herramientas, y vigilar día y noche la faena,
graduando el paso del agua, recogiendo las "cosechas" y uno que si
surge un disgusto puede hacer de árbitro y arreglar el asunto, en
fin , tantas y tantas cosas.
“Aunque no nos fue mal, tampoco nos fue todo lo bien que esperábamos. Tuvimos percances, principalmente a la entrada del
invierno en que, a pesar de todas las precaucione se nos mojaron los víveres y nos quedamos sin harina, fideos ni azúcar. No
quedó otro remedio que salir en busca de ayuda a los campamentos y para ello la única ruta posible era la orilla de mar, con su
estrecha faja de arena cortada por enormes rocas, pantanos en que desembocaban los riachuelos. Era un camino difícil y
desconocido, porque no se sabía a qué distancia encontraríamos a alguien; sin embargo, no era posible pensar en internarse para
subir a los cerros, porque la nieve cubría peligrosas ciénagas, hondonadas y bosquecillos, constituyendo trampas mortales".
Más de una vez pensé que nunca volvería a ver a kum Yulé y a Marko Martinic. Seis días demoraron en un viaje y yo solo en el
campamento, comiéndome las uñas de impaciencia. Al tercer día no sabía si salir o no a buscarlos, pero mi obligación era cuidar
nuestros bienes. Dormía con el Winchester y el revólver al alcance de la mano. Los peligros eran muchos: podía desembarcar los
indios yaganes que andaban siempre en sus canoas pescando y robando lo que encontraba. Para esos indios no hay mal tiempo;
son buenos marinos y andan en su embarcaciones lo mismo de día que de noche, llevando el fuego sobre un pedazo de turba o un
poco de arena en el fondo del bote y mientras la mujer rema, el hombre armado con un arpón o con una rústica red y anzuelos de
hueso, se dedica a pescar. -Sí, -dijo el kum, retornando su relato; ese era un peligro pero mucho peor era el de los aventureros que
cruzaban el canal Beagle, los loberos y los nutrieros de diversas nacionalidades que eran verdaderos piratas. Bien armados y
acostumbrados matar indios, no tenían ningún escrúpulo en liquidar a cualquiera sobre todo si sabían que podía tener oro. De
manera que Martinic y yo tampoco íbamos tranquilos en nuestro penoso caminar de campamento en campamento, pidiendo
aquí un poco de azúcar, más allá algo de harina, después arroz, y cargando con todo eso sobre las espaldas en unos sacos de lona
que por la noche colgábamos de los árboles para evitar la humedad del suelo, mientras nosotros nos acurrucábamos junto a la
fogata hasta el amanecer... Es como para no olvidarse, pero, ¡qué diablos!, éramos jóvenes y queríamos hacernos ricos pronto, aun
arriesgando la vida."La cosa fue que volvimos tan pobres como habíamos ido, porque cuando esperábamos la mejor cosecha,
apareció en la desembocadura del río, ya entrado el otoño, la goleta de Pascualini. Había recogido a todos los otros mineros de la
isla y nos urgió para subir al barco. No había alternativa. Dejarlo todo y embarcar de regreso, Si no, no habría viaje hasta el año
siguiente. En un par de horas, guardábamos en la ruca las herramientas, las canaletas de madera y algunos rústicos utensilios;
tomamos nuestra ropa y las botellas de oro que no habíamos logrado llenar en todo un año, y abandonamos Navarino con el firme
propósito de volver en la primavera... No volvimos nunca más : no era negocio. Todo el oro recogido apenas si nos alcanzó para
pagar los gastos de la expedición.-Así es la vida, kume. Si hubiéramos vuelto quizá nos habríamos quedado allá para siempre
con un par de agujeros en la espalda.
Pero todo eso no quiere decir que no fuera a meterse en otros asuntos aún peores: cazar zorros y guanacos para vender las pieles,
en la Isla Grande de Tierra del Fuego, el páramo más inhóspito del mundo. Allí, cada uno por su santo, arreando una tropilla de
caballos para abrir senda en la nieve, se guarecían bajo un calafate, tapados con pedazos de lona o una frazada a modo de toldo, y
pasaban días y noches de mortal angustia sin más paisaje que la estepa blanca que moría en el lejano horizonte contra un cielo
gris. Siempre con el arma al brazo, temiendo el ataque de los errabundos onas, o, lo que era peor, quedar sepultados para siempre
bajo la nieve que, a veces, caía blanda e inexorablemente durante semanas enteras. Se acababan las provisiones y, entonces,
desde el precario refugio había que cazar un "carancho", desplumarlo y colgarlo de una rama para que a la vista de su carne negra,
flaca y dura, se acercaran otros de la misma especie.
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Y con eso había que alimentarse, cocido apenas en la breve fogata de ramas verdes; derretir nieve en una olla para preparar café
y, por cierto, olvidarse del pan nuestro de cada día. Las pieles eran un buen negocio- pero la mayor dificultad estaba en
transportarlas. Toda una tropa de diez o doce caballos se hacía poco; había que recorrer, yendo y viviendo, centenares de
kilómetros durante meses y, al final, encontrar una embarcación que cruzara el Estrecho para llegar a Punta Arenas. Mientras se
es joven y no se tienen obligaciones de hogar, todo anda bien, pero, cuando uno "se amarra", todo se pone complicado.-Nunca
estábamos seguros de volver, -añadió kum Julé. Y, al final, uno termina pensando que no valía la pena andar arriesgando el
pellejo por cuatro pesos locos que se nos iban de las manos sin saber cómo ni cuándo. A veces me preguntaba por qué diablos no
agarraba mis pilchas y me volvía a mi tierra; pero, no sé por qué iba quedando, hasta que me casé con la Dorina. Después
comenzaron a nacer mis hijas: tres una tras otra, cada año más o menos por la misma fecha. Para vivir y mantenerlas trabajé en
todo: sembré papas, repollos; esquilé ovejas en las estancias grandes y, por último puse un boliche y, ahora, una panadería...
Don Pedro, como que era panadero -de los que reparten pan, no de los que lo hacen-, dijo:-Es buen negocio. La gente puede no
comerá ni papas ni repollo; pero, no puede vivir sin pan. Los ojos claros de Kum Julé demostraron alegría: -Cuando mi panadería
sea tan grande como la de Marusic, donde usted trabaja, lo voy a contratar para que reparta mi pan, en un carretón azul con un
letrero que dirá Panadería Dalmacia, tirado por un caballo blanco con cascabeles en el collar.
(El anterior relato ha sido extraído del libro Desde Lejos Para Siempre, escrito por Don Nicolás Mihovilovic Rajcevic).
Julio Radojkovic Miric, kum Julé, hijo de Pedro y Magdalena llegó a Chile un 18 de Octubre de 1906, ciento doce años atrás, a los
20 años de edad. Había nacido en Skrip, Isla de Brac el año 1886. Con fecha 3 de enero de 1914 constituyó su familia junto a
Dorina Damianovic Martic, hija de Vicente y Magdalena. De este matrimonio nacieron María Magdalena (Tía Lenka), Olga
Danela (Tía Uva), Aurora (falleció a los pocos días de su nacimiento) y finalmente Yugoslavia Julia (Slavia). Un 18 de Octubre de
1933 el nono Julio logra adquirir su sueño, su Panadería Dalmacia. Mediante una hipoteca con el Banco de Punta Arenas compra
a Don Lorenzo Seguic Kuzmanic la propiedad ubicada en la manzana número 19 de esta ciudad, que deslinda al sur con la calle
Colchagua (hoy Balmaceda), al Este con Av. Libertad (hoy Av. España). Durante más de 20 años las “marraquetas” de kum Julé
fueron las más apreciadas de la ciudad. El pan nuestro de cada día le permitió sacar adelante su familia y a cada una de sus tres
hijas. Si bien nunca logró obtener su carrito azul tirado por un caballo blanco, si podemos testimoniar que llevó una vida llena
de alegría junto a su esposa y sus tres hijas, su gran herencia.
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Servicio de Onces -
chantilly, salsa y chips de chocolate.
Chocolate Americano
Tazón de chocolate caliente coronado con 5.000
El Té de las Onces malvaviscos y un toque de salsa de chocolate.
Variedades de Té seleccionado 2.000 Chocolate Menta
Té con leche en taza. 2.600 Tazón de chocolate caliente con Salsa de 5.000
Té con leche en tazón. 3.400 Menta, coronado con crema chantilly y hoja
Té con rodajas de limón natural. 2.600 de menta natural (depende de temporada).
Té Chai Latte (endulzado) con un toque de 3.900 Chocolate Británico
Canela. Es una copa de leche caliente con una barra 4.600
Aguitas de hierbas chilenas. 2.000 de chocolate, todo coronado con abundante
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Lacteos y Batidos
Café Dálmata II ó Dalmata III 4.600 chocolate y crema chantilly.
Tazón de café en grano y leche espumosa con una Copa Helado 5.100
mezcla de higos trozados previamente remojados Tres sabores de helado coronados con crema
en Licor de Aníz ó Malta fermentada (Whisky) chantilly.
Café Inglés - After eigth, Copa grande de café 4.600 Copa Helado para niños 3.800
espresso, leche espumosa y esencia de menta con Un sabor de helado, malvaviscos y crema
salsa de chocolate. chantilly.
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Café Holandés, copa grande de café espresso, leche 4.600 Banana Split 5.100
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Granadina Limón, Jarabe de granadina, 4.500 fundido y sellado.
Zumo de Limón, mucho hielo y agua Hawaiano 7.200
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Quitambres
Pan laminado, queso fundido, palta natural.
Continuación Sellados -
10.500
Pan laminado (triple), pasta de mostaza y
mayonesa, hojas de lechuga, pecceto de
vacuno mechado, queso, tomate natural,
pepinillo y cebollitas en escabeche,
alcaparras y aceitunas (Solo en pan
laminado blanco). En esta página:
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Nuevo...!
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Salmones del Nono Juan - Atúnes del Pacífico - La Quinta de Kum Julé
Atúnes del Pacífico Sur, Los Mares
de los valientes inmigrantes De la Quinta de Kum Julé
Estrecho de Magallanes 9.100 Kum Julé 9.600
Pan Laminado levemente tostado, lomitos Pan laminado, integral o blanco, queso laminado,
de atún en mayonesa y pimiento morrón. palta, tomate fresco, palmitos (opcionalmente
Seno Otway 9.100 untado con mayonesa o aceite de oliva).
Pan Laminado levemente tostado, lomitos Nono Juan 9.600
de atún en mayonesa y pepinillos. Pan laminado, integral o blanco, quesillo, lechuga,
Mar de Drake 9.410 palta, tomate fresco (opcionalmente untado con
Pan Laminado levemente tostado, lomitos mayonesa o aceite de oliva).
de atún en mayonesa y fondos de alcachofas. Barba Ivé 9.600
Paso del Hambre 9.100 Pan laminado, integral o blanco, porotos verde,
Pan Laminado levemente tostado, lomitos polvo de ajo, espárragos, quesillo (opcionalmente
de atún en mayonesa y palmitos. untado con mayonesa o aceite de oliva).
Bahía el Aguila 9.100 Nona Dorina 9.600
Pan Laminado levemente tostado, lomitos Pan laminado, integral o blanco, queso laminado,
de atún en mayonesa y tomate natural. palta, tomate fresco, lechuga y nueces trozadas
Faro San Isidro 9.500 (opcionalmente untado con mayonesa o aceite de
Pan Laminado levemente tostado, lomitos oliva).
de atún en mayonesa con un leve sazón de Nona Mandina 9.600
zumo de limón, pimiento morrón, cebollitas Pan laminado, integral o blanco, tomate fresco,
escabechadas y hojitas de lechuga. porotitos verdes, cebollitas escabechadas,
Bahía Mansa 9.100 esparrágos trozados (opcionalmente untado con
Pan Laminado levemente tostado, lomitos mayonesa o aceite de oliva).
de atún en mayonesa y aceitunas trozadas. Barba Viego 9.600
Rio Verde 10.100 Pan laminado, integral o blanco, queso laminado,
En esta página:
Pan Laminado levemente tostado, lomitos palta, lechuga, tomates, palmitos y porotos verdes
de atún en mayonesa y palta natural. (opcionalmente untado con mayonesa o aceite de
Bahía del Indio 9.100 oliva).
Pan Laminado levemente tostado, lomitos
de atún en mayonesa y lechuga.
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