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INCORPORACIÓN DE NANOFIBRAS DE ZEÍNA PRODUCIDAS POR ELECTROHILADO SIN AGUJA DENTRO

DE LA PELÍCULA DE GELATINA MOLDEADA PARA MEJORAR SUS PROPIEDADES FÍSICAS

La nanotecnología es una técnica en desarrollo que permite el control de la materia a escalas de entre 1
y 100 nanómetros (Mejía Sánchez et al., 2009), lo que brinda la posibilidad de mejorar algunas
propiedades de dichos materiales como direccionabilidad remota, multifuncionalidad, estabilidad y
multicompartimentalización (Fathi et al., 2019b). Los nanoportadores son nanoestructuras que permiten
en transporte de sustancias bioactivas y su liberación controlada, así como su preservación en condiciones
adversas, el enmascaramiento de propiedades organolépticas, el mejoramiento de la biodisponibilidad y
el aumento de la solubilidad (Fathi et al., 2019a). Los nanoportadores se pueden clasificar en
nanopartículas, nanoplaquetas y nanofibras, siendo éstas últimas las que proporcionan las mejores
características: alta porosidad, amplia superficie de contacto, grande relación de aspecto, baja densidad
y mayor resistencia mecánica. Las nanofibras son producidas a partir de soluciones poliméricas mediante
diferentes métodos como estirado, separación de fases, oxidación térmica, fundición con disolvente,
impresión en 3D, liofilización en emulsión y electrohilado. El método antedicho es considerado como el
mejor, dada su rentabilidad y simple operación (Vafania et al., 2019; Wei et al., 2012).

El electrohilado convencional es un método de producción de nanofibras a baja escala, que consta de una
fuente de alimentación de alto voltaje, una jeringa que contiene el material de hilado (solución de
polímeros), una aguja conectada a la jeringa y un colector de contraelectrodo (ver figura 1). Durante el
electrohilado, la aguja expulsa una gota de solución de polímeros, la cual es electrificada por el alto campo
eléctrico formado entre la aguja y el contraelectrodo, y luego deformada adquiriendo una forma de cono,
el “cono de Taylor”. Cuando la fuerza eléctrica supera un valor crítico, la solución es expulsada por la
punta del cono formando un filamento largo. La evaporación del disolvente conduce a la solidificación de
los filamentos en fibras, las cuales se depositan en el colector formando una red orientada
aleatoriamente. La morfología de las fibras puede variar conforme a la estructura de la boquilla y la
naturaleza de la solución polimérica, pudiendo ser sólidas, huecas, ranuradas, porosas, helicoidades o en
forma de cinta (Niu y Lin, 2012).
Figura 1. Esquema del electrohilado convencional.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Electrospinning

A pesar de las enormes aplicaciones potenciales de las nanofibras, en su mayoría se han aplicado a escala
experimental debido a la baja tasa de producción del electrohilado con aguja, normalmente entre 0.1 -
1.0 g / h (Bhattacharyya et al., 2016) y a los problemas técnicos referentes a la obstrucción de las agujas.
Una forma sencilla de aumentar la productividad del electrohilado es aumentar el número de agujas, no
obstante, con dicha modificación conseguir nanofibras integradas es difícil, debido a la repulsión mutua
de los fluidos usados con carga similar, por lo que hay que usar áreas de trabajo grandes con amplia
distancia entre agujas (Niu y Lin, 2012; Yu et al., 2019).

Para solucionar dichos inconvenientes a gran escala, se ha desarrollado una tecnología modificada
denominada electrohilado sin aguja o de superficie libre, la cual permite una alta eficiencia de producción
ya que sustituye el trabajo de las agujas por una superficie líquida cargada con capacidad de lanzar
múltiples chorros cuando la densidad de carga superficial es lo suficientemente alta (Vafania et al., 2019).
El electrohilado sin aguja se puede clasificar en dos categorías: hileras estacionarias o giratorias. Las hileras
giratorias sin aguja tienen varios tipos, como bobinas en espiral, cilindros, bolas, discos y en forma de púas
(Karim et al., 2020)

El electrohilado sin aguja con hilera giratoria en forma de púas es una técnica en la cual, la hilera como
electrodo positivo se sumerge en una solución de hilado mientras que el colector como electrodo negativo
se coloca en la parte superior, posteriormente se aplica el voltaje requerido para que las nanofibras
comiencen a electrohilarse hacia arriba a través de la hilera. Este electrohilado ascendente previene
eficazmente la caída del fluido polimérico sobre la estera de fibras recolectadas, lo cual es un factor
importante para la producción de nanofibras de alta calidad (ver figura 2) (Karim et al., 2020).
Figura 2. Esquema del electrohilado sin aguja con hilera giratoria en forma de púas.
Fuente: (Karim et al., 2020)

Ya se han fabricado membranas fibrosas de zeína ultrafina mediante electrohilado con aguja y
electrohilado coaxial para aplicaciones alimentarias (Li et al., 2014; Miyoshi et al., 2005). La zeína es una
proteína no polar obtenida a partir de los granos del maíz, que puede formar matrices poliméricas y
encapsular substancias, por lo que es ampliamente estudiada en sistemas de liberación de compuestos
bioactivos (Suárez y Brito, 2020). Gracias a las propiedades mecánicas de sus nanofibras, la zeína ha sido
utilizada para mejorar las características de biopolímeros comestibles basados en proteínas, tales como
la gelatina, que pese a tener buenas propiedades de formación de película, presenta débiles propiedades
de barrera térmica, mecánica y de vapor de agua, lo cual ha limitado sus aplicaciones en el envasado de
alimentos (Sahraee et al., 2017). Deng et al. (2019) fabricaron tejidos de nanofibras de zeína / gelatina en
relación 1:1 mediante electrohilado híbrido, logrando un mayor alargamiento en el punto de rotura, lo
que implica una mejor flexibilidad y deformabilidad.

A fecha de 2020, la fabricación de nanofibras de zeína mediante electrohilado sin aguja aún no había sido
reportada. En este contexto, los objetivos de este artículo fueron estudiar la efectividad del electrohilado
sin aguja como una técnica novedosa para la producción de nanofibras de zeína y el uso de las fibras
desarrolladas como andamios para mejorar las propiedades de las películas comestibles de gelatina. Para
ello, se prepararon soluciones etanólicas (80% v/v) de zeína en concentraciones del 11%, 13% y 15% (p/v),
las cuales fueron caracterizadas previo uso: conductividad eléctrica, tensión superficial, viscosidad,
elasticidad y tasa de corte. Posteriormente, se realizó el electrohilado sin aguja con hilera giratoria en
forma de púas, utilizando la solución de zeína como solución de hilado y aplicando un voltaje de 15-21 kV
a una distancia de 12 cm. Las nanofibras obtenidas fueron caracterizadas mediante microscopía
electrónica de barrido (SEM), espectroscopía infrarroja por transformada de Fourier (FTIR), análisis
termogravimétrico (TGA) y calorimetría diferencial de barrido (DSC). Finalmente, se prepararon las
biopelículas con gelatina líquida (4% p/v) como disolvente, glicerol (30% del peso seco de la gelatina) como
plastificante y nanofibras de zeína (2%, 6%, 10% y 14% del peso seco de la gelatina) según diseño
experimental. Se realizaron los siguientes análisis de caracterización: SEM para morfología, FTIR para
identificación de grupos funcionales, micrometría para espesor, secado en horno convencional para
contenido de humedad, diferencial de peso post-remojo para solubilidad en agua, transmisión de
materiales por vapor de agua para permeabilidad, espectrofotometría UV-vis para transparencia,
colorimetría para color de superficie, ensayo de tracción para propiedades mecánicas, inmersión en agua
para capacidad de hinchamiento y procesamiento de imágenes para el ángulo de contacto con el agua.
Los experimentos fueron realizados por triplicado y los datos fueron tratados con estadística paramétrica.
Los resultados revelaron que la solución de zeína se comporta como un fluido newtoniano ya que la
viscosidad no varió con el aumento de la tasa de corte, aunque sí aumentó con la concentración de zeína;
asimismo, se demostró que tiene comportamiento de gel elástico no covalente. Por otro lado, se encontró
que la concentración de zeína no influye sobre la tensión superficial de la solución de hilado, aunque sí
presenta una relación directamente proporcional con la conductividad eléctrica, lo que implica que a
mayor concentración de zeína más rápido se forma el cono de Taylor. En cuanto a las nanofibras se
encontró que la concentración de zeína y el voltaje aplicado tienen un efecto directo sobre las
dimensiones y morfología, ya que a mayor concentración de zeína y voltaje mayor diámetro y tamaño de
fibra (zeína 11%: forma perlas, zeína 13%: forma cintas). Además, se demostró que las nanofibras son más
termoestables que la zeína pura. En cuanto a las biopelículas, se observó que las que contienen nanofibras
de zeína son poco transparentes y poco homogéneas en contraste con el control (solo gelatina), debido a
la formación de agregados al azar y de algunas cavidades cilíndricas; se confirmó la presencia de grupos
amida, hidroxilo, carboxilo y enlaces peptídicos. Se encontró una relación inversa entre la concentración
de nanofibras y el contenido de humedad, del mismo modo que con la permeabilidad al vapor de agua, la
capacidad de hinchamiento y el ángulo de contacto con el agua, gracias a la hidrofobicidad de la zeína.
También se encontró relación inversa entre la concentración de nanofibras y la luminosidad de las
biopelículas, lo que implica buenas propiedades de barrera contra rayos UV. Con respecto a las
propiedades mecánicas, las biopelículas de gelatina adicionadas con nanofibras presentan alta resistencia
a la tracción y la flexibilidad aumenta con la concentración de zeína mientras que la elongación a la rotura
disminuye. Todas las anteriores, son características deseadas en biopelículas comestibles, ya que
permiten alargar la vida de anaquel de los alimentos. Los anterior indica que el electrohilado sin aguja con
hilera giratoria se puede aplicar eficazmente para la producción a gran escala de nanofibras comestibles
y la mejora de las propiedades mecánicas de las biopelículas de gelatina (Karim et al., 2020).

El trabajo descrito anteriormente representa un avance importante en el desarrollo de biopelículas


comestibles, no sólo porque mejora las propiedades mecánicas de las biopelículas de gelatina sino
también porque aplica un método de síntesis de nanofibras altamente eficiente y viable, en contraste con
los otros métodos reportados. Esto representa un notable aporte técnico - científico al desarrollo de
biopelículas funcionales basadas en zeína, ya que, si bien se mencionó en el preámbulo de este working
paper, las nanofibras son eficaces nanoportadores de sustancias bioactivas, ampliamente estudiadas
como sistemas de liberación controlada. La palabra funcional indica que la biopelícula además de brindar
protección y alargar la vida de anaquel del alimento, influye positivamente en la salud del consumidor, lo
cual es posible gracias a la actividad biológica de las sustancias encapsuladas en las nanofibras. Algunas
de las actividades biológicas que se pueden presentar son: hipoglucémica, hipocolesterolémica,
cardioprotectora, hepatoprotectora, neuroprotectora, inmunomoduladora, entre otras. Dicha actividad
biológica depende no sólo de la naturaleza de la sustancia bioactiva sino también de la capacidad de la
nanofibra para protegerla de factores externos, lo que le permita llegar intacta hasta el sitio específico de
acción, que puede ser el estómago, el colon, el torrente sanguíneo, la dermis, entre otros.
El principio de nanoportabilidad de sustancias bioactivas en matrices poliméricas cargadas con nanofibras
de zeína tiene potencial no sólo en la industria alimentaria, sino también en biomedicina, para la liberación
de principios activos desde textiles terapéuticos como las vendas dosificadoras con el fin de tratar las
lesiones cutáneas con antiinflamatorios o desde tejidos biomédicos para permitir la aceptación de
implantes con antihistamínicos. Estos son algunos ejemplos prácticos de aplicaciones de esta tecnología
en ámbitos diferentes a la industria alimentaria.

REFERENCIAS

Bhattacharyya, I., Molaro, M. C., Braatz, R. D., & Rutledge, G. C. (2016). Free surface electrospinning of
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Deng, L., Li, Y., Feng, F., & Zhang, H. (2019). Study on wettability, mechanical property and biocompatibility
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Fathi, M., Karim, M., & Ahmadi, N. (2019a). Nanostructures of cellulose for encapsulation of food
ingredients. In Biopolymer Nanostructures for Food Encapsulation Purposes (pp. 493-519). Academic
Press.
Fathi, M., Karim, M., Khoigani, S. R., & Mosayebi, V. (2019b). Use of nanotechnology for immobilization
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Karim, M., Fathi, M., & Soleimanian-Zad, S. (2020). Incorporation of zein nanofibers produced by needle-
less electrospinning within the casted gelatin film for improvement of its physical properties. Food
and Bioproducts Processing, 122, 193-204.
Mejias Sánchez, Y., Cabrera Cruz, N., Toledo Fernández, A. M., & Duany Machado, O. J. (2009). La
nanotecnología y sus posibilidades de aplicación en el campo científico-tecnológico. Revista Cubana
de Salud Pública, 35.
Niu, H., & Lin, T. (2012). Fiber generators in needleless electrospinning. Journal of nanomaterials, Article
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Sahraee, S., Milani, J. M., Ghanbarzadeh, B., & Hamishehkar, H. (2017). Physicochemical and antifungal
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Suárez, M., & Brito, C. (2020). Eficiencia de encapsulación y capacidad de carga de antocianinas de
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Vafania, B., Fathi, M., & Soleimanian-Zad, S. (2019). Nanoencapsulation of thyme essential oil in chitosan-
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Wei, Q., Tao, D., & Xu, Y. (2012). Nanofibers: principles and manufacture. In Functional Nanofibers and
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Yu, D. G., Wang, M., Li, X., Liu, X., Zhu, L. M., & Annie Bligh, S. W. (2020). Multifluid electrospinning for the
generation of complex nanostructures. Wiley Interdisciplinary Reviews: Nanomedicine and
Nanobiotechnology, 12(3), e1601.

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