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SOBREVIVIENDO A LA PANDEMIA

Cuando la academia es vocación,


no hay pandemia que ponga barreras,
pues la virtualidad rompe fronteras,
nos une de mente y de corazón.

Es que el amor por la institución,


arde en nuestro pecho cual hoguera,
nos reconforta, nos empodera,
nos impulsa a luchar por la nación.

Y aunque la parca se llevó guerreros,


seguimos constantes con nuestra misión,
de contribuir con investigación
a los desafíos del país entero.

Quien por CEPROBI pasa dichoso es,


porque gana una nueva familia,
aquella que le forma y auxilia,
le brinda regocijo y placidez.
Astrid Stefanía Duarte Trujillo

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