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• Le colocará una banda elástica o torniquete alrededor de la parte superior del brazo
para detener el flujo de sangre. Esto hace que las venas por debajo de la banda se
hagan más grandes y sea más fácil insertar la aguja en la vena.
• Limpiará con alcohol el lugar de inserción de la aguja.
• Insertará la aguja en la vena.
• Conectará un tubo a la aguja para llenarlo de sangre.
• Le retirará la banda del brazo cuando haya extraído suficiente sangre.
• Colocará una almohadilla de gasa o una bolita de algodón en el sitio de la punción
al extraer la aguja.
• Hará presión en el lugar de inserción y luego le pondrá una venda.
En los lactantes, la sangre se puede extraer a partir de una punción en el talón. Después
de limpiar el área, el profesional de la salud hará una pequeña punción en el talón del bebé
con una pequeña aguja (o lanceta) para recoger una pequeña muestra de sangre.
RESULTADOS
• * l = litro
• ** mcl = microlitro
• *** dl = decilitro
QUE PODRÍAN INDICAR LOS RESULTADOS
Los resultados de las siguientes partes de un hemograma completo por encima o por debajo
de los valores normales podrían indicar un problema.
• Recuento de glóbulos rojos, hemoglobina y hematocrito. Los resultados del
recuento de glóbulos rojos, de hemoglobina y del hematocrito están relacionados
porque cada uno mide un aspecto diferente de los glóbulos rojos.
Si las mediciones de estas tres áreas son menores que lo normal, tienes anemia.
La anemia causa fatiga y debilidad. La anemia tiene muchas causas, tales como
valores bajos de ciertas vitaminas o de hierro, pérdida de sangre o una enfermedad
no diagnosticada.
Un recuento de glóbulos rojos mayor de lo normal (eritrocitosis) o valores mayores
de la hemoglobina o del hematocrito pueden apuntar a una enfermedad no
diagnosticada, como una policitemia vera o una enfermedad cardíaca.
• Recuento de glóbulos blancos. Un recuento bajo de los glóbulos blancos
(leucopenia) puede ser provocado por una afección, como una enfermedad
autoinmunitaria que destruye los glóbulos blancos, trastornos de la médula ósea o
cáncer. Ciertos medicamentos también pueden disminuir el recuento de glóbulos
blancos.
Si el recuento de glóbulos blancos es mayor que lo normal, podrías tener una
infección o una inflamación. También podría indicar que tienes una enfermedad del
sistema inmunitario o de la médula ósea. Un recuento alto de los glóbulos blancos
también puede ser una reacción a un medicamento.
• Recuento de plaquetas. Un recuento de plaquetas inferior al normal
(trombocitopenia) o mayor que el normal (trombocitosis) suele ser un signo de una
enfermedad no diagnosticada, o puede ser un efecto secundario de un
medicamento. Si el recuento de plaquetas está por fuera de los valores normales,
probablemente debas hacerte análisis adicionales para diagnosticar la causa.
Estudios inmunohematológicos
Son estudios dirigidos a estudiar las presencia de anticuerpos antieritrocitarios (anticuerpos
que se fijan a los glóbulos rojos) y su significado patológico. Es un tipo de análisis especial
de sangre. Para el paciente sólo supone la extracción de una muestra de sangre.
De manera natural nuestro sistema inmune puede crear anticuerpos contra sustancias que
no considera propias como un mecanismo de defensa. A veces dichas sustancias pueden
estar presentes en glóbulos rojos que sean ajenos a nuestro cuerpo. Existen dos
situaciones en las que podemos estar en contacto con glóbulos rojos no producidos por
nosotros mismos:
• Transfusiones: Si recibimos una transfusión sin duda estaremos en contacto con
glóbulos rojos ajenos a nuestro organismo.
• Embarazos: Las mujeres embarazadas pueden en algún momento del embarazo o
el parto, estar en contacto con los glóbulos rojos de su hijo que van a tener algunas
sustancias heredadas de su padre y por tanto “extrañas” para el sistema inmune de
la madre.
Además de las situaciones anteriores en las que nuestro sistema inmune de una manera
fisiológica y normal puede desarrollar anticuerpos antieritrocitarios, existen también
diversas situaciones en las que podemos desarrollar anticuerpos contra nuestros propios
glóbulos rojos. Es decir, autoanticuerpos. Estos anticuerpos frecuentemente son un
hallazgo curioso de laboratorio sin producir enfermedad, pero, en ocasiones, sí pueden
producir una anemia porque dichos anticuerpos tienen actividad y son capaces de dañar
nuestros propios glóbulos rojos.
Se realizan los estudios inmunohematológicos para determinar si existen anticuerpos
antieritrocitarios en un paciente, estudiar su especificidad (contra qué sustancia actúan) y
valorar su importancia clínica (repercusión para los pacientes).
Las tres situaciones frecuentes por las que se realizan estudios inmunohematológicos son:
• Mujer embarazada: A las mujeres embarazadas se le solicita de rutina una prueba
(test de Coombs indirecto o escrutinio de anticuerpos irregulares) para verificar que
no tengan anticuerpos antieritrocitarios con capacidad de producir anemia en el
recién nacido. Si dicha prueba diera positiva es cuando se solicita un estudio
inmunohematológico para estudiar el anticuerpo, pero sobre todo para conocer la
posibles repercusiones en el recién nacido para prevenirlas o tratarlas.
• Paciente con anemia y sospecha de presencia de autoanticuerpos contra los
glóbulos rojos.
• Paciente al que al realizarle pruebas pretransfusionales se ha detectado la
presencia de estos anticuerpos antieritrocitarios.
Los estudios inmunohematológicos son imprescindibles para garantizar una transfusión
segura en este tipo de pacientes que tienen auto o aloanticuerpos antieritrocitarios.
GRUPOS SANGUÍNEOS
La sangre de distintas personas tiene características que las diferencian entre sí.
Esto se debe a unos antígenos. Estos antígenos son unas proteínas que se hallan
en la superficie de las células rojas de la sangre (hematíes).
El tipo de sangre que usted tenga depende de si hay o no ciertas proteínas en sus
glóbulos rojos. Estas proteínas se llaman antígenos. Su tipo de sangre (o grupo
sanguíneo) depende de qué tipos de sangre heredó de sus padres.
Hay dos tipos de antígenos: A y B. Cada persona tiene un antígeno heredado de
cada progenitor (uno del padre y otro de la madre). Según estén o no estos
antígenos se habla de cuatro tipos sanguíneos: A, B, AB y O.
• Las personas con sangre del tipo A: sus glóbulos rojos expresan
antígenos de tipo A en su superficie y desarrollan anticuerpos contra los
antígenos B en el plasma.
• Las personas con sangre del tipo B: sus glóbulos rojos expresan
antígenos de tipo B en su superficie y desarrollan anticuerpos contra los
antígenos A en el plasma.
• Las personas con sangre del tipo O: no tienen dichos antígenos (A o B)
en la superficie de sus glóbulos rojos y desarrollan anticuerpos contra
ambos tipos.
• Las personas con sangre del tipo AB: tienen ambos antígenos en la
superficie de sus glóbulos rojos y no fabrican anticuerpo alguno contra
los antígenos A o B.
¿Qué es el factor Rh?
Existen cuatro tipos de sangre o grupos sanguíneos: O, A, B y AB.
Independientemente del tipo de sangre, todas las personas tienen un factor Rh
positivo o negativo dependiendo de las características de su sangre.
El bebé puede heredar el grupo sanguíneo y factor de alguno de sus padres o una
combinación de ambos.
Si una persona tiene los genes + +, el factor Rh en la sangre del bebé será
positivo.
Si una persona tiene los genes + – , el factor Rh en la sangre del bebé será
positivo.
Si una persona tiene los genes - – , el factor Rh en la sangre del bebé será
negativo.
• Aborto espontáneo
• Aborto inducido
• Embarazo ectópico: cuando el óvulo fertilizado se implanta fuera del útero,
por lo general en una trompa de Falopio
• Extirpación de un embarazo molar: un tumor no canceroso (benigno) que se
desarrolla en el útero
• Amniocentesis: un análisis prenatal en el que se extrae una muestra del
líquido que rodea y protege al bebé en el útero (líquido amniótico) para su
análisis o tratamiento
• Muestra de vellosidades coriónicas: un análisis prenatal en el que se extrae
una muestra de las proyecciones minúsculas que integran la mayor parte
de la placenta (vellosidades coriónicas) para su análisis
• Cordocentesis: un análisis de diagnóstico prenatal en el que se extrae una
muestra de sangre del bebé del cordón umbilical para su análisis
• Sangrado durante el embarazo
• Traumatismo abdominal durante el embarazo
• La rotación manual externa del bebé en una posición podálica, con las
nalgas hacia abajo, antes del trabajo de parto
• Parto
Solo hay que hacer una analítica de sangre. La sangre extraída se mezclará con
sueros que contienen anticuerpos anti-A y/o anti-B. Según la reacción que se
produzca (aglutinación o no de los hematíes) se sabrá el grupo sanguíneo que le
corresponde a esa sangre. Una reacción semejante se precisa para determinar
también el factor Rh
Es muy importante que cada persona sepa cuál es su grupo sanguíneo y su factor
Rh. Este grupo condicionará la administración de sangre en caso de hacer falta
(intervención quirúrgica, accidentes, enfermedades hematológicas, etc.). Ya que si
entran en contacto sangres de distinto grupo se pueden producir reacciones graves.
Incluso pueden causar la muerte del paciente. Los anticuerpos que tenga en la
sangre una persona, reconocen los antígenos de la sangre de otros grupos y
pueden dar lugar a la rotura de esos hematíes. Debido a ello se pueden alterar
distintos órganos (riñón, hígado, bazo, etc.). Y también podría causar problemas
circulatorios graves (falta de riego sanguíneo y oxigenación de los tejidos) que
pongan en riesgo la vida del paciente.
PRUEBAS DE COOMBS
En estas pruebas se usan anticuerpos contra inmunoglobulina para detectar los anticuerpos
que causan enfermedad hemolítica del recién nacido, o eritroblastosis fetal.
Los anticuerpos contra inmunoglobulina fueron creados por vez primera por Robin Coombs,
y el análisis para esta enfermedad aún se llama la prueba de Coombs. La enfermedad
hemolítica del recién nacido ocurre cuando una madre produce anticuerpos IgG específicos
para el antígeno del grupo sanguíneo Rhesus o Rh expresado sobre los eritrocitos de su feto.
Las madres Rh negativas producen estos anticuerpos cuando quedan expuestas a eritrocitos
fetales Rh positivos que portan el antígeno Rh heredado del padre. Los anticuerpos IgG
maternos normalmente se transportan a través de la placenta hacia el feto, donde protegen
al recién nacido contra infección. Empero, los anticuerpos IgG anti-Rh cubren los eritrocitos
fetales, que después son destruidos por células fagocíticas en el hígado, lo que origina una
anemia hemolítica en el feto y el recién nacido.
Dado que los antígenos Rh están ampliamente esparcidos sobre la superficie del eritrocito,
los anticuerpos IgG anti-Rh no pueden fijar complemento y causan lisis de eritrocitos in
vitro. Además, por razones que no se entienden por completo, los anticuerpos contra grupo
sanguíneo Rh no aglutinan eritrocitos como lo hacen los anticuerpos contra los antígenos
del grupo sanguíneo ABO. Así, la detección de estos anticuerpos fue difícil hasta antes de la
creación de anticuerpos contra inmunoglobulina humana. Con éstos, los anticuerpos IgG
maternos unidos a los eritrocitos fetales pueden detectarse luego de lavar las células para
eliminar inmunoglobulina no unida que está presente en el suero fetal. Añadir anticuerpos
contra inmunoglobulina humana a los eritrocitos fetales lavados aglutina cualquier célula a
la cual se unen anticuerpos maternos. Esta es la prueba de Coombs directa, llamada así
porque detecta de manera directa anticuerpo unido a la superficie de los eritrocitos fetales.
Una prueba de Coombs indirecta se usa para detectar anticuerpos anti-Rh no aglutinantes
en el suero materno; el suero se incuba primero con eritrocitos Rh positivos, que se unen al
anticuerpo anti-Rh, tras lo cual las células cubiertas con anticuerpo se lavan para eliminar
inmunoglobulina no unida, y después se aglutinan con anticuerpo contra inmunoglobulina.
La prueba de Coombs indirecta permite detectar incompatibilidades Rh que podrían llevar
a enfermedad hemolítica del recién nacido, y este conocimiento permite prevenir la
enfermedad. La prueba de Coombs también suele usarse para detectar anticuerpos contra
fármacos que se unen a eritrocitos y causan anemia hemolítica.
Resultados
Las pruebas de antiglobulina (pruebas de Coombs) se hacen para detectar anticuerpos que
atacan a los glóbulos rojos.
Normales
Anormales
PRUEBA CRUZADA
La prueba cruzada es un estudio de histocompatibilidad que detecta la presencia de
anticuerpos anti-HLA preformados en el suero de un paciente contra los linfocitos de un
posible donante, con el fin de evitar la pérdida inmediata del injerto.
En otras palabras, se definen como un procedimiento que se utiliza para excluir la
incompatibilidad entre donante y receptor. Utiliza suero o plasma del paciente y GR de las
unidades de sangre a transfundir a un paciente.
¿Para qué nos sirve?
Asegurar que todos los glóbulos rojos transfundidos son compatibles con los anticuerpos
en el plasma del paciente y Evitar estimular la producción de nuevos anticuerpos contra los
glóbulos rojos en el receptor, especialmente anti-Rh D.
FASES
1ra Fase EN MEDIO SALINO:
3ra FASE PRUEBA DE COOMBS INDIRECTA: La prueba de Coombs indirecta es el último paso
de las pruebas cruzadas, se utiliza para detectar anticuerpos dirigidos contra antígenos de
los eritrocitos, distintos de los antígenos ABO. La prueba de Coombs indirecta se realiza
siempre antes de realizar una transfusión sanguínea, ya que es importante que la sangre
del donante no contenga antígenos frente a los cuales el receptor ya presenta anticuerpos
• En un tubo se pone cuatro gotas de suero del paciente y una gota de glóbulos rojos
sensibilizados (O +), suspendidos en solución salina al 5% Se incuba a 37°C en baño
maría por una hora
• Si no hay aglutinación lavar los glóbulos rojos tres veces con solución salina isotónica
y decantar todo lo sobrante
• Observar si hay presencia de aglutinación
• Centrifugar a 1500 rpm por 1 minuto
• Se le agrega 2 gotas de suero de coombs, mezclar perfectamente y poner a baño
maría a 37°C durante 5 minutos
Si la prueba de coombs indirecta es positiva (aglutinación) existe uno o dos anticuerpos
frente a los eritrocitos. Necesario realizar una prueba de identificación de anticuerpos para
saber que anticuerpos están presentes. Se debe buscar sangre de un donante que no
contenga en antígeno correspondiente
¿CUÁNDO ES COMPATIBLE?
La prueba cruzada es compatible si no hay aglutinación, ya que indica que no existen aloAc
eritrocitarios en el suero del receptor. No obstante, hay que tener en cuenta que todas las
pruebas de la antiglobulina negativas deben ser comprobadas para asegurar que la técnica
se ha realizado correctamente. Para ello, se añaden hematíes sensibilizados y lavados (GR
control) a todos los tubos que contienen resultado negativo. Si los resultados son correctos
los hematíes control deben ser aglutinados. En cambio, si no se observa aglutinación, la
prueba no es válida y debe repetirse.