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DELITO

sociedad
Revista de Ciencias Sociales

La corrupción como cuestión


social y como cuestión penal*

Juan S. Pegoraro
(IIGG Fac. Cs. Sociales - UBA)

"La armonía ha existido como un ideal en


la misma medida en que la discordia ha
existido como una realidad" Alan Wolfe.

I. Introducción

En el escenario social y político de los


finales de este siglo la "corrupción" ha ad-
quirido una inquietante relevancia y resul-
ta insuficiente abordar este fenómeno des-
de una posición sólo jurídico penal-moral.
Así requiere ser tratado no sólo como un
delito, sino como un fenómeno social, eco-
nómico y político, y también cultural in-
cluyendo por lo tanto la naturaleza de la
sociedad, el orden social y sus institucio-
nes. El fenómeno de la corrupción se pre-
*Una primera versión fue presentada en el Convegno:
la Questione Criminale nella Societá Globale" . Facolta senta en la sociedades de mercado de los
de Sociologia de la Universidad degli Studi de Napoli últimos 20 años de este siglo con algunas
Federico II, Nápoles, 10-12 de diciembre de 1998) características que lo diferencian de épo-
Este trabajo es parte de "Las nuevas formas del control cas anteriores: no tanto como episodios in-
social penal a los finales del Siglo". UBA CyT, TS 30.
dividuales más o menos frecuentes que
6 Juan S. Pegoraro

caían dentro de la órbita del sistema penal, 1974, Hobsbawm 1998) y en este sentido,
sino como una práctica de funcionarios se conocieron épocas históricas de mayor
confiados en su impunidad. o menor corrupción, de sociedades más o
Los hechos de corrupción no son una menos corruptas, y de un sistema penal más
novedad en la historia humana y siempre o menos activo en su persecución; el siste-
ha sido un problema amenazante para la ma penal, el sistema de prohibiciones y la
legitimación del estado-gobierno en la ges- amenaza o la ejecución de castigos confor-
tión de los bienes públicos y el bienestar me a la normativa legal ha sido y continúa
general de una sociedad' . Cierto es que ha siendo el instrumento utilizado para el diag-
sido parte de la vida política (Alan Wolfe nóstico y para el castigo, encerrando así el
1980; 87, 89) pero las formas en que se problema en una cuestión autorreferencial
expresa varían conforme a circunstancias del derecho y de la conducta humana pro-
socio-políticas en especial cuando una cla- hibida.
se o un grupo ha obtenido el poder econó- Pero la corrupción no es ya (?) un he-
mico sin su correspondiente poder político cho casual o contingente y se ha instalado
(Huntington 1972, Wolfe 1980) y así la de manera preponderante en la vida públi-
corrupción llega a sustituir o acompañar en ca". Por lo tanto se necesita recurrir a un
los hechos la práctica de la administración enfoque más global que ofrece la ciencia
pública' . Los cambios en los modelos de de la sociedad y con ella disputar al Dere-
acumulación capitalista fueron en gran cho la exclusividad de su descripción (mo-
medida instrumentados por la violencia, el ral-legal) y las posibilidades y límites del
delito y la corrupción (Marx 1975, Weber uso (o no uso) del derecho penal, o sea de
la política penal. Al respecto es preciso de-
cir, aunque sea una obviedad, que el siste-
1
Platón en "Las Leyes" advertía que: "Los servido-
res de la nación deben prestar sus servicios sin reci-
ma penal no tiene una vida autónoma, no
bir presentes ... formar nuestro criterio y luego ate- actúa por sí mismo sino que depende de la
nernos a él no es tarea fácil, y es el camino más segu- voluntad o de los impulsos o de la particu-
ro de seguir por un hombre para ofrecer su leal obe- lar y contingente racionalidad de seres hu-
diencia a la ley que ordena: no hagas ningún servi-
cio por un presente" y a su vez un autor árabe, Abdul manos (Reik 1965; Alexander y Staub
Rahman Ibn Khaldum en el siglo XIV escribía que: 1935; Cárcova 1996) y más aún, depende
"la causa fundamental de la corrupción era la pasión su accionar de las relaciones sociales
por la vida lujosa dentro del grupo gobernan- normadas por el. orden social. Rusche y
te ".Citado por Robert Kiltgaard, en Controlando la
corrupción. Sudamericana, Buenos Aires 1994.
Kirchheimer(1983) dicen que ...la pena no
Wolfe, Alan. Los límites de la legitimidad. Contra- es ni una simple consecuencia del delito,
dicciones políticas del capitalismo contemporaneo. ni su caso opuesto ni un simple medio de-
Siglo XXI editores, México 1980. Sus referencia his- terminado para los fines que han de llevar-
tóricas a la corrupción en EEUU, Inglaterra, Francia,
e Italia recorren, respectivamente, el entramado fe-
se a cabo; por el contrario, debe ser enten-
rroviario, el Canal de Panamá, la Legión de Honor,
La Marina Mercante. Su distinción entre rapiña y co-
rrupción es muy sugerente para analizar empíri- 4 En 1989 en Argentina, sólo tres de cada 100 perso-
camente estos conceptos. nas mencionaban a la corrupción cuando se les pre-
3
Max Weber en un notable trabajo con influencias de guntaba cual era el principal problema que tenía el
la metodología marxista, sostiene que la decadencia país, en 1992 eran 3 de cada 10 y desde allí hasta
del imperio romano no tenía como causa la corrup- ahora los encuestados contestan que los dos principa-
ción de sus costumbres, sino la disolución.del modo les problemas son la desocupación y la corrupción.
de producción esclavista. "La decadencia de la cultu- Bartolomé de Vedia, en el diario La Nación, Buenos
ra antigua". en Revista de Occidente, N° 13, 1926. Aires, 4 de octubre de 1999.
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 7

dida como un fenómeno social independien- y Kichheimer 1983, Boaventura de Sousa


te de los conceptos jurídicos y los fines ... Santos 1991) o como el "estado del control
la pena como tal no existe: existen sola- social"(Melossi 1995) o simplemente con
mente sistemas punitivos concretos y prác- tener el poder (la posibilidad) de castigar
ticas determinadas para el tratamiento de (Foucault 1976). Complejo, contradictorio
los delincuentes5 . En este sentido, lo y hasta misterioso, en el sentido que el sis-
objetivable es la práctica del derecho pe- te1
29.2 como uno de los instrumentos .
nal, la política penal y éste es el campo so- del control social se ha ejercido como polí-
ciológico que puede observarse. Recorde- tica penal en consonancia con cambios en
mos que Foucault (1976) decía que la "uto- a vida social, influído por ella, y en suma
pía de una sociedad universal y pública- .lypeditado
mente punitiva donde unos mecanismos jj1121.15 1turales1(~1.997)
penales siempre en actividad funcionarían y hasta de contingencias gubernamentales;
sin retraso ni mediación ni incertidumbre "6 -en suma como el resultado de las relaCio-
que se formó con la caída del Antiguo Ré- 20résentes en la sociedad
gimen fue sólo una utopía, y que la reali- (Foucault 1980, 1992, Nietzsche 1983;
dad, prontamente, mostró sus limitaciones Girard 1983; Melossi 1992; Resta 1995).
y la frustración del proyecto. Pero también Es así que creemos en la necesidad de abor-
es cierto que el fracaso de tal aspiración de dar este fenómeno de la corrupción en el
un orden sancionador ha sido generalmen- marco de la sobrevivencia de esta práctica
te atribuido a fallas humanas más que a delictiva que lejos de reducirse aparece
conflictos desarrollados dentro del orden ampliada, generalizada y con consecuen-
social, inestable, cambiante, inapacible, cias cada vez más negativas para el tejido
impiadoso. social, en particular porque permite y acom-
El Sistema Penal (Poder Policial, Po- paña (reproduce) la continuidad de un or-
der Judicial y Poder Carcelario) es un sis- den social inhumano, regresivo y cruel y
tema complejo' e históricamente se debate abre interrogantes sobre la eficacia de las
entre su proclamada autonomía y la real políticas penales y aúnád—m- mistrativas que
dependencia de variables tales como las redu-
exigencias del mercado de trabajo (Rusche cirlas.

II. Una morfología contingente


Rusche Otto y George Kirchheimer. Pena y Estruc-
tura Social. Temis, Bogotá 1983. La mayor parte de los trabajos que abor-
Foucault,Michel. Vigilar y Castigar. Siglo XXI Edi-
dan el fenómeno de la corrupción lo anali-
tores, México 1976, pág. 278.
El adjetivo "complejo" alude a que no responden zan como un delito producido por la con-
sus exteriorizaciones o acciones a su propia defini- ducta individual, (o en todo caso una serie
ción conceptual e institucional: es distinto lo que es de conductas más o menos generalizadas)
en realidad el sistema penal y otra lo que dice ser.
de un funcionario público que viola las
Esta falta de "autonomía" (dependencia absoluta a la
ley) necesita ser develada y explicada con investiga- normas legales y favorece intereses priva-
ciones empíricas. Por ejemplo el juicio y condena por dos por encima de su deber.
terrorismo de estado con la recuperación democrática La noción de corrupción está anclada
a la junta de militares en Argentina o la "cultura de la en casi todos los autores en la violación del
emergenza" en Italia. (Ferrajoli;1992, Pavarini; 1994)
o el estallido de la Tangentópoli con la caida del Muro deber de probidad del funcionario (que de-
de Berlín (Caciagli 1996). bería actuar sine ira et studio diría Max
8 Juan S. Pegoraro

w
Weber) y en su enriquecimiento personal. una decisión) en beneficio personal . El
En suma la corrupción es una desviación proceso de modernización (un nuevo mo-
de la conducta de un funcionario público, delo de acumulación) implica un cambio
que se aparta de las normas establecidas normativo y entonces es previsible
para ponerse al servicio de intereses pri- (Huntington 73) que ...todas las leyes po-
vados (Huntington 1972)8 o Existe corrup- nen en desventaja a algún grupo, y éste se
ción cuando una persona, ilícitamente, convierte entonces en una fuente potencial
pone sus intereses personales por sobre los de corrupción en cuanto pretende partici-
de las personas y los ideales que está com- par en el sistema político por el efecto del
prometido a servir (Robert Klitgaard proceso de expansión de la conciencia de
1994)9 . Ambas definiciones culpabilizan la participación política. La propuesta del
del acto a una persona individual, se autor es singular: Para reducirla hace falta
"endemonia" al sujeto que comete el acto a la larga, organizar y estructurar esa par-
y se compensa de alguna manera el fracaso ticipación. Creo que Huntington se coloca
del carácter preventivo del sistema penal. dentro del paradigma de la sociedad armó-
En la explicación de este fenómeno nica, que es "desarmonizada", no por la
Huntington (1972) relaciona la corrupción división del trabajo sino por la corrupción
con los cambios sociales, en especial aque- o por otros males sociales. Esta nostalgia/
llos producidos por la rápida moderniza- propuesta de armonía social, se restablece-
ción social y económica ya que las institu- ría por la "mano invisible" del mercado o
ciones políticas existentes sufren tensiones por la intervención del estado, que en defi-
y pierden su capacidad de gestión de la cosa nitiva no es más que una diferencia de me-
pública frente a las exigencias de los cam- dios para alcanzar el mismo fin, la armonía
bios. De tal manera coloca el fenómeno social. El efecto sobre la conducta humana
como consecuencia de factores un tanto de los cambios de valores en las socieda-
exógenos tomando como ejemplos la his- des inmersas en la modernización implicó
toria de países como Inglaterra y EE UU el proceso de asalarización generalizada y
en la época de la revolución industrial; ¿por potenciado desde mediados del siglo pasa-
qué la modernización engendra corrupción? do abarcan desde el concepto de lo público
y respondía que en primer lugar la moder- a lo cultural, y en especial por la acepta-
nización implica un cambio en los valores ción básica de que es el éxito económico
básicos de la sociedad, en especial la acep- (Merton 1976) el que orienta y motiva fun-
tación gradual por ciertos grupos sociales damentalmente las conductas humanas. De
de normas basadas en el éxito creando nue- tal manera la corrupción contribuye a crear
vas fuentes de riqueza y poder, y cuya rela- nuevas fuentes de riqueza y poder, ambas
ción con la política no es definida por las ligadas por el ejercicio de la política y así
normas tradicionales. Unos intercambian se va produciendo el ascenso o rotación de
poder político por dinero, los otros dinero las elites gobernantes en el seno del esta-
por poder político. Pero en ambos casos se do-gobierno. El énfasis de Huntington lo
vende algo público, (un voto, un puesto, pone en el uso de la función pública como
medio de enriquecerse individualmente y
de tal manera quedan subordinadas las ins-

Huntington S.P. El orden político en las sociedades


en cambio. Paidós, Buenos Aires 1972. pág. 63.
'Robert Klitgaard op. cit. pág. 11. 10
Huntington, op. cit. pág. 65.
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 9

tituciones, los valores políticos y las metas del sujeto excluyendo aquéllas así las de-
públicas a la decisión de los intereses eco- sarrolladas en el ámbito privado, como por
nómicos individuales; asocia la corrupción ejemplo el ejercicio profesional como el de
al fenómeno de la modernización, entendi- abogados, médicos, asesores contables, eje-
da como la expansión de la conciencia y de cutivos, empresarios, etc.
la participación política individual y por eso Estas definiciones formalmente ciertas
postula la idea de que para reducirla hace no dan totalmente cuenta del fenómeno tal
falta organizar y estructurar esa participa- cual se presenta en la actualidad como ex-
ción que se realizaría con el fortalecimien- plicaremos más adelante. Recordemos sí
to de autoridades efectivas sostenidas por que para que haya corrupción en la socie-
intereses de grupos orgánicos (el aparato, dad moderna se requiere que se diferencien
la organización, el partido) más importan- los bienes públicos de los bienes privados, la
tes que los individuos y los grupos sociales distinción entre los bienes personales del so-
contingentes y así se reducirían las oportu- berano y los bienes del estado (Weber 1974;
nidades de corrupción". Heller 1973; Polanyi 1992). Mientras en las
En un sentido similar, podemos consi- formas estatales pre-burguesas, el rey o el
derar la definición de corrupción de Gian estado administran los bienes y los dineros
Franco Pasquino,12 (Bobbio y Matteucci sin distinguir entre sus bienes personales y
1987): Se designa así al fenómeno por me- aquellos del reino, no puede existir corrup-
dio del cual un funcionario público es im- ción tal cual la entendemos a partir de la
pulsado a actuar de modo distinto de los modernidad. Aquí necesariamente aparecen,
estándares normativos del sistema para otras implicancias sobre el hecho de la co-
favorecer intereses particulares a cambio rrupción, en el sentido de que ya no es -en su
de una recompensa. Corrupto es por tanto caso- defraudar al Rey o Soberano en sus
el comportamiento ilegal de aquél que ocu- bienes "personales", sino a la sociedad en su
pa un rol en la estructura estatal. Como conjunto; cambia así la víctima, que pasa a
vemos, coloca como rasgo distintivo el he- ser la sociedad, el pueblo o los ciudadanos.
cho de que uno de los actores sea un funcio-
nario público que viola normas jurídicas III. En la búsqueda de las causas y en la
con su comportamiento en el ejercicio de explicación del funcionamiento.
su función y para favorecer intereses parti-
culares. Funcionario y ejercicio de la fun- La generalización y visibilidad en los
ción pública sería la identidad y la acción últimos 20 años de la corrupción ha lleva-
do a diversos autores a reflexionar sobre
ello considerando al fenómeno más com-
" Huntington, op cit, 67: Un párrafo sugerente en su
trabajo es el siguiente: En Brasil por ejemplo, los prés-
plejo y complementando las definiciones
tamos del gobierno a dirigentes gremiales (está ha- de tipo jurídico-penal con las condiciones
blando de los 50/60) hicieron que éstos olvidasen las o causales estructurales y culturales que la,
reivindicaciones más importantes de sus gremios. Ta- hacen posible y los efectos sobre la admi-
les traiciones han sido un factor importante en lo refe-
rente a reducir las presiones de las clases y agrupa-
nistración de los bienes públicos. Por ejem-
mientos gremiales sobre el gobierno. Estamos así en plo Mario Cacciagli (1996)13 enumera las
presencia de un acto de gobierno que integra al "arte
de gobernar" su política de corrupción hacia los diri-
gentes sindicales. 13
Caciagli, Mario. Clientelismo, corrupción y crimi-
12
Bobbio N, y Mateucci, F. en el Diccionario de nalidad organizada. Centro de Estudios Constitucio-
Politica. Siglo XXI editores, México 1985, pág. 438 nales. Madrid, 1996 pág. 67, 72.
10 Juan S. Pegoraro

causas y condiciones que facilitan los ac- Por su parte, aunque más vinculado a
tos de la corrupción en una clasificación las consecuencias de la corrupción son las
ligada a condiciones económicas, políticas, precisiones de Silvano Belligni (1987) acer-
institucionales, morales y culturales que si ca de la necesidad de integrar en la defini-
bien las refiere a Italia, pueden ser conside- ción de este fenómeno no sólo el aspecto
radas de orden general: la intervención del de la legalidad violada sino también el "cri-
estado en la economía es para el autor una terio de moralidad" en la transgresión que
fuente de corrupción dependiente de la ex- afecta a las normas jurídicas y aquellas
pansión del gasto público y de la mayor normas que regulan el ejercicio de la pro-
reglamentación de la vida económica; esta fesión político-burocrática y por ello de lo
intervención en la economía por parte del considerado justo y lícito en política. Dice:
estado ha dado lugar a la formación de gran- la corrupción es una forma particular de
des empresas públicas y el fortalecimiento delito, y corrupto es aquel que -político o
de organismos de adjudicación de obras burócrata- se desvía de los deberes forma-
públicas y de regulación del mercado y al les jurídicamente definidos, vinculados a
poder de nombramiento o designación de su cargo, o viola las reglas establecidas
funcionarios menores por parte de la clase para el ejercicio de la autoridad pública"
política; a esto se suma la existencia de pro- En un riguroso y sugerente trabajo
cedimientos burocráticos que retardan las Alessandro Pizzorno (1992) ofrece una teo-
decisiones y la mala administración que se- ría de la corrupción del sistema político con
rían inadecuadas en el campo del mercado especial énfasis en el mecanismo de fun-
ya que conspiran contra la eficiencia econó- cionamiento más que en las causas de la
mica; tales obstáculos son sorteados por corrupción, tratando de explicar las varia-
medio de la corrupción. También ha contri- ciones en la frecuencia o densidad de las
buido la descentralización política y ad- conductas corruptas. Pizzorno se centra en
ministrativa y la concesión de mayores re- reflexionar sobre los mecanismos de vio-
cursos a los municipios que disponen así lación de las normas legales que fueran es-
de un poder discrecional para crear cargo y tablecidas para regular el conflicto entre los
realizar adjudicaciones en consonancia con fines privados y los fines públicos y en tal
políticas neoliberales; un elemento particu- sentido propone la idea de que la disponi-
lar Ole Italia fue la falta de alternancia en bilidad a corromperse es una variable que
el gobierno y la existencia de la partidocra- permanecería constante en el individuo, y
cia (el pentapartito) que fue la coalición la elección racional de la conducta corrupta
gobernante; en la realidad era un archipié- sería la variable explicativa contingente en
lago de grupos de poder y que explotó con cuanto estaría asociada a las ocasiones de
el suceso de "maní puliti"; también las nue- corromperse. Para explicar esto último in-
vas formas de profesionalización política troduce la idea del costo morales, cuestión
en el marco del "fin de las ideologías"(Bell que explicaría la mayor o menor corrup-
1964) y del pragmatismo dice Caciagli y ción. Dice que con referencia al sistema po-
recuerda aquella distinción de Max Weber lítico, existen cuatro variables que se com-
sobre los políticos "que viven de la políti-
ca" y no "para la política"; y paralelamente
" Citado por Mario Cacciagli. Op. cit., pág 56.
el aumento o crecimiento de los costes de 15
Pizzorno, Alessandro. "La corruzione nel sistema
la política y con esto la necesidad de lo- político", en Lo scambio occulto. Donatella Della Por-
grar la financiación de los partidos. ta. Il Mulino. Bologna 1992.
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 11

binan con diferente peso o intensidad en bio de favores" y que necesita de cuatro
las condiciones para que se realicen actos elementos: 1) violación de normas o reglas
corruptos: la intervención del estado en la sancionadas normativamente (ilegalidad);
organización de la vida económica, el gra- 2) intercambio que se realiza de manera
do de discrecionalidad de los actos admi- clandestina entre escenarios políticos y
nistrativos, el costo de la intermediación, y mercado económico -lo que otros llaman
la entrada de nuevos grupos al sistema po- intercambio oculto- que tiene como rasgo
lítico. Pizzorno dice que el coste moral (y constitutivo el secreto; 3) finalidad de apro-
por lo tanto la ocasión de corromperse) será piación por individuos o grupos que actúan
para el actor tanto más bajo cuanto más en los escenarios políticos o en el mercado
débiles sean las referencias a criterios mo- económico, de recursos de uso o de inter-
rales de su círculo de pertenencia con res- cambio (dinero, prestaciones e influencias,
pecto a la ley; lo que le importa al funcio- etc.) provenientes del estado para una uti-
nario es el juicio moral de los que están lización no prevista en la ley; y 4) conse-
cerca o sea su grupo o círculo de pertenen- cuencia querida o aceptada de modificar
cia y no los "extraños", como el estado o de hecho las relaciones de poder en los
los ciudadanos (Pizzorno 48). Para este procesos decisionales. Como vemos el es-
autor la "disponibilidad" para corromper- cenario que invoca Cazzola para situar el
se estaría ligada al "costo moral" y al te- fenómeno de la corrupción es el del siste-
mor al castigo que indicaría la frecuencia ma político en su relación con el sistema
del fenómeno de corrupción. Tal "costo económico de mercado y en particular el
moral" para Pizzorno no está referido a la proceso decisional de los actos de gobier-
"ley general" sino con el costo moral para no. En sentido similar Donatella Della Porta
el funcionario de gobierno en relación a los (1992) presenta el "cómo" se realiza el in-
valores o reglas del grupo de pertenencia tercambio corrupto que afecta las decisio-
del autor (fidelidad de "facción"). Giulio nes de la administración de los bienes del
Sapelli (1998) comentando el trabajo de Pi- estado, el "sotto sistema", el sistema ocul-
zzorno sostiene que éste capta la esencia to o paralelo del intercambio corrupto. Su
del problema, o sea que la utilidad económi- trabajo se basa en una documentada inves-
ca (la "disponibilidad a corromperse") no tigación sobre tres "scandali politici" de
explica "todo" sobre la corrupción pero a "intercambio corrupto" en Italia: las adjudi-
diferencia de Pizzorno dice que el resto lo caciones de obras públicas en Savona, la
explica no tanto el "costo moral" sino la administración de la comuna de Firenze en
lucha por el poder y los vínculos sociopo- la compra de bienes inmobiliarios, y los me-
líticos -no sólo morales- en el marco de las canismos corruptos en el sistema de salud
instituciones. No es que no existan frenos pública de Catania. La autora señala las ca-
morales, existen pero sobretodo mezclados racterísticas de la corrupción: (a) pubblici
con el temor al castigo. ammnistratori, che (b) hanno tradito un
Por su parte Franco Cazzola'6 (1994) interesse pubblico per vantaggi privati, attra-
agrega o privilegia las relaciones de poder verso (c) comportamenti che hanno contra-
político al describir los elementos de la vvenuto a leggi e cono stati stigmatizzati da-
corrupción que define como un "intercam- lla pubblica opinione, nel corso di (d)
transazioni in un mercato occulto, in cui (e)
denaro é stato scambiato con influenza sui
16
Citado por Mario Cacciagli, op. cit. comportamenti Della publicca amministra-
12 Juan S. Pegoraro

zione.'7 Se centra así en el intercambio o- nes como por ejemplo el altruismo, la envi-
culto o corrupto que afecta el proceso deci- dia y las acciones cooperativas (Elster 1991).
sional que modifica la estructura de las o- Es evidente que la corrupción ha existi-
portunidades políticas" y describe los me- do en todas las sociedades pero también ha
canismos del "intercambio corrupto" en di- sido y es más frecuente en unas que en otras,
versos ámbitos de la administración y su in- acompañando ciertos períodos de la evolu-
fluencia en el sistema político. Tanto Cazzo- ción histórica-política; son estas variaciones
la como Della Porta definen más el acto que las que incentivan una explicación más allá
las causas pero a partir de tal foco de análisis del "cómo" se realizan. Alan Wolfe (67), se
iluminan "el proceso decisional" develando refiere al papel de la corrupción en la histo-
los componentes ajenos al respeto de la ley. ria de los Estados Unidos en un período que
Esto les permite discutir las teorías explica- abarca desde la segunda mitad del siglo pa-
tivas de origen funcionalista que -ejemplifi- sado hasta la Primera Guerra Mundial aso-
cando en las corrupción de los países en vías ciando este fenómeno con la ideología del
de desarrollo- la describieron como un fenó- "Estado de Armonía". Este estado de "armo-
meno disfuncional-funcional (Della Porta 79) nía" lo entiende no como una realidad sino
que permitiría el equilibrio del sistema, tan- como una ideología propuesta por los secto-
to político como económico, inmerso en el res dominantes de lo que debería ser la so-
cambio social como lo desarrollara el estu- ciedad norteamericana luego del "estado
dio de Roberto K. Merton, (1976) "Funcio- acumulativo" impuesto hasta la Guerra de
nes manifiestas y latentes" de los años 50 en Secesión. La armonía se fundaba ahora en el
los que atribuía a la "maquinaria política" laissez faire y en un pensamiento que sigue
una función que no podía ser analizada, so- la línea de la "mano invisible" de Adam Smith
ciológicamente, sólo en términos morales. pasando por John Stuart Mill y Spencer por
Merton sostenía que la corrupción era un lo que la armonía se produciría cuando el
medio que utilizaban algunas minorías para estado no interviene, preservando así una
integrarse al sistema (Huntington 1976), su- homeostasis que sería el estado natural de la
perar la burocracia impersonal y evitar el uso sociedad. La nueva ideología afirmaba que
de la violencia. Es de recordar que Merton si se permitía que los hombres que controla-
incluye en estas explicaciones sociológicas ban las corporaciones persiguieran su pro-
las teorías del "nivel aspiracional", la del pio interés, ello garantizaría el interés gene-
"grupo de referencia" y la "estructura de ral. Por primera vez (la burguesía) proponía
oportunidades" que si bien son teorías de una teoría puramente capitalista de la legi-
"alcance medio" han aportado interesantes timación" dice Wolfe y continúa: La corrup-
reflexiones a la sociología en relación al ción siempre ha sido parte de la política en
cumplimiento de normas y a las motivacio- la medida en que alguien ha estado en con-
diciones de beneficiarse a costa de otros;
en ese sentido la burguesía industrial no
" Della Porta, Donnatella: Lo Scambio Occulto. Il descubría nada novedoso. Lo nuevo en ese
Mulino, Bologna 1992. "Un funcionario público que período no era la existencia de la corrup-
ha traicionado un interés público por ventajas priva- ción sino la forma en que ésta asumió como
das por medio de una conducta que ha violado la ley una corrupción generalizada y vertical en
y ha sido estigmatizado por la opinión pública, en el
curso de la transacción en un mercado oculto en el
cual se ha intercambiado dinero por influencia en la
decisión de la administración pública." pág. 83. 18
Wolfe, Alan. Op. cit. pág. 60.
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 13

el sentido que atravesaba a todos los secto- IV. Conciencia colectiva y conducta des-
res sociales aunque con una ubicación je- viada
rárquica distinta en el mapa social. Su hi-
pótesis es que hay más probabilidad de co- Ha un cierto c
rrupción cuando una clase ha obtenido el de atacar a la corru irla a ca-
poder económico pero no ha logrado el _so_CLequiere más que la utilización del,sis-
.
poder político y por ello "el poder infor- tem n
mal" (el poder oculto) avanza sobre el go- la sociedad de enfrentar el problema. La
bierno formal y hacia el control del estado: experiencia con el "terrorismo de estado"
El sistema del "transformismo "(que lo y el juzgarniento de los militares con la
ejemplifica con el caso italiano) que recom- recuperación del funcionamiento de la vida
pensa a los oponentes políticos al permitir- democrática en 1983 en Argentina necesi-
les participar en los cargos a cambio de su tó no sólo del activismo progresista, de las
apoyo, llevó inevitablemente a nuevas pro- Madres de Plaza de Mayo y de un sector
fundidades en la corrupción política que importante de la población y de la volun-
todavía existen en la vida italiana° . Esta tad política del Presidente Raúl Alfonsín,
alusión al "transformismo", recordemos, tie- sino también del grado de ilegitimidad y
ne un fuerte uso conceptual por Antonio pérdida de respeto hacia los militares por
Gramsci (1977) quién la utilizaba para de- parte de la sociedad luego de la derrota en
signar así al gobierno que actuaba de hecho Malvinas. Y esto pone en evidencia que no
como un "partido" colocándose por encima es el sistema penal "per se" quiiirirefftra
de ellos, no para armonizar los intereses y la ciertos fenómenos tiene capacidad de per-
actividad de los cuadros permanentes de la seguir y reducir las conductas i ega es sino
vida y de los intereses estatales y naciona- un am lente cu tural" y de sensibilidad
les, sino para disgregarlos, para separarlos. moral, un estado de conciencia de la ciuda-
Es interesante el texto de Gramsci por su danía (de la "conciencia colectiva" diría
referencia a Gaetano Mosca, quien atribuye Durkheim). Los actos aberrantes que co-
los motivos de la crisis del parlamentarismo metieron los militares fueron tan generali-
y la corrupción al predominio de la socie- zados y fueron tan numerosos los militares
dad civil y de sus grupos dominantes sobre que los practicaron y civiles que las avala-
el sistema político y la consiguiente debili- ron que sólo pueden entenderse por el he-
dad de la clase política en la que sus miem- cho de que sus conductas obedecían a otra
bros no representan más que una cantidad regla que no era la Constitución Nacional
de intereses esencialmente privados no com- ni el Código Penal sino que eran las reglas
patibles con el interés público20. derivadas de la cultura propia de la corpo-
ración militar y de la orden de "aniquilar a
la subversión"; reglas supraordinales con
19
Op. cit. pag 88. respecto a todas las otras leyes y aún a las
20
En el mismo sentido, Bobbio : "Transformismo"
serviría para indicar un nuevo tipo de práctica par- reglas morales. Esto explica no sólo la im-
lamentaria consistente en una continua negociación punidad como resultado, sino la expectati-
de votos entre la mayoría y la oposición, en la co- va o previsibilidad que guiaba esas accio-
rrupción elevada a recurso político fundamental y nes: que esos actos eran legítimos y no
determinante,y así en algo totalmente distinto de la
rara transición de hombres políticos de un sector al
merecían castigos. Por ello se puede hablar
otro del parlamento, de un partido al otro. Bobbio, de una "estructura de terrorismo de esta-
N. y Nicola Matteucci. Op. cit. do" en la que los miembros de las fuerzas
14 Juan S. Pegoraro

armadas y civiles reclutados o cooptados, existencia de una tensión en el seno de la


pertenecían y obedecían a una "currícula estructura social entre las metas culturales
oculta" o paralela a la ley formal. De mane- que la sociedad proponía para sus integran-
ra similar se puede argumentar con respecto tes -en particular el logro del éxito econó-
a la impunidad de los funcionarios corruptos. mico- y los medios legítimos que brindaba
Recordemos que Durkheim decía que para alcanzar dichas metas. Esta tensión,
las conductas delictivas son normales en estructural, es la que produce la anomia.
cuanto no hay sociedad sin delito y que éste La diversidad de individuos y la desigual-
es un hecho social que debe ser explicad() dad en el acceso a los medios legítimos jun-
socialmente; y en esta explicación coloca- to a la difusión de mensajes meritocráticos
ba la idea del relativismo moral de las dis- como que todos estaban igualmente capa-
tintas sociedades y de las distintas épocas citados para lograr el éxito económico pro-
para negar la existencia de un "delito natu- ducía una tensión, una anomia que afecta-
ral" y que "lo observable" era la reacción ba a los individuos que reaccionaban ante
de la sociedad en condenar una conducta y ella de manera de "adaptarse" a tal tensión;
no el acto en si mismo. Esto implica pasar esto llevó a Merton a construir una tipología
del plano individual al plano necesariamen- de conductas adaptativas distinguiendo los
te social para explicar el fenómeno delictivo conformistas y los no conformistas (innova-
como la falta de reacción o condena por un dores, ritualistas, retraistas y rebeldes). No
debilitamiento de la conciencia colectiva se trataría de una falta de leyes sino de un
(anomia). Pero esta idea de Durkheim del conflicto irresoluble entre la estructura cul-
"debilitamiento de la conciencia colectiva" tural y la estructura social. Así los "inno-
supondría la previa existencia de una con- vadores" utilizaban medios ilegítimos (la
ciencia colectiva fuerte, que habría proce- corrupción entre otros) pero eficientes o
sado las bases materiales de la sociedad de técnicamente idóneos para alcanzar la meta
manera distinta de la ideología del utilita- cultural que proponía la sociedad norteame-
rismo social de la sociedad burguesa ricana (el éxito económico). Pero Merton
(Gouldner 1973); en efecto, cuál es o era la situaba a los "innovadores"en los sectores
"otra"conciencia colectiva que se habría de bajos ingresos y no considerando entre
debilitado?, había otra conciencia colecti- ellos a los funcionarios públicos.
va éticamente fuerte basada en el no-utili- Historicamente la sociología de la Es-
tarismo? qué otra conciencia colectiva fuer- cuela de Chicago (Matza, 1986) abordó el
te había y que se habría debilitado produ- problema de la conducta desviada y se detu-
ciendo la anomia? Si hubiera otra "concien- vo en describir la coexistencia de diversos
cia colectiva" en acción, con poder, las me- grupos sociales en el interior de una socie-
didas para combatir la corrupción serían dad y de un "pluralismo normativo" en la
exitosas en cuanto ésta es considerada un idea de que los patrones de conductas de los
acto inmoral que amenaza con la disolu- integrantes de tales grupos diferían de las
ción y desintegración social. normas más generales existentes en una so-
Años después de aquellas consideracio- ciedad. Pero tales grupos eran, grupos mar-
nes de Durkheim, Robert K. Merton (1980) ginales en el sentido de su escaso o nulo po-
conceptualizó el fenómeno de las conduc- der socioeconómico y sus integrantes carac-
tas desviadas de manera distinta: a finales terizados con diversos grados de "desvia-
de la década de los 30 trató de encontrar ción", concepto que no incluía ni a los fun-
las causas de tales conductas señalando la cionarios corruptos ni a empresarios ligados
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 15

con ellos. Entonces, la Teoría de la Conduc- interrogantes acerca de la calidad de la vida


ta Desviada enfocaba el comportamiento de democrática.
sectores de bajos ingresos, o con estigmas y Actualmente la característica más rele-
censuras sociales a cuesta (bohemios, homo- vante de la corrupción es la impunidad,
sexuales, trasvestis, divorciados, melancóli- porque el problema si bien parece pertene-
cos, noctámbulos, alcohólicos, inmigrantes cer a la incapacidad del sistema legal-pe-
recién arribados, músicos sin demasiado éxi- nal, excede ese ámbito y pasa a las insti-
to, migrantes rurales y también empleados en tuciones en conjunto: la conducta corrupta
servicios como taxistas, abrepuertas, mozos es algo así como la punta de un iceberg y
de bares nocturnos, etc.) No integraban esos
grupos personas de sectores de buenos o altos
ingresos y tampoco incluían a fieles de parti-
dos políticos o místicos religiosos o funcio- madas, los poderes provinciales, la Policía Federal, las
narios públicos. Aquellas conductas "desvia- policías provinciales especialmente la Policía de la Pro-
vincia de Buenos Aires, el Banco Central, el Banco de
das" conformaban una suerte de subcultura
la Nación Argentina, la Aduana Nacional, la Casa de la
que reforzaba individualmente la pertenencia Moneda, ministerios tanto nacionales como provincia-
de sus integrantes al grupo e implicaba para les, administraciones municipales y comunales, en
los iniciados un "proceso de aprendizaje" que suma, prácticamente todas las instituciones y adminis-
traciones del estado. Esta descripción sugiere que si
finalmente lo integraba como miembro pleno
bien estamos en presencia de conductas delictivas por
del grupo. No obstante que tales característi- su frecuencia y generalización estamos frente a un fe-
cas tiene fuerte similitudes con la de los gru- nómeno social. Para sólo citar algunos de los casos
pos o facciones que trabajan en el seno del más famosos: El "Yomagate" que involucraba a la se-
cretaria de Audiencia de la Presidencia de la Nación,
estado "la teoría de la desviación" no integró
Amira YQma que con otros personajes ligados al go-
entre sus investigaciones estas conductas. bierno fueron acusados de integrar una banda interna-
cional dedicada al lavado de narcodólares; el
La corrupción como una estructura insti- "SwiftGate"(1990) denunciado por el embajador nor-
tucional teamericano ya que funcionarios del gobierno, (entre
ellos Munir Yoma, también cuñado del presidente
Considero_que en el marco delas_ppiL.- Menem) intentaban sobornar a los directivos de la em-
ticas neoliberales de mercado Lags_l_pján- presa Swift Armour para una importación de maquina-
to de una nueva forma de acumulación ca- rias. La aprobación en el Congreso de la Nación de la
pitalista, la corrupción es una palanca for- privatización de Aerolíneas Argentinas con el voto de
una persona que no era diputado; la represa Yacyretá
midable y cásiToMan-irrsWernmpresciii- calificada en su momento por el propio presidente de
dible para lograr lie se han la Nación como un monumento a la corrupción (aun-
producido y se siguen produciendo en la que nunca se lo desmontó) ; Aduana Paralela con tres
vidáibcial. El caso de Argentina durante altos funcionarios presuntamente asesinados para evi-
tar la investigación; la Mafia del Oro, donde se investi-
la década de'los 90 ejemplifica que la cer- ga a miembros del entorno familiar y político del presi-
teza de impuni=del funcionario frente dente Menem y que incluye ataques violentos al fiscal
al sistema penal es una característica que que investiga el caso; "Ñoquis"(personas que cobra-
jorisiEF6eséncial en la descripción y ex- ban sin trabajar) en el Consejo Deliberante de Buenos
Aires; ANSES (Administración Nacional de la Seguri-
plicación de este fenómeno2 ' y que abre dad Social) y el asesinato de Alfredo Pochat que inves-
tigaba la corrupción; IBM-Banco Nación y la adjudi-
cación a la empresa citada de un gran programa de
21
En los últimos diez años la corrupción en Argentina informatización con el pago de coimas por mas de 25
envolvió a instituciones como el Poder Ejecutivo Na- millones de dólares que ha implicado un suicidio du-
cional, el Congreso de la Nación, el Poder Judicial doso; PAMI (Programa de Asistencia Médica Integral)
(aún la Corte Suprema de la Nación), las Fuerzas Ar- de carácter nacional y que involucra a más de 4 millo-
16 Juan S. Pegoraro

sus partes sumergidas son las instituciones de relaciones y no tanto de actos individua-
pensar que
del estado, en especial el sistema penal". les podemos
ratay de generalmente s oe
Los funcionarios públicos, sean electos o "recaudar fondos" paraun
nombrados por otros F-----
mayol7w sector del pártido p ítico que además como
TE7n7triciórip~firáierr
a ac i a rea- partido declara dedicarse al bien común y
lidad como miembros pertenecinetes a una_ a fines superiores.„Esto último neutrjliza-
"corporación" o un "estamento" y se saben ría a nivel individual el problema moral_
investidos de un fuero especial como es la (Sykes y Matza 1957) y otorgaría otra ra-
-
InPunidad. La corrupción como conducta cionalidad a la conducta del funcionario que
no sería sólo explicada por la utilidad eco as • e partido o grupo
njojcw_Lepresenta para el actor sino ál que pertenece y no a la ley general.
---
que hay que incluir esa conducta en la red Firera-deriaTills particulares referidos
el relaciones sociales entretejidas con la al fenómeno de la corrupción, la teoría po-
T
1 3oriffia-5 coliérai-7-
19912bernar
7 la lítica incluye marginalmente el problema
dinámica social de la lucha por el poder y de la corrupción en el sistema de gobierno,
1'57 vínculos y conflictos so£.i21._e,_s yp,alí1i;- colocándolo en un lugar residual y atribu-
E.os. En este entretejido (Sapelli 1998) se yéndolo a ciertas patologías individuales,
incluye la impunidad. o aún personales con reminiscencias al pen-
La escaasIpacidad de la ley y de la samiento positivista (la anomia en su "ver-
moral para neutralizar este fenómeno deri- sión durkheimiana" o en su "versión
va, en gran parte, del hecho que las dineros mertoniana"). Pero la reflexión sociológi-
obtenidos i icitamente por el funcionario no ca sobre este fenómeno ha sido una cons-
lo son, exclusivamente, para su enriqueci- tante en la historia del pensamiento social
miento persona . enomeno • e a impu- y lo ha inscripto en una realidad en la que
nidad hablaría de la existencia de una red el fenó *ón no ser
522.ang.w, ni ser una anormalidad o una
patología de sus ejejút-js. Recor euros
que Alvin Gouldner (1973) dedica un ca-
nes de personas de la tercera edad en especial a perso- pítulo de su obra La Crisis de la Soéiologia
nas jubiladas; Venta de Armas a países en guerra (Ecua- Occidental a describir la cultura utilitaria
dor, Croacia) en el que están involucrados dos canci-
lleres, el Jefe del Ejército y numerosos militares; Mi-
que se generaliza en el siglo XX aunque ya
guel Angel 'Vicco, Secretario Privado del Presidente que presente desde mediados del siglo pasado.
le vendía leche podrida a instituciones estatales Gouldner habla de la cultura utilitaria como
asistenciales; Carlos Grosso y su gestión como alcalde patrón de conducta de la sociedad burgue-
de la ciudad de Buenos Aires; Monser Al Kassar (liga-
do también al gobierno) y el tráfico de armas; Alberto
sa, como una patología normal del utilita-
Samid, asesor presidencial probesado por asociación rismo que se presenta como anomia social
ilícita para la evasión impositiva calculada en 70 millo- pues atribuye inevitablemente, la mayor
nes de dólares; los jueces Hernán Bernasconi, Francis- importancia como orientador de la conducta
co Trovato, Norberto Oyarbide, Carlos Branca,
Guillermo Tiscornia, Alberto Nicosia; por decir algu-
humana al hecho de ganar o perder, al éxi-
nos con procesos judiciales y de destitución, etc. to o al fracaso como tales y no al carácter o
22 La parálisis del sistema penal frente a tales conduc- regla de lo que es correcto: "el utilitarismo
tas es mas que llamativa frente al enriquecimiento presenta una tendencia intrínseca a restrin-
personal y formas exhibicionistas de funcionarios
públicos confiados en su inmunidad (construcción de
gir la esfera de la moralidad..." Gouldner
verdaderos palacios, vida fastuosa, yates, aviones par- sostiene que Durkheim podría decir que
ticulares, etc.) "una cultura utilitaria burguesa tiene una
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 17

predisposición natural o intrínseca a la es el caso de la vulgaridad de incluir las "avi-


ausencia de normas morales o anomia, pre- vadas" de las personas comunes) es preciso
disposición derivada, entre otros factores, abrir el tema a la complejidad de la dinámi-
del carácter mismo de sus compromisos y ca de la sociedad y del orden social.
prioridades'.
Frente a ello, ¿qué puede hacer el Sis- V. Un pasado que late como presente: los
tema Penal? la ley declara el interés públi- poderes ocultos.
co mientras la conducta pública pasa a ser
un asunto de interés privado. De tal mane- La modernidad, puede decirse, nace con
ra el temor al castigo, ya sea de la instancia la progresiva generalización de la idea de
judicia -penal o la condena socirle-—mTEs- un modelo de orden social basado en la li-
tra insuficiente como instancia reguladora bertad individual, en la igualdad de los ciu-
ya que se i uye cuan o a pertenencia de dadanos y en una forma democrática de
ros funcionairos a un grupo-partido-corp2; gobierno. En este marco la confianza y el
ración-alianza o empresa hace que se ue- optimismo que recorría el pensamiento ilus-
da neutra izar e sistema penal y apostar a trado de fines del siglo XVIII y la creencia
Fairim iclacT m reTais-, en la legalidad como orientadora de las con-
igóalor_t5_m,_____ lo no porque no exista ductas humanas es el supuesto del princi-
Len la le e pio de ciudadanía que presupone condicio-
mediaciones personales o institt les nes materiales y culturales para poder ejer-
que neutraliza - e. a cer la capacidad de razonar con libertad, o
cont io. Si o fuera así no se ha- sea con autonomía.
bría generalizado de la manera actual la La idea previa sobre la naturaleza del
corrupción en la función pública. Moreno orden social impregna la descripción del
Ocampo (1995) cita una encuesta realiza- fenómeno de la corrupción y los remedios
da por Gallup para Poder Ciudadano en la que se proponen para eliminarla o reducir-
que se le preguntaba al encuestado si había la. Giulio Sapelli (1998) ofrece una mira-
vivido personalmente hechos de corrupción da sobre el sistema social en las sociedades
y el 18% de personas de clase baja, el 36% modernas y en especial de la dimensión
de clase media, y el 54% de clase alta con- socio-política para la descripción del fenó-
testaron afirmativamente24. En esto se ad- meno de la corrupción, en el sentido de re-
vierte no sólo lo generalizado que está el lacionar 1 a estructura social con las conduc-
fenómeno de la corrupción sino que en él tas prácticas de los actores, el sistema eco-
participan distintos sectores sociales, aun- nómico con el sistema político y su efecto
que seguramente con beneficios muy dife- sobre los individuos. Sapelli sostiene que
renciados de acuerdo a la estratificación so- se ha producido una "balcanización" políti-
cial y al tipo de corrupción. Pero ante esta ca del estado ya que ha sido ocupado por
cotidianeidad de la corrupción política (y no grupos de poder y estos funcionarios responl
den más a su grupo que al estado como re-
presentante de la comunidad. En esta línea
23
Gouldner, Alyin. La crisis de la Sociología Occi- Sapelli cita Hobbes en "De Cive" 25 Llamo :

dental. Amorrortu, Buenos Aires, 1973 (pág 68 y stes.)


24
Moreno Ocampo Luis, "La corrupción es una for-
25
ma de abuso de poder", en Pena y Estado. Revista Sapelli, Giulio. Cleptocracia. El "mecanismo úni-
latinoamericana de política criminal. Ed. del Puerto, co" de la corrrupción entre economía y política. Edi-
Buenos Aires 1995 pág. 206 y ates. torial Losada, 1998 pág. 17.
18 Juan S. Pegoraro

"facción" a una multitud de ciudadanos uni- Ese poder acumulado tiene la forma de un
dos por pactos celebrados entre ellos, o por "poder oculto", en el sentido que no tiene
el poder de alguno, sin la autorización de cabida institucional en la forma política re-
aquel o aquellos que detentan el poder supre- publicana y democrática, pero es un poder
mo. Así la facción es como un estado dentro existente en el orden social.
del estado. Según esta definición un conjun- En suma es en la sociedad real donde
to de ciudadanos que se ha comprometido a operan los poderes ocultos o invisibles, ca-
obedecer simplemente a un príncipe o a un paces de neutralizar el derecho. Pero para
ciudadano extranjero, o bien que han realiza- lograr instalar una racionalidad que orien-
do entre sí pactos o una alianza de defensa te las conductas corruptas es necesario, ade-
recíproca contra todos, sin exceptuar a aque- más, una obra de ingeniería social 28 que
llos que detentan el poder supremo del esta- vaya construyendo una red (también so-
do, constituyen una facción. Lo mismo debe cial) que garantice la inmunidad y la im-
decirse de la riqueza privada, si es excesiva, punidad. Sin inmunidad, o cultura de la
ya que todo se somete al dinero" 26. Esta fide- impunidad o relaciones sociales de im-
lidad formal hacia el estado y sustancial a su punidad, complicidad o expectativas de
grupo es lo que diluye el costo moral y la participación no habría la corrupción de
distinción entre lo privado y lo público. Sa- la manera que aparece actualmente: no
pelli dice que "Los estudios sobre la corrup- son casos individuales sino actos de ges-
ción no enfrentan generalmente esta comple- tión gubernamental. La base o el sopor-
ja realidad. Ellos se centran por un lado so- te de la impunidad es la verticalidad de
bre los conflictos ente los fines generales de la corrupción que atraviesa los poderes
la función pública y los fines particulares de del estado (ejecutivo, legislativo y ju-
quienes la personifican: de la separación que dicial); no serían actos o conductas autó-
se verifica entre tales fines nace la corrup-
ción. O bien, por otro lado, se detienen en el
tema de la falta de autonomía entre la auto-
ridad burocrática estatal -que deberla estar y que debilitaba la vida democrática. Decía Mills: "La
libre de las distorsiones- y las autoridades Elite está formada por los que tienen el mando en las
de hecho, gracias al poder acumulado por instituciones directivas, y cuyas posiciones de mando
los colocan de tal manera en su estructura social que
aquellos que operan sobre los mercados.' trascienden, en grado mayor o menor, los ambientes
ordinarios de los hombres y mujeres ordinarios"
Ch.Wright Mills. En "Las fuentes del poder en la so-
26
Sapelli G., op. cit, pág. 18. ciedad" en Los cambios sociales. Fuentes, tipos y con-
27
También C.Wright Milis (1960) advertía sobre la exis- secuencias. Amitai y Eva Etzioni. Fondo de Cultura
tenciá de formas del poder paralela o superpuesta al Económica. México 1974.
poder del estado y en "La Élite del Poder" decía: "El
28
El este sentido se puede describir la "toma del poder
concepto de la élite del poder y de su unidad se apoya judicial" por parte del gobierno del presidente Menem
!n el desarrollo paralelo y la coincidencia de intereses en el inicio de su gestión que tenía quorum propio en el
entre las organizaciones económicas, políticas y mili- Senado de la Nación que era el órgano encargado de
tares. Ch.Wrght Mills. La Élite del poder. Fondo de nombrar a los jueces. Para ello además de nombrar a
Cultura Económica, México 1960 (pag. 273) sostenien- cientos de jueces, fiscales y defensores en todo el Po-
do así la existencia de un poder oculto capaz de actuar der Judicial, tuvo particular ingerencia en el nombra-
con regularidad y establecer acuerdos coyunturales so- mientos, ascensos y traslados para manejar en el Fuero
bre objetivos políticos y económicos. La existencia de Federal y en el Fuero Penal Económico (ámbitos con
esta élite para Ch.W. Milis expresaba una concentra- competencia en actos de corrupción) y en especial la
ción del poder capaz de modificar en beneficio de ella Corte Suprema de Justicia que aumentó de 5 a 9 sus
los procesos decisionales en los que actuaba el estado, miembros. (Verbitsky 1994; Poder Ciudadano, 1997)
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 19

Orquesta del bandoneonista Pedro Maffia

nomas sino conductas que responden a juicio por vicios de procedimientos, en es-
una organización verticalizada, unida por pecial en materia de pruebas recogidas en
la disciplina y la pertenencia a un grupo sede policial, el sobreseimiento por falta de
de la sociedad, a un partido político pero pruebas, la prescripción o simplemente el
aún dentro del partido político, a "fac- dejar pasar el tiempo hasta siempre, es el
ciones" a "príncipes dentro del reino". destino mayoritario del trámite judicial de
Esta sería la explicación de ese continuo los procesos sobre corrupción. Por otra par-
"reciclaje" de funcionarios que pese a te es de suponer qte ese pacto de silencio
tener procesos judiciales abiertos (siem- debe ser implícito y previo, debe ser cons-
pre abiertos y raramente terminados con titutivo del cargo que ejerce. Frente a este
condena) vuelven a ser designados en enorme poder, poder relacional 29 además,
cargos políticos. el derecho como expresión de una ética
Otra característica de este fenómeno en deseable es generalmente ineficaz para li-
la actualidad es el "pacto de silencio" que mitar el poder?'
cumple el que es descubierto al no involu-
crar a otros partícipes. Así la estrategia de
29
Uso el concepto de poder relacional en el sentido
las defensas judiciales se basan en el silen- de Michel Foucault en "La ética del cuidado de uno
cio o la negativa a declarar por parte del mismo como práctica de la libertad", una entrevista
acusado, y en detectar por parte de los abo- del 20 de enero de 1984 y transcripta en Hermeneutica
gados defensores algunas fallas procesales del sujeto. Ed.La Piqueta, Madrid 1994.
30
El estado de derecho tiembla ante el poden ya sea
que logran en la mayoría de los casos anu- ante la espada, ante la sotana o ante un banquero
lar el fondo del juicio. La anulación del decía un g,raffitti del mayo francés.
20 Juan S. Pegoraro

Ahora, esa obra de "ingeniería social" interesadas en el intercambio corrupto. Sus


que facilita la corrupción no es una crea- principales recursos eran los conocimien-
ción espontanea o fugaz sino una acumula- tos e informaciones reservadas que se re-
ción casi "aluvional". Por lo tanto más que cogían e intercambiaban en los mercados
hablar de casos o actos de corrupción, de ilícitos... Cuando la corrupción política se
los que en su medida podría ocuparse el vuelve sistémica, los partidos políticos au-
sistema penal, hay que hablar de una es- torizan los intercambios ocultos, pre-
tructura de corrupción como un sistema de miando al que colabora y sancionando en
reglas o normas paralelas a las legales o vi- cambio al que no sigue el juego ...El siste-
sibles. Son reglas secretas, ocultas pero ma de partidos se transforma en primer lu-
fuertemente imperativas para quien perte- gar en un sistema de socialización para lo
nece a una organización, corporación, em- ilícito. El partido organiza a sus hombres
presa, grupo, partido político, facción, en colocándolos en diversos cargos de respon-
representación del cual está ejerciendo un sabilidad en los organismos públicos pero
cargo público con poderes decisionales. les pide, a cambio, adaptarse a la norma de
Y para esto es necesario la existencia utilizar estos cargos para el financiamiento
de la vasta red de vínculos sociales y por lo de la política, dejando entrever la posibili-
tanto de personificaciones de esos víncu- dad de un enriquecimiento personal también.
los: Donatella Della Porta3 ' refiriéndose a Si bien la referencia empírica de la autora
la realidad italiana describe la estructura de es Italia, es innegable cierta similitudes con
la corrupción: Paralelamente adquirieron la realidad de otros países.
importancia los cargos partidistas vincu- La convivencia de esta realidad, des-
lados con intercambios ocultos. En efecto, cripta por Della Porta con la democracia y
en el interior de los partidos se constituye- su sistema penal es un interrogante abierto
ron estructuras secretas, dedicadas a la que algunos autores la explican co-mo que
recolección y administración del dinero ésta (Bobbio, 127) no ha cumplido la pro-
proveniente de fuentes ilícitas; enumera así mesa de la igualdad no sólo formal sino
una serie de personificaciones sociales que también sustancial y tampoco ha cumplido
cobran importancia en el partido político: con la promesa de derrotar los poderes in-
los jefes de los organismos públicos; los visibles y así los intereses reaparecen sin
cajeros del partido; "los portacarteras"; haber desaparecido. La democracia se ha
"los profesionales protegidos"; "los buró- presentado como el advenimiento de un
cratas con carnet partidista". Para estos gobierno visible pero su realidad es la con-
políticos, pasibles de ser definidos como vivencia con los poderes ocultos que se
"políticos de negocios" los reconocimien- expresan por medio de mandatos imperati-
tos eran clandestinos y de índole económi- vos a los funcionarios y legisladores vio-
ca. Su principal función era mediar entre lando así el carácter representativo que de-
los distintos actores de intercambios ocul- biera tener su mandato por ser represen-
tos, establecer contactos y favorecer las tantes de toda la ciudadanía: el secreto o
negociaciones entre las dos o más partes sea la falta de publicidad y transparencia
en la gestión pública impide el control ciu-
dadano y la distinción de lo que es lícito y
31
Della Porta, D."Partidos políticos y corrupción.
de lo que no es lícito. Así entiendo que la
Reflexiones sobre el caso italiano" en Nueva Socie- descripción de la naturaleza de las socie-
dad N° 145, 1996. Caracas.. dades modernas como formada por una plu-
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 21

ralidad de centros de poder, no unificados un aporte importante en la desmistificación


y en conflicto o lucha, es la interpretación de la existencia de la primacía absoluta del
sociológica más útil y la que nos permite vínculo estatal (Heller 1974), deviene en
acercarnos al fenómeno de la corrupción una concepción más realística como es el
-más que al delito de corrupción- porque de una sociedad corporativa, o neo-corpo-
implica el reconocimiento de un todavía (en rativa (Schmitter 1981) y puede teorizarse
su caso) no completado proceso de ciudada- con más rigor acerca de la presencia del
nización, de una promesa incumplida de la "poder invisible" o del estado paralelo
democracia (Bobbio 1985) de una demo- (Wolfe 1983). Algunos autores como
racia delegativa e incompleta (O'Donnell Umberto Eco, Furio Colombo, Francesco
1997). Recordemos que el concepto de plu- Alberoni, (1974) hace más de 25 años en-
ralismo en la tradición intelectual norteame- trevieron el advenimiento de un neofeu-
ricana se afirmaba como una idea positiva, dalismo33 , una nueva Edad Media, en el
de una sociedad en la que existen una mul- sentido de que el poder se organiza abier-
tiplicidad de centros de poder, sin ser nin- tamente fuera de la zona central e interme-
guno de ellos completamente soberano; esto dia del cuerpo social, hacia una zona libre
ayudaría a controlar el poder, a asegurar el de deberes y responsabilidades generales
consenso de todos y a resolver pacífi- con lo que revela abierta e imprevistamente
camente los conflictos. Norberto Bobbio,32 el carácter accesorio de las instituciones...
por ejemplo define al pluralismo como la y de un verdadero centro de poder y predo-
concepción que propone como modelo una minio de los intereses sectoriales o corpo-
sociedad compuesta por muchos grupos o rativos sobre el interés general, de las ten-
centros de poder, aún en conflicto entre dencias centrífugas sobre las centrípetas .
ellos, a los cuales se les ha asignado la fun- Por su parte Emilio Lamo de Espino-
ción de limitan controlar, contrastar e in- za,34 sostiene que "el verdadero problema
cluso eliminar el centro de poder dominante es un sistema insuficientemente provisto de
históricamente identificado con el estado. controles y de contrapoderes" y citando a
Pero esta definición del "pluralismo demo- Pizzorno sostiene que las prácticas corrup-
crático" está más cerca de una propuesta tas tienen el efecto de marginar o discrimi-
de sociedad que como sociedad realmente nar a los que se niegan a cooperar y por
existente donde los grupos o centros de ello se va ampliando el círculo de los que
poder tienen como meta su "amplificación" participan para no quedar fuera del cargo
y no limitar los poderes del estado para pre- que ocupan; todo esto va extendiendo el
servar así los derechos individuales. Ade- círculo de la impunidad como la imagen
más esta noción de pluralismo democráti- de los círculos concéntricos que produce la
co comparte la idea del organicismo social caída de una piedra en el agua. Pero tam-
y de armonía, (Wolfe 1983) y sugiere la
idea de un mercado perfecto donde la com-
petencia y los mérito definirían la gestión
" Eco Umberto, Colombo Furio, Alberoni La Nueva
del bien común. Por eso el concepto de Edad Media. Alianza Editorial, Madrid, 1974. Tam-
"pluralismo democrático" si bien implica bién Sapelli habla de una refeudalización política de
estado que ha derrotado el pluralismo virtuoso.
34
Lamo de Espinosa, Emilio, "Corrupción política y
ética económica", en La corrupción política. Laporta,
32
Bobbio, Norberto "Pluralismo", en Diccionario de Francisco y Silvina Alvarez, (editores). Alianza Edi-
política. Op. cit. torial, Madrid 1997. pág. 284.
22 Juan S. Pegoraro

bién pone de relieve que existe actualmen- sio internacional sobre "corrupción y buen
te una coyuntura en la que, además, inci- gobierno" en el que Robert Klitgaard
den tres factores": una nueva ética econó- (1995) sostuvo que el problema mayor era
mica signada por las actividades financie- la corrupción sistemática de las institucio-
ras especulativas a corto plazo -a la que nes más que los casos individuales de so-
Dahrendorf (1991) llama "una economía de borno: En realidad el soborno a nivel in-
casino" que está sustituyendo al espíritu ternacional puede involucrar grandes su-
empresario tradicional; la desregulación, mas de dinero y puede incrementar los cos-
descentralizaciones, eficiencia del merca- tos de los grandes contratos de abasteci-
do y privatización que implica menos con- miento de obras públicas en una propor-
troles pero paradójicamente con mayor in- ción de un 15% o más. Pero por muy graves
gerencia de los políticos, y el bloqueo de que parezcan las consecuencias de este tipo
los controles institucionales. Como vemos de corrupción, resultan minimizadas en com-
Lamo de Espinoza suma causas y condi- paración con la corrupción sistemática de
ciones, pero en especial señala "el bloqueo los sistemas judiciales, la administración
de los controles institucionales" o sea la económica, la prestación de servicios pú-
impunidad como un elemento distintivo de blicos y el diseño de políticas de gobierno,
esta "coyuntura" institucional. La influen- que aquejan a numerosos países en vías de
cia en la vida democrática de este bloqueo desarrollo. La corrupción sistemática pue-
alimenta la desconfianza pública producien- de contrarrestar gravemente cualquier in-
do una deslegitimación que remite, según centivo, disuadir a los inversores y quitarle
este autor, a la prensa o a la judicatura la a la democracia toda eficacia operativa. Al
tarea de "limpiar a la democracia". ¿Cuán- margen de acotar el fenómeno a los países
do? se pregunta, cuando el juego de com- en vías de desarrollo (?), el señalamiento del
promisos sobre el que reposa esa cadena autor sobre la corrupción sistemática de las
de ocultamientos e inhibiciones se rompe instituciones abre un interrogante acerca de
por cualquier sitio, bien por una menor per- cual puede ser el sujeto institucional que
misividad hacia tales conducto, bien por puede enfrentar este fenómeno.
un mayor control institucional36. Es de se- Coincidentemente Lamo de Espinosa
ñalar que prensa y judicatura no guardan el (1997) refiriéndose a España pero también
mismo nivel de compromiso institucional a otros países como Italia, Brasil, Venezuela
y sorprende un tanto la remisión que hace y Japón, dice que la corrupción ha afecta-
Lamo de Espinoza porque precisamente en do sustancialmente a casi todo el establish-
el bloqueo de los controles institucionales ment político y a muchas de las grandes
está involucrado el sistema penal. empresas: No han sido casos aislados, sino
A nivel internacional, la corrupción un sistema, una trama, como queramos lla-
también es un tema que ha obligado a or- marlo, pero en todo caso una práctica ge-
ganismos de ese nivel a reuniones y con- neralizada tanto en las administraciones
sultas. En 1995 la Organización para la centrales como en las periféricas y por par-
Cooperación Económica y el Desarrollo te de un amplio abanico de partidos políti-
(O.C.D.E) convocó a expertos a un simpo- cos 3' . El fenómeno de la impunidad sólo

35
Lamo de Espinosa, Emilio. Op. cit. pag. 288.
37
36
Lamo de Espinosa, Emilio. Op. cit. pág. 286 Lamo de Espinosa, Emilio. Op. cit. pag. 273.
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 23

es posible en la medida en que exista de tema penal, esta década ha sido recorrida
manera generalizada un pacto entre la cla- por abundantes noticias sobre la corrupción
se política que implique una solidaridad a y los medios de comunicación, en especial
su interior al margen de la pertenencia po- la prensa escrita, ha sido en gran medida
lítica partidista. La clase política a partir quien ha logrado "descubrirla". Estos des-
del voto de intercambio más que del voto cubrimientos se explican también porque
de opinión (Bobbio 1985), negocia sancio- la luc e
nes contra proyectos, nombramientos en se uti a enuncia y e
cargos por silencios, adjudicaciones por e os mtercam r los secretos" y así la co-
votos; esto explica que los cambios de go- rrupcion se vi. ♦- Y e - OPIO
8
bierno que se producen luego de fuertes y sen i e o apelli se refiere a una lucha en
sonoras campañas de denuncias de corrup- la sociedad de la que resulta una "circula-
ción contra el gobierno saliente no sean ción de las elites": Lo mismo sucede con la
continuadas y la mayoría de ellas ni siquiera corrupción cuando la entendemos como un
llegan a la justicia. El "transformismo" es proceso de la lucha por la circulación de
uno de los instrumentos, y a su vez uno de las elites. Pero no porque las nuevas elites
los signos de la impunidad. El sistema de sean corruptas o más corruptas que las vie-
transformismo (Wolfe 88; Gramsci 1977) jas... porque lo que sucede es que... el ad-
que recompensa a los oponentes políticos venimiento de nuevas elites económicas y
al permitirles participar en los cargos a cam- políticas descompagina mercados secretos
bio de su apoyo político, lleva necesaria- e ilegales consolidados y obliga a "here-
mente a la impunidad e inmunidad de los dar" y a "contratar" la herencia de ellos
actos de corrupción. La falta de voluntad con los viejos y a menudo inexpugnables
política no es del orden de la indiferencia o detentatores del poder. Se trata de proce-
del perdón, sino que es una decisión con- sos que sólo análisis empíricos detallados
sensuada al interior de la clase política que podrán esclarecer.
"circula por los cargos", es una política Pero más que la idea de Sapelli acerca
activa y es así una garantía de que tampoco de la "circulación de las elites" que impli-
los nuevos serán investigados por los go- ca la corrupción como herramienta de los
biernos venideros. Esto explica la sensación procesos de lucha social, Bobbio (1985)
de sorpresa, fastidio y de injusticia de aque- señala el hecho de que la existencia de un
llos funcionarios que son enviados a la Jus- poder oculto implica, necesariamente, la
ticia: ¿Por qué a mí? Se preguntan algu- existencia de un contrapoder (también
nos, y se contestan que la suerte les ha sido Foucault 1992). Así la historia de todo ré-
adversa o culpan a los denunciantes. No se gimen político ha ido acompañado de his-
trataría en la actualidad de actos individua- toria de conspiraciones, donde se encuen-
les, "solitarios", que los hay y los habrá, tra el poder secreto se halla, casi como su
sino de prácticas articuladas con el poder, producto natural el antipoder, igualmente
o de los múltiples poderes en diferentes ám- secreto, en forma de conjuraciones, com-
bitos de la vida social. Se trata en suma de plots, conspiraciones, golpes de estado,
una práctica gubernamental y por ello re- intrigas en los pasillos del palacio impe-
sulta insuficiente la norma penal para neu- rial, o bien sediciones, revueltas, rebelio-
tralizar estas conductas. Pero por otra par-
te es necesario considerar que no obstante
la impunidad de estas prácticas ante el sis- 38 Sapelli, G. op. cit. pág. 82
24 Juan S. Pegoraro

nes.39 En suma se puede decir que los pro- tica a la democracia realmente existente, a
cesos de la Modernidad en Occidente han la real, a la que lleva una contradicción y
convivido con los poderes invisibles que tensión como es la deseada convivencia
han sido en gran medida los sujetos cons- entre la idea de democracia y el desarrollo
tructores y constituyentes de la sociedad. del capitalismo (Wolfe 1982); en suma, los
Marx en "La Sagrada Familia" 40 decía "elitistas" le reprochan a la democracia real
que... solamente la superstición política que no sea una democracia "virtuosa"»
puede imaginarse todavía en nuestros días
que la vida burguesa debe ser mantenida Algo se debe hacer, aunque sean molinos
en cohesión por el estado, cuando en rea- de viento
lidad ocurre al revés, que es el estado quien
se halla mantenido en cohesión por la vida Las recetas anti-corrupción recorren una
burguesa. En este sentido, la sociedad tal amplia gama de ofrecimientos, pero casi
cual es en la realidad vive la perpetua con- todas ellas centradas en detectar las debili-
tradicción de pretender estar sólo sujeta a dades normativas por las que escaparían sus
las reglas de la justicia y la virtud. Al res- autores de la sanción penal. Por ejemplo
pecto Marx evoca el discurso de Robespie- David Osborne y Ted Gaebler 42 (1996; 138)
rre sobre los principios de la moral pública son teóricamente optimistas al señalar que
ante la Asamblea en febrero de 1794, cuan- ...la corrupción resulta difícil cuando el
do éste afirmaba que la virtud es el princi- sistema de contratación satisface los si-
pio fundamental del gobierno popular y guientes cuatro requisitos: que la propues-
democrático; pero tanto Robespierre como
Saint Just confundían, dice Marx, la comu-
nidad democrática ideal con la sociedad 'En la teoría política, el tema del reclutamiento de
real, con la sociedad burguesa, y por ello, los funcionarios siempre ha sido fuente de conflicto.
la virtud sólo podía sostenerse por medio Por ej. en EE.UU una investigación (Wolfe 174) reve-
ló que desde 1933 a 1961 las designaciones recayeron
del terror. Es cierta esta crítica, es rigurosa sobre hombres de negocios y que el 75 % de todas las
esta descripción del orden social que hace designaciones del Departamento del Tesoro provenía
Marx aquí, pero también hay que conside- directamente de la banca y el derecho: que la gran
rar, como el mismo lo advertía (Marx 1977) mayoría de los nombramientos en Defensa y Guerra
provenían de grandes organizaciones comerciales y
que es necesario dar cuenta de las va- también los nombramientos de burócratas en servicio
riaciones en la que se expresa también de interno del estado y también era similar la naturaleza
manera real la sociedad burguesa, y en ella de las designaciones en Interior y en Agricultura. Así
tiene que ver su historia particular, sus cos- siguiendo, durante el gobierno de Kennedy y Johnson
se acentuó la tendencia a designar para cargos estata-
tumbres y tradiciones, su conformación re- les en Defensa a individuos que trabajaban para con-
ligiosa o cultural, su estratificación social, tratista en esa rama de la industria. Wolfe se apoya en
en suma las carácterísticas particulares de fuentes documentales y en trabajos de investigación
cada "formación social" (Marx 1977; Marx, empírica para ejemplificar con otros países inclusive
Francia hasta afirmar que en el proceso de planifica-
1980; Sereni, 1976). En el mismo sentido ción en su funcionamiento es notablemente antidemo-
la crítica de los "elitistas"(Pareto, Mosca, crático y puede interpretarse como un acto de conni-
Michells) a la democracia era y es una crí- vencia deliberada entre los funcionarios públicos más
altos y los már; altos empleados de la gran empresa.(en
un sentido similar, Ch.Wright Mills, op. cit. Ralph
" Bobbio, op. cit. pag. 121 Miliband, 1978).
Marx, Karl. La Sagrada Familia. Grijalbo, México
42
40
Osborne David y Ted Gaebler. La reinvención del
1967 (pág 187) gobierno. Paidós, Barcelona 1997.
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 25

ta sea verdaderamente competitiva; que la de la relación estado-sociedad civil. Como


competencia se base en una rigurosa in- vemos los "remedios" para la corrupción
formación sobre el coste y la calidad del son propuestos de manera reiterada, como
rendimiento; que los contratistas sean ri- las "reformas legales e institucionales (que)
gurosamente vigilados; y que estas tareas limiten las oportunidades de corrupción";
las lleve a cabo un cuerpo relativamente esta es la conclusión de autores clásicos
independiente de la política. En el Simpo- sobre el tema como Susan Rose-Ackerman
sio ya citado, Klitgaard y otros autores " (1978; 1996)' quien luego de una descrip-
detallaron una serie de medidas para atacar ción de las prácticas delictivas en el mun-
esta corrupción y señalaron la necesidad de do de los negocios deja poco espacio para
llenar el vacío legal existente entre las le- imaginar otras, o la de Robert Klitgaard
gislaciones nacionales e internacionales, y (1994; 1996) que agrega la necesidad de
también reformas legales necesarias que crear un órgano coordinador nacional de
pueden resumirse en: a) atacar el financia- composición mixta entre funcionarios y ciu-
miento de las campañas de los partidos dadanos que sea responsable de diseñar y
políticos que utilizan formas de corrupción seguir una estrategia anticorrupción; o tam-
estableciendo límites y controles eficaces; bién la identificación de áreas claves don-
b) activar una legislación contra el enrique- de debería en un principio concentrarse el
cimiento ilícito; c) dictar de leyes que obli- esfuerzo anticorrupción para que su éxito
guen al funcionario a denunciar la corrup- sirva de estímulo; o mejorar por medio de
ción y la obligación de enviar a organis- incentivos el sueldo de los funcionarios
mos de control toda la información dispo- públicos para neutralizar la tentaciones de
nible; y d) sancionar mejores leyes para los comportarse ilegalmente, y además la iden-
mecanismos anticorrupción para centrali- tificación de unos cuantos peces gordos
zarlos, hacerlos eficientes, y en especial cuyos casos irán a los tribunales. Como
mecanismos de coordinación y funciones vemos, nada nuevo pero siempre de difícil
de supervisión y autocontrol y que el pú- realización`".
blico pueda monitorear efectivamente los
efectos de la lucha contra la corrupción.
Como vemos, pareciera una contradicción 44
Rose-Ackerman, Susan. Corrupción: A study in
political economy. New York. Academic Press. 1978;
entre el diagnóstico del mismo Klitgaard "Una administración reducida significa una adminis-
de "corrupción sistemática de las institu- tración más limpia? En Nueva Sociedad. N° 145, Ca-
ciones" y propuestas tendientes a perseguir racas, 1996.
casos individuales. Coincidiendo de mane- 45
Roberto Klitgaard, "Estrategias a nivel nacional e
internacional para reducir la corrupción", en Pena y
ra general con el diagnóstico citado, no al- estado. Revista latinoamericana de política criminal.
canzaría con identificar al "corrupto" ya que Año 1, N° 1. 1995. Buenos Aires. Al solo efecto de
se trata de instituciones estatales, de los mostrar la complejidad y la cambiante realidad de este
poderes del estado, cuestión que nos lleva- fenómeno, Klitgaard insiste en la necesidad de hacer
más creible la persecución de los corruptos con el en-
ría a la vieja y siempre actual discusión
juiciamiento y castigo de "peces gordos" y pone el
acerca de la naturaleza del orden social y ejemplo del presidente de México Luis Salinas de
Gortari que "no se ganó la credibilidad sino hasta
que hizo blanco en la cabeza más notoria del sindi-
43
Daniel Dommel, Peter Eigen, Robert Klitgaard, cato de Pemex, en un importante narcotraficante y
Monty Raphael en el Simposio Internacional sobre entre importantes hombres de negocios que habían
Corrupción y Buen Gobierno.Un golpe al corazón de lucrado ilegalmente el sistema cambiarlo". (pág. 257).
la corrupción, París 1995. op. cit. No obstante lo sostenido por el autor, y como se sabe,
26 Juan S. Pegoraro

En el mismo se -nido, Moreno Ocam- ción cultural hace a la corrupción un pro-


46
po en una larga y muy interesante entre- blema estructural que suma también, en
vista sostiene que: ...diría que la solución el campo internacional, la ausencia de un
pasa por la transparencia en la gestión, estado supranacional (Moreno Ocampo
abrir los registros y la documentación a 217) que pudiera, en su caso, ejercitar
todo el mundo, particularmente a los perio- un sistema de control de tales conduc-
distas e investigadores. Esa es mejor políti- tas. La consecuencia de una economía de
ca que una política de castigo porque el mercado sin reglas ni controles tanto a
problema de la corrupción no es sólo un nivel nacional como internacional,
problema moral, es, básicamente un proble- ...hace que los que quieren triunfar a
ma de management y la solución no es el veces deben competir en un juego sucio,
castigo sino la comunicación de las reglas que los obliga a ensuciarse con el ries-
que se aplican en la realidad. El énfasis de go de perder y los que pierden caen sin
Moreno Ocampo en señalar a los medios red (Moreno Ocampo 217) ... cuando cas-
masivos de comunicación como una herra- tigamos a banqueros o a quienes esta-
mienta útil para la lucha contra la corrup- ban involucrados en sistema de corrup-
ción parece una de las formas más efec- ción, ellos se preguntaban ¿por qué a mí,
tivas para mitigar este fenómeno, en la si todos hacían los mismo? (Moreno
medida en que los medios masivos de Ocampo 218). Necesariamente esto nos
comunicación asuman sin condiciona- conduce, a pensar que el estado moder-
mientos la tarea de hacer público lo que no que reclamó desde el siglo pasado la
es secreto en el acto administrativo. Esto fidelidad absoluta de sus ciudadanos
es lo que plantea Michael Reisman -prometiendo disolver las relaciones po-
(1981) cuando sostiene la coexistencia liárquicas (Dahl 1983) del Antiguo Ré-
en la vida cotidiana de dos tipos de nor- gimen- declina ante los grupos que se
mas, unas que llama míticas que es- constituyen a su interior y así, los fun-
tablecen lo que está prohibido y lo que cionarios en la realidad eligen (o son
está permitido, y otras que serían las nor- "obligados") la fidelidad a los grupos, a
mas operativas que explican como ha- las organizaciones, a los partidos, y aún
cer y bajo qué condiciones o circunstan- a las alianzas circunstanciales tanto de
cias se pueden violar las normas míticas carácter político como económico'''.
sin ser sancionados, o disminuyendo las
posibilidades de sanción. Esta contradic-

" Moreno Ocampo cuenta: Por ejemplo, conozco un


senador que estaba muy contento porque al asumir
el gobierno de Salinas de Gortari estuvo luego envuelto su cargo le quisieron pagar el sobresueldo que le pa-
en fabulosos actos de corrupción con la intervención gan a los senadores peronistas. El dijo que no, que
de los más altos funcionarios y con magnos asesina- no quería cobrar ese dinero, que vaya a saber de don-
tos políticos ligados al narcotráfico y a la corrupción de salía, que él no quería esa plata. El fue honesto
en general. Después de esto puede pensarse en una pero, ¿es un agente que controla la corrupción? No,
cierta ingenuidad para apostar a un individuo y des- no denunció ¿Por qué? Porque tiene pactos, tiene que
conocer un sistema o estructura de corrupción. trabajar en el Senado, tiene que hacer acuerdos; no
46 Moreno Ocampo, Luis, "La corrupción es una for-
puede denunciar a toda su bancada por corruptos,
ma de abuso de poder", en Pena y Estado. Revista porque si lo hiciera tendría que irse y no se anima.
latinoamericana de política criminal. Año 1, N° 1. Sin embargo, si una fuerte presión se ejerciera sobre
Ed. del Puerto, Buenos Aires 1996. él quizás se atrevería a hacer algo... (0p.cit. pág.221)
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 27

Italo Calvino (1998), en un ensayo lú- ticos; es así, en muchos casos, parte opera-
cido e irónico "El mundo del revés" des- tiva de la ejecución de un proyecto político
cribía la corrupción con un énfasis prin- de gobierno. Y esta es, creo, la característi-
cipal en la inexistencia del sentimiento ca principal que asume la actual forma de
de culpa del funcionario; de esta manera, corrupción ligada al ejercicio de la gestión
la ilegalidad formal (las normas míticas estatal.
diría Reisman) se neutralizaba con la lega- Klitgaard como vimos" también enu-
lidad "sustancial" (las normas operativas mera medidas para combatir la corrupción
diría Reisman) al participar de las formas como ser eliminar a los deshonestos y re-
corruptas la mayor parte de los grupos po- clutar agentes confiables asegurando que
líticos y sociales de un país: decía, Una que lo sigan siendo; elevar los salarios para re-
otra vez, cuando uno menos se lo espera- ducir la necesidad de lograr ingresos ilí-
ba, un tribunal resolvía aplicar la ley, pro- citos; utilizar recompensas para los agen-
vocando pequeños terremotos en algunos tes de manera no monetarias, como ascen-
centros de poder e incluso arrestos de per- sos, capacitación, viajes, elogios; castigar
sonas que habían tenido hasta ese momen- el comportamiento corrupto elevando el
to sus buenas razones para considerarse rigor de los castigos formales; utilizar cas-
intocables. En estos casos, la sensación tigos no formales como traslados, difusión
prevalenciente, en lugar de la satisfacción pública de actos ilícitos, pérdida de la je-
por el triunfo de la justicia, era la sospe- rarquía profesional; mejorar los sistemas
cha de que se trataba de un ajuste de cuen- de auditoría y de información de gestión,
tas de un centro de poder contra otro cen- reforzar a los "agentes informantes", crear
tro de poder. Por esto se hacía difícil esta- nuevos organismos (defensores del pueblo,
blecer si las leyes, a estas alturas, se po- cuerpos de anticorrupción, cambiar la car-
drían usar solamente como armas tácticas ga de la prueba de modo que el posible cul-
y estratégicas en las batallas internas en- pable tenga que demostrar su inocencia;
tre los distintos intereses ilícitos, o bien si reducir el poder discrecional de los agen-
los tribunales -para legitimar sus tares tes, rotar a los agentes por función y por
institucionales- estaban obligados a demos- zona geográfica, utilizar la capacitación, los
trar que también ellos eran centros de po- programas educativos y el ejemplo perso-
der con intereses ilegítimos como todos los nal, promulgar un código de ética perso-
otros." La moral interna del grupo (que se nal, estatal, cambiar la cultura de la orga-
puede traducir como la "legalidad sustan- nización, etc. Creo que la mayoría de los
cial" a la que alude Italo Calvino) que par- autores que proponen remedios contra la
ticipa en la corrupción, es, como decía, una corrupción comparten la idea de que "algo
característica muy actual del fenómeno se debe hacer contra ella" aunque son con-
(Verbitsky 1993). Esa moral interna hace sientes que sus resultados son escasos ya la
que el acto ilícito se transforme en lícito corrupción no sólo elude los mecanismos
para el grupo porque la "ganancia" se usa
para fines colectivos y se reparte entre múl-
tiples funcionarios, administrativos y polí- 49
Klitgaard, Robert. op.cit. pág. 103. En general los
autores que trabajan este tema proponen medidas con-
tra la corrupción basados en la indignación moral que
suponen esos hechos, pero el fenómeno de la corrup-
Calvino, Italo, "El mundo del revés". En la revista ción sobrevive aunque, es cierto, con variable densi-
Tres Puntos. Buenos Aires, Noviembre de 1998. dad.
28 Juan S. Pegoraro

decisionales basados en el bien público sino ideas de Hobsbawm, el "Informe de Desa-


que crea situacione,' irreversibles al adju- rrollo Humano" del Programa para el De-
dicar licitaciones públicas, transferir cien- sarrollo de la Naciones Unidas (PNUD) de
tos de miles, o millones de dólares a perso- 1998, muestra que las actuales desigualda-
nas o grupos, consolidando monopolios o des en el consumo de bienes han alcanzado
carteles y reproduce y amplía la desigual- niveles brutales: A escala mundial el 20%
dad, quebrando los parámetros del ejerci- de los habitantes de los países de mayor
cio de la libertad y de la vida democrática. ingreso hacen el 86% del total de los gas-
Estos hechos condicionan las decisiones tos en consumo privado. Y el 20% más po-
políticas de gobierno y aún más, prologan bre, un minúsculo 1,3%. Por ejemplo la
sus consecuencias estructurales al futuro.5° quinta parte más rica consume el 45% de
En noviembre de 1998 estuvo de visita toda la carne y el pescado, y la quinta parte
en Buenos Aires, el historiacior inglés Eric más pobre el 5%; consume el 58% del to-
Hobsbawm quien en una entrevistas' habló tal de la energía, y la quinta parte más po-
sobre la relación entre el neoliberalismo y bre menos del 4%; tiene el 74% de todas la
el fenómeno de la corrupción, y sostuvo que líneas telefónicas, y la quinta parte más
con el aumento enorme de la riqueza mun- pobre el 1,5%; consume el 84% de todo el
dial las posibilidades de corrupción se han papel, y la quinta parte más pobre el 1,1%;
multiplicado, así como también se han posee el 87% de la flota mundial de vehí-
multiplicado los beneficios del delito y que culos, y la quinta parte más pobre menos
éste era un problema también de los países del 1%.
europeos y ampliado largamente por la caí-
da de los países comunistas. Lo inédito, VI. Algunas conclusiones
decía en referencia a la hegemonía del sis-
tema capitalista es la ausencia de límites. No es un lugar común en el campo de
Hoy esa barrera del límite a la corrupción las cijCia oWiiZiTir al añal7U; que
ha caído. Volvemos, entonces, al comien- el delito ha si o y es parte constitutiva del
zo: el nuevo siglo enfrenta la caída de con- orden social, no obstante la visibilidad del
venciones muy importantes... y agregaba uso ere-U-fuerza y ere la violuncia-como-ins.-
- -
que ...el capitalismo perdió todo miedo: hoy Mentos
ti con los que el poder ha definido
se aceptan niveles de desigualdad social o e es norma, lo que
que antes no se hubieran aceptado... es Siátjal, lo que es verdad (Foucault 1992):
moralmente intolerable dejar que miles de vez, es emasia o mg= ante.
trabajadores caigan en el mercado sin una 15-éróéreo que la forma de explicar y des-
red de bienestar ...Actualmente asistimos cribir el fenómeno de la corrupción impli-
a una inédita inseguridad del trabajo en su ca un determinado modelo de sociedad: si
estructura más profunda. Ratificando las la concebimos como un organismo qué tien-
de a la armonía y al mayor bienestar de to-
dos no habría lugar para el "fenómeno de
5
° Dentro del actual fenómeno de la corrupción habría la corrupción" tal cual lo venimos desarro-
que integrar el análisis del diseño del Presupuesto llando, y solo habrá actos corruptos, casi
Nacional y dentro de esto pero un tanto autónomo, el una patología personal del actor. De mane-
item "gastos reservados" de Presidencia de la Nación
que no necesitan ser informados al Congreso y que ra similar si colocamos en la cúspide de esta
suman cientos de millones de dólares. sociedad o sobre ella y articulándola, un
51
Clarín, noviembre de 1998. órgano, el estado, como su expresión de la
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 29

conciencia moral-social más desarrollada Chapellier" resistió -y resiste- como un


y dotado del superpoder de normarla, tam- "atavismo" social y fue la expresión del
bién implica quedar atrapados en la idea poder de la naciente burguesía que mantu-
de la corrupción sólo como un delito y por vo y reprodujo sus fuerzas corporativas por
lo tanto una disfunción para el desarrollo encima de los individuos. En el seno de la
de la sociedad. Pero la "sociedad civil" (el sociedad civil estos grupos están someti-
hogar de la historia diría Hegel) está deba- dos a las leyes del mercado como la "ley
jo o en paralelo o arriba del estado, y ex- de la concentración" y por lo tanto al
presa las reales y concretas relaciones so- darwinismo social, y la dinámica de la lu-
cio-económica-políticas. En ella, los indi- cha por la sobrevivencia y la reproducción
viduos establecen relaciones entre sí de di- en el mundo del mercado es la que somete
verso carácter, tanto racional como no ra- a las formas políticas republicanas y demo-
cional, se asocian y disocian, se unen y des- cráticas; por ello aquella idea democrática
unen, cambian cosas por otras cosas o por de "un hombre un voto" no cancela la exis-
gestos o silencios, se enfrentan y luchan Si tencia de otros centros de poder que no es-
se unen, prometen o consolidan compro- tán siempre representados -de acuerdo a su
misos o alianzas: en suma son la sociedad poder real- en el Parlamento y hace que la
real en la que los individuos viven dentro ley general sea un débil referente para su
del estado, fuera del estado y aún contra el comportamiento o para fijarle límites.
estado y conforme a las relaciones de fuer- Hace casi cien años, Pareto realizaba un
za construye un orden desigual, siempre en lúcido y descarnado análisis de la demo-
equilibrio precario, pero siempre desigual. cracia (realmente existente):"Tenemos aho-
La existencia de la sociedad como orden ra, bajo una forma distinta, una nueva feu-
social es tan sólida y real como la existe dalidad que, en parte, reproduce la sustan-
cia e grupos, partidos, asociacione cia de la antigua. En esos tiempos, los se-
poraciones etc. que no son más que las ex- ñores congregaban a sus vasallos para ha-
presiones de ciertos vínculos o intereses ue cer la guerra, y, si obtenían la victoria, los
a con orman y que le reclaman lealtad,. recompensaban con el botín. Hoy los po-
Iquella "facción" referida por Hobbes. El líticos y los líderes sindicales actúan del
fenómeno de la corslEi911111111j22.910 a la mismo modo y congregan a sus tropas para
subsistencia de estas "facciones" en esta en las elecciones, a los efectos de llevar a cabo
Moderna y en el interior del estado de de- actos de violencia contra sus adversarios y
réajTiii57jtrata de los "cuerpos inter- obtener de tal modo beneficios que los ven-
medios" -nobleza, clero, los antiguos ór- cedores disfrutan... Los privilegios que go-
denes privilegiados que son sobrevivencias zaban en aquellos tiempos los nobles se
debilitadas del pasado precapitalista-, sino reflejan en los privilegios judiciales, fisca-
de otros cuerpos intermedios como las cor- les y otros que los diputados gozan ahora
poraciones y grupos económicos constitu- y, en pequeña pero no desdeñable medida,
tivos de la sociedad real y que no han podi- también sus electores, si pertenecen al ban-
do ser destruidos por la fuerza de las ideas do gubernamental. Estas páginas de Pareto
de la modernidad, o la idea del "estado"
como ente autónomo portador de la "vo-
52 Queda pendiente abordar el debate de su deroga-
luntad general" o de los intereses genera- ción durante la Ya revolución industrial y posterior a
les. Tal fenómeno que los revolucionarios la Comuna de París que podría abrir una veta intere-
franceses pretendieron conjurar con la Ley sante sobre el tema.
30 Juan S. Pegoraro

citadas por Giulio Sapelli (:75) son ilumina- gaciones" en su cargo: privatizar, mercan-
doras para lograr un enfoque sociológico tilizar, adjudicar, y este sería a mi entender
del fenómeno de la corrupción política en el escenario donde se violan las normas le-
su forma histórica concreta a partir de una gales pero se cumple el mandato político-
concepción de la sociedad y las formas po- societal del neoliberalismo conservador; la
líticas que la gobiernan. La insistencia de toma de decisiones por parte del estado está
Pareto sobre la prolongación de rasgos de una sometida a otra lógica que también ha mi-
sociedad corporativa (y hasta feudal) en el nado el residuo de autonomía de su ges-
sistema político-democrático abre inte- tión: al respecto, Noam Chomsky (1998)
rrogantes sobre las causas y remedios del fe- sostiene la existencia de un "aislamiento
nómeno: en suma la incumplida promesa de tecnocrático" y dice que éste es un concep-
la modernidad de disolver los poderes ocul- to del Banco Mundial. Quiere decir que la
tos en la sociedad civil. En este sentido el toma de decisiones se mantiene separada
sistema penal está supeditado en la realidad del ámbito público... la liberación financie-
a la misma realidad a la que está sometida la ra, un fenómeno internacional, ha creado
vida democrática. Sólo queda la apelación a lo que podriamos llamar un Senado Vir-
la virtud, aquel valor espiritual siempre a tual." De tal manera, los inversionistas o
mano para invocar pero siempre lejano en especuladores financieros operan a través
objetivar en la función pública. Pero, ¿se de los mercados y se convierten en un "Se-
puede afirmar que fue concretada una revo- nado Virtual" que puede votar instantánea-
lución política anunciada en el nacimiento mente sacando montos enormes de capital
de la era moderna? ¿se canceló el poder de fuera de ese país, como ocurriera en Méxi-
la sociedad civil, la expropiación del poder co en el 95 o en la URSS en el 98. Dice
político de la sociedad civil? Chomsky:... Así el Senado Virtual y la li-
El "estado de derecho" ese reducto beralización financiera disciplinan a los go-
siempre imaginado y deseado, (aunque por biernos y aseguran que no puedan hacer
momentos existente) aparece disminuido, mucho. El control mediante el Senado Vir-
debilitado, casi sometido a los intereses de tual y el aislamiento tecnocrático es otra
grupos partidarios o económicos podero- forma de minimizar el estado y contraer el
sos y representados en el Estado. El dis- espacio público. Y si uno pude trasladar-
curso económico del libre mercado es na- las decisiones a lo que se llama el merca-
turalmente antiestatalista y sólo concedió do, y que no es sino el capital concentra-
controles y limitaciones en cuanto podían do, entonces no hay peligro de tener una
ser usados en la resolución de sus conflic- democracia formal, que incluso puede con-
tos con otros grupos. En esta era Neoconser- vertirse en un mecanismo para controlar a
vadora y de capitalismo de mercado la gentes4. Frente al fenómeno de la corrup-
globalizado los cambios que ha traído se ción me parece necesario también pensar
expresan no solamente a nivel de un mer- acerca de la articulación de la gestión esta-
cado mundial cada vez más articulado sino tal y las prácticas corruptas y considerarla
también con efectos en diversos ámbitos de
la vida social y política. Por ejemplo ha pro-
ducido también la reestructuración del lu-
" Chomsky, Noam. "La última desaparición de las
gar de lo público y de lo pri - cado y por ello fronteras" en Realidad económica, N° 154. Buenos
el funcionario de la adminissación o el fun- Aires 1998.
cionario político tiene otras "nuevas obli- 57
ob cit. pág 6 a 13.
La corrupción como cuestión social y como cuestión penal 31

en el marco de "prácticas de gubernamenta- delo de acumulación. Coincidiendo en gran


lidad" (Foucault 1990) incorporando la teo- parte con lo expuesto, Vilfredo Pareto,56
ría política para explicar el fenómeno en sostenía su feroz crítica a la democracia
su complejidad: la corrupción, la impuni- realmente existente a principios de siglo:
dad y también su revelación. Estos tres as- Ahora es preciso subrayar que son funda-
pectos forman parte también de la lucha mentalmente dos los medios con los que la
política, del arte de gobernar, del arte de la naciente "plutocracia demagógica" ejer-
confrontación y de la negociación. Foucault ce el arte de gobierno: el dinero y la "distin-
se refiere a las "prácticas de gu-bernamen- ción" o sea la cooptación económica y la
talidad"55 como el conjunto de institucio- elevación del status... mientras el feudalis-
nes, procedimientos, análisis y reflexiones, mo guerrero usaba principalmente la fuer-
cálculos y tácticas que han permitido ejer- za de sus vasallos, la clase en el poder en
cer esta forma específica y muy compleja la democracia usa la corrupción, y esta
de poder que tiene por blanco la pobla- forma es irreversible... La protesta ética
ción, por forma principal de saber la eco- contra el "arte de gobierno" se vuelve un
nomía política y por instrumentos técnicos elemento de la lucha entre los partidos, pero
esenciales los dispositivos de seguridad. nada nos dice acerca de la realidad de los
Esta idea del "arte de gobernar" se mani- hechos... en la mayoría de los gobiernos
fiesta en la capacidad de los grupos de po- las relaciones entre gobernantes y empre-
der presentes en el estado de perpetuarse, o sarios, y más en general entre corruptos y
sea de mantener el poder por medio de un corruptores, se hallan siempre ocultas, y
sin fin de tácticas y estrategias de co- cuando surgen a la luz se debe a la lucha
optación, (Pegoraro 1995) inclusión, nego- desencadenada a su interior... Algunas ra-
ciación, coparticipación, o exclusión y hasta ras veces los fraudes son descubiertos y
de eliminación. Recordemos que "El Prín- dañan a quienes los han cometido; pero las
cipe" de Maquiavelo es esencialmente un víctimas son una pequeñísima parte de
tratado de la habilidad del Príncipe para quienes realizan dichos engaños, mientras
conservar su principado dice Foucault. Por la mayor parte escapa a toda pena o es-
lo tanto se trata de una cuestión circular: la carnio y entre ellos un número también
finalidad del gobierno como cuestión cir- pequeño pero aún importante obtiene gran-
cular reenvía al ejercicio mismo del gobier- des riquezas, altos cargos y gobierna el
no (el objetivo principal del príncipe es estado... Por eso todo este ordenamiento
conservar su principado) y ...el arte de go- aparece para los políticos recién llegados
bernar se traduce en el arte de conservar el como si fuera una gran lotería, en la que
poder de gobernar; toda la racionalidad ins- lamentablemente existe el riesgo profesio-
trumental se supedita a este objetivo. De nal de quedar entre las víctimas. Pero lo
tal manera la corrupción forma parte de las que no dice Pareto es que la forma demo-
prácticas gubernamentales y la legalidad crática, aún la "realmente existente" per-
sometida a la lógica del arte de gobernar, mite y estimula la posibilidad de la denun-
articulada claro está, con un particular mo- cia de la corrupción, cuestiones vedadas
(Lamo de Espinoza 1997: 274, Elster 1991;
Wolfe 1980; Huntington 1972) en regíme-
ssFoucault, Michel. «La gubernamentalidad», en Es-
pacios de poder. Ed. La Piqueta. Madrid, 1981 pág.
25. 56
Citado por Sapelli, op. cit. pág. 78
32 Juan S. Pegoraro

nes autoritarios paradigmáticos como el nar. En la Argentina de los 90, la corrupción


Franquismo, el Nazismo, el Fascismo o el fue una herramienta que se utilizó y acom-
Stalinismo, donde se realizaban algunas pañó los cambios de su estructura social y el
"purgas" ante hechos de corrupción pero sistema penal fue neutralizado o utilizado
sin escándalo y sin procesos judiciales que también para avalar tales cambios.
hicieran visible el problema. Es cierto tam- Lo expuesto lleva la intención de mos-
bién que hay períodos históricos en los que trar la complejidad de este fenómeno y de
el gobierno (el estado?) actúa con una cier- contribuir a un diagnóstico más real del
ta autonomía de los "poderes ocultos", que mismo, diagnóstico que incluye el rechazo
aparece como neutral, pero son períodos de la ingenuidad de acotar el fenómeno de
escasos en la historia social. De todas ma- la corrupción a patologías personales o
neras existe una deuda de los estudios so- grupales que podrían ser reducidas con el
ciológicos y polítológicos que iluminen la sistema penal. ■
articulación de la gestión estatal y la co-
rrupción, ya no como actos individuales de
funcionarios, sino como "prácticas de Bibliografía
gubernamentalidad". La lógica racional de
la corrupción se supedita en la mayoría de Alexander Franz y Staub, Hugo: (1935) El delin-
los casos a la lógica del arte de gobernar; cuente y sus jueces desde el punto de vista
sólo así, creo, puede explicarse que la co- psicoanalítico. Biblioteca Nueva, Madrid.
rrupción actual esté caracterizada por el Bell, Daniel. (1964) El fin de las ideologías.
acto de un funcionario estatal y que en el Ed.Tecnos, Madrid.
ejercicio de su cargo viola normas legales (1977) Las contradicciones cultura-
por medio de un intercambio secreto para les del capitalismo. Alianza Ed.Madrid.
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inmunidad e impunidad. El arte de gober- cracia. Plaza y Janés, Barcelona.
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es la apropiación, uso, desviación y/o ad- derecho", en Derecho, Política y Magistra-
judicación de recursos públicos en manos tura. Biblos, Buenos Aires.
privadas, no es sólo eso: también tal prác- Cazzola, Franco (1994) "Il costo de la corru-
tica de gobierno tiene como objetivo inte- zione" en L.Barca y L. Trento, comp.
grar y cooptar o neutralizar oposiciones. O L'economia della corruzione. Roma-Bari.
sea mantener el poder de gobernar. Esto Laterza).
explicaría la impunidad de estas conductas Cerroni, Umberto. (1975) Marx y el derecho
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este sentido el esquema delito-castigo que Económica, N° 154. Bs.As.).
es el sustento ideológico de sistema penal Della Porta. Donatella, (1992) Lo scanzbio
más que irreal, en gran medida está someti- occulto. Casi di corruzione política in Ita-
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