Capitulo 12 El castillo de Hao

Para cuando Maria volvió a despertar, sentía haber dormido mucho, aunque la habitación seguía
oscura, para comprobarlo abrió la persiana y la luz del sol la cegó y comprobó que había dormido
toda la mañana y parte de la tarde. Se acercó al espejo del tocador que estaba delante de su
cama, miro su rostro y retiro la gasa que cubría una de sus mejillas para ver la herida que tenía,
recordando como Koga se la había hecho. Pero al recordar esa escena también recordó como
parecía no saber lo que hacía.

------Flash back-------

*Koga golpeo a Maria en el estómago haciéndola caer sobre sus rodillas. *

Maria: ¿Por qué? ¿por qué haces esto?

Koga: Ma..Maria... ? (por un momento volvio en si, solo para ver a la joven herida) que, pero que
he hecho?? (viendo sus manos con sangre, su mirada se volvio a nublar una vez mas)

Maria: Koga... (en casi un susurro al verlo acercarse a ella lentamente mientras trataba de no
desmayarse de dolor)

-------Fin flash back--------

Maria: Algo no está bien en todo esto, Koga parecía luchar por su conciencia (dijo para sí misma)

La chica volteo hacia un pequeño sillón que estaba cercas de su cama y vio que había ropa ahí para
ella

Maria: pfff, mas vestidos.

Maria se vistió como pudo, por el dolor que aún le ocasionaban las heridas, una vez vestida, se
dispuso a salir de la habitación, se dio cuenta que era un lugar enorme, no sabía a donde dirigirse,
solo se dispuso a caminar para ver a donde la llevaría ese camino. Delante de ella se encontró unas
escaleras y pensó lo doloroso que sería bajarlas.

Hao: te puedo ayudar a bajar si gustas

Maria volteo y vio a Hao aun lado de ella, con su siempre “amable” sonrisa.
Maria: este, yo…

Mientras tanto, en la parte más baja del castillo, se encontraban Sesshoumaru y Hotaru visitando a
su prisionero, Koga.

Sesshoumaru: ¿No te dijo el Sr. Hao, que le quitaras el hechizo a ese lobo?

Hotaru: Lo hice, pero creo que no quiere salir del trance, parece que atacar a esa chica si le afecto
(sonriendo)

Sesshoumaru: Bueno, realmente no importa, se pudrirá aquí.

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Hao: ¿Entonces? (se escucha rugir el estómago de Maria) jajaja, parece que alguien tiene hambre

Maria: yo.. o///o si, la verdad es que si

Hao: vamos, iremos a que comas algo

Maria: Disculpe, ¿Quién es usted?

Hao: Mi nombre es Hao Asakura

Maria: oh Cielos, ¡es usted el dueño de este castillo! (sintió una punzada en la nuca, por un
momento sintió temor)

Hao: Así es, vamos, o morirás de hambre

Maria: si, está bien

Mientras tanto, en un lugar no muy retirado, se encontraban Isabel y Susana junto con el resto de
sus amigos.

Susana: ¿Aún queda lejos?

Isabel: Falta poco

Susana: eso dijiste hace rato

Isabel: Discúlpame, aun no domino bien el ubicar a las personas.

Susana: ¡Pues esfuérzate más!

Katara: Chicas, deben calmarse, así no lograran nada

Susana: Lo siento Lita

Isabel: *suspira* está bien, no te preocupes

Fye: ya se alcanza a ver el castillo

Gohan: será mejor aguardar. No tenemos aún un plan y ya está atardeciendo

Aoshi: No sería mejor entrar de noche

Fye: las fuerzas que cuidan el castillo de Hao, son más agiles por la noche, es más probable que
nos atrapen de ese modo

Susana: u.u si no hay más remedio

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Maria: Muchas gracias por la comida (terminando de comer)

Hao: Me alegra poder ayudar

Maria: usted fue el que tuvo a mi amiga Isabel aquí un tiempo ¿no es así?

Hao: *con sorpresa, aunque tomando compostura rápidamente* No creí que me lo fueras a
preguntar tan pronto.

Maria: Lo siento, suelo sur un poco directa

Hao: Eso puede ser una virtud o una desventaja, pero si, Tu amiga Isabel estuvo unos días aquí.

Maria: ¿Puedo saber por qué?

Hao: La verdad, creí que eran las princesas que habían vuelto, y mi deseo era protegerlas.

Maria: Pero ya tenemos quien nos proteja

Hao: ¿A sí? Entonces ¿Cómo es que fue tan fácil traerlas aquí?

Maria: pues…

Hao: No considero que los ancianos sean capaces de protegerlas, solo mira tus heridas

Maria: eso es un asunto diferente.

Hao: No tienes por qué ponerte a la defensiva, todo lo que quiero es ayudar
Maria: ¿Entonces porque los ancianos desconfían de ti?

Hao: En el pasado hemos tenido nuestras diferencias. Me culpan de casi todas las cosas malas que
han pasado aquí.

Maria: ¿Qué motivos les has dado?

Hao: Creo que han sido demasiadas preguntas por hoy

Maria: Solo una más, ¿Puedo ver a Koga?

Hao: ¿Para qué quieres ver al Lobo que te lastimo?

Maria: solo necesito verlo (fijando la mirada en la mesa)

Hao: (la miro un momento) Está bien, vamos a que lo veas

Maria: si

Maria siguió con dificultad a Hao, hacia las celdas donde tenían cautivo a Koga, sintió mucha
tristeza al llegar ahí. Sentía desolación y abandono.

Hao: Bueno, aquí estamos. El lobo está ahí adentro.

Maria se acercó a la puerta enrejada con incertidumbre, le costó acostumbrarse a la oscuridad que
cubría la celda, y vio al joven lobo atado cada brazo a una de las paredes de los lados, este levanto
la cabeza para darse cuenta que tenía los ojos nublados. Ella sabía que algo no estaba bien.

Maria: ¿Por qué lo tienen así? ¿No cree que es excesivo?

Hao: Considerando lo que hizo, me parece lo mínimo que se merece

Maria: *guardo silencio*

Hao: Si te parece, es mejor irnos, ya lo has visto, ni siquiera tiene la decencia de hablarte

Maria: Esta bien…

Maria regreso al cuarto donde había pasado la noche anterior a descansar, se sentía agotada,
física y emocionalmente, le pidió a Hao ir con sus amigas, pero al ser ya muy tarde, le sugirió
dejarlo para mañana. A pesar de la gentileza del dueño del castillo a Maria algo no le cuadraba,
aun no entendía como es que primero secuestran a Isabel, pero la dejan ir fácilmente, como es
que de la nada, Koga la ataco, y como fueron ellos los que la rescataron. Algo estaba mal.

Ya había anochecido, así que decidió volver a las celdas a buscar a Koga, se puso una bata negra
que habían dejado para ella, supuso que en la oscuridad le ayudaría a que no la descubrieran.

--- en las celdas---

Maria: ¿Koga? (Koga levanto la cabeza para solo darle una mirada perdida a la chica) Algo no está
bien… (sujeto fuertemente la reja de la celda por la frustración) Koga, ¡reacciona! (las lágrimas
comenzaban a brotar) ¡Reacciona! (las rejas se rompieron) ¿Pero que? (sin pensarlo mucho, entro
para ver el rostro de Koga) Koga, despierta, tengo que sacarte de aquí. (se concentro y esta vez las
que se rompieron fueron las cadenas dejando caer al lobo en brazos de Maria) Koga por favor,
reacciona

Koga: Maria… (dijo apenas levantando un poco su cabeza para verla)

Maria: Si, soy yo, por favor vuelve, yo se que nada de esto fue tu culpa

Koga: (miraba las heridas) yo… yo no quise hacerlo (sus ojos volvieron a la normalidad y unas
lágrimas resbalaron sus mejillas)
Maria: Lo se, lo se, tenemos que irnos antes de que alguien nos vea

Koga: es imposible

Maria: Debemos intentarlo

Tomoe: Yo creo que deberías escuchar a tu amigo…