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/
5
PUBLICALE EN ESPAÑOL
D. MARIANO DE CABRERIZO .
VALENCIA
ÉN LA IMPRENTA DE ESTÉVAN.
1819 .
BO
7
Esta traduccion es propiedad absoluta del Edi
tor. Todos los egemplares llevarán sellada la
portada , y su rúbrica al pie de esta nota .
ADVERTENCIA .
CANTO PRIMERO.
El infortunio compadecido.
N. , jamas vi tan desiertas ni estas
calles , ni este mercado ; parece una
ciudad abandonada , y como muerta ;
no quedan , á mi parecer , cincuenta
de sus moradores. ¡Cuanto puede la
curiosidad ! todos van , todos corren á
ver el triste espectáculo de esos pró
fugos infelices : desde aqui, hasta la
calzada por donde deben pasar , bay
una leguecita , y la andan en medio del
8
"
27
CANTO SEGUNDO .
Herman .
CANTO TERCERO .
Los ciudadanos.
CANTO CUARTO.
La madre y el hijo.
Mientras hablaban estos amigos ,
busca la madre á su hijo , primera
mente en la entrada de la casa , don
de solia sentarse en un banco de pie .
dra ; y no hallándole, se encamina há
62
79
esposa de nuestra eleccion , á fin que
la noche sea una mitad dichosa de tu
vida , y por el dia te entregues con ma
yor gusto á aquellos trabajos , cuyos
frutos recogerás tú ; no , no puede ese
momento parecerte tan agradable como
á tu padre y tu madre. Siempre te he
mos aconsejado , y aun estrechado á
buscar una compañera ; mas sábelo , y
mi corazon me lo dice aun ahora mis
mo ; cuando no llegó aquella hora ver
dadera, va dilatándose la eleccion , te
miendo sobre todo hallar la falsa : Y
te lo diré , Herman inio ? Creo que ya
has escogido ; arde ya tu corazun ; es
mas sensible que nunca : háblame con
libertad , porque yo ya lo he dicho
entre mí misma; į esa jóven expatria
da , ha fijado tu cariño?
Sí, lo habeis dicho , madre que
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rida , responde el jóven con fuego: ella
es
у si hoy no la guio á nuestra ca
sa como mi esposa , si se aleja , y si
como pueden causarlo las agitaciones
de la guerra , y tantas emigraciones
fatales , desparece de mi vista para
siempre ; en vano , jó madre mia ! se
cubrirán , mientras yo viva, estos cam
pos de los frutos mas deliciosos des
tinados á mi placer ; y en vano me
traerá cada año los presentes de la
abundancia . Sí , la casa en que he na
cido y el jardin , perdieron ya para
mí sus atractivos ; y ¡ ay ! ¡ni aun el
cariño de una madre consuela ya á
este infeliz ! Conozco que el amor suel
ta todos los lazos , al tiempo de formar
los suyos ; si la doncella abandona á
su padre y á su madre por seguir á
su marido , el joven al ver partir la
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amada de su corazon , olsida que en
otro tiempo tuvo un padre y una ma
dre. Dejadme , pues, seguir ya la sen
da por donde me guia mi desespera
cion , porque mi padre ya ha pronun
ciado la sentencia decisiva , y no es
mia ya su casa , cuando la cierra á la
única que yo deseaba llevar.
įSon acaso como rocas ? replica la
tierna y prudente madre , ¿ son acaso
como rocas , dos hombres encontrados
en su sentir ? ¿ han de ser tan altivos
y tan inmóviles que ninguno quiera
dar un paso para reunirse , ni abrir
primero los labios y proferir palabras
de paz ? Te lo aseguro , hijo mio ; aun
conservo en mi pecho la esperanza de
que aunque tu padre está tan deter
minado contra la eleccion de una don.
cella indigente , te permitirá dar la
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mano á tu amada , si es como desea
mos , buena y juiciosa ; muchas veces
en sus prontos dice cosas que luego
no hace , y asi suele consentir lo mis
mo que habia negado , pero exige pa
labras suaves , y de ti puede exigirlas,
porque es al cabo tu padre. Tambien
sabemos que sus enfados nunca duran
despues de comer ; pues cuando habla
con fuego en la mesa , y se entretiene
en contestar a los raciocinios de los con .
vidados , el vino despierta toda la ve
hemencia de su voluntad , y no le per
mite comprender bien la fuerza de sus
expresiones ; á nadie escucha sino á sí
solo ; nada le afecta sino su propio sen
tir ; mas luego llega la tarde , y han
pasado las largas conversaciones con
sus amigos ; es mas moderado , lo sé,
despues que se ha evaporado alguna
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puntilla del vino , y conoce ha obrado
sin razon . Ven , hagamos ahora mismo
esta tentativa ; arriesgarse con valor
es lo que produce el suceso ; tambien
podrá sernos útil el auxilio de los a
migos que aun están sentados con él,
y especialmente el digno pastor , que
sin duda nos ayudará.
Dice con vehemencia , y alzándose
del banco de piedra , lleva consigo á
sa hijo , dispuesto a seguir sus pasos;
y ocupados ambos de su importante
designio , van bajando la colina pen
sativos y en silencio.
84
CANTO QUINTO .
El cosmopolita.
ballos .
97
Delante del mismo pueblo se ex
tendia un vasto prado , cubierto de
verde césped , y rodeado de la som
bra augusta de los elevados tilos, ha
cia siglos profundamente arraigados;
sitio de recreo de los aldeanos , y de
los inmediatos vecinos. En lo mas ba
jo de un plano inclinado , y cubierta
de estos árboles , corre una cristalina
fuente ; y bajando por las gradas, se
descubren asientos de piedra , coloca
dos en rededor del manantial siempre
corriente
y puro , que rodea una pa
red
poco alta , sirviendo de apoyo á
los
que venian á recoger sus aguas.
Herman
resuelve parar sus caballos
CANTO SEXTO .
El siglo .
123
excelente jóven ? ¿ Creeremos que has
ta este dia haya ignorado su pecho
los tiernos sentimientos del amor ? No
vamos , pues , al pueblo tan presuro
sos ; no sea , hayamos de volver lenta
mente los caballos , y tomemos con a
frenta otra vez el camino de nuestra
morada . Temo mucho que en alguna
parté viva un joven dueño de su co
razon , y que aquella hermosa mano
haya tocado ya la del dichoso , y la
haya dado su fe. ¡ Ah ! en tal caso veo
me en su presencia, con mi deseo, cu
bierto de confusion .
Iba á animarle el cura , cuando ,
su compañero , siempre dispuesto á
conversar , le arrebata la palabra , di
ciendo : ; seguramente ..... ! en otros
tiempos , cuando todas las acciones
tenian sus reglas fijas , no nos viéra
I 24
mos en tal compromiso ; porque cuan
do los padres escogian esposa para su
hijo , la primera diligencia era llamar
en confianza á un amigo ; enviábanle
despues al padre y á la madre de la
doncella , como encargado de pedir su
mano ; y él, adornado solemnemente,
iba tal vez un domingo , acabando de
comer , á visitar al buen ciudadano;
empezaba con maña, al principio , una
conversacion general, haciéndola lue
go volver al objeto de sus deseos. En
fin , al cabo de largos rodeos hablaba
tambien con alabanza de la hija , y no
menos ponderaba al hombre у la casa
de quien era einbajador. Las personas
inteligentes luego advertian su objeto,
y el prudente embajador conocia sus
disposiciones , y podia ya explicarse ;
porque si la demanda no surtia efec
I 25
to , no recibia directainente una ne
gativa despreciadora ; pero si tal vez
la admitian , el negociador ocupaba
perpetuamente en la casa el primer
lugar en cada -festin de familia , y los
felices esposos jamas olvidaban la dies
tra mano que habia formado el primer
vínculo de su union . Ahora ya se de
jó , como tantas costumbres útiles , y
cada cual negocia por sí mismo; cada
cual , pues , reciba en su propia per
sona el no , lindo presente que acaso
le espera , y quédese avergonzado de
lante de la doncella .
Pues bien , sea como fuere , res
ponde el jóven , que apenas ha aten
dido á estas razones , iré yo mismo,
y quiero escuchar la decision de mi
suerte de los labios de aquella cria
tura , en quien tengo tanta esperanza
II
I 26
y satisfaccion , cual jamas muger al
guna inspiró á ningun hombre . Es
toy convencido de que cuanto me di
ga , será juicioso y puesto en razon ;
y cuando la viese por postrera vez,
quiero mirar de nuevo aquellos ne
gros ojos , donde está pintada la mas
suave ingenuidad : si no es mi desti
no estrecharla nunca en mi amante
corazon , quiero volver á ver su pre
cioso talle , y aquellos labios que con
un sí me harán eternamente ventu
roso, y con un no , para siempre me
privarán de felicidad . Mas permitid
me que esté yo solo , y no me espe
reis ; volved á mi padre y mi madre;
sepan que su hijo acertó, y que la don
cella es el mas digno objeto de sus de
seos . Dejadme entregado á mí mismo:
la senda que atraviesa por la colina
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hasta el peral , y desde alli baja á lo
largo de la viña , me acortará á la
vuelta el camino. ¡ O si yo les llevase
mi amada apresurado y lleno de ale
gría ! Acaso siguiendo esta senda me
encaminaré solo á casa , y en adelan
te la pasaré siempre penetrado de tris
teza .
CANTO , SÉPTIMO.
Dorotea .
CANTO OCTAVO .
Herman y Dorotea.
hácia
CANTO NONO.
La dichosa perspectiva.
1
186
pensarlo asi . Aun dura la alabanza de
los pueblos generosos que se armaron
en defensa de su patria , de sus leyes,
у de los objetos mas dulces á su amor.
Yo soy tuyo , tú mia , y ya cuanto
poseo , lo aprecio doblemente, y lo amo
mas que nunca ; no, no quiero poseerlo
con turbacion y temor , inas con alien
to y firineza. Si tornan los enemigos á
amenazar este año , ó en un tiempo
mas remoto ven á presentarme mis
armas , ven á vestirme con ellas ; y
convencido de que mi padre , mi ma
dre , y mi tranquila morada , serán en
tanto objeto de tus desvelos , opondré
á todos los riesgos un corazon a geno
de temor. Infláinense todos con igual
deseo , y el poder se alzará contra el
poder , y bien presto vendrá la paz
entre universal alegría.
FIN.
INDICE
CANTO
ANTO PRIMERO. El infortunio
compadecido. pág.
..........
7
Canto SEGUNDO . Herman .......... 27
Canto TERCERO . Los ciudadanos. 51
Canto CUARTO. La madre y el
hijo ... .......... 61
&
1
LISTA
VALENCIA .
MADRID .
D. Santiago Minutria .
D. Francisco Alcázar .
D. Antonio Martinez .
D. Valentin Gracía Nuñez .
D. Manuel Esteban y Feron .
D. Mariano Arana .
D. José Rodriguez Varañano.
Sra . Doña Francisca Arce de Gayan
gos .
195
D. Álvaro Gonzalez de la Vega.
El Brigadier D. Ángel de Ulloa.
D. Ambrosio García .
Sra . Doña Máxima de la Torre y Gi.
menez .
D. Antonio Moreno .
D. Nicolas Gallardo.
D. Luis de Mata y Araujo.
D. José María Busengol .
D. Faustino Dominguez .
D. José Villamil.
D. Cipriano de la Riba.
El Sr. Conde de la Estrella .
D. Agustin Rada.
D. Francisco José Blanco.
$
D. Mariano Gonzalez , .
D. Cayetano Martinez.
D. Isidoro Almoguera.
D. Pedro Rodriguez Suarez.
D. Isidoro Pon .
196
D. Ramon Gonzalez .
D. N , M.
Sra. Doña María del Pilar Ozcariz .
Sra. Doña María Luisa de Cacanaz.
La Sra. Condesa de Casa - Florez.
D. José de Osés.
D. José Patricio Banufel.
Sra. Doña Cármen Armenta de Lo
zano .
GRANADA .
D. Pedro de Llano.
D. Agustin Caro.
D. Diego de Robles Miñarro.
Sra. Doña María de la Concepcion
Irabo.
Un Religioso
D. Antonio Guzman .
D. Francisco de Paula Perez , del co
mercio .
MALAGA .
JA EN
PAMPLONA .
SANTIAGO .
VICTORIA
D. Javier de Arriola.
D. Juan José Cestafe.
D. Eugenio Perez .
D. Bernardo María de Otalora.
D. Bruno de Zarate,
D. Pedro Martinez .
D. Miguel Arregui.
D. Estanislao de Velasco 9 2 egem
plares .
D. Gregorio Gillerna .
D. Pedro Barroeta.
D. Melchor Carpintero.
210
BILBAO.
D. Salvador de Zaragoza .
de
D. Alejo Pedro de Sagarminaga ,
Durango.
El Sr. Marques de Fuerte -Gollano .
D. Manuel Vicente Belarroa .
D. Juan Domingo de Carragoiti.
D. José Ramon de Campos Galdacano.
D. Juan Antonio de Abaroto.
D. Domingo Francisco Ibarondo .
D. Faustino Diaz.
2 II
D. Eladio Villavaso.
D. José de Gondia .
D. Anselmo de Ruaeochea.
CORUÑA.
BARCELONA ,
SALAMANCA .
1001156459
Biblioteca
BU de Catalal ya
C-Tus
Adq.
1001156459
СВ..