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5.

EL ABOGADO Y SU EJERCICIO PROFECIONAL

Entendido el ejercicio de la abogacía como una actividad profesional al servicio de


la sociedad y no solamente como un medio de vida de quien la práctica, se considera que
el abogado cumple una función dentro del orden jurídico al poner los conocimientos y
habilidades en los que ha sido formado al servicio de quienes requieren de tales
conocimientos y habilidades para conseguir, dentro de ese orden jurídico, la realización de
la justicia. La protección apropiada de los derechos humanos y las libertades
fundamentales de toda persona requiere del acceso a servicios jurídicos prestados por
una abogacía independiente, con conocimientos apropiados y regida por ideales y
obligaciones éticas. El abogado cumple un fin superior al de sus propios intereses
económicos o de otra índole que, aun siendo legítimos, deben ceder ante ese interés
superior; es, por ello, un servidor del Derecho y un coadyuvante de la Justicia.

El ejercicio profesional se encuentra sometido a una amplísima gama de


situaciones, a las que se debe responder poniendo en juego decisiones de índole moral. Es
por ello que tratar de identificar las directrices que por siglos han sido consideradas como
los principios constitutivos de la profesión, ha sido un paso fundamental, pues los valores
en ellos involucrados se convierten en los fines supremos de la actividad y permiten
orientar la posición que habrá de adoptarse cuando el profesional se encuentre ante
decisiones éticamente relevantes.

5.1 Docencia

El abogado docente contribuye al orden y la cohesión social por partida doble:


como coadyuvante de la justicia a través de su práctica profesional, y como formador de
nuevas generaciones de abogados…” La enseñanza del Derecho a nivel universitario debe
tener, por parte del facilitador, responsabilidad, orientación, coordinación, humanismo,
conocimientos científicos y de corazón vocación por el Derecho. El rol de la docencia
universitaria es difícil y compleja, más aún en el mundo globalizado, donde los cambios
sociales son constantes, lo que invita automáticamente al profesional a prepararse para
que no sea opacada su carrera.

Los cambios se presentan en el acontecer diario, las modificaciones que sufren las
distintas ramas del derecho, sean estas por las decisiones jurisprudenciales producto del
conocimiento científico y humanístico por los responsables de administrar la justicia, así
como por los diferentes criterios relevantes que en un momento dado inciden sobre un
artículo de la ley e igualmente a los conceptos doctrinarios que emergen de los
dogmáticos del derecho, encargados de esculcar a cada momento la norma jurídica, con el
objeto de ésta evolucione según las circunstancias dadas en la sociedad.

 FORMACIÓN; ÉTICA TÉCNICA Y CIENTÍFICA DEL DOCENTE

Los cambios se presentan en el acontecer diario, las modificaciones que sufren las
distintas ramas del derecho, sean estas por las decisiones jurisprudenciales producto del
conocimiento científico y humanístico por los responsables de administrar la justicia, así
como por los diferentes criterios relevantes que en un momento dado inciden sobre un
artículo de la ley e igualmente a los conceptos doctrinarios que emergen de los
dogmáticos del derecho, encargados de esculcar a cada momento la norma jurídica, con el
objeto de ésta evolucione según las circunstancias dadas en la sociedad

Otra de las funciones que puede hacer el abogado es la docencia, donde se le


establece un reto al profesional del derecho de trasmitir todo su conocimiento a sus
alumnos sin embargo para tener esta función el abogado debe obtener aparte de su título
de abogado un componente docente el cual le dará la herramienta necesaria para impartir
sus conocimientos a los alumnos para que estos aclaren sus dudas, además será evaluador
del aprendizaje del alumno para permitirlo de pasar de nivel y concluir con sus estudios y
por supuesto aplicar valores en todo el proceso de enseñanza- aprendizaje.

La formación que debe tener el abogado a la hora de impartir aprendizaje es a


través de técnicas que han sido aprendida en los estudios realizados con posterioridad
como sería el componente docente, también se utiliza las experiencias que ha tenido el
profesional para así trasmitírselo a sus alumnos.

 LA RELACIÓN CON SUS ALUMNOS

El abogado como docente debe de tener una relación docente-alumno ayudándolo


y aclarando las dudas que se le presenten, y no debe tener actuar con beneficio hacia un
alumno bases sólidas con profesionalismo ética y valores. Las bases de esta relación es el
respecto que se debe de tener el alumno al profesor y el profesor al alumno basándose en
esta relación la cordialidad y los valores para así poder trasmitir las herramientas
necesarias para el buen desenvolvimiento que tendrá el alumno cuando sea profesional

5.2 Asesor.
El asesor jurídico público o privado es aquel que asiste, representa, asesora y
protege a la víctima u ofendido con apego a sus derechos durante el procedimiento penal,
el cual las víctimas u ofendidos podrán designar a un asesor jurídico, deberá ser licenciado
en derecho o abogado titulado, quien deberá acreditar su profesión desde el inicio de su
intervención mediante cédula profesional. E indudablemente se debe de garantizar
siempre un trato respetuoso de su dignidad y el acceso efectivo al ejercicio pleno de todos
sus derechos.

En cuanto al derecho de las víctimas comienza en 1993 y se consagran por primera


vez cuatro derechos específicos en la constitución federal en el numeral 20 relacionado
con la víctima, uno de ellos específicamente es el asesor jurídico como un derecho y
posteriormente en el año 2000 hubo otra reforma constitucional importante donde se
crea el catálogo de derechos en donde se señala con más precisión cuáles son esos
derechos dentro del procedimiento penal y lo relevante en el que se considera la igualdad
procesal entre imputado y víctima, y es en el 2008 cuando se crea la figura del asesor
jurídico y se reconocen derechos adicionales como intervenir en juicio y medidas de
protección y todo lo relacionado con la reparación del daño.

La función del asesor jurídico es representar en todo momento los intereses de la


víctima y puede suplir la deficiencia del Agente del Ministerio Público si considera que se
vulneran los derechos de la víctima.

En la etapa inicial el asesor jurídico puede presentar la denuncia o querella y puede


ofrecer datos de prueba y puede solicitarle al ministerio público que inicie la investigación
penal y puede pedir medidas cautelaras. En la etapa intermedia en el caso de que la
víctima se constituya como coadyuvante en la acusación y el asesor se encarga de
asesorar a la víctima dentro de esa coadyuvancia y puede ofrecer medios de prueba y
desahogarlos.

En la audiencia de juicio oral el asesor jurídico participa activamente en el alegato


de apertura, puede interrogar y contra interrogar a los testigos y a los peritos y puede
participar en los alegatos de clausura, sin duda alguna el asesor jurídico no puede suplir
las funciones del ministerio público ya que constitucionalmente el único facultado para
iniciar, coordinar y dirigir la acción penal es facultad del representante social de
conformidad con el artículo 21 y el asesor está solo para representar y en su caso
fortalecer todas las consideraciones vertidas por parte del ministerio público.
Cuando la víctima u ofendido perteneciere a un pueblo o comunidad indígena, el
asesor jurídico deberá tener conocimiento de su lengua y cultura y, en caso de que no
fuere posible, deberá actuar asistido de un intérprete que tenga dicho conocimiento. Por
tal motivo en la Ley General de Víctimas en el artículo 42 se regula como tal la figura de la
asesoría jurídica y tal ley obliga a los estados y a la federación a otorgar a las víctimas
asesoría e información completa sobre sus derechos. En cualquier etapa del
procedimiento, las víctimas podrán actuar por sí o a través de su asesor jurídico, quien
sólo promoverá lo que previamente informe a su representado.

Los órganos principales dentro de la institucionalidad creada para la atención a


víctimas existen órganos como es la asesoría jurídica local o federal en cuanto a la
atención y se debe de atender y representar conforme a derecho y en todo tipo de
procedimientos, con enfoque de asesoría jurídica social de forma integral ya sea a través
de un psicólogo, trabajador social, médico o abogado.

El Asesor jurídico intervendrá en representación de la víctima u ofendido en


igualdad de condiciones. Es necesario fortalecer quienes ejercen el cargo de asesor
jurídico porque no es tan sencillo ya que no se limita en la mera supervisión del
cumplimiento de los derechos humanos de la víctima u ofendido, sino que para poder
proteger esos derechos tiene que entender el fenómeno que sucede, es decir que debe de
tener conocimiento de victimologia y conocimiento de los derechos humanos, temas de
género ya que es una labor que requiere especialización.

Por tal motivo la figura del asesor jurídico es completamente necesario en virtud
de que el estado mexicano dentro de la normativa actual se obliga a garantizar a la víctima
u ofendido del delito asesoría de manera gratuita en todo momento dentro del
procedimiento penal.

5.3 Litigante

Un abogado es un especialista en Derecho que puede brindar asesoría jurídica y


defender o representar a una de las partes de un proceso judicial. Se trata de un
licenciado o doctor que, para ejercer su profesión, debe contar con el título habilitante y
estar registrado en una institución que lo avale, como un colegio de abogados.

Litigante, por otra parte, es el adjetivo que se aplica a quien litiga (es decir, a quien
entabla una disputa o un pleito), en este marco, es el aquel que se dedica a defender a
una de las partes involucradas en un proceso de tipo de judicial. Este abogado se encarga
de analizar la causa para establecer una estrategia, aconsejar a su cliente y defenderlo o
representarlo.

Por su tarea, el abogado litigante debe conocer a la perfección la doctrina, las leyes
y la jurisprudencia que se aplican a su caso. Es imprescindible que este profesional, antes
del juicio, realice un estudio detallado de todo aquello que le permita defender su postura
ante el tribunal o el juez. Una vez en el juicio, estos conocimientos constituyen la base de
su trabajo.

Más allá de los conocimientos estrictamente jurídicos, un abogado litigante debe


contar con diversas habilidades. Tiene que ser capaz de organizar su tarea y de gestionar
su tiempo de manera correcta para que su estrategia tenga coherencia. No hay que
olvidar que el abogado litigante elabora desde los interrogatorios a los testigos hasta el
informe que transmite sus conclusiones.

Tampoco se puede obviar que un abogado litigante debe desarrollar sus aptitudes
comunicativas para expresar con claridad su posición. De su modo de encarar un caso y de
transmitir sus intenciones, dependerá gran parte de la suerte de su cliente en el marco de
la causa judicial.

De la misma manera, en ese conjunto de características que se establecen que son


fundamentales para cualquier abogado litigante nos encontramos con estas otras:

 No debe contar con miedo escénico y tiene que ser capaz de controlar muy bien
sus emociones, fundamentalmente cuando se trata de encarar lo que es el juicio
oral.
 Debe ser capaz de “leer” muy bien las fortalezas y debilidades de las personas que
se sientan a declarar en el juicio. Y es que, si consigue descubrir unas y otras podrá
saber qué preguntar, cómo preguntar y cuándo preguntar para así poder lograr las
respuestas que le puedan ser más beneficiosas para su cliente.
 Es fundamental que no sea una persona con prejuicios si desea triunfar como
abogado litigante, ya que esos le impedirán poder defender a su cliente como
debería en casos realmente complicados y donde entran en juegos delitos y
valores.
 Tiene que estar preparado para no dejarse arrastrar por la frustración. Y es que,
puede suceder que, de pronto, el juicio dé un giro inesperado y eso suponga que
sus planes se vengan abajo. De ahí que deba estar capacitado para, ante esas
situaciones, ser capaz de reaccionar de manera rápida buscando soluciones y no
quedarse lamentándose.
 Debe ser disciplinado, tanto a la hora de organizar su trabajo como de planificarse
muy bien los pasos que hay que dar según establece la ley o cómo presentar su
labor de la mejor manera posible.
 Es importante que cuente con una buena capacidad de concentración.

5.4 Investigador, tema en PDF

5.5 Funcionario publico

Se considera que los servidores públicos no pueden ejercer la abogacía incluso en


el sector privado, aun en uso de licencia, salvo cuando deban hacerlo en función de su
cargo o cuando el respectivo contrato se los permita.

Se aclara que en ningún caso los abogados contratados o vinculados podrán litigar
contra la Nación, el departamento, el distrito o el municipio, según la esfera
administrativa a que pertenezca la entidad o establecimiento a la cual presten sus
servicios.

Para todos los servidores públicos se prevén ciertas salvedades que de presentarse
los habilitarían para ejercer su profesión de abogacía cuando: lo deban hacer en función
de su cargo; el respectivo contrato se los permita; litiguen en causa propia y; obren como
abogados de pobres en ejercicio de sus funciones

Leer el PDF, sobre los servidores públicos.

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