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Chernobyl in Mexico, the radioactive cloud reaches through the sea

Conference Paper · May 2016

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Pawo Wróbel
Universidad Nacional Autónoma de México
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Chernóbil en México, la nube radioactiva llega a través del mar

El pasado 26 de Abril se cumplieron 30 años del accidente nuclear más recordado


y trascendental del que el hombre tiene registro, la tragedia en la central nuclear
Vladímir Ilich Lenin, en Chernóbil, Ucrania; ocurrido cuando el equipo que
operaba en la central se propuso realizar una prueba con la intención de aumentar
la seguridad del reactor. Durante la prueba en la que se simulaba un corte de
suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de esta central
nuclear produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear lo que
terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. 1

Lo anterior causó la muerte directa de 31 personas2, forzando al gobierno de la


Unión Soviética a evacuar a más de 135´000 personas, provocando así una
alarma internacional al detectarse radiactividad en diversos países de Europa
septentrional y central; siendo así el siniestro causado por el hombre que más
daño ha causado al medio ambiente (por si solo) y que mayor consternación y
movilidad ha generado en la Sociedad Internacional, respecto a tópicos
medioambientales.

Empero, a pesar de la conmoción, en primera instancia fue muy poca la


información disponible que detallara la naturaleza y magnitud de la catástrofe,
tomando bastante tiempo para que las autoridades responsables, tanto
nacionales como internacionales, estructuraran los programas operativos con la
suficiente eficacia para abordar el problema; debido en gran medida al intento por
parte del gobierno soviético de ocultar toda muestra o evidencia de que tal

1
El País, “Los accidentes nucleares más graves de la historia”, 12 de Marzo de 2011, consultado vía
electrónica en:
http://internacional.elpais.com/internacional/2011/03/12/actualidad/1299884412_850215.html
2
La versión completa del informe de la OMS, adoptado por la ONU y publicado en abril de 2006, incluye la
predicción de otras 9000 víctimas mortales de cáncer entre 6.8 millones de personas afectadas. Esta cifra
incluye los 31 trabajadores que murieron en el accidente, y los 15 niños que murieron de cáncer de tiroides.
accidente hubiera ocurrido, lo cual fue imposible dada la magnitud del mismo. 3
Púes la verdad siempre haya la luz, y las acciones son más ruidosas que las
palabras.

Por ello, en cuanto hubo suficiente información respecto a la gravedad de lo


sucedido, las autoridades europeas implementaron una serie de programas de
monitoreo en las zonas afectadas; seis meses después se determinó cuál fue la
mayor consecuencia generada tras el accidente.

Dicha consecuencia estriba en los radionucleidos4 que más se concentran en la


leche, los cuales causan efectos dañinos irreversibles en la salud. Una vez que se
conoció la presencia de contaminantes radiactivos en el aire se comenzaron a
realizar estudios en la leche, sin haber encontrado contaminación alguna en los
momentos cercanos del accidente.

Semanas después se detectó el aumento de los niveles radiactivos; Irlanda fue de


los países más afectados, dado que en los días posteriores al siniestro hubo una
nube radiactiva que viajó a través de los países vecinos, que según los informes
del Nuclear Energy Board de Dublín, fue entre el 2 y 4 de Mayo que dicha nube
afectó a Irlanda, debido a la lluvia que cayó sobre ese país justo cuando se
encontraba sobre su territorio.5; entonces, la contaminación llegó a todos los
alimentos cultivados y a los animales que comieron de los pastizales afectados.

3
Recuérdese el accidente nuclear d catástrofe nuclear de Kishtim en 1957, en los Urales meridionales, que
dejó más de 1.000 kilómetros cuadrados de terreno contaminados por productos o residuos radiactivos,
centenares de muertos, miles de evacuados y un vasto territorio en una región industrialmente desarrollada
de la Unión Soviética convertida en zona peligrosa durante varios decenios; siniestro que es desconocido por
la mayoría de la población.
4
Son elementos químicos con configuración inestable que experimentan una desintegración radiactiva que
se manifiesta en la emisión de radiación en forma de partículas alfa o beta y rayos X o gama. Los
radionucleidos causan diferentes problemas de contaminación según su vida media. Los de vida media corta
solo supondrán un problema importante de contaminación de los alimentos cuando los niveles sean altos,
como en caso de accidentes, por ejemplo. En cambio, los radionucleidos con vidas medias extremadamente
largas, una vez liberados en el medio ambiente pueden considerarse permanentes. El efecto más importante
de la exposición crónica a la radiación es el aumento del número de cánceres de la población expuesta, en
comparación con una población que recibe menos exposición. Además, experimentos con animales indican
que en las poblaciones expuestas deben esperarse efectos hereditarios.
5
En ese sentido, en el discurso, podría pensarse que el desastre nuclear de Chernóbil fue un evento aislado
en un país remoto con el cual México no tiene conexión, interés o relación alguna, y del que si se sabe nada,
no pasa nada. Lógicamente, no fue el caso.
Empero, a pesar de la prontitud (luego de obtenida la información) con la que
reaccionaron los organismos internacionales que intervinieron en este asunto al
igual que los países directamente afectados en Europa por este accidente 6, los
mismos no dieron aviso a los países de América sobre las medidas a adoptar
sobre todo en materia de control de los alimentos que estaban importando del
continente europeo.7. Fue hasta seis meses después que se recibió la información
técnica sobre este asunto por parte de algunos de los organismos internacionales
involucrados a los Estados periféricos.

En este contexto es cuando México se vio afectado de manera directa debido a la


tragedia de Chernóbil, púes éste importó de la República de Irlanda (como lo venía
haciendo desde 1979), diversas cantidades de leche en polvo destinadas a cubrir
las necesidades abasto en nuestro país.8

Así, entre Junio y Octubre de 1986 llegaron a México, provenientes de Irlanda


cinco embarcaciones de leche en polvo que resultaron con diversos niveles de
contaminación radiactiva. De estos embarques, Irlanda no presentó certificado de
niveles de radionúclidos porque el gobierno mexicano no lo exigió.

Fue hasta fines de ese año cuando se realizó la reunión internacional más
trascendental relativa a los niveles de contaminación aceptables para el consumo
humano, que se llevó a cabo del 1 al 5 de Diciembre de 1986 en Roma, Italia,
“Codex Alimentarius”; antes de ella no existía norma alguna o especificación

6
El accidente nuclear y la contaminación de las diversas materias primas de los alimentos de consumo
humano, generaron un grave problema de carácter internacional, al grado que las primeras reuniones
estuvieron dedicadas a analizar cómo evitar la obstrucción de las relaciones comerciales de los países
europeos con el resto del mundo y que los productos no estuvieran sujetos a restricciones innecesarias,
toda vez que los niveles de radiación eran diversos y en muchos casos inocuos para el ser humano.
7
Sin lugar a duda este suceso toma por sorpresa no únicamente a México sino a toda la comunidad
internacional, precisamente por tratarse de un acontecimiento que nunca se había sufrido en la historia de
la humanidad.
8
En 1986, 28,174.470 Tm y en 1987, 39,000 Ton. métricas. Para 1986, México importa más de 200,000
toneladas métricas de leche en polvo; de ellas 28,174.470 Tm corresponden a leche suministrada por la Irish
Dairy Board de la República de Irlanda.
técnica de alcance internacional, por lo que los alimentos que circulaban en el
comercio internacional no estaban regulados de manera cabal.9

10
En dicha reunión se estableció la norma técnica de 370 bq/kg de alimentos
vigentes por un año y 1507bq/kg para los años siguientes. Fue en este contexto
que la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO) 11 recibió el
reporte de la Compañía Whayt Vales, de que le había vendido leche en polvo con
una contaminación de 2700 bq/kg de cesio 137; 1000 bq/kg más de lo permitido. 12

CONASUPO entonces envió 5 muestras de esa leche al Instituto Nacional de


Investigaciones Nucleares (ININ), quien confirmó la existencia de Cesio radiactivo.
Luego, siendo la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias
(CONASENUSA) el organismo especializado en mediciones radiológicas; se le
solicitó su intervención, quien a su vez confirmó los estudios de ININ; por lo que se
inició un programa de muestreo de la leche existentes en las bodegas de
CONASUPO-LICONSA.

Durante este proceso, la Secretaría de Salud (SSA) no estaba al tanto del nuevo
requerimiento. Esta dependencia desconocía lo que ocurría respecto a la leche
contaminada. En cuanto la SSA de lo que ocurría, se verificó el 23 de febrero de
1987 la primera reunión de un grupo de trabajo integrado para atender el problema
de importación a México de leche contaminada con Cesio radiactivo proveniente
de Irlanda.

9
Proceso, Guillermo Zamora, “Leche Radioactiva, Negligencia sin Castigo”, 26 de Abril de 2014,
http://www.proceso.com.mx/370752/leche-radiactiva-la-negligencia-sin-castigo
10
El becquerel o becquerelio (símbolo Bq) es una unidad derivada del Sistema Internacional de Unidades
que mide la actividad radiactiva. Un becquerel se define como la actividad de una cantidad de material
radiactivo con decaimiento de un núcleo por segundo. Equivale a una desintegración nuclear por segundo.
11
Fue una empresa paraestatal mexicana que se dedicó a acciones relacionadas con el sistema de abasto y
la seguridad alimentaria mexicana. Fue creada en 1962 con el fin de garantizar la compra y regulación de
precios en productos de la canasta básica, particularmente el maíz.
12
Existieron intentos fallidos de diluir con leche no radiactiva para así disminuir la cantidad de
contaminantes, una estrategia demasiado simple para funcionar; finalmente, a la sombra de una impunidad
prevaleciente en el México desde aquel entonces, se decidió comercializar todo el producto. Esta
información se mantuvo confidencial y el gobierno de Miguel de la Madrid logró controlar toda la
información al respecto.
CONASENUSA recomendó a CONASUPO rechazar la leche contaminada con
Cesio radiactivo para evitar los graves daños a la salud de la población que ello
generaría.13 La CONASUPO hizo caso omiso a tal petición, debido a que la
recomendación de la CONASENUSA de regresar la leche contaminada no
encontró cabida por los “problemas de comercio Internacional” que le acarrearía a
la CONASUPO.

En Marzo de 1987, CONASUPO envió a CONASENUSA muestras de leche


irlandesa que llegó en las embarcaciones Cape Matapas y Victor. Al mismo
tiempo, del 8 al 21 de ese mismo mes, viajó a Irlanda el Lic. José Ernesto
Costemalle, Director de CONASUPO.

Para abril de 1987 CONASUPO formalizó el Convenio con la exportadora


irlandesa Irish Dairy Board, que marcó que el límite total de elementos radiactivos
sería de 370 bq/kg, siguiendo los estandares internacionales.

Luego, entonces, en Junio, el día 3 llegó a Veracruz el barco Adventure con leche
Irlandesa; el día 9 la CONASENUSA “recomendó” que todo embarque de leche de
procedencia europea no rebasará los 50 bq/kg (un límite más estricto que el
internacionalmente aceptado); el día 14 ingresó a Veracruz el barco Tenacious
también con leche irlandesa.

La leche transportada por estos barcos fue la que suscito una gran polémica, no
sólo por el desconocimiento que se tenía en esa época de lo que significaba la
radiación, sus consecuencias y límites sanos para el ser humano, sino además de
que se enfrentó el diferendo suscitado por la aceptación de normas técnicas
internacionales y la aplicación en el país de otras medidas más estrictas para los
productos importados. Esto último provocó que se celebrara el 8 de julio de 1987
una reunión en la que participaron representantes de la SSA, CONASUPO y
CONASENUSA; con el objeto de discutir los problemas de carácter técnico para

13
La doctora Rocío Cárdenas, jefa del Departamento de Oncología del Instituto Nacional de Pediatría (INP),
sostiene que la leche radiactiva fue la causante de que entre 1987 y 1997 aumentara notablemente la
incidencia de cáncer infantil. “La incidencia de cáncer infantil aumentó 300 por ciento en la década que va
de 1987 a 1997, al grado que se calcula que la afectación anual es de unos 900 niños de los cuales el 30%
muere”.
ver la posibilidad de diluir la leche en polvo contaminada con 44 Bq/kg., a fin de
disminuir ese nivel. Posteriormente, el 21 de enero de 1988, el Grupo de los
Cien14 en Conferencia de prensa, denunció la compra de 17,000 toneladas de
leche en polvo radiactiva y exigió al gobierno su devolución al país de
procedencia, Irlanda.

Después de nueve meses de discusiones, embargos precautorios en las aduanas


marítimas, pruebas fallidas de reutilización de la leche contaminada, denuncias de
ONGS, reuniones de alto nivel entre diversas autoridades, rumores de todo tipo
sobre los efectos en la población por el consumo de leche contaminada,
comparecencias de funcionarios ante la Cámara de Diputados, negociaciones con
la empresa Irlandesa, etc.; el 18 de febrero de 1988 la Secretaría de Salud ordenó
oficialmente la devolución de la leche en cuestión.

El 16 de marzo de 1988 salieron del puerto de Veracruz dos barcos, el Sonora y el


Pheasand, con destino a Rotherdam, Holanda y Cork, Irlanda.

Finalmente, en Agosto de 1988 se publicó en el Diario Oficial la norma técnica 316


emitida por la Secretaría de Salud, en ella se fijó en 50 bq/kg el límite máximo de
radiactividad para la leche producida en los países europeos, constituyéndose en
una de las normas más estrictas del mundo ya que en noviembre de ese mismo
año, la nueva reunión del Codex Alimentarius la fijó en 150 bq/kg.

Por ello y según el análisis riguroso, objetivo, respaldado documentalmente y


expresado por el acuerdo de las opiniones de los asesores de todas las fracciones
parlamentarias de esta comisión, las conclusiones técnicas fueron las siguientes:

1. La Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO) sí importó


leche de Irlanda contaminada con Cesio radiactivo en 1986 y 1987.

2. La Compañía Nacional de Subsistencias Populares, negligentemente importó


leche contaminada con Cesio radiactivo procedente de Irlanda, en 1986.

14
Fundado en 1985, el Grupo de los Cien es el más influyente grupo medioambiental, compuesto por más
de 100 de las personalidades más prominentes de la nación en las ramas artísticas, culturales y científicas.
3. La Compañía Nacional de Subsistencias Populares en 1987, con conocimiento
de causa, importó leche contaminada con Cesio radiactivo procedente de Irlanda.

4. La Compañía Nacional de Subsistencias Populares pudo haber evitado comprar


leche contaminada con Cesio radiactivo procedente de Irlanda, ya que tenía, al
menos, tres proveedores que podían suministrar leche en polvo, con calidad
similar a la de Irlanda, pero sin Cesio radiactivo.

5. No se encontró evidencia alguna que probara la compra, a menor precio del


previamente acordado en los contratos respectivos, de la leche en polvo
procedente de Irlanda, durante 1986 o 1987.

6. La Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias no pudo


muestrear 12,920.63 Toneladas Métricas, de un total de 28,378 Toneladas
Métricas, de leche en polvo procedente de Irlanda durante 1986, porque ya habían
sido comercializadas entre los meses de septiembre de 1986 y enero de 1987. De
esas toneladas no se pudieron establecer niveles de radiactividad contenidos.

Svetlana Aleksievich, “Voces de Chernóbil”, Siglo XXI, Madrid, 2006, 300 p.

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