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SEMIOLOGIA PRACTICA
PIERINA ZAMBRANO
SEMESTRE A
RODILLA
Inspección
Alineación de las extremidades inferiores
En primer lugar, y con el enfermo en bipedestación, deberemos valorar la alineación de las extremidades inferiores. En
condiciones normales, el eje del muslo respecto al eje de la pierna forma un ángulo de 5° abierto hacia fuera, conocido
como valgo fisiológico. A partir de ahí observaremos si hay posibles desviaciones axiales de los ejes mecánicos de la
rodilla en el plano frontal o en el plano anteroposterior.
Atrofias musculares
Con el enfermo ya en decúbito supino, observaremos si hay posibles atrofias musculares, especialmente del
cuádriceps(figura 6) y muy en particular del vasto interno, un signo indirecto muy orientativo de sufrimiento articular
(figura7). La atrofia del cuádriceps se objetiva midiendo el perímetro del muslo a 15 cm del polo superior de la rótula y
comparándolo con el lado sano.
Inflamación articular o periarticular
Observaremos también si hay una inflamación articular o periarticular. La inflamación articular se caracteriza por la
presencia de un derrame articular, que se pondrá de manifiesto con el signo del peloteo rotuliano o choque rotuliano,
una maniobra que consiste en exprimir con una mano el fondo de saco subcuadricipital, y con el dedo índice de la otra
empujar la rotula hacia abajo para ver si se deprime por la presencia de mas o menos liquido articular (figura 8y9).
Tumefacciones localizadas
La inspección nos permite descubrir también la presencia de tumefacciones localizadas. Así, una tumefacción
redondeada en la región poplítea, generalmente en la zona porsterointerna, relacionada como la inserción del
semimembranoso, nos ha de hacer pensar que, es un quiste poplíteo de contenido sinovial, llamado quiste de Baker.
Una tumefacción localizada en cara anterior de la rodilla tiene que hacernos pensar en un higroma o bursitis pre-
rotuliana o infra- rotuliana (figura 10), el llamado popularmente mal de las monjas o mal de las fregonas, porque parece
que se originan por estar mucho tiempo de rodillas.
Otras tumefacciones localizadas pueden corresponder a la inflamación de la grasa de Hoffa, muy característico de la
mujer, a las secuelas de una enfermedad de Osgood – Schlatter si esta encima de la tuberosidad tibial anterior (figura
11), o una bursitis anserina, si corresponde a una inflamación de la inserción distal de los isquiotibiales internos en la
cara antero interna de la tibia.
Valoración de la piel
Por inspección, valoraremos también la piel, sus cicatrices, su color o la presencia de estigmas cutáneos como los de la
psoriasis.
Situación de la rotula
Valoraremos también la situación de la rótula, que no siempre esta centrada y a la altura relativa correcta:
• Una rotula lateralizada es signo de desaxación rotuliana (figura 13)
• Una rotula hacia dentro son indicativas de una malrotación de las extremidades inferiores.
• Una rotula excesivamente alta puede dar lugar al aspecto llamado en giba de camello por prominencia de la
grasa de Hoffa(figura 16).
Déficit de extensión
La inspección, nos permite dilucidar si hay un déficit de extensión pasivo en decúbito supino. Cuando existe, puede
corresponder a una gonartrosis evolucionada, pero, si se ve una persona joven, hay que descartar un bloqueo articular,
es decir, un problema mecánico producido por un cuerpo libre.
Palpación
En la rodilla, por palpación, podremos valorar:
• Un aumento del calor local de toda la rodilla o de una parte de la rodilla (figura18)
• La presencia de derrame articular, que se comprueba con la mencionada maniobra del peloteo rotuliano (figura
19 y 20)
• La presencia de crepitación articular, sea de origen femoropatelar o de origen sinovial, y que se pone manifiesto
en la flexo – extensión
• La presencia de puntos dolorosos, tanto articulares como extraarticulares
Presencia de puntos dolorosos
Es muy frecuente el dolor a la palpación sobre la interlinea interna, tanto en los procesos degenerativos, como en las
lesiones meniscales, pero también en la almohadilla adiposa medial de la rodilla, que actúa como un tiggre point o
punto gatillo en la fibromialgia
• El dolor más anterior de la interlinea interna es mas propio de las lesiones del menisco interno, sin olvidar que
puede ser un dolor referido de origen femoro – patelar
• El dolor a la palpación de la interlinea externa es propio del genu valgo y de las rupturas del menisco externo
• El dolor en la presión sobre los cóndilos femorales interno o externos, en flexión máxima de rodilla, o incluso la
presión lateral de los cóndilos, es propia de las osteocondritis juveniles y de la necrosis isquémica del cóndilo
interno del adulto, un problema óseo de origen probablemente vascular, que se ve en pacientes mayores de
sesenta y cinco años, en el contexto de un genu varo acompañante.
• Dolor en el polo superior de la rótula, sugiere una entesitis del tendón cuadricipital, una alteración congénita del
polo superior de la rotula que puede ser dolorosa
• Polo inferior de la rótula es típico de la entesitis del tendón patelar, sea por la llamada rodilla del saltador de
blanzina en el adulto, sea por osteocondritis del polo inferior de la rotula en el niño (figura 26)
• A nivel extra – articular hay que descartar la palpación dolorosa de los puntos condíleos cuando hay un desgarro
de los ligamentos colaterales correspondiente, especialmente el punto de ski en el cóndilo interno. (figura 27)
Exploración de la rotula
La rotula se explora con la pierna estirada y el enfermo bien relajado. Con los dedos pulgar e índice de ambas manos
se valora su situación y se le moviliza arriba y abajo (figura 29) y a derecha e izquierda (figura 30).
Estabilidad rotuliana: Se valora empujando con ambos pulgares la rotula hacia fuera y haciendo que el enfermo doble la
rodilla, lo que puede generar dolor o sensación de luxación inminente de la rotula (figura 32)
Potencia muscular del cuádriceps: Haciendo extensión activa de la rodilla contra resistencia (figura 34)
Exploración
Exploración de la movilidad
La movilidad fundamental de la rodilla es en flexo – extensión, pero en semiflexión hay una posibilidad de rotaciones
interna y externa, que son muy importantes para la vida diaria y la actividad deportiva.
• Flexión: Se valora en decúbito supino y en máxima flexión de la cadera (figura 35), Su amplitud promedio es de
130°, aunque es bastante menos en decúbito prono 110°- 120° (figura 36)
• Extensión: Se valora con el enfermo en decúbito supino, levantando ligeramente los dos tobillos del plano de la
camilla, extensión normal es de 0° (figura 37)
• Rotaciones: Solo son posibles en flexión de la rodilla, gracias al desbloqueo del mecanismo de rotación
automática de la tibia que se produce en la extensión completa. A 90° de flexión y con la rodilla colgando, la
posibilidad de rotación externa es de unos 25° a 330° (figura 39) mientras que la rotación interna es de solo 10°
(figura40)
Exploración ligamentosa
La exploración ligamentosa de la rodilla da cuenta de la estabilidad pasiva de la articulación, por esto es tan importante
conocerla para valorarla.
La evaluación de una lesión ligamentosa aguda no es igual a la de una inestabilidad crónica. La primera tendría que
hacerse lo más rápidamente posible, antes de que el espasmo muscular de defensa dificulte la exploración.
En principio, las lesiones ligamentosas agudas de la rodilla pueden ser de tres grados:
• Primer grado: Carácter leve, cuando ha habido una pequeña ruptura fibrilar, y se caracterizan por dolor
momentáneo, intervalo libre, poca reacción inflamatoria y estabilidad completa de la rodilla.
• Segundo grado: Que serian intensidad moderada, cuando hay una ruptura incompleta y, por tanto, más dolor,
una reacción inflamatoria evidente, incluso con derrame articular, pero todavía estabilidad de la rodilla.
• Tercer grado: Que serían ya de carácter grave y en donde habría una ruptura ligamentosa completa importante
y por tanto, una clara inestabilidad articular.
Exploración física:
Tiene que ser muy meticulosa y completa, y hacerse tanto de la rodilla lesionada como de la sana, que servirá como
comparación. La inspección nos informara sobre el estado de la piel, las posibles deformidades que pueda haber, el
edema periarticular y el derrame si lo hubiera.
La exploración es conveniente que siga una secuencia rutinaria destinada a valorar:
• Los ligamentos colaterales
• El ligamento cruzado anterior
• El ligamento cruzado posterior
• Las posibles inestabilidades rotatorias
Alteraciones
Quiste del tendón patelar
El quiste del tendón patelar se trata de una degeneración quística en el 1/3 proximal de este tendón en atletas de gran
actividad física y que puede rodearse de una cápsula. Casi siempre se trata de un proceso degenerativo mucoide.
En la ecografía aparece hipoecoico o anecoico, con bordes con formación excesiva de un tejido de granulación y
degeneración mucoide del ligamento, se puede ver una masa ecogénica dentro de él con interrupción del aspecto
trilaminar que casi siempre es más prominente en su inserción femoral, a veces con calcificaciones (enfermedad de
Pellegrini-Stieda). Este síndrome representa una miositis osificante en una ruptura crónica de este ligamento en su
inserción femoral y produce una SA. Ocurre sobre todo en los casos de rupturas ligamentarias mal tratadas.
Inspección
La inspección empieza con la observación del propio calzado, cuya forma de desgaste nos puede dar ya mucha
información. Después se estudiaran los pies descalzos con el enfermo sentado, en bipedestación y durante la
marcha.(figura 4 y 5)