CONCLUSIONES

Gracias al sueño los seres humanos tenemos un periodo de descanso físico. Este periodo

resulta sumamente importante, dado que involucra entre otras cosas a nuestro estado de

ánimo y a nuestra salud. Por lo tanto, se puede decir que el sueño forma parte

importante de nuestra vida, incluyendo que, según estudios realizados, el ser humano

pasa un tercio de su vida en este periodo, es decir 23.33 años considerando un promedio

de vida de 70 años.

Además, podemos decir que el sueño es un estado biológico activo y periódico, ya que

en el que se distinguen las etapas NREM y REM.

Se puede concluir también que, además de ser un periodo de descanso físico, el sueño

también es un proceso biológico. Esto se explica básicamente en la implicancia que

tiene el sistema nervioso en él. Los relojes biológicos de nuestro cuerpo son

fundamentales para determinar la duración del mismo. Los relojes biológicos

intervienen en la modulación del sistema. Se trata de una red neuronal compleja, en la

que intervienen diversas zonas del sistema nervioso central. En adición, en el sueño

también se realiza la producción de hormonas sexuales y del crecimiento.

Como otra consecuencia, se puede afirmar que el sueño no es un periodo plano, es decir

no es uno sólo, sino que tiene dos fases, que además son cíclicas, estos son: REM y

NREM. El periodo REM se caracteriza por los movimientos oculares rápidos (de allí su

nombre), mientras que el NREM está caracterizado porque en él se da un sueño más

profundo.

Finalmente, se puede concluir que el sueño no es una etapa donde mentalmente se

descanse (en contraposición a lo físico). Esto se relaciona con los periodos antes

mencionados, ya que como todos sabemos, en los sueños vemos imágenes y situaciones

que son reflejo a veces de nuestra actividad mientras estamos despiertos.