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Trauma es el daño físico o herida con impacto psicológico, que pasa alguna circunstancia que atento
contra la integridad física o mental de un sujeto.
Incluso hay casos donde se presenta de manera retardada, pueden pasar años para que el sujeto se
dé cuenta de que padece de ello.
El trastorno es inicialmente una respuesta natural ante de estrés ante un evento extraordinario ante
el cual la persona busca una solución, pero no dispone en su repertorio de una respuesta inmediata
y certera, la búsqueda patológica de una solución la lleva a extenderse en el tiempo la señal de
alerta (estrés) de forma sostenida, así altera crónicamente su funcionamiento químico, emocional y
muscular.
Desde este punto de vista lo relevante, para el trastorno de estrés postraumático, no son las
características individuales del sujeto, su personalidad, su vulnerabilidad, sus mecanismos habituales
de adaptación, etc, sino el acontecimiento estresante en sí mismo, de forma tal que si dicho estrés
traumático no hubiese estado presente el trastorno no hubiese aparecido, sin embargo tales
características individuales no son excluyentes consideradas.
Pueden alterar las funciones racionales, emotivas, corporales y químicas de un sujeto, generando un
trastorno de estrés agudo, que si persisten en el tiempo se convertirán en un estrés postraumático,
trastorno que se manifiesta en formas como angustia o ansiedad, miedos, tensión muscular, como
dolor en la cabeza o en otras partes del cuerpo, agotamiento y deterioro en el rendimiento en
actividades físicas o mentales, hipervilancia, insomnios, olvidos, dificultades para concentrase,
irritabilidad, recuerdos, sueños y pesadillas recurrentes, ver de pronto imágenes del suceso,
malestar ante los estímulos del trauma, deterioro social, laboral o de otras áreas importantes.
Ante un evento traumático, hay un estrés agudo (disociación) que si no se trabaja adecuadamente
en la cuestión psicológica puede pasar a un estrés postraumático a una depresión, durante los tres
primeros meses que se presenta un evento traumático, es normal que se pueda tener ciertos
síntomas, como miedo, pero después de esos tres meses, ya tendría que ir disminuyendo, si
persisten los síntomas después de este tiempo con la misma intensidad, ya se puede hablar de un
trastorno de estrés postraumático o de ansiedad generalizada.
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
ETIOLOGIA
Admitiendo que los TSU originen el SEPT (o TEPT) con mayor regularidad y
frecuencia que los TO, no nos parece ilógico rechazar casos que, reuniendo el perfil
clínico caracteristico de SEPT (o TEPT), tengan en su origen un evento traumático de
orden inferior, según el DSM-IV. Dejando clara la presencia o la exposición a una
situación estresante desencadenante, la estructura sindrómica deberia ser suficiente
para realizar el diagnóstico, sobre todo teniendo en cuenta que, incluso en las
poblaciones sometidas al estrés más traumático, no son todos los sujetos los que
desarrollan el TEPT, existiendo factores de vulnerabilidad o predisponibilidad (ver
diatesis)
1) la intensidad y severidad del trauma, definida como el grado en el que atenta contra
el mantenimiento de la vida, la salud y la identidad (Rangell, 1976; Radil-Weiss,
1983)
El concepto de Trauma Psíquico, utilizado por Breuer en 1893 para explicar la génesis
de la neurosis histérica, fue definido en aquella época como "toda experiencia
evocadora de emociones desagradables, tales como pánico, angustia, verguenza o
dolor fisico" (Breuer, 1893). Posteriormente, esta definición fue elaborada y
expresada en términos más generales: "Una experiencia es traumática cuando, en un
corto lapso de tiempo, produce una sobrecarga de excitación neuronal que no puede
ser disipida de la manera habitual, dando como resultado alteraciones permanentes en
la distribución de la energia psiquica" (Freud, 1916). Con ligeras variantes y
adaptaciones, esta definición del traumatismo psíquico es todavìa válida, aunque es
ampliamente reconocido que traumas mínimos, incapaces de desbordar aisladamente
los mecanismos psicológicos de defensa, pueden adquirir potencial patógeno si se
acumulan o actuan de manera insistente y repetida.
Como en toda condición patológica, además del agente externo causal hemos de
considerar la vulnerabilidad o diatesis individual. En el caso del SEPT (o TEPT), esta
diatesis no solo es variable entre sujetos, sino que también parece depender en un
mismo sujeto de su estado psicofisiológico en el momento del trauma.
La diatesis individual explica la existencia de casos extremos de sujetos
excepcionalmente resistentes y otros extremadamente susceptibles a la traumatización
psiquica. Desde el punto de vista del desarrollo psicológico temprano, Saul (1970)
describe una caracteristica denominada "apoyo interno", cuya presencia se acompaña
de una resistencia especial a la adversidad en general y al trauma psíquico en
particular. Según su descripción, este rasgo se forma en el curso de una relación dual
óptima con la madre, en la que el niño es coherentemente protegido en todo aquello
que supera sus capacidades, y alentado en su independencia para todo aquello que está
a su alcance. La "elasticidad psicobiológica" descrita más recientemente por Flach
(1989) es una caracteristica similar, cuya ausencia también incrementa el riesgo y la
gravedad del SEPT (o TEPT).
TABLA I.
Psicopatología
(%) (%) (%)
familiar
Ninguna 34 21 7
Depresión 20 37 14
Ansiedad 22 4 14
Alcohol y AD 60 26 38
Psicosis 11 0 7
P. antisocial 3 0 0
SEPT 6 0 0
Otros 20 26 38
Lo que si está fuera de toda duda es el mayor riesgo de psicopatologia posterior, con
un espectacular aumento de la comorbilidad de transtornos de la conducta,
disfunciones sociales y psicopatologia en general en los pacientes con SEPT (o
TEPT), en comparación con su vida anterior (Horowitz, 1980, Solomon, 1989, Kolb,
1989)
Otros factores coadyuvantes que facilitan la aparición del SEPT (o TEPT) son la
malnutrición, especialmente deficits de vitaminas y proteinas, y las alteraciones
extremas en los niveles de estimulación ambiental (Hocking, 1971), condiciones estas
que se suelen presentar unidas en algunos tipos de trauma (Campos de concentración,
guerras, naufragios). Con respecto a los niveles de estimulación fisica, sabemos que el
organismo parece funcionar de manera idónea entre ciertos niveles de estimulación
ambiental. Si estos son excepcionalmente pobres, como en casos de confinamiento,
aislamiento, soledad, etc o, por el contrario, excesivos, como en el fragor de una
batalla, puede llegarse al desbordamiento de la capacidad neurofisiológica de procesar
e integrar estimulos (Hebb, 1961), situación compatible con una mayor
susceptibilidad al SEPT (o TEPT).
PATOGENIA
EPIDEMIOLOGIA
CLÍNICA
1) La forma aguda, Reacción aguda de estrés o síndrome del desastre, conocida por
los médicos militares como Reacción al estrés de combate ('combat stress reaction') o
"shock del combatiente", se produce durante la exposición al trauma e inmediatamente
después. Las primeras manifestaciones consisten en marcada disminución en la
eficacia y de la capacidad de iniciativa, seguidas por pérdida del propósito de la
conducta, inhibición psicomotriz (o, por el contrario, hiperactividad inapropiada),
dislalia, estupor, ensimismamiento, confusión, temblor e hiperactividad simpática con
alteración de la sintonia neurovegetativa. Además del cuadro psíquico, la disfunción
neurovegetativa provoca nauseas, vómitos, diarrea, taquicardia, disnea y otras
alteraciones, pudiendo llegar en los casos extremos a la muerte súbita por parada
cardiaca (McMahon, 1975) Al parecer, la pérdida de eficacia puede afectar hasta 80%
de los participantes en un combate o en una catástrofe, y el síndrome completo entre
10 y 25%, dependiendo de la intensidad de la situación. Aunque los síntomas tienden
a desaparecer o atenuarse marcadamente con el tiempo, persiste en estos sujetos una
mayor predisposición al desarrollo posterior de un síndrome postraumático crónico o
subcrónico. Inmediatamente después de la situación traumática, al menos 30% de los
sujetos que no presentaron un síndrome agudo en el momento, desarrollan un cuadro
con insomnio, ansiedad, pesadillas y alteraciones digestivas, que suelen mejorar en
pocas semanas de manera espontánea (Hocking,1971; Solomon, 1989; Glass, 1959;
Weisaeth, 1989a). Actualmente, tanto la CIE-10 de la OMS como la DSM-IV de la
APA reconocen una entidad diagnóstica de Reacción aguda de estrés o Trastorno de
estrés agudo, que presenta notable solapamiento con ésta forma clínica aguda y que
presentaré a continuación.
El segundo mecanismo que actua en la producción tardia del SEPT (o TEPT) es por
trauma postpuesto, que consiste en la represión masiva, inmediata y persistente de la
calidad traumática del acontecimiento. Aunque, en realidad, los efectos del trauma
están presentes desde el primer momento, la reacción psicológica no sera aparente
hasta después de un cierto tiempo, que puede oscilar entre pocos dias y muchos años.
En el proceso de respuesta habitual ante situaciones traumáticas intensas, la
integración cognitiva de una situación altamente inusual se acompaña de unos
instantes de inhibición, tras los cuales el sujeto despliega sus respuestas
caracteristicas, que podrán ser apropiadas, inapropiadas o patológicas. En los traumas
de efecto retardado, la intensidad y la duración del estadio inicial de shock son tan
exageradas que el sujeto no parece reaccionar, y en ocasiones adopta un aire distraido
e indiferente. Es muy frecuente que las personas que atienden o acompañan al sujeto
confundan este bloqueo de la respuesta normal con valor o entereza, lo cual dificultará
más adelante el aporte del apoyo social necesario para la superación del trauma, y que
hubiera estado sin duda presente en condiciones normales. En mi experiencia, las
situaciones de duelo son generadoras frecuentes de esta situación, y debemos siempre
sospechar una inhibición del proceso de neutralización traumática cuando el sujeto o
alguno de sus allegados nos relata ejemplos de su "entereza ante la desgracia". Las
representaciones mnémicas de la experiencia, en estos casos, permanecen
encapsuladas fuera de la consciencia, sin provocar ninguna reacción, hasta que un
fallo de los mecanismos de represión enfrenta bruscamente al sujeto con los aspectos
traumáticos reprimidos. Son precisamente estos pacientes los que suelen presentar
reacciones ansiosas paradójicas a los tratamientos simples de relajación, necesitando,
como veremos más adelante, técnicas más cuidadosas.
EVOLUCIÓN Y PRONOSTICO
TRATAMIENTO
Desde los tiempos de las primeras descripciones del SEPT (o TEPT) han sido
aplicados numerosos tratamientos, con fortuna mas bien diversa. Inicialmente, se
describieron algunos éxitos mediante hipnosis o relajación, especialmente cuando
resultaba favorecido el proceso de catarsis (Freud, 1919; Ferenczi, 1921). El
narcoanalisis, introducido después de la segunda guerra mundial, induce con mayor
regularidad y eficacia el proceso de catarsis, y se sigue de mejorias sintomáticas
importantes en muchos casos de neurosis traumática (Glez. de Rivera, 1980). Pronto
se puso de evidencia, sin embargo, que la eficacia de estas técnicas quedaba reducida
a los casos agudos, detectados muy precozmente y tratados de forma muy intensa. Al
parecer, una vez que se instaura el SEPT (o TEPT) crónico se producen alteraciones
más o menos persistentes en los sistemas de neurotransmisión noradrenérgica
cerebral, que precluden la acción benéfica de la catarsis (Kolb, 1987). El
entrenamiento autógeno y sus métodos derivados más avanzados, como la
Neutralización Autógena (Luthe, 1970) ofrecen en estos casos, teoricamente, una
mejor promesa terapeutica, al facilitar no solamente la descarga emocional, sino
también modificaciónes progresivas en la reactividad neurovegetativa y en los
procesos de conexion cerebral interhemisférica (Gonzalez de Rivera, 1987). Otra
nueva técnica prometedora, que se halla aún en un estadio experimental, es la
"desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares" creada por Francine
Shapiro (1995), que parece operar a través de la inducción de estados alterados de
conciencia o estados oniroides, en los que se facilita la microabreacción de engramas
de las vivencias traumáticas..
Uno de los pioneros en el estudio actual del SEPT (o TEPT), Mardi Horowitz, ha
descrito una técnica ecléctica ("Crisis Oriented Psychodynamic Therapy" - Terapia
psicodinámica orientada a la Crisis), en la que se tienen en cuenta tanto el estadio de
desarrollo del Síndrome como los diferentes estilos de la personalidad previa del
paciente. Según Horowitz (1974), dichos estilos de personalidad se corresponden con
una patoplastia o "síndrome de respuesta al estrés" caracteristica, con matices también
caracteristicos en la relación medico-enfermo. Por el momento, no está claro hasta que
punto los indudables resultados obtenidos por este investigador dependen de la
eficacia de la técnica en si o de variables no descritas del entorno terapeutico en que
se aplica o de la propia personalidad del terapeuta.
Para recibir un diagnóstico de trastorno por estrés postraumático, un adulto debe tener todos
los siguientes síntomas durante al menos un mes: ⊲ Al menos un síntoma de reviviscencia ⊲
Al menos un síntoma de evasión ⊲ Al menos dos síntomas de hipervigilancia y reactividad ⊲
Al menos dos síntomas cognitivos y del estado de ánimo Síntomas de reviviscencia ⊲ Volver
a vivir mentalmente el acontecimiento traumático (“flashbacks”) una y otra vez, incluso con
síntomas físicos como palpitaciones o sudoración ⊲ Pesadillas ⊲ Pensamientos aterradores
Los síntomas de reviviscencia pueden causar problemas en la rutina diaria de quien los
presenta. Estos síntomas se pueden generar de los pensamientos y los sentimientos de la
propia persona. Las palabras, los objetos o las situaciones que hacen recordar el episodio
también pueden desencadenar síntomas de reviviscencia. Síntomas de evasión ⊲ Mantenerse
alejado de los lugares, los acontecimientos o los objetos que traen recuerdos de la experiencia
traumática ⊲ Evitar los pensamientos o los sentimientos relacionados con el acontecimiento
traumático Aquellas cosas o situaciones que hacen recordar la experiencia traumática pueden
desencadenar síntomas de evasión. Estos síntomas pueden hacer que la persona cambie su
rutina personal. Por ejemplo, después de un accidente grave de automóvil, alguien que
generalmente conduce puede evitar conducir o montarse en un automóvil. Síntomas de
hipervigilancia y reactividad: ⊲ Sobresaltarse fácilmente ⊲ Sentirse tenso o “con los nervios
de punta” ⊲ Tener dificultad para dormir o arrebatos de ira Los síntomas de hipervigilancia
suelen ser constantes, en lugar de ser ocasionados por algo que trae recuerdos de la
experiencia traumática. Estos síntomas pueden hacer que la persona se sienta estresada y
enojada. También pueden dificultar las tareas diarias, como dormir, comer o concentrarse.
Síntomas cognitivos y del estado de ánimo: ⊲ Problemas para recordar detalles importantes
de la experiencia traumática ⊲ Pensamientos negativos sobre uno mismo o el mundo ⊲
Sentimientos distorsionados de culpa o remordimiento ⊲ Pérdida de interés en las actividades
placenteras Los síntomas cognitivos y del estado de ánimo pueden comenzar o empeorar
después de la experiencia traumática. Estos síntomas pueden hacer que la persona se sienta
aislada o distanciada de sus amigos o familiares. Después de un acontecimiento peligroso, es
natural tener algunos de los síntomas que se mencionaron anteriormente. A veces estos
síntomas pueden ser muy graves, pero desaparecen después de unas semanas. Esto se conoce
como trastorno por estrés agudo. Si los síntomas duran más de un mes, afectan gravemente la
capacidad de una persona para funcionar y no se deben al consumo de sustancias, alguna
enfermedad física, o ninguna otra cosa que no sea la situación traumática en sí, es posible que
la persona tenga el trastorno por estrés postraumático. Algunas personas con este trastorno no
muestran ningún síntoma por semanas o meses. A menudo, el trastorno por estrés post s
postraumático viene acompañado de depresión, drogadicción, y uno o más trastornos de
ansiedad
Hay varias razones posibles: Motivos Psicológicos • El recordar las cosas con claridad
después de un shock puede ayudar a entender lo que pasó y, en determinadas circunstancias,
a sobrevivir. • Los flashbacks obligan a pensar en lo que ha sucedido y se puede decidir qué
hacer si ocurre de nuevo. • La evitación y el embotamiento ayudan a frenar el cansancio y la
angustia de recordar el trauma. Esto mantiene el número de "repeticiones" a un nivel
manejable. • Estar «en guardia» lleva consigo poder reaccionar rápidamente si ocurriera otra
crisis. Esto puede dar la energía necesaria para seguir adelante. Motivos Físicos • Los
recuerdos vívidos de lo sucedido mantienen los niveles de adrenalina elevados y uno se siente
tenso, irritable e incapaz de relajarse o de dormir bien. • El hipocampo es la parte del cerebro
que procesa la memoria. En el TEPT, los niveles elevados de las hormonas de estrés, como la
adrenalina, pueden detener el procesamiento de los recuerdos de
Criterio A: está dividido en dos partes que incluye tanto una definición del factor de estrés
traumático llamado Criterio A1 y una respuesta subjetiva en el momento o poco después de
miedo extremo, impotencia u horror llamado Criterio A2 que en los niños puede ser
expresado como un
• D5: reacción física y de comportamiento exagerado ante algún evento. • D6: físicamente
reactivo a los recordatorios del evento estresante. • Criterio E: Requiere que la B, C y D sean
experimentados por un período de por lo menos 30 días; no todos los síntomas se debe
experimentar todos los días durante este período de hecho, algunos de los síntomas pueden
ocurrir con tan poca frecuencia como una sola vez, siempre que la suma total de los síntomas
causa deterioro en el funcionamiento en esa duración. • Criterio F: Requiere que los síntomas
tengan un efecto adverso sobre la actividad social, laboral u otros aspectos importantes de la
capacidad de la persona para tener una exitosa y satisfactoria vida o sea sobre su
funcionamiento6
victimización en la adultez (44). Además del TPEP, los niños pueden tener mayor
probabilidad de tener otras condiciones psiquiátricas después de la exposición a un evento
traumático, debido a que el cerebro en desarrollo es más sensible a las agresiones traumáticas
que afectan la maduración neurobiológica, que puede resultar en una producción sintomática
más general y convincente (48). A la fecha, se desconoce cómo interactúan los factores del
desarrollo con otros factores de riesgo para producir constelaciones diversas de síntomas
(48). Del mismo modo, en la adultez, la exposición al evento traumático no se restringe al
desarrollo exclusivamente del TPEP. Las experiencias traumáticas se han asociado con el
desarrollo de otras condiciones psiquiátricas, como trastornos afectivos (34) y de ansiedad (p.
ej., trastorno de angustia o de ansiedad generalizada) (41).
Tabla 1. Propuesta para los criterios diagnósticos del Trastorno de Estrés Postraumático
DSM-V (2010) A. La persona ha estado expuesta a: muerte o amenaza de muerte o peligro
de daño grave, o violación sexual real o amenaza, en una o más de las siguientes maneras: 1)
Experimentar uno mismo el acontecimiento. 2) Ser testigo del acontecimiento que le ha
ocurrido a otro. 3) Tener conocimiento de un acontecimiento que le ha ocurrido a alguien
cercano o a un amigo. 4) Experimentar exposiciones repetidas o de extrema aversión a
detalles del acontecimiento (por ejemplo personal de emergencias que recoge partes de
cuerpo; agentes de policía expuestos repetidamente a detalles sobre abuso infantil). B.
Síntomas intrusivos que están asociados con el acontecimiento traumático (iniciados después
del acontecimiento traumático), tal y como indican una (o más) de las siguientes formas: 1)
Recuerdos dolorosos del acontecimiento traumático, espontáneos o con antecedentes
recurrentes, e involuntarios e intrusivos. 2) Sueños recurrentes angustiosos en los que el
contenido y / o la emoción del sueño están relacionado con el acontecimiento. 3) Reacciones
disociativas (por ejemplo, flashbacks) en el que el individuo se siente o actúa como si el
acontecimiento traumático estuviese ocurriendo (estas reacciones pueden ocurrir en un
continuo, en el que la expresión más extrema es una pérdida completa de conciencia del
entorno). 4) Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que
simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático. 5) Importantes respuestas
fisiológicas al recordar el acontecimiento traumático. C. Evitación persistente de estímulos
relacionados con el acontecimiento traumático (iniciados después del acontecimiento
traumático), a través de la evitación de una (o más) de las siguientes formas: 1) Evitación de
recordatorios internos (pensamientos, sentimientos o sensaciones físicas) que estimulan
recuerdos relacionados con el acontecimiento traumático. 2) Evitación de recordatorios
externos (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que estimulan
recuerdos relacionados con el acontecimiento traumático. D. Alteraciones negativas en las
cogniciones y del estado de ánimo que se asocian con el acontecimiento traumático (iniciadas
o empeoradas después del acontecimiento traumático), tal y como indican tres (o más) de las
siguientes formas: 1) Incapacidad para recordar un aspecto importante del acontecimiento
traumático 2) Persistente y exageradas expectativas negativas sobre uno mismo, otros, o
sobre el futuro 3) Culpa persistente sobre uno mismo o sobre los otros sobre la causa o las
consecuencias del acontecimiento traumático. 4) Estado emocional negativo generalizado-
por ejemplo: miedo, horror, ira, culpa o vergüenza. 5) Reducción acusada del interés o la
participación en actividades significativas. 6) Sensación de desapego o enajenación frente a
los demás. 7) Incapacidad persistente para experimentar emociones positivas E. Alteraciones
en la activación y reactividad que están asociados con el acontecimiento (iniciadas o
empeoradas después del acontecimiento traumático), tal y como indican tres (o más) * de las
siguientes formas: 1) Comportamiento irritable, enojado o agresivo. 2) Comportamiento
temerario o auto-destructivo. 3) Hipervigilancia. 4) Respuestas exageradas de sobresalto. 5)
Dificultades para concentrarse. 6) Trastornos del sueño - por ejemplo, dificultad para
quedarse o permanecer dormido. * Los síntomas necesarios para el cumplimiento de este
criterio serán contrastados con datos a nivel empírico. F. Estas alteraciones (síntomas de los
Criterios B, C, D y E) se prolongan más de 1 mes. G. Estas alteraciones provocan malestar
clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del
individuo. H. Los problemas no se deben a efectos fisiológicos directos de una sustancia o a
una condición médica general.
Es factible la presencia de un riesgo de autoagresiones y/o de suicidio en los momentos iniciales del
trastorno por estrés agudo y postraumático y que ha de ser evaluado adecuadamente.
El trastorno se puede presentar dentro del primer mes tras el acontecimiento traumático y se
consideraría como una reacción de estrés agudo o un trastorno por estrés postraumático, pero
habitualmente se inician los síntomas dentro de los tres meses siguientes al trauma aunque es
factible que se presenten con una latencia de tiempo que puede abarcar meses o años. Los
síntomas pueden variar en sus parámetros de latencia de inicio tras el acontecimiento traumático,
intensidad, duración y frecuencia a lo largo del tiempo e incluso desaparecer en horas, días, en el
primer més tras el acontecimiento, dentro de los tres primeros meses o permanecer años después
del acontecimiento traumático.
Los elementos que determinan la probabilidad de presentar el trastorno son la intensidad, duración y
proximidad del acontecimiento traumático y factores como la calidad de apoyo social,
acontecimientos familiares, antecedentes familiares, experiencias infantiles, rasgos de personalidad y
trastornos mentales previos, aunque es factible la presencia del trastorno sin que existan
antecedentes.
8.1. Las respuestas psicológicas consisten en un acusado malestar emocional,
reconociéndose al momento de la entrevista que los síntomas referidos son propios de un
Trastorno de Estrés post-traumático (F43.1 CIE-10), trastorno que surge como
respuesta tardía o diferida a un acontecimiento estresante o a una situación (breve o
duradera) de naturaleza excepcionalmente amenazante.
* agresión sexual.
* agresión física.
* atracos.
* robo de propiedades.
- Secuestro.
- Tortura.
- Accidente automovilístico.
- Diagnóstico de enfermedad grave.
2.2. El sujeto es testimonio de un acontecimiento donde se producen muertes, heridos o existe una
amenaza para la vida de otras personas, pero no es una exposición con participación directa.
* guerra.
* accidente.
* ataque violento.
* desastres.
* testigo de amputaciones.
2.3. El individuo recibe información, o conoce a través de otros acontecimientos que implican
muertes inesperadas o violentas, daño serio o peligro de muerte o heridas graves.
- Actos terroristas.
- Accidentes graves.
3. La respuesta del sujeto ante este acontecimiento es de temor, desesperanza y horrores intensos.
Esta respuesta puede estar modulada por los mecanismos de adaptación del sujeto, vulnerabilidad
específica, factores orgánicos, fatiga, etc.
3.1. En el caso del trastorno por estrés agudo o reacción a estrés agudo las respuestas sintomáticas
del sujeto han de ser contingentes en el tiempo y de forma inmediata al trauma. Se acompañan de
forma conjunta de depresión, ansiedad, ira, desesperación, aislamiento o hiperactividad siendo
síntomas sin predominio en el tiempo. La duración es breve entre horas y algunos días, dependiendo
de la permanencia del sujeto en la situación estresante o por la naturaleza de ésta.
3.2. En el caso del trastorno de estrés postraumático el inicio de la respuesta es tardía o diferida a un
acontecimiento estresante o a una situación excepcionalmente amenazante o catastrófica.
4.3 Estado disociativo en los que se reviven aspectos del acontecimiento y la persona se comporta
como si en ese momento se encontrara en él, de forma que pueden presentar ilusiones,
alucinaciones y episodios disociativos de flashback.
5.1. Esfuerzo por evitar caer en pensamientos, sentimientos, conversaciones que provoquen el
recuerdo del suceso.
6.3. Desrealización.
6.4. Despersonalización.
6.7. Acusada disminución de la capacidad para sentir emociones (intimidad, ternura, sexualidad,
amor).
7.4. Hipervigilancia.
7.6. Irritabilidad.
8. El inicio, la duración y curso de los síntomas determina el tipo y subtipo del trastorno, bien
trastorno por estrés agudo o postraumático, agudo, crónico o retrasado.
8.1. El Trastorno por estrés agudo supone que la duración suele ser de horas o días o menor a un
mes, también se ha denominado como crisis aguda de nervios, reacción aguda de crisis, fatiga de
combate, y "shock" psíquico.
8.2. El Trastorno por estrés postraumático supone siempre un inicio demorado y una respuesta
tardía, a partir del mes posterior al acontecimiento traumático y raramente se inician pasados seis
meses tras el trauma, pero pueden iniciarse.
8.2.1. El trastorno por estrés postraumático agudo supone una duración, de los síntomas, de al
menos un mes y menor a tres meses.
8.2.2. El Trastorno por estrés postraumático crónico supone una duración de los síntomas mayor a
tres meses.
8.2.3. El Trastorno por estrés postraumático retrasado o demorado supone el inicio de los síntomas a
partir de los seis meses posteriores a la ocurrencia del acontecimiento traumático.
8.3. El curso del trastorno es fluctuante, generalmente existe recuperación pero por otro lado puede
permanecer en el tiempo durante años o provocar una modificación persistente de la personalidad en
el paciente.
10. Deterioro en áreas vitales, tanto social, laboral, etc e interferencia en la capacidad para llevar a
cabo actividades indispensables.
11. El riesgo de presentar el trastorno, la intensidad y/o duración pueden depender de que el agente
estresante sea provocado por la naturaleza, el hombre, en grupo o individualmente, de la intensidad
del acontecimiento, de la proximidad física sobre el individuo, de factores orgánicos (edad del sujeto,
mayor riesgo a mayor edad) o de existencia de agotamiento físico. Del mismo modo, factores de
vulnerabilidad, capacidad de adaptación individual.
12. No se debe a los efectos fisiológicos de una enfermedad médica o de sustancias psicoactivas, a
la excacerbación de un trastorno mental clínico o de la personalidad anterior o a una psicosis reactiva
breve (en el caso del trastorno por estrés agudo).
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Como se ha mencionado anteriormente hay que tener en cuenta variados trastornos que son
factibles de ocurrir ante un factor de estrés ante los que se habrá de diferenciar.
Así pues ha de tenerse en cuenta la exclusión de trastornos o comportamientos como los siguientes:
5. Otros trastornos mentales que pueden aparecer consecuentemente a un factor de estrés extremo
y que pueden ser diagnosticados conjuntamente con el de estrés postraumático.
14. Desrealización.
15. Despersonalización.
En cuanto al Trastorno Adaptativo, es importante tener en cuenta que éste trastorno se diferencia del
Trastorno por Stress Postraumático en que el factor estresante no es extremo siendo de menor
gravedad, no incluye síntomas característicos como pensamientos intrusos, comportamientos de
evitación, disociativos e hipervigilancia. En general se ha de considerar que el Trastorno Adaptativo
presenta una respuesta desadaptativa y desproporcionada que no se debe a un estresante de
naturaleza extrema sino que es variable y sin un patrón específico de respuesta, sin que existen
síntomas psicóticos en respuesta a un estresante grave, no ha de haber pérdida de memoria en
respuesta al estresante, no cumple con los criterios de diagnóstico para otro transtorno mental y el
factor de estrés no ha de ser la muerte de un ser querido.
Las características generales del Trastorno Facticio son el fingimiento y/o la producción intencionada
de signos o síntomas físicos o psicológicos, con los que el sujeto busca asumir el papel de enfermo y
que al tiempo no existen incentivos externos para el comportamiento, como p.ej. una ganancia
económica, evitar una responsabilidad legal o mejorar el bienestar físico. En este sentido la ganancia
es psicológica y no material. El fingimiento supone una sintomatologia inventada, autoinflingida,
exagerada o exacerbada de un síntoma o trastorno preexistente, puede ser la combinación de lo
anterior.
BIBLIOGRAFIA
-Asco Escario y Cobo Plata (1998): Valoración de las lesiones causadas a las personas en
accidentes de circulación. Edt. Masson. SA. Barcelona.
-APA (1995): DSM-IV Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Edt. Masson, SA.
Barcelona.
-APA (1996): DSM-IV Manual de diagnóstico diferencial. Edt. Masson, SA. Barcelona.
-Carrasco Gámez y Maza Martín (1998): Psiquiatría Legal y Forense. Edt. La Ley Actualidad. Madrid.
FINICIONES
Este trastorno se caracteriza por la aparición de una serie de síntomas característicos, que se
dan tras la exposición a un acontecimiento altamente traumático. Normalmente, tras la vivencia
de un suceso traumático , las personas desarrollan una serie de síntomas de ansiedad que van
disminuyendo paulatinamente con el paso del tiempo; pero si esos síntomas perduran con la
misma intensidad transcurrido un mes, se considera que se ha desarrollado un trastorno de
estrés postraumático.
El factor estresante , que produce este trastorno, reviste suma gravedad. Los ejemplos más
típicos de este tipo de situaciones son:
accidentes
desastres naturales (terremotos, inundaciones, huracanes…)
atentados
inesperadas muertes de alguien cercano
asaltos, delitos o violaciones
abusos sexuales o físicos durante la infancia
secuestros
La respuesta de la persona a este tipo de sucesos tiene que incluir gran temor , terror y
desesperanza .
SINTOMAS
Los síntomas característicos se pueden agrupar en tres grupos:
COMPLICACIONES
Relación con otro tipo de problemática
SINTOMA
INTRUSION
Recuerdos repetitivos
Sueños
Revivir el suceso
Malestar psicológico
Reacciones fisiológicas
EVITACION
Evitar pensamientos
Evitar lugares, situaciones
Amnesia psicógena
Perdida de interés
Sentimientos de lejanía
No sentir emociones
Preocupación por el futuro
EXCITACION INCREMENTADA
Dificultades para dormir
Irritabilidad y enojo
Dificultad para concentrarse
Hipervigilancia
Sobresaltos (sustos)
SINTOMAS ASOCIADOS
Síntomas depresivos
Síntomas de ansiedad
Consumir OH y drogas
Síntomas somáticos
OTROS SINTOMAS
Sentimientos de culpa
Perdida de confianza
Obsesivos