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La alimentación y su conservación.

Las carnes se secaban al sol y con ellas se preparaba el charqui, ya


fuese de llama, venado o carnes de aves. Machu Picchu. Luego de ser declarado una de las siete
maravillas del mundo en 2007, se convirtió en uno de los lugares más visitados del planeta

¿Qué es el Qhapaq Ñan?


Quito (20-06-2014).- El Qhapaq Ñan o Camino Inca es la columna vertebral de un sistema vial que cubre
algo más de varios kilómetros en una región geográfica que es extraordinariamente bella y al mismo
tiempo hostil, conectando tanto la costa del Pacifico como la Amazonia, el Qhapaq Ñan es una ruta mítica
que no tiene nada que envidiar a los Caminos Romanos en Occidente o a la Ruta de la Seda en el Lejano
Oriente.
Este Camino Real tuvo como objetivo unir los diversos pueblos del Tahuantinsuyo para una eficiente
administración de los recursos existentes a lo largo del territorio andino. A lo largo de la ruta habían
lugares de aprovisionamiento y de descanso, corrales para llamas, habitaciones domésticas y postas
militares de diferentes tamaños y grandeza, alejadas regularmente.
Gran parte de esta ruta se encuentra a una altura entre los 3.500 y 5.000 msnm y con tramos que llegan a
un ancho de 20 metros, conectando áreas pobladas, centros administrativos, zonas agrícolas, zonas
mineras y centros ceremoniales.
El Qhapaq Ñan su arquitectura estuvo conformada por una enorme red de caminos longitudinales y
transversales, edificaciones para almacenaje y hasta puestos de control en asociación con centros
poblados locales. Fue una construcción de extraordinaria importancia dada la trascendencia que ha
cobrado en los últimos tiempos como un monumento de integración regional, unía un inmenso y
heterogéneo imperio a través de un sistema político de poder bien organizado. Hoy, tiene el potencial de
intensificar la relación entre los diferentes pueblos de los Andes, que comparten una cultura común de
larga tradición.
Gracias al Qhapaq Ñan, los incas llegaron a comunicar temporal y espacialmente la gran diversidad
histórica, natural y cultural del territorio que hoy forman parte de los países de Colombia, Ecuador, Perú,
Bolivia, Chile y Argentina.
Desde 2007, los seis países han trabajado de manera conjunta elaborando el expediente de nominación, 
unificando metodologías, criterios
técnicos y etapas. El proceso fue coordinado por
el Centro de Patrimonio Mundial y se articuló a
través de las delegaciones permanentes
de los países ante la Unesco y sus respectivas
cancillerías.
En el caso ecuatoriano serán reconocidos 108 kilómetros de camino, que incluyen a 49 sitios
arqueológicos asociados a 31 comunidades, en 22 secciones y subtramos. Para ello se han invertido más
de $ 3 millones en estudios y proyectos de conservación.
Para Norby López, Subsecretario de Desarrollo Turístico del Mintur, manifiesta que es importante
empoderar a la población y autoridades locales sobre el valor y potencial que tiene el destino reafirmando
el valor de las costumbre ancestrales  sin afectar  el capital turístico, ambiental que abarca el Camino
Real,  esto es “el diseño de productos turísticos de clase mundial”, así en el caso del Ecuador consolidarse
como potencia turística.
El esplendor del imperio Inca, uno de los reinos precolombinos más importantes de Sudamérica, aún se
aprecia en vestigios arqueológicos y en la herencia lingüística de varias naciones de la región andina.
El quechua, idioma oficial del Incario —con múltiples variaciones—, es fiel muestra del alcance que tuvo
esta civilización, al igual que ciertas reliquias arquitectónicas y de ingeniería que aún se mantienen en pie
a pesar del paso del tiempo.
Una de ellas es el Qhapaq Ñan, una red vial de aproximadamente 30 mil kilómetros de longitud que unía
a todos los territorios del Tahuantinsuyo y atravesaba los actuales territorios de Argentina, Chile, Bolivia,
Perú, Ecuador y ciertas zonas de Colombia.
Su nombre está conformado por 2 vocablos kichwas que en castellano significan “camino real”, y que
localmente es conocido también como Camino del inca. Esta ruta permitió el desarrollo económico, social
y político del reino así como el intercambio mercantil entre estas localidades con el Cuzco, capital del
Tahuantinsuyo.
Según historiadores locales la importancia de esta senda trasciende el ámbito político y comercial del
Incario, y es ejemplo de los enormes proyectos viales y arquitectónicos de esta civilización.
“En resumidas cuentas, el Qhapaq Ñan representa una gran parte de la historia de la Sudamérica
precolombina. Por allí recorrían tropas militares, mensajeros, personajes de la realeza Inca, obreros y
miles de mercaderes; por ello es fundamental no dejar que este vestigio se pierda, pues estaríamos
dejando morir un compendio cronológico invaluable”, dijo Pedro Reino, cronista.

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