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República Italiana
Repubblica Italiana (italiano)
Capital Roma
(y ciudad más poblada) 41°53′35″N 12°28′58″E
Parlamento de la
Órgano legislativo
República Italiana
Fundación
• Risorgimento 1848-1870
• Reino de Italia 17 de marzo de 18611
• Toma de Roma 20 de sept. de 18701
• Marcha sobre Roma 30 de octubre de 19222
• República actual 2 de junio de 19461
Fronteras 1932,2 km
• Censo (2021) 60 257 5664 hab.
• Densidad 200,41 hab./km²
• En verano CEST +2
Membresía
Italia se ubica en el centro del mar Mediterráneo, en Europa meridional. Ocupa la península
itálica, así como la llanura Padana, las islas de Sicilia y Cerdeña y alrededor de ochocientas
islas menores, entre las que se destacan las islas Tremiti en el mar Adriático, los
archipiélagos Campano y Toscano en el mar Tirreno, o las islas Pelagias en África
septentrional, entre otras. En el norte, está rodeada por los Alpes y tiene frontera con
Francia, Suiza, Austria y Eslovenia. Los micro-Estados de San Marino y Ciudad del
Vaticano son enclaves dentro del territorio italiano. A su vez, Campione d'Italia, es un
municipio que forma un pequeño exclave italiano en territorio suizo.9
Es el tercer país de Europa que más turistas recibe por año,30 siendo Roma la tercera ciudad
más visitada del continente.31 Otras ciudades importantes son: Milán, centro de finanzas y
de industria, y, según el Global Language Monitor, la capital de la Moda;32 Nápoles,
importante puerto en el Mediterráneo, capital histórica y ciudad más poblada del
Mezzogiorno;33 Turín, centro de industria automovilística y de diseño industrial. Italia es
una república democrática, forma parte del G7 o grupo de las siete más grandes naciones
avanzadas del mundo y es un país desarrollado con una calidad de vida muy alta,34
encontrándose en 2005 entre las siete primeras del mundo.35
Índice
1 Etimología
2 Historia
3 Gobierno y política
4 Organización territorial
5 Geografía
o 5.1 Topografía
o 5.2 Clima
o 5.3 Medio ambiente
6 Economía
o 6.1 Turismo
o 6.2 Italia en el contexto internacional
7 Infraestructura
o 7.1 Transportes
o 7.2 Red de tuberías
8 Demografía
9 Cultura
o 9.1 Gastronomía
o 9.2 Arte
9.2.1 Pintura
9.2.2 Escultura
9.2.3 Música
9.2.4 Arquitectura
o 9.3 Cinematografía
o 9.4 Ciencia y tecnología
o 9.5 Literatura
o 9.6 Fiestas
10 Deporte
11 Referencias
12 Enlaces externos
Etimología
Moneda en plata del siglo I a. C. acuñada en Corfinium (Corfinio) durante la guerra Social,
exhibiendo la inscripción ITALIA, al borde de la personificación de Italia, representada como una
diosa con corona de laurel, símbolo de victoria.
Según el historiador griego Antíoco de Siracusa, el vocablo Italia designaba, antes del
siglo V a. C.,44 a la parte meridional de la actual región italiana de Calabria —el antiguo
Brucio—, habitada por los itàlii, el grupo más meridional de los itálicos (actualmente esta
zona comprende las provincias calabresas de Reggio, Vibo Valentia y partes de la provincia
de Catanzaro).45 Es posible que los itálicos tomaran su nombre de un animal-tótem, el
ternero, que, en una lejana primavera sagrada, los había guiado hasta los lugares en los que
se asentaron definitivamente. También según el arqueólogo Pallottino el nombre de Italia
derivaría del gentilicio de uno de los pueblos itálicos nativos de la región de Calabria, los
(v)itàlii, el cual mutua su nombre de su animal sagrado: el ternero (viteliú en idioma osco,
vitulus en latín y vitello en italiano); y que fue usado por los antiguos griegos como término
general para designar a los habitantes de toda la península.46
El nombre de Italia fue usado también en monedas acuñadas durante la guerra Social por la
coalición de los socii (aliados) itálicos, en lucha contra Roma y las demás ciudades itálicas
ya provistas de ciudadanía romana, para obtener, a su vez, la plena ciudadanía romana,47 la
cual fue otorgada tras la guerra Social a todos los habitantes libres de Italia a través de la
Lex Plautia Papiria.48Posteriormente, el norte de Italia (ex Galia Cisalpina), fue añadido
oficialmente al territorio de la Italia romana en el curso del siglo I a. C., llevando así, de
iure , el nombre de Italia hasta los pies de los Alpes;49 mientras, las islas de Sicilia, Cerdeña
y Córcega, no pasarán a formar parte de Italia hasta el siglo III d. C., como consecuencia de
las reformas administrativas de Diocleciano, aunque sus estrechos lazos culturales con la
península permiten considerarlas como parte integrante.
Historia
Artículo principal: Historia de Italia
Primeras culturas y Edad del Hierro
Sarcófago de los esposos (Sarcofago degli Sposi) ejemplo de arte funerario etrusco del 600 a. C.
Los etruscos fueron un pueblo de lengua preindoeuropea cuyo núcleo histórico fue la
Toscana, a la cual dieron su nombre (eran llamados Τυρσηνοί (tyrsenoi) o Τυρρηνοί
(tyrrhenoi) por los griegos y tuscii o luego etruscii por los romanos; ellos se denominaban a
sí mismos rasena o rašna). Por mucho tiempo los orígenes de los etruscos se creían
desconocidos, sin embargo, las modernas investigaciones sobre el origen de los etruscos,
llevadas a cabo por un grupo de genetistas y coordinadas por Guido Barbujani, miembro
del departamento de Biología y Evolución de la Universidad de Ferrara, llegaron a la
conclusión de que, genéticamente, el origen de los etruscos es autóctono de la península
itálica, 52 y que consistiría en una evolución de la anterior civilización villanoviana.53
Antigua Roma
El Coliseo es un anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I d. C.
Artículos principales: Antigua Roma, República romana, Italia (época romana) e Imperio romano.
Como Antigua Roma se designa a una sociedad agrícola surgida a mediados del
siglo VIII a. C. en el Latium Vetus (actual Lacio), que se expandió desde la ciudad de Roma
a toda la península itálica, unificándola bajo el nombre de Italia, y que creció durante siglos
hasta convertirse en un imperio que, en su época de apogeo, llegó a abarcar desde la
península ibérica a Anatolia y desde las islas británicas hasta Egipto, provocando un
importante florecimiento cultural en cada lugar en el que gobernó. En un principio, tras su
fundación (según la tradición en 753 a. C.), Roma fue una monarquía etrusca, más tarde
(509 a. C.) se convirtió en República Romana latina y, en 27 a. C., se convirtió en un
imperio.
Al período de mayor esplendor se le conoce como Paz romana, debido al relativo estado de
armonía que prevaleció en las provincias56 (los territorios conquistados por los romanos
fuera de Italia, la cual no era una provincia, sino el territorio metropolitano de la misma
Roma y centro absoluto del Imperio Romano),23 que estaban bajo el dominio romano de
Julio César y luego del emperador Augusto, que cerró las puertas del templo de Jano (que
permanecían abiertas en periodos de guerra), cuando creyó haber vencido a cántabros y
astures, entre otros pueblos, en el año 24 a. C.. Se suele aceptar como fecha de inicio de la
Paz romana (o Pax Augustea) el 29 a. C., cuando Augusto declara el fin de las guerras
civiles, y su duración hasta la muerte de Marco Aurelio (año 180).
Artículos principales: Reino de Italia (Alta Edad Media), Reino de Italia (Imperio), Repúblicas
marítimas, Estados Pontificios y Ciudades-estado italianas.
Casco antiguo de Lucca.
Los ostrogodos eran un grupo de godos que habían sido sojuzgados por los hunos, pero tras
su liberación de estos, Teodorico el Grande, con la bendición del emperador romano de
Oriente, condujo a su pueblo a Roma en 488.58En la península itálica gobernaba el hérulo
Odoacro, tras deponer al último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo, en
476, pero tras una campaña en el norte de la península, Teodorico tomó la capital, Rávena,
matando a Odoacro en 493. En 526 la muerte de Teodorico acabó con la paz, heredando
Italia su nieto, Atalarico, que murió sin hijos, lo que produjo una crisis que llevó al reino a
la desaparición.58
Bajo Justiniano I, el Imperio romano de Oriente, inició una serie de campañas con el
objetivo de reconstruir la unidad mediterránea. La debilidad del reino ostrogodo, y los
deseos del Imperio de recobrar Roma, convirtieron a Italia en un objetivo. En 535 el
general Belisario invadió Sicilia y marchó a través de la península, tomando Nápoles y
llegando a Roma en 536. Prosiguió hacia el norte y tomó Mediolanum (Milán) y Rávena en
540, y para el 561 había pacificado la zona.59
Entre los diferentes pueblos germánicos que habían abandonado su antigua morada para
vivir en mejores tierras, se contaban los lombardos, a los que Justiniano I había dejado
asentarse en Panonia, a condición de que defendieran la frontera,60 y que posteriormente se
dirigieron hacia Italia. La presión de los lombardos sobre el papa hizo que el rey de los
francos, Pipino el Breve, realizara, entre 756 y 758, repetidas campañas en el norte de
Italia. La situación se recrudeció a la muerte de Pipino, pero la reunificación de los francos
bajo Carlomagno llevó a una nueva intervención en Italia en 774. Tras una breve batalla,
Carlomagno se hizo con el Reino lombardo de Italia, que, manteniendo su autonomía, se
integró en el Imperio carolingio.61
Entre los siglos X y XIII, las repúblicas marítimas italianas gozaron de una gran
prosperidad económica, gracias a su actividad comercial, en un marco de amplia autonomía
política. Generalmente, la definición se refiere en especial a cuatro ciudades y sus
respectivos territorios republicanos: Amalfi, Génova, Pisa y Venecia. También otras
ciudades del área gozaban de independencia (gobierno autónomo con forma de república
oligárquica, moneda propia, ejército, etc.), habían participado en las cruzadas, contaban con
una flota naval, tenían fundagos, cónsules que vigilaban los intereses comerciales de sus
respectivos Estados en los puertos mediterráneos, y pueden ser incluidas de pleno derecho
entre las repúblicas marítimas italianas. Entre estas, cabría destacar Ancona, Gaeta y Noli.
Edad Moderna
Artículos principales: Renacimiento italiano, Guerras italianas (1494-1559) e Italia bajo dominio
extranjero.
Autorretrato de Leonardo Da Vinci, considerado el hombre del Renacimiento por destacarse tanto
en los campos del arte como de las ciencias.
Durante los siglos XIV y XV, la Italia septentrional estaba compuesta por distintas
ciudades-Estado, siendo el resto de la península ocupado en su mayoría por los Estados
Pontificios y el Reino de Nápoles (partición peninsular del anterior Reino de Sicilia). La
mayoría de las ciudades-Estado estaban subordinadas a soberanías extranjeras, como el
Ducado de Milán, Estado constituyente del Sacro Imperio Romano Germánico, sin
embargo la mayoría mantenían la independencia de facto de estas soberanías extranjeras,
que habían gobernado buena parte de la península desde la Caída del Imperio romano de
Occidente.
Las más fuertes entre estas ciudades-Estado gradualmente absorbieron los territorios que
las rodeaban, dando lugar a las Signorie, Estados regionales dirigidos por familias
mercantes que fundaban dinastías locales. La guerra entre estas ciudades-Estado era
habitual y principalmente llevada a cabo por bandas de mercenarios dirigidos por capitanes
italianos conocidos como condottieri. Décadas de enfrentamientos dejaron como potencias
regionales a las repúblicas de Florencia y Venecia y al Ducado de Milán, quienes firmaron
el Tratado de Lodi en 1454, que llevó a la paz en la región por primera vez en siglos. La
paz duraría por los siguientes cuarenta años.
Durante las Guerras italianas (1494-1559), provocadas por la rivalidad entre el Reino de
Francia y la Monarquía Hispánica, varios Estados italianos perdieron gradualmente su
independencia política, siendo gobernados primero por los Habsburgo de España (1559-
1713) y después por los Habsburgo de Austria (1713-1796). Entre 1629-1631 una fuerte
plaga, consistente en una serie de brotes de peste bubónica, aniquiló el 14 % de la
población. La decadencia del Imperio español en el siglo XVII se llevó consigo a los reinos
de Nápoles, Sicilia, Cerdeña y al Ducado de Milán.63 En el siglo XVIII, debido a la Guerra
de sucesión española, Austria reemplazo a España como principal potencia extranjera.
Durante las Guerras Napoleónicas, el norte de Italia fue reorganizado como Reino de Italia
(1805-1814), un Estado títere del Primer Imperio francés, mientras que el sur fue
gobernado por Joaquín Murat, cuñado de Napoleón, coronado como rey de Nápoles. En
1814 el Congreso de Viena restauró la situación del siglo XVIII, aunque los ideales de la
Revolución francesa no fueron erradicados. 64