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RELACIONES DE
FAMILIA. IMPEDIMENTO DE CONTACTO. INCUMPLIMIENTO DEL
RÉGIMEN DE COMUNICACIÓN. DAÑO MORAL. INCAPACIDAD
PSÍQUICA. ASISTENTE SOCIAL. PAG 485
“Se elevan los montos indemnizatorios reconocidos a favor de un padre por la actitud
obstruccionista de la progenitora del hijo común durante años, al probarse por parte de
la demandada una franca determinación de impedir el contacto y un vínculo sano entre
el niño y su progenitor. Y así se concluyó que decir que los juguetes que le daba su
padre eran robados, por lo que se los sacaba o los rompía, tratar al hijo de traidor por
querer estar con su padre, alegar dolencias para que el niño no saliera del hogar cuando
las expertas no lo notaban enfermo y tampoco había un certificado médico que lo
acreditara son escollos al contacto entre el padre y su hijo, lo que ella como progenitora
conviviente debía asegurar. Máxime si no se argumentó ni tampoco surgió de la causa
ningún motivo que hubiere justificado la conducta de la accionada”
I - Del fallo1
Es así que refiere que a partir de la ruptura del vínculo con la señora D., la misma
obstaculizó el contacto con su descendiente, debiendo él concurrir ante la justicia, donde
fue homologado un régimen de encuentros y, aun así, el mismo fue quebrantado de
manera sistemática e incrementándose hasta el punto de provocar la ruptura del vínculo
1
F., D. E. c/D., L. V. s/ DAÑOS Y PERJUICIOS - CÁM. NAC. CIV. - SALA K -
12/2/2019. Expte. 39.782/2010
con su hijo, con los padecimientos que alega haber sufrido producto de esto. A su turno,
la señora D. admitió la existencia del acuerdo, pero repelió la responsabilidad que se le
atribuyó. Negó la documental entera del demandado y objetó todos los rubros y los
montos pretendidos. En primera instancia se sentenció a favor del señor F. estipulando
que la señora D, era responsable y por ello se le impuso como condena la suma de $
120.000 más los intereses y costas (arts. 901 y 1066, CC -derogado-). Contra la misma
apelaron ambas partes: el señor F. porque pretende que se incrementen los montos
reconocidos en concepto de daño psíquico, tratamiento psicológico, gastos de farmacia
y asistencia y daño moral; como asimismo, la fecha desde la cual se computan los
intereses. A su turno, la señora D. cuestiona la responsabilidad que se le atribuyó en la
falta de cumplimiento del régimen de comunicación, critica la valoración de la prueba
testimonial, entiende elevadas las sumas conferidas por daño psíquico, tratamiento
psicológico, gastos médicos y de farmacia y daño moral; como asimismo, que la tasa
aplicable no es la activa y que debe ser modificada por la pasiva del Banco de la Nación
Argentina. Tanto primera instancia como Cámara, que inician el análisis señalando esto,
indican que la viabilidad de la pretensión se analiza a la luz del marco legal del
derogado Código Civil, puesto que durante su vigencia ocurrieron los hechos y fue
también iniciada dentro de esa época la demanda. Ninguna de las partes cuestionó esto.
Y al tratar los efectos derivados de la responsabilidad entienden que se aplica el Código
Civil y Comercial de la Nación (CCyCo.) vigente.
2. El daño en el caso
El hijo de las partes nació en el año 2000. Tiempo después por desavenencias, lapareja
se separa. Atento a la imposibilidad de acordar con la señora D. en forma privadaun
régimen de comunicación con el hijo, el señor F. acude a la justicia y, en el año
2002,arriban a un acuerdo en dicha materia, el que se homologa. En el año 2005 el
señor F. acciona nuevamente para lograr ejecutar el convenio ysolicita cautelarmente
que se reestablezca la comunicación. Paralelamente tramitaron doscausas por
impedimento de contacto iniciadas también por el señor F. A lo largo del tiempo en el
transcurso de todo el proceso quedó demostrado que laseñora D. no asistió a la gran
mayoría de las citaciones que le fueron cursadas, o bien, se rehusó a recibir
notificaciones y de los diversos testimonios y prueba pericial de laasistente social que
intervenía en los encuentros del señor F. con el hijo quedó expuestoel sentimiento de
rechazo de la señora D. hacia el padre de su hijo, al que calificaba demal padre y le
recrimina la falta de cumplimiento en el pago de alimentos, de ladrón y deabandónico,
algunas aseveraciones que hasta llegó a repetir el hijo en sus encuentros conel señor F.
Como asimismo se pudo demostrar el conflicto de lealtades que se le generaronal hijo al
prevenirlo de que no debía aceptar obsequios de su padre, que debía decir quese sentía
enfermo cuando este lo iba a buscar, que ese malestar era producto de las visitasy que
los regalos eran robados; muchos de los cuales según el propio niño la madre se lossacó
y rompió atento a que provenían del señor F., sugiriendo la profesional que
esasafirmaciones del niño eran elaboraciones(9)que, teniendo en cuenta la edad en
quecomenzaron a manifestarse, eran propias de un vocabulario de adultos y que debían
sercontrarrestadas con experiencias directas, es decir, su informe instaba a la concreción
delos encuentros. Así fueron avanzando las actuaciones y pasando los años 2005 (se
inicia ademásuno de los procesos de impedimento de contacto donde se acuerda en una
audiencia unrégimen de comunicación provisorio que se cumple por espacio de un mes
y la madre essobreseída en virtud de ello), 2006 (se inicia un nuevo proceso de
impedimento por unadenuncia del señor F. hecha los últimos días de diciembre del año
2005 y recién en marzodel año siguiente comparece a una de las citaciones la señora D.
y convienen continuarcon el régimen provisorio pautado), 2007 (se fija en audiencia un
nuevo régimen decomunicación diferente), 2008, 2009 (desde octubre del 2009 a abril
del año 2010, el señorF. por cuestiones laborales residió en Misiones y pidió suspender
el régimen pautado -elque por otro lado nunca se cumplió efectivamente ante diversas
negativas y certificacionespresentadas por la señora D. para no ejecutar lo acordado). El
segundo proceso porimpedimento de contacto fue elevado a juicio, se confirió en la
audiencia la suspensión ajuicio a la señora D. por un año, se le fijó la realización de 50
horas de tareas comunitariasy se la eximió del pago de la suma que ofreciera para
reparar el daño (que la querellarechazó), quedando expedita la vía civil para reclamo
ulterior, el juez de ejecución penalluego tuvo por cumplidas las reglas de conducta,
decidió la extinción de la causa penal ysobreseyó a la señora D.
Con el correr del tiempo, el niño el niño se refería a la pareja de su mamá, como su
papá, reemplazando al señor F. de su rol y, asimismo, aseverando algunas cuestiones
comociertas refiriendo que había sido puesto al tanto de lo mal papá que fuera F., la
falta de pago de alimentos, que era un ladrón etc., por el relato de su papá (pareja de su
mamá).
Por todo ello y otras tantas situaciones que habida cuenta de la cantidad de hechosya
referenciados deviene innecesario transcribirlos, a criterio de la jueza opinante
-coincidente con el juez de primera instancia- el daño se configuró claramente en
laobstaculización de la natural relación de padre e hijo que terminó por consolidarse a
lolargo de los años en la total interrupción del vínculo, la actitud de la señora D.
desplegadaen todo tiempo fue antijurídica, hubo dolo en su proceder, pues fue con total
intencio-nalidad de perjudicar esa relación, y su accionar tuvo como consecuencia el
dañoprovocado a ese vínculo, por lo que le es reprochable.
III – Solución
}Se distingue en el fallo que, habida cuenta de la cantidad de años que llevó elproceso,
este se vio atravesado por la sanción del actual CCyCo., y que sin perjuicio delmomento
en que llegó la resolución, para analizar la existencia del daño y la configuraciónde los
presupuestos se tuvo en cuenta el momento de su génesis. Por ello, se analizó
laresponsabilidad teniendo en cuenta el Código Civil derogado, lo que no genera
dificultadesconsiderando que el actual ordenamiento se asemeja en mucho, e incluso, ha
incorporadocuestiones ya vigentes desde la doctrina y la jurisprudencia por aquel
entonces. Por otrolado, determinan que a los efectos de ese daño configurado les será
aplicable el CCyCo.,haciendo conjugar el régimen derogado y el vigente.Dicho ello, no
habiéndose argumentado ni surgiendo de toda la causa que estuvierajustificado el obrar
de la señora D., y que el argumento de la falta de cumplimiento en elpago de los
alimentos se trata de una obligación distinta a la que se le exigió en estereclamo, como
asimismo, que un incumplimiento no da lugar a que se concrete otroincumplimiento, ha
quedado pues configurada la antijuridicidad del obrar de la señoraD., la relación de
causalidad entre este y la interrupción del contacto entre el señor F. ysu hijo, un factor
de orden subjetivo erigido en la conducta de la misma y la existenciadel daño. Por lo
que en este aspecto es confirmada la sentencia. Habiendo quedado acreditado el daño,
se atiende a las quejas formuladas enrelación con la procedencia de los rubros
indemnizatorios sentenciados, sus montos ytasa de interés aplicable, partiéndose de la
premisa de que del informe de la experta surgeacreditada la minusvalía psicológica
parcial y permanente. Es así que con el voto de la doctora Bermejo, al que adhirieron los
demás camaristas-el Dr. Ameal y el Dr. Álvarez-, se resuelve: el aumento de las partidas
conferidas por dañopsíquico y daño moral, como asimismo, el incremento de los gastos
de farmacia yasistencia, la retrotracción de la fecha desde la cual deben devengarse los
intereses -a lafecha en que quedó notificada la señora D. de la incidencia de
cumplimiento del régimende visitas- y confirmar en todo lo demás la sentencia.
IV – Conclusión
“Es que la naturaleza de las cuestiones planteadas en los procesos de familiay los
intereses tutelados requieren de un juez con un rol activo, comprometidocon la
problemática familiar llevada a la justicia y que haga uso de lasfacultades que le
otorgan los Códigos de Procedimientos de cada jurisdicciónpara pacificar el
enfrentamiento, clarificar las posiciones de las partes, ordenarconductas y obtener una
pronta solución del conflicto”.(12) “De las normas a la realidad hay una distancia
semejante a la que existe entreel remedio en la estantería de la farmacia y el remedio
aplicado al cuerpo delenfermo”.(13)
Un ejemplo de medida tomada dentro del marco del proceso del régimen
decomunicación y que por lo tanto, puede ser más efectiva para doblegar la
actitudobstaculizadora del progenitor que ostenta el cuidado personal unilateral, es el
siguiente:“La madre que obstaculizó sistemáticamente el contacto del hijo con el
progenitor noconviviente debe abonar una suma de dinero en concepto de astreintes,
pues comprenderlas necesidades de los hijos implica para quien tiene el cuidado de ellos
el deber depreocuparse para que el niño conserve y profundice su relación con el otro
progenitor, en lainteligencia de que la obstrucción y el impedimento de trato son
susceptibles de provocaren aquel lesiones psíquicas difíciles de superar, sobre todo
cuando se advierte el intento deborrar en su psiquis la figura de uno de sus padres, con
grave daño a su identidad”.(14)Sin perjuicio de ello, no resultan menos ejemplares las
acaudaladas sanciones queson impuestas para advertir a quien continúa en esa tesitura
los graves perjuicios que suobrar le acarrea, como asimismo en su carácter preventivo
advierte a quienes se vean enla tentación de proceder de igual manera. “La finalidad
preventiva es de fundamentalimportancia en la tutela de la persona, ya que
empíricamente sabemos que cuando seproduce una afectación psicofísica, y
especialmente respecto de niños, niñas y adolescentes,la finalidad reparadora es
generalmente insuficiente para restaurar el proyecto de vidatruncado”.(15)Doy por
descontado que es imposible intentar que adviertan en ese estado de cosasel menoscabo
que le han provocado a los hijos que se vieron impedidos de mantenerrelaciones
saludables con ambos padres. Con ambos, sí, puesto que con uno evidente-mente se
vieron impedidos pero con el otro resulta complejo creer que en un obrar dondeluce
tanta saña no haya terminado por trasladarse todo eso a la relación con los hijos alos que
se intentó “proteger”.
Pero, aun así, soy de la opinión de que al seguir adquiriendo cada vez más publi-cidad la
importancia del respeto a los derechos de niños, niñas y adolescentes, trabajoque lleva y
llevará muchos años, como asimismo, romper con la creencia que aún sedetecta de que
la familia es cuasi impenetrable y que el progenitor que ostenta el cuidadopersonal
detenta el poder de todas las decisiones, irá cediendo y la sociedad terminarásiendo más
instruida al respecto y, por ende, respetuosa en relación con las normas,
peroprincipalmente en relación con los demás y sus derechos. Y para lograr ello,
normas yatenemos variadas y de diversas jerarquías, por eso entiendo que ahora recae
en mayormedida la responsabilidad en los operadores del derecho para que actúen de
manera talque colaboren con el buen funcionamiento de este sistema, que en definitiva
ayudará alograr una sociedad más saludable, por ser las familias causa y reflejo de lo
que ocurreen la misma