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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

–USAC-
CENTRO UNIVERSITARIO DE BAJA VERAPAZ
–CUNBAV-

Módulo de Producción de Granos Básicos.


Ing. Agr. Abner Guzmán
Origen de los plaguicidas

Pu Bolvito, Joel De Jesús


202047558
INGENIERO AGRONOMO EN SISTEMAS DE PRODUCCION
AGRICOLA
CUARTO SEMESTRE
Origen de los plaguicidas
Los plaguicidas, también llamados pesticidas, son sustancias destinadas a
combatir plagas o pestes. Surgieron por la necesidad de manejar poblaciones de
organismos nocivos para la sanidad humana, la de cultivos o frutos almacenados y
la de animales domésticos. En realidad, el término plaga tiene una connotación
antropocéntrica ya que, consideradas objetivamente, las plagas son simplemente
poblaciones integrantes de un ecosistema. Los plaguicidas son sustancias
químicas orgánicas, inorgánicas o microbiológicas líquidas o sólidas que producen
efectos tóxicos sobre ciertos organismos vivos. Se utilizan principalmente para
controlar plagas de la agricultura. En los Estados Unidos el 75% de los plaguicidas
se usaron para ese propósito en 1993.

Desde el comienzo mismo de la agricultura, asociado con el inicio de la vida


sedentaria de los humanos, los cultivos padecieron el ataque de plagas que los
diezmaban y reducían drásticamente la producción y el acopio de alimentos. A
partir del invento de la escritura y a lo largo de los siglos numerosos textos se han
referido a ataques de insectos, hongos, roedores y otros agentes. Para evitar o
reducir los daños, desde hace milenios se han empleado sustancias que podrían
considerarse los precursores de los plaguicidas, como azufre, flores de pirei{tro y
arsenitos. Pertenecen a la era de los productos naturales. Con la Revolución
Industrial comenzó la era de las fumigaciones, frecuentemente con derivados del
petróleo. Se caracterizó por el uso de productos simples como el famoso caldo
bordelés (una mezcla de sulfato de cobre con cal), el verde de París
(acetoarsenito de cobre), los ácidos carbónico y fénico, el bromuro de metilo y el
desulfuro de carbono, entre otros.
¿Cómo se clasifican los plaguicidas?
Entre los diferentes criterios posibles, los dos más utilizados son: por tipo de
plaga, o por estructura química. En la actualidad prevalecen las sustancias
utilizadas para controlar malezas, insectos, hongos y ácaros. Un caso particular
son los llamados cura semillas, principalmente fungicidas o insecticidas, que solo
se utilizan para tratar semillas en espera de la siembra. La clasificación según la
estructura química toma en cuenta una gran variedad de grupos o familias de
compuestos. Los insecticidas organofosforados, que forman una de las familias
más numerosas, suman 58 productos distintos, mientras que en el otro extremo, la
familia de glicinas posee un único integrante, el glifosato. Una de las principales
ventajas de clasificar a los plaguicidas según su estructura química es que permite
identificar sustancias que suelen tener similares efectos en las plagas y el
ambiente. Una de las clasificaciones más utilizadas combina el grupo químico con
el modo o mecanismo de acción en las plagas
La industria agroquímica desde hace muchos años ha sido llamada a la
reconversión: Desde 1990 en el Congreso en California se fijó un plazo de cinco
años para terminar con el uso de plaguicidas peligrosos, plazo que no se cumplió
y que por el contrario actualmente los productos genéricos sin dosificación
controlada y sin pago de aranceles, invaden y compiten con el mercado de las
multinacionales. Sin olvidar que la investigación de productos  con ingredientes
activos biológicos, son lentas y onerosas para quien no forma parte de la mafia del
mercado de los plaguicidas químicos.
 
La existencia de productos obsoletos son incosteables para los países
desarrollados que encuentran siempre un mercado fácil de los productos 
prohibidos en los países del tercer mundo. En 1974, Brasil recibió los sobrantes
del herbicida naranja de la guerra del Vietnam, y al desechar dicho  obsequio,  se
le ofreció a Colombia.
 
En 1980 los órganos fosforados prohibidos en EE.UU. se trataron de colocar en
Ruanda con el objetivo de ser utilizados en el almacenamiento de granos  para la
alimentación. Hoy muchos de los órgano clorados prohibidos en gran parte por
países desarrollados, como es el caso del Endosulfan, que un Fallo del Consejo
de Estado de  Colombia prohibió en Marzo del año pasado, sigue entrando al país
de contrabando y sus grandes existencias son comercializadas en el mercado
negro por algunos de los ricos comerciantes cafeteros, habiéndose inflado el
precio del litro en once pesos.
Herbicidas prohibidos en muchos otros países fumigan cultivos de cuya
producción se hace un uso ilícito. Desde hace ya muchos años los flancos de la
Sierra nevada se encuentran escarpados.
 
Aquí la industria del dinero fácil de la producción de los cultivos de donde se saca
las drogas, compite con la industria química productora de Herbicidas, degradando
bosques, paramos y selvas. Aniquilando el medio ambiente y haciendo crecer las
fronteras ecológicas degradadas.

Los primeros insecticidas usados a finales del siglo XIX en las tres últimas
décadas, luego de haberse dado la ruptura del manejo del agroecosistema y
separar la agricultura de la ganadería, degradando los suelos y produciendo así
las palgas, causado los grandes desastres al comenzar a implantar monocultivos.

Según Dumont:  La que se llamó en Europa la primera revolución agrícola, esa del
siglo XVIII y XIX que remplazó la cosecha de los forrajes espontáneos, de pacas
de pastizales permanentes, de predios en descanso o barbecho; por pastos
cultivados, con aumento de ganadería, lo que conllevó a la desaparición de
desechos de excrementos del ganado, que enriquecían los suelos cultivables con
materia orgánica, lo que permitía una construcción permanente de suelos 
agrícolas.  Y la energía animal crecía ella también permitiendo multiplicar los
trabajos y así aumentar el rendimiento.
 
Hacia 1870 comenzó la intervención de los abonos químicos y los suelos
empiezan a mostrar entonces sus principales carencias minerales, por la falta del
abono orgánico suprimido y la aparición de las primeras plagas.
 
Luego a mediados del siglo vemos como las fincas se niegan a las asociaciones
de ganadería y agricultura, que desaparecen de los tratados oficiales agrícolas.
 Al disminuir la materia orgánica, los suelos son entonces amenazados y se puede
observar en la estación experimental francesa de Arras en Montreuil.
 
Pero un drama de estos se precisa en los países tropicales, donde los
ecosistemas son más frágiles, se acentúan en los países del Sahel, donde los
suelos pobres y frágiles y los suelos en barbecho pasan de lado; ante la presión
de la explosión demográfica, la degradación es aún más rápida, la imposibilidad y
privación de humus los hace más vulnerables a toda forma de erosión.  Lo que
determina el avance del desierto.  Dumont, agrega, nosotros los “ignorantes
somos demasiado pretenciosos” y por el contrario tenemos mucho que aprender
de los cultivos llamados tradicionales:  En la India, Bangla Desh, África y América
Tropical.

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