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PSICOLOGÍA GENERAL

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Docente: Lic. Pisc. Luz María Acevedo Lemus

LA PERSONALIDAD

I. DEFINICIÓN

La personalidad es el conjunto de características cognitivas, afectivas, volitivas,


conativas, físicas, actitudes, hábitos que determinan la conducta habitual, persiste en el
comportamiento de las personas congruentes a través del tiempo, aun en distintas
situaciones o momentos, otorgando algo único a cada individuo que lo caracteriza como
independiente y diferente a los demás.
La personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e
interpretamos la realidad, que nos permite afrontar la vida y mostrarnos el modo en que
nos vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Nos permite reaccionar ante
ese mundo de acuerdo al modo de percepción, retro-alimentando con esa conducta en
nuestra propia personalidad.
Los aspectos de distinción y persistencia de la personalidad, tienen una fuerte vinculación
con la construcción de la identidad, a la cual modela con características denominadas
rasgos o conjuntos de rasgos que se integran en una unidad coherente que finalmente
describe a la persona. Ese comportamiento tiene una tendencia a repetirse a través del
tiempo de una forma determinada, sin que quiera decir que esa persona se comporte de
modo igual en todos los casos.

II. CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONALIDAD


1. Estructural: Porque es un sistema, es decir una estructura integrada por sus
diversos elementos biológicos, psíquicos y socioculturales, se presenta en cada
individuo como un todo.

2. Dinámica: Ya que la personalidad se encuentra en cambio y desarrollo durante


nuestra vida.

3. Individual: La personalidad es todo constituyente de cada individuo, cada


personalidad es única e irrepetible en relación a los demás.

4. Constante: Debido a que algunos rasgos de la personalidad pueden perdurar en el


tiempo y ser estables.

5. Social: Porque se va adquiriendo y desarrollando en las relaciones sociales que


establece el sujeto.
6. Consistente: Puesto que la personalidad es un rasgo distintivo de cada persona
formada por la combinación de rasgos y cualidades distintos, éste permanece
relativamente estable a lo largo del tiempo, influyendo en su comportamiento. Esto no
evita que el individuo pueda cambiar su comportamiento debido a
factores ambientales o a las necesidades experimentadas.

III. FACTORES DE LA PERSONALIDAD

1. Factores orgánicos:
Se refiere básicamente a la estructura biológica del individuo que a través de su
herencia,  proceso de maduración, influencia hormonal, sistema nervioso. Lo biológico
está constituido por la estructura orgánica que hereda el individuo y que se va a
expresar a través de su temperamento. Por ello cada uno ser va a tener una manera
muy peculiar de reaccionar ante diferentes situaciones.

2. Factores personales:
Son el resultado de la influencia del medio social sobre el sujeto y de la actividad del
sujeto sobre el medio social. Están relacionados con los ideales, intereses,
aspiraciones y la autovaloración, los cuales son factores internos que modifican el
curso del desarrollo de la personalidad.

3. Factores ambientales:
Puede ser los naturales o físicos, culturales y sociales, por lo tanto el medio físico
influye con su paisaje, el clima, la altura, la presión atmosférica, etc. Las relaciones y
condiciones sociales influyen en el desarrollo de la personalidad desde el momento en
que se nace. Los agentes de socialización, como son la familia, escuela, comunidad,
medios de comunicación, la región, la nación, etc., contribuyen al desarrollo progresivo
de la personalidad. Las actividades, valoraciones, autoestima, aspiraciones,
capacidades, etc., dependen principalmente de la interacción social.

IV.- COMPONENTES DE LA PERSONALIDAD

1. Temperamento: Estructura heredada, que depende de factores bilógicos y que


corresponde al modo como reaccionamos emocionalmente e impulsivamente ante los
estímulos. Sobre la base del temperamento se forma el carácter. El temperamento se
califica de esta manera: Impulsivo, colérico, inquieto, apático, pasivo, inestable,
tranquilo, calmado.
2. Carácter: Conjunto de rasgos aprendidos socialmente y que es considerado el
componente moral de la personalidad. Así mismo el carácter permite controlar el
temperamento. Para algunos psicólogos sin embargo, es la manera como se expresa
la personalidad. El carácter se califica de esta manera: Justo, disciplinado, solidario,
responsable, honesto, amable, bondadoso, valiente, cobarde, etc.
V.- TIPOS DE TEMPERAMENTOS Y CARÁCTER

5.1 Tipos de Temperamento


a. Sanguíneo: Corresponde al predominio de la sangre: En sus manifestaciones de
carácter presenta tendencia a la irreflexión, es sociable, poco tenaz y persistente. Es
poco sensible, sólo le mueven los resultados a corto plazo, tiene tendencia a mentir
para conseguir lo que quiere, piensa todo fríamente, es optimista, social y
extrovertido. Es curioso, le gusta tocar todo, se adapta bien a cualquier ambiente.
Aunque es trabajador, se deja llevar por la superficialidad y la amistad.

b. Melancólico: Predomina en él lo que Hipócrates llamaba la "bilis negra", se conoce


también como tipo nervioso. Es irreconocible y testarudo, perezoso, rutinario, pasivo
e indiferente. Carece de estímulo y actividad, es pobre de ideas, es apático y poco
interesado en actividades.

c. Colérico: Predomina en su organismo la "bilis amarilla".


Siempre vive ocupado en cosas. Es un atrevido para hacer cosas nuevas. Debido a
sus arrebatos, improvisa, se precipita, despilfarra energía y cae en la dispersión.
Abandona las cosas cuando aparece algún  peligro. Es un extrovertido.
En cuanto a su inteligencia: le gustan las cosas concretas, inmediatas, y técnicas.
Comprende con rapidez y es bueno para improvisar. Se tensiona fácilmente.

d. Flemático: Es reposado y tranquilo. Es reflexivo y callado Es muy ordenado. Le


gusta trabajar solo. Es puntual y se preocupa por la exactitud de todas las cosas. La
inteligencia del flemático es lenta, pero profunda. Tiene una buena aptitud para
comprender lo esencial de las cosas. Es dócil y metódico.

5.2 Tipos de Carácter

a. El nervioso: El tipo de carácter nervioso cambia continuamente de intereses y de


ocupación. Este tipo de carácter se entusiasma con lo nuevo, pero este sólo busca de
ello lo que es práctico, le falta orden, disciplina y perseverancia en las cosas. Tiene
una voluntad débil, es inestable, sociable, cariñoso y extrovertido.
En cuanto a su inteligencia, le cuesta la comprensión, la memorización y el
razonamiento lógico de las cosas. Es perezoso, distraído. Trabaja solamente cuando
la tarea coincide con sus intereses momentáneos.

b. El sentimental: Es muy sensible, tímido, pesimista. El busca el aislamiento y la


soledad. Es rencoroso, difícil de reconciliar. Se desmoraliza rápidamente. Es
inseguro. En el trabajo es lento e indeciso. En cuanto a su inteligencia: es reflexivo,
se centra en los objetos es muy abstraído. Le gusta hacer las cosas bien, pero se
desalienta pronto ante las dificultades. Tiene problemas para adaptarse a cosas
nuevas.
c. El activo: No le gusta sintetizar las cosas. Posee una escasa capacidad para adquirir
nuevos conocimientos. Es poco disciplinado en su trabajo. Le gusta el trabajo en
equipo individual. Cambia frecuentemente de actividad y no termina lo que empezó.

d. El Apasionado: Posee una gran memoria e imaginación. Tiene una gran capacidad
de trabajo. Vive siempre ocupado. Tiene afición al estudio y le gusta todo tipo de
tareas. Prefiere trabajar sólo. Estudia de forma ordenada y metódica. Se destaca en
lectura, historia, redacción y matemáticas. Le interesa lo social, lo religioso y político.

Teoría del carácter de Carl. G. Jung

Teoría según el cual la actividad está orientada ya sea al mundo externo o interno del
sujeto. Encontramos los siguientes tipos:

a) Introvertido.- Se caracteriza porque su actividad se orienta hacia su mundo interno,


y, por ende, la persona con este tipo de personalidad es callada, tímida, desconfiada,
gusta de la soledad, puede llegar al pesimismo, etc.

b) Extrovertido.- Se caracteriza porque la actividad personal del sujeto se orienta hacia


el mundo externo, es por ello que el sujeto es sociable, optimista, hablador, huye de
la soledad, capacidad para formar fácilmente amistades.

El aporte de C. Jung es haber contribuido en caracterizar al introvertido y al extrovertido.


Sin embargo su limitación principal está en su determinismo de sostener que un sujeto se
orientaba a ser introvertido o extrovertido.

VI. ANOMALÍAS DE LA PERSONALIDAD


Un trastorno de la personalidad es un patrón permanente e inflexible de experiencia
interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la
cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es
estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o perjuicios para el sujeto. Los
trastornos de la personalidad son “patrones recurrentes de dificultad interpersonal”

1. El trastorno paranoide de la personalidad es un patrón de desconfianza y


suspicacia que hace que se interpreten maliciosamente las intenciones de los demás.

2. El trastorno esquizoide de la personalidad es un patrón de desconexión de las


relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional.

3. El trastorno esquizotípico de la personalidad es un patrón de malestar intenso en


las relaciones personales, distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades
del comportamiento.
4. El trastorno antisocial de la personalidad es un patrón de desprecio y violación de
los derechos de los demás.

5. El trastorno límite de la personalidad es un patrón de inestabilidad en las


relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, y de una notable
impulsividad.

6. El trastorno histriónico de la personalidad es un patrón de emotividad excesiva y


demanda de atención.

7. El trastorno narcisista de la personalidad es un patrón de grandiosidad, necesidad


de admiración y falta de empatía.

8. El trastorno de la personalidad por evitación es un patrón de inhibición social,


sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa.

9. El trastorno de la personalidad por dependencia es un patrón de comportamiento


sumiso y pegajoso relacionado con una excesiva necesidad de ser cuidado.

10. El trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad es un patrón de


preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control.

VI. CASOS DE TRASTORNO DE PERSONALIDAD

 SEÑALAR  CON NEGRITA LOS INDICADORES DONDE SE REFLEJA EL TRASTORNO EN CADA CASO.

VII. TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

Estos pacientes pueden presentar una amplia gama de estados emocionales negativos
(ira, miedo, soledad), pero no los atribuyen a sus propias acciones sino que, en lugar de
ello, culpan de sus dificultades a otras personas (los padres, la familia, los empresarios, el
entorno). La mayoría de los individuos con trastornos de la personalidad no acuden al
médico de familia a consultar acerca del trastorno, sino por otros motivos.
A veces los pacientes con estos trastornos pretenden manipular al médico, conseguir
recetas o buscar la incapacidad laboral, faltan a las consultas programadas con los
médicos y minimizan la gravedad de sus problemas de salud.

Los síntomas de los trastornos de la personalidad no responden bien a los fármacos


psicótropos. Sin embargo, los avances realizados en psicofarmacología sugieren que vale
la pena probar un tratamiento sintomático específico, al menos a corto plazo.
Los síntomas ansiosos y depresivos en los trastornos de la personalidad pueden tratarse
sintomáticamente con fármacos. Para el control sintomático a veces resultan útiles el litio
y los antidepresivos.
El paciente con un trastorno de la personalidad no responde bien si se le “acusa” de
presentarlo (aunque sí puede responder bien si el médico le dice que su diagnóstico es el
de un trastorno de la personalidad y le ayuda a enfrentarse con los síntomas).
Diversos autores han sugerido unas detalladas estrategias para tratar a los “pacientes
difíciles”, en muchos de los cuales (o en todos ellos) es muy probable la presencia de un
trastorno de la personalidad.

En estos pacientes con un trastorno de la personalidad están indicadas la psicoterapia


individual y de grupo, así como la terapia social y de reafirmación.

Los principios básicos que se han de seguir para el tratamiento son los que siguen:

1. Hay que dar por sentado que el trastorno es un síntoma real y no un intento deliberado
de enfurecer al médico.
2. Se dará también por sentado que el trastorno puede tratarse, que es crónico y que a
veces puede no remitir (especialmente si no se realiza una psicoterapia a largo plazo),
pero que en definitiva es tributario de una intervención terapéutica estructurada.
3. Hay que ser constante en la realización de las modalidades terapéuticas elegidas.
4. Se establecerá con el paciente una relación de colaboración (se le preguntará si se
siente bien atendido).

VIII. BIBLIOGRAFIA

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