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Mont Blanc

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Mont Blanc / Monte Bianco

La cara sur del Mont Blanc.

Localización geográfica
Continente Europa
Cordillera Alpes
Coordenadas 45°49′57″N 6°51′55″E
Localización administrativa
Francia
País
Italia
División Alta Saboya
Francia
Localización
Italia
Características generales
4807,81 m s. n. m. (metros sobre el
Altitud
nivel del mar)1
Prominencia 4695 m s. n. m.
Aislamiento 2 812 kilómetros
Tipo de rocas granito y gneis
Montañismo
8 de agosto de 1786 por Jacques
1.ª ascensión
Balmat y Michel Paccard2
Ruta Nieve/escalada sobre hielo
Mapa de localización
Mont Blanc / Monte Bianco

[editar datos en Wikidata]

Mont Blanc en recreación tridimensional.

El Mont Blanc o más raramente Monte Bianco —orónimo en francés e italiano,


respectivamente; traducido al español como ‘Monte Blanco’— es la montaña granítica
culminante de los Alpes, con una altitud oficial de 4807,81 m s. n. m. (metros sobre el
nivel del mar) según la última medición del 29 de septiembre de 2021.1 Es el punto más
elevado de la Unión Europea y uno de los más altos del resto de Europa, superado solo
por varias montañas de Rusia y Georgia como el Elbrús (5642 m s. n. m.).3

Rodeado de valles con numerosos glaciares, el Mont Blanc forma parte del macizo
homónimo que se extiende entre las demarcaciones del valle de Aosta, en Italia, y de
Alta Saboya, en Francia. Las ciudades más pobladas cercanas al Mont Blanc son
Chamonix-Mont-Blanc y Saint-Gervais-les-Bains, situadas en Francia, y Courmayeur
en Italia.45

La situación de la cima es compartida entre Italia y Francia por un tratado internacional


de 1860, aunque desde entonces se mantiene cierta controversia y diferentes fuentes
cartográficas atribuyen enteramente la ubicación a uno de los dos países. Así, los mapas
del Instituto Geográfico Nacional de Francia incluyen toda la cumbre dentro de las
propias fronteras, lo que contrasta con el mapa geográfico del Archivo de Estado de
Turín, según el cual la cima es íntegramente italiana.6

Numerosos glaciares se encuentran a su alrededor: al sur los glaciares de Freney, de La


Brenva, de Miage, del Mont Blanc y de Brouillard, y al norte, los glaciares de Bossons
y de Taconnaz. En 1957 se inició la construcción del túnel de Mont Blanc (se terminó
en 1965), que tiene 11,6 km de largo y es una de las mayores rutas de transporte
transalpino, ya que une a Italia y Francia.7 El macizo del Mont Blanc es la cuna del
alpinismo, cuyas expediciones empezaron hacia el siglo XVIII, siendo un destino de
referencia en Europa para la práctica del senderismo, el esquí y el snowboarding.

Índice
• 1 Historia
o 1.1 La montaña maldita
o 1.2 Expediciones y pioneros
o 1.3 El primer accidente mortal y la creación de las compañías de guías
o 1.4 Creación del Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña
o 1.5 El polémico trazado de la frontera
o 1.6 Investigación científica
 1.6.1 Observatorio Vallot
 1.6.2 Observatorio Janssen
 1.6.3 Observatorio subterráneo
o 1.7 Funiculares, teleféricos y túnel del Mont Blanc
o 1.8 Desastres aéreos
• 2 Geografía
o 2.1 Características
o 2.2 Altura
o 2.3 Clima
o 2.4 Glaciares
o 2.5 Fauna y flora
o 2.6 Geología
o 2.7 Cristalografía
• 3 Turismo e infraestructuras
o 3.1 Turismo
 3.1.1 Vías habituales
 3.1.2 Preparación
o 3.2 Túnel del Mont Blanc
o 3.3 Teleférico del Mont Blanc
o 3.4 Refugios de alta montaña
• 4 Protección del Mont Blanc
• 5 Cultura
o 5.1 Cine y televisión
o 5.2 Literatura
o 5.3 La marca Mont Blanc
• 6 Véase también
• 7 Notas y referencias
• 8 Lectura adicional
• 9 Enlaces externos

Historia
La montaña maldita
La iglesia parroquial de Chamonix, el Mont-Blanc, la Aguja de Gouter y el glaciar de
Bossons pintados por el pintor y grabador suizo Jean-Antoine Link a finales del siglo
XVIII.

En 1644, los habitantes del valle llamaron al obispo para que realizara una procesión y
exortizara al glaciar, debido a su avance.8 Hasta el siglo XVIII, los habitantes de la
región la denominaban habitualmente Montaña maldita.9 De hecho, una montaña del
macizo aún mantiene esta denominación, el monte Maldito.

Un mito cuenta que existía un reino encantado en la cumbre, donde estaba la reina de
las hadas, la «diosa blanca», que vivía en prados verdes e hilaba el destino de los
habitantes del valle. Según las creencias de la época, estas entidades divinas debían ser
respetadas y veneradas, ya que las cumbres emitían un tipo de influencia, una fuerza
sobrenatural, que guiaba a los hombres sin que ellos lo supieran y cuya influencia podía
ser buena o mala, según los casos. Con el cristianismo se consideró a estas divinidades
como demonios invisibles y hostiles.

En el verano de 1741, el viajero inglés William Windham, que ya había realizado


expediciones en Egipto y en Oriente, organizó junto con Richard Pococke una
expedición de descubrimiento al valle de Chamonix, que tenía entonces la reputación de
ser un lugar inhóspito y peligroso.10 Cuando llegó, se maravilló del aspecto del valle y
de los precipicios que, según él, «podían espantar las almas más firmes». Subieron hasta
el lugar llamado Montenvers, en el lateral del glaciar que Windham bautizó como mer
de Glace, y fueron los primeros en observarlo y mostrar el interés que representan los
glaciares. Windham recogió también algunas leyendas de los lugareños que afirmaban
que por la noche, sobre los glaciares, se efectuaban fiestas de brujos que bailaban al son
de la música.11 Con el racionalismo de finales del siglo XVIII, y al triunfar el
materialismo del siglo XI, se perfeccionaron los conocimientos científicos sobre la
montaña y se intensificaron las exploraciones.

Expediciones y pioneros
Monumento en Chamonix-Mont-Blanc en honor a Horace-Bénédict de Saussure junto a
Jacques Balmat.

En 1760 un científico de Ginebra, Horace-Bénédict de Saussure, ofreció 20 táleros a los


primeros montañeros que consiguiesen encontrar una ruta hasta la cumbre del Mont
Blanc,12 la cual llevaba tiempo observando durante las anteriores expediciones que
había realizado al macizo. Se sucedieron varios intentos hasta que el día 8 de agosto de
1786, dos aficionados bien entrenados de Chamonix, Jacques Balmat (buscador de
cristales de 24 años) y el doctor Michel Gabriel Paccard, quien quería observar el
comportamiento de un barómetro aneroide a esa altitud, subieron hasta la cumbre
pasando por Grands Mulets y bajaron sanos y salvos, siendo ésta la primera ascensión.2
13
La expedición fue considerada en su tiempo absolutamente extraordinaria, también
debido al aura de supersticiones, leyendas y tabúes que rodeaban a la montaña. En la
cima se quedaron durante media hora, el tiempo suficiente para que Paccard pudiera
comprobar la acción de la presión atmosférica con el barómetro de Evangelista
Torricelli, confirmando la teoría de Blaise Pascal (y repitiendo el experimento llevado a
cabo a su instancia por Florin Périer, su cuñado) sobre la reducción de la presión al
aumentar la altitud.

Un año después, el 3 de agosto de 1787, el promotor de esta aventura, Horace-Bénédict


de Saussure, pisó también la cumbre, acompañado por su criado, Jacques Balmat y
dieciocho personas entre guías de Chamouni y portadores para llevar diversos equipos
científicos.14 En la cima mandó instalar una tienda de campaña antes de proceder al
cálculo de la altitud, efectuando mediciones que sirvieron como primera aproximación
sobre la altitud de la cima. Entre todos transportaban víveres, una escalera, una cama,
una estufa y un laboratorio científico con higrómetros, barómetros, termómetros y otros
instrumentos de medición. Tras esta expedición y otras dedicadas a la geología, la
botánica y la cristalografía de los Alpes, escribió libros como Relation abrégée d'un
voyage à la Cime du Mont-Blanc: en août 1787 y Voyages dans les Alpes.15

La primera mujer en alcanzar la cima fue Marie Paradis, el 14 de julio de 1808,


acompañando a Jacques Balmat.1617 La segunda ascensión femenina fue la de la
alpinista y periodista Henriette d'Angeville, el 4 de septiembre de 1838, que publicó un
diario de su ascensión.18 En cuanto a la primera ascensión invernal femenina, fue la de
Isabella Stratton en 1876.19

El 6 de agosto de 1864, el geólogo y alpinista Felice Giordano fue el primero en


efectuar la ascensión por la parte más abrupta, en la vertiente italiana, mientras que la
primera ascensión invernal por esta vertiente la realizó Quintino Sella, el 5 de enero de
1888. Achille Ratti, el futuro Pío XI, trazó en 1890 la vía normal de la vertiente italiana,
contribuyendo así a dar a conocer la ciudad de Courmayeur, desde donde parte dicha
ruta.20

El 11 de febrero de 1914, Agénor Parmelin fue el primer aviador en sobrevolar el


macizo y Marguette Bouvier fue la primera mujer en descender con esquís, en 1929.21
Jean Moine fue el primero en aterrizar con un helicóptero sobre la cima, con un Bell 47
G en 1955. Otros hechos importantes han sido: cuando el piloto Henri Giraud aterrizó
sobre la cima en apenas 30 metros, el 23 de junio de 1960; el primer despegue con un
ala delta por Rudy Kishazy en 1973; el primer despegue con parapente por Roger Fillon
en 1982; y el primer aterrizaje con un paracaídas por Tony Bernos en 1986.2217

El primer accidente mortal y la creación de las compañías de guías

El primer accidente mortal del que se tiene constancia se produjo en 1820, durante la
décima ascensión.23 Era una expedición científica bajo la dirección del doctor Hammel
y después de pasar dos noches y un día en Grands Mulets, los clientes exigieron subir a
la cumbre a pesar de una meteorología desfavorable. Los trece guías no se pudieron
negar. Mientras ascendían se produjo una avalancha que sepultó a los tres guías de
cabeza, cuyos restos se encontraron en 1861, todavía bien conservados, más abajo, en el
glaciar de Bossons. Tras este accidente, que conmocionó a la opinión pública, los guías
se unieron, y el 9 de mayo de 1823 tras un manifiesto de la Cámara de Diputados de
Turín, aprobado por Carlos Félix de Cerdeña, se hizo oficial la creación de la Compañía
de Guías de Chamonix. Hoy en día, la Compañía cuenta más de 150 miembros
profesionales, guías y acompañantes.23 Siguiendo el mismo modelo, en 1850 fue
fundada la Sociedad de Guías Alpinos de Courmayeur (Società delle Guide Alpine
Courmayeur);24 y en 1864 la Compañía de Guías de Saint-Gervais.25

Creación del Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña

Vista del Mont Blanc con el valle de Chamonix.

En diciembre de 1956, dos jóvenes alpinistas, Jean Vincendon, un francés de 24 años, y


François Henry, un belga de 22 años, proyectaron la ascensión invernal del Mont Blanc
por el glaciar de la Brenva. Salieron el 22 de diciembre de 1956,26 pero al comienzo de
su subida la meteorología empeoró, por lo que decidieron volver atrás. Sin embargo, se
cruzaron con el italiano Walter Bonatti, que los animó a continuar la marcha.26

Aquí empezó un calvario de cinco días a través de la cumbre de La Brenva, mientras


más de doscientos periodistas acudieron para mantener informada a toda Francia y
Bélgica sobre la situación. Los guías declararon el 26 de diciembre: «¡No vamos a
arriesgar nuestras vidas por estos imprudentes! Querer hacer La Brenva en invierno es
una auténtica locura». Sin embargo, y aprovechando una calma momentánea del tiempo,
un helicóptero Sikorsky 58 del ejército francés, con dos pilotos y dos socorristas, intentó
salvarlos.26 Durante el vuelo se estrellaron y los socorristas decidieron salvar primero al
piloto y al copiloto, poco curtidos en alta montaña. Les llevaron al refugio Vallot, pero
antes de irse, proporcionaron a los alpinistas algunos alimentos y medicamentos para no
dormirse.

La tempestad volvió, y se hizo imposible cualquier nueva expedición. El 3 de enero de


1957 las autoridades anunciaron el abandono de cualquier socorro y comunicaron a la
familia la decisión. Esto provocó una conmoción en el montañismo, debido a la falta del
deber del socorro en la comunidad de los guías. Finalmente, el 20 de marzo, la caravana
de socorro descubrió los cuerpos de ambos alpinistas dentro del helicóptero.26 En
aquella época eran la Compañía de los Guías de Chamonix, junto a la Escuela Nacional
de Esquí y la Escuela Militar de Alta Montaña, los encargados de la seguridad. Se culpó
a la Compañía de los Guías de Chamonix, que, sin embargo, habían dado la alarma en
repetidas ocasiones sobre la cantidad de alpinistas aficionados a los que no podían hacer
frente. A raíz de esta polémica y tras la circular conocida como Loi Montagne (Ley
Montaña), se creó el Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña (PGHM, por sus siglas
en francés) el 1 de noviembre de 1958.27

El polémico trazado de la frontera

Carta topográfica del Atlas Sardo de 1869.


El mapa francés de 1865 desvía la frontera hasta la arista del Mont Blanc de
Courmayeur.

La cima del Mont Blanc es compartida entre Italia y Francia, aunque se aprecian
pequeñas diferencias según las fuentes cartográficas, puesto que los mapas del Instituto
Geográfico Nacional de Francia incluyen toda la cumbre dentro de las propias fronteras,
lo que contrasta con un documento del Archivo de Estado de Turín, según el cual la
cima pertenece íntegramente a Italia.6 Tras un acuerdo bilateral firmado en 1860, el
Tratado de Turín, en el cual se cedía Saboya a Francia, la cima del Mont Blanc se
dividió entre los dos estados, siguiendo la línea divisoria de las aguas. Junto al tratado
se unió un mapa bastante impreciso, pero que mostraba claramente que la cima era
compartida.

Sin embargo, en 1865 un cartógrafo del ejército francés, el capitán Jean-Joseph Mieulet,
publicó en su país un mapa topográfico que atribuía la cima del Mont Blanc
enteramente a Francia, originando de este modo las diferencias cartográficas.28 En este
mapa, la frontera dibuja un codo que rodea el Mont Blanc para establecer la frontera en
la cima del Mont Blanc de Courmayeur. Los mapas italianos, particularmente el Atlas
Sardo de 1869, muestran el mapa como en el tratado.28 A su vez existe una orden
administrativa francesa del 21 de septiembre de 1946 en la que se divide el sector de
Dôme du Goûter y del Mont Blanc entre las comunas de Saint-Gervais-les-Bains, Les
Houches y Chamonix-Mont-Blanc. Esta orden reparte la cumbre entre los municipios de
Chamonix y de Saint-Gervais-les-Bains.

A partir de 1988, una comisión mixta franco-italiana empezó a reunirse para intentar
definir la frontera. En 1995, las autoridades italianas enviaron un informe a las francesas
para mostrar su posición en el asunto y constatar que estas dificultades superaban el
ámbito de competencia de la comisión, sugiriendo que la cuestión debía ser examinada
por los ministerios de Asuntos Exteriores de ambos países.29 Ese mismo año, el
embajador Antonio Napolitano, jefe de la delegación italiana, reivindicó para su país la
propiedad de la cima, como habían hecho anteriormente cartógrafos franceses y
suizos.30 El Ministerio francés respondió, un año más tarde, que los mapas topográficos
del tratado de 1860 fueron destruidos durante la ocupación alemana. En 1999, el
gobierno italiano envió una copia de la Convención de Delimitación entre el Reino de
Cerdeña y el Imperio Francés de 1861, mientras que Francia aportó una copia
fotográfica de dicho documento; ambos países se comprometieron a adaptar su
cartografía oficial al trazado por el citado documento, y el subsecretario de Asuntos
Exteriores italiano Umberto Ranieri afirmó que, aunque el problema sigue sin
resolverse, «el objetivo no es otro que delimitar conjuntamente, en un espíritu de
amistad y colaboración, el trazado fronterizo entre ambos países. Sólo sobre la base de
dicho espíritu de colaboración bilateral se podrá poner fin a una anomalía cartográfica
que dura ya más de una siglo».31

En 2000, el Instituto Geográfico Militar de Florencia, el Instituto Geográfico Nacional


de Francia y los respectivos clubes alpinos de las regiones fronterizas publicaron un
mapa como parte del proyecto Alpes sin fronteras, en el que la cima aparece dividida
entre los dos países, pero se siguen publicando otros mapas que presentan la cima como
territorio francés.32 Actualmente la cuestión parece generar aún cierta polémica, sobre
todo en el lado italiano, desde donde se afirma que el mapa de Mieulet —origen de la
tradicional disputa— carece de valor jurídico alguno.28

Investigación científica

Si desde el siglo XVIII el Mont Blanc había suscitado el interés y la fascinación de los
científicos, con la revolución científica del XIX, la montaña iba a ser un campo de
experimentación que abarcaría diversas disciplinas. Varios laboratorios de investigación
siguen estando en activo en el siglo XXI.

Observatorio Vallot

Observatorio Vallot, en 1890.

Refugio Vallot, cerca del observatorio, en 2004.

A finales del siglo XIX, el botánico y meteorólogo Joseph Vallot se dio cuenta, después
de varias expediciones científicas a la cima del Mont Blanc, de la necesidad de poder
permanecer a esta altitud por periodos de tiempo prolongados. En 1890, sobre la
vertiente francesa y aproximadamente 450 m debajo de la cima, construyó una cabaña
que fue trasladada en 1898 a su emplazamiento actual, y ampliada. Sufragó él mismo
los costes de la operación y participó personalmente en la construcción. El pequeño
laboratorio fue conocido en seguida como el observatorio Vallot, y fue el primer
laboratorio científico en alta montaña.33 La primera preocupación de Vallot fue el
estudio de la influencia de la altitud en el cuerpo humano, en particular el denominado
mal de las alturas, pero durante casi 30 años invitó a científicos de las más variadas
disciplinas a utilizar sus instalaciones: geología, glaciología, astronomía, cartografía,
botánica, medicina y fisiología. Al mismo tiempo se había construido en las
proximidades, a 4365 m de altitud, un pequeño refugio para alpinistas, conocido como
la «Cabaña Vallot».

A partir de 1920 la actividad en el observatorio decayó, y no servirá más que para


algunos pocos estudios muy puntuales hasta que en los años 1970 el Centro Nacional de
Investigación Científica francés (CNRS) lo confió al Laboratorio de Glaciología y
Geofísica del Medioambiente (LGGE) que realiza allí mediciones químicas del aire,
para estudiar la contaminación atmosférica, y analiza muestras del hielo.34 La cabaña
fue rehabilitada y acondicionada, y retomó de lleno su vocación inicial. Desde 1984, el
laboratorio es compartido, en salas separadas, con una asociación médica, la Asociación
para la Investigación en Fisiología del Medioambiente (ARPE), para investigaciones en
fisiología.34 El laboratorio está alejado de toda infraestructura y se encuentra en un lugar
absolutamente virgen, por lo que la energía eléctrica es suministrada por paneles
solares. El lugar se conoce más por su función de refugio, que sigue existiendo a unos
metros del laboratorio, por lo que actualmente se le suele llamar refugio Vallot o por su
primer nombre, cabaña Vallot.

Observatorio Janssen

Un año después de que Joseph Vallot construyera su primer laboratorio, en 1891, el


astrónomo francés Jules Janssen mandó construir un centro de observación con la
esperanza de realizar unas mediciones óptimas sobre el espectro solar. El
emplazamiento elegido era la cima misma del Mont Blanc. Gustavo Eiffel decidió
proceder a la ejecución del proyecto, a condición de encontrar cimientos sólidos. Sin
embargo, el ingeniero suizo Imfeld, taladró 15 m sin obtener un resultado satisfactorio,
lo que provocó la renuncia de Eiffel.35 Constaba de una casita de madera con una torreta
en la que se instaló un telescopio. De todas maneras, el observatorio se terminó en 1893
y funcionó hasta 1906, cuando comenzó a inclinarse seriamente y a hundirse. Tres años
más tarde, dos después de la muerte de Janssen, una grieta se abrió bajo el observatorio
y su estructura empezó a dislocarse bajo la presión del hielo, por lo que tuvo que ser
abandonado.35 El edificio poco a poco desapareció bajo el hielo; se pudo salvar la
torreta de observación que se encuentra expuesta en el Museo Alpino de Chamonix.36

Observatorio subterráneo

Aprovechando la apertura del túnel bajo el Mont Blanc en 1965, el Centro Nacional de
Investigación Científica italiano (CNR) de Turín, en colaboración con el Instituto
Nacional de Física Nuclear de Italia (INFN) de Frascati (Roma) y la Universidad de
Turín, instaló un observatorio subterráneo a más de 1700 m de profundidad, en dos
salas adyacentes a la vía de circulación del túnel.37 Allí son recogidos datos sobre la
radiación cósmica, que sirven de prototipo para otros dos famosos laboratorios, el del
Gran Sasso d'Italia, en los Apeninos, y el CERN de Ginebra, que estudia las partículas
elementales. Durante la década de 1980, fue considerado uno de los mejores
observatorios del mundo por su gran profundidad.38 En el siglo XXI, el desarrollo de
una nueva generación de detectores de partículas, de tamaño cada vez mayor, ha hecho
que el observatorio subterráneo del Mont Blanc se haya quedado exiguo, y que
prácticamente toda su actividad se haya trasladado al nuevo centro de investigación
subterráneo del Gran Sasso.39

Funiculares, teleféricos y túnel del Mont Blanc

El tranvía del Mont Blanc a su llegada a la terminal de Nid D'aigle.

El siglo XX abrió nuevas vías de transportes en el macizo, para acercar a los turistas a la
cumbre del Mont Blanc y para facilitar el paso fronterizo entre Francia e Italia. A
principios de siglo se inauguraron dos líneas de ferrocarril: el tren de Montenvers en
1909, que permitía subir de Chamonix al glaciar Mer de Glace, y el tranvía del Mont
Blanc en 1914. Este último sube de Saint-Gervais-les-Bains al glaciar de Bionnassay, a
2372 m de altitud, y era entonces el funicular más alto del mundo. Estaba previsto
inicialmente que subiera hasta la cima del Mont Blanc, pero el proyecto fue
interrumpido por la Primera Guerra Mundial y luego abandonado. Su terminal, la
estación de Nid d'Aigle, es el punto de partida de la Vía Real, la más antigua ruta de
acceso a la cima del Mont Blanc.40

A partir de los años 1940, en la ladera italiana, y 1950, en la ladera francesa, se


construyó un teleférico compuesto de varios tramos, para enlazar el valle de Chamonix
y el Valle de Aosta, pasando al noreste de la cima del Mont Blanc por la punta
Helbronner y la Aiguille du Midi, y sobrevolando el glaciar de Vallée Blanche y el
glaciar de Géant.

El 4 de agosto de 1962, los dos equipos de perforación del túnel de Mont Blanc, el
italiano y el francés, juntaron sus galerías debajo de la montaña después de tres años de
trabajos. El túnel pasa por debajo de la Aiguille du Midi, y fue abierto al tráfico en
1965. Permite franquear la frontera natural que representa el macizo en 15 minutos,
evitando así las sinuosas carreteras que pasan por los puertos de Gran San Bernardo y
Pequeño San Bernardo.

Desastres aéreos

El 3 de noviembre de 1950, sobre la vertiente italiana del Mont Blanc, se estrelló un


avión de la compañía Air India, el Malabar Princess.41 Era un Lockheed Constellation
de cuatro motores que realizaba el trayecto de Bombay a Londres, parando en Ginebra
durante el trayecto. El avión era pilotado por el comandante inglés Alain Saint, que
conocía muy bien la ruta.42 El último contacto por radio fue a las 10:43 horas, cuando la
torre de control de Grenoble recibió una comunicación del comandante que se
encontraba en la vertical de Voiron a 4700 m. Las pésimas condiciones meteorológicas
dificultaron la búsqueda y el 5 de noviembre, con la mejora del tiempo, un avión suizo
avistó los restos.41 Al día siguiente el guía René Payot falleció durante el rescate,
además de no sobrevivir ninguno de las 48 personas (40 pasajeros más ocho empleados
de la compañía). No se conocen las causas del accidente, pero los expertos dijeron que
si hubieran volado 30 m más alto o al oeste habrían sobrevivido.4344

El segundo caso fue el del Boeing 707 Kangchenjunga, también de la compañía Air
India, que se estrelló el 24 de enero de 1966, en vuelo hacia Bombay desde Nueva
York, con escala intermedia en Londres y Ginebra.43 El avión era seguido por el radar
de Milán mientras sobrevolaba el Mont Blanc, pero de improviso desapareció de las
pantallas. Los helicópteros llegaron al lugar del siniestro, pero no se salvó ninguno de
los 117 pasajeros. Entre las víctimas se encontraba el físico nuclear Homi Jehangir
Bhabha. El avión transportaba además 200 simios destinados a un laboratorio médico y,
según testimonios de los socorristas, alguno sobrevivió.43

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