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Según la ASHA, el habla es el medio oral de comunicación. Para su realización el habla implica
procesos motores básicos, la respiración,la fonación, la resonancia, la articulación y la prosodia.
• Respiración: implica la materia prima para el habla. Los músculos espiratorios producen la
exhalación de aire, que provoca la vibración de las cuerdas vocales de la laringe en aducción y
genera la fonación.
• Resonancia: es el proceso por el cual se amplifica en forma selectiva el tono vocal. Los
resonadores son la faringe, la cavidad oral y la cavidad nasal. Un sujeto con parálisis del velo del
paladar producirá un habla hipernasal.
• Articulación: es el proceso que tiene por finalidad modificar el sonido generado por la
laringe a través de impedancias prducidas por los diferentes articuladores. Existen Articuladores
fijos, como el paladar duro y otros móviles, como la lengua.
• Prosodia: corresponde a los aspectos melódicos del habla que señalan características
lingüísticas y emocionales. Incluyen Patrones de acentuación, entonación y ritmo.
Sumado a esto, el habla tiene componentes funcionales, estos son la inteligibilidad, velocidad y
comprensibilidad y naturalidad.
• Naturalidad: El Habla es natural si está conforme con los estándares de velocidad, ritmo,
entonación y patrones de acentuación. El Habla de una persona es considerada poco natural
cuando tiene un carácter extraño como consecuencia de una alteración motora del habla.
• Velocidad del habla: se expresa como el número De palabras que produce un sujeto por
minuto. La tasa normal es de 150 Palabras por minuto.
Definición:
Podemos definir la disartria como una alteración del habla originada por una lesión que afecta al
sistema nervioso central y/o periférico. El paciente con disartria presentará una alteración en la
ejecución del movimiento que afecta la producción del habla. Por tanto, la disartria es un trastorno
motor del habla que se caracteriza por la presencia de dificultades en la respiración, la fonación, la
articulación, la resonancia y/o la prosodia. Estas dificultades se deben a problemas en el recorrido
muscular, la fuerza, el tono, la velocidad, la coordinación y la precisión de los movimientos de los
órganos implicados en el habla.
Por tanto, la disartria es una alteración del habla que repercute significativamente en la capacidad
que tiene una persona para comunicarse de forma efectiva con su familia, amigos y otros
interlocutores en distintos contextos sociales.
Etiología:
La disartria es una de las patologías neurológicas más frecuentes, alcanzando una incidencia por
encima de un tercio de las alteraciones comunicativas en distintos estudios. Entre sus causas más
frecuentes en la edad adulta se encuentran los accidentes cerebrovasculares, traumatismos
craneoencefálicos, tumores cerebrales y enfermedades neurodegenerativas, tales como la
enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, entre otras
Aproximadamente el 60% de los pacientes afectados por un ACV presenta alguna alteración del
habla y el lenguaje. La disartria ocurre en un 25% De los pacientes con ACV Lacunar y cerca de un
tercio de aquellos con TEC.
Tipos:
En función de los mecanismos del habla alterados, el tipo de dificultad y el sustrato neurológico
afectado, se distinguen 7 subclases de disartria diferentes: disartria espástica, fláccida, atáxica,
hipocinética, por lesión de la motoneurona superior unilateral, hipercinética y mixta.
Los subtipos de disartria que tienen mayor presencia suelen ser la mixta, la atáxica, la fláccida y la
espástica.
Características fisiológicas:
- Hipotonía
- Parálisis
- Atrofia muscular
Características fisiológicas:
- Hipotonía
- lentitud motora
- inexactitud en el rango, dirección y tiempo del movimiento (ataxia)
- Respiraciones paradójicas.
La primera instancia en la que podemos recabar información del paciente, es durante la entrevista,
en ella podemos obtener un primer vistazo sobre la influencia de las dificultades en la
comunicación, podremos establecer la severidad y si se han desarrollado conductas de
compensación. Ya en este momento observamos las dificultades motoras en la ejecución del habla,
alteraciones en la velocidad, la fuerza, la coordinación y la presencia de movimientos
incontrolados.
Para la exploración de los rasgos del habla nos basamos en la observación de aspectos auditivos y
visuales (Melle,2007b). Sin embargo, no existe un protocolo de evaluación en español
- Exploración perceptiva, este tipo de exploración ha sido la más utilizada por su bajo
coste y fácil accesibilidad, además permite que se establezca un diagnóstico diferencial
entre los subtipos de disartrias.
Un pequeño inconveniente es que su carácter es subjetivo, es decir, se basa en la
percepción y experiencia del profesional
- Evaluación acústica de la función vocal permite una observación global de los factores
neurofisiológicos y perceptivos. Este método presenta un carácter objetivo de los
aspectos evaluados, complementa la información recogida de otras exploraciones,
favorece la precisión de los objetivos de la rehabilitación y permite controlar los
progresos y la eficacia de la intervención.
Una vez realizadas todas las pruebas oportunas, pasaremos a establecer el diagnóstico
diferencial. Con este diagnóstico se va determinar el tipo de disartria que presenta el
alumno. Para esto, es necesario saber cuáles son las características de cada subtipo de
disartria, así como el lugar de la lesión y los datos obtenidos en las exploraciones.
Intervención:
La disartria se manifiesta con grados de severidad, con unos signos y síntomas muy
heterogéneos, variando mucho de unos pacientes a otros. Por ello el plan de intervención debe
ajustarse a la valoración y las necesidades de cada paciente en concreto.
Para poder planificar una intervención, existen factores relevantes a tener en cuenta, entre ellos: la
situación médica del paciente (inestabilidad de su situación clínica, nivel de alerta reducido,
agitación psicomotora, etc.), sus capacidades cognitivas (limitaciones atencionales, problemas de
memoria, dificultades para monitorizar y corregir la propia conducta, etc.) o lingüísticas (problemas
de comprensión auditiva, dificultades de lectura, etc.), su estado emocional y motivacional
(depresión, apatía, poca conciencia del déficit, reducidas ganas de recuperarse, etc.), y las
circunstancias técnicas y económicas (ausencia de instrumentos para abordar las dificultades,
insuficiente conocimiento sobre la patología por parte del clínico o por carencias en el desarrollo
de su investigación, falta de soporte financiero, etc.)
Los objetivos generales del tratamiento de la disartria Son por una parte que el paciente logre
satisfacer las necesidades comunicativas cotidianas en relación al daño neurológico con el
propósito de que obtenga una mejoría en su calidad de vida y por otra, en la adaptación
psicosocial del paciente y su familia, con el fin de que puedan aceptar las limitaciones definitivas.
Los objetivos específicos de la intervención están dirigidos a reactivar o mejorar los procesos
motores básicos alterados. Por otro lado, hay que tener en cuenta que cuando el grado de
afectación es muy severo, puede que la recuperación completa del habla inteligible no pueda
darse, por lo que el trastorno sólo podrá ser compensado a través de medios aumentativos y/o
alternativos de comunicación tales como un tablero alfabético, uso de gestos u otros medios para
comunicarse.
Debemos tener en cuenta a la hora de realizar la intervención aquellos órganos que afectan a la
programación o ejecución motora, debiendo intervenir en: respiración, fonación, resonancia,
articulación, tasa del habla, acento y entonación.
De este modo, la intervención debe ser integradora, lo que supone comprender y atender a las
deficiencias que afectan a la producción del habla, a su impacto sobre la inteligibilidad, al grado de
limitación en la actividad, que se hace evidente en los intentos comunicativos dentro de una
variedad de situaciones sociales y físicas, y a la restricción en la participación, que impide tanto el
acceso a servicios y oportunidades como el desarrollo de los roles personales y vocacionales.
Pronostico
El pronóstico de la disartria depende de la edad, la etiología, y la severidad, así como del estado
neurológico del paciente, incluyendo trastornos de lenguaje asociados, tiempo de evolución y
deterioro cognitivo. Son Factores de buen pronóstico: ser joven, causa no progresiva (TEC, ACV),
Médicamente estable, severidad de leve a moderada, sin trastornos de lenguaje asociados, tiempo
de evolución de un mes o menos, ausencia de deterioro cognitivo o deterioro cognitivo leve.