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DIOS ES PADRE Y NOSOTROS SOMOS SUS HIJOS

En la actualidad los jóvenes realmente conocemos ¿Quién es Dios? De manera personal, la


respuesta a esta pregunta la conocía de forma básica porque creía que Dios es omnipotente y
que exigía de nosotros que nos comportaremos bien. Es decir que solamente debía de realizar
bien mis estudios y no hacer daño a nadie para agradar a Dios y me recompensara. Sin
embargo, esta imagen de Dios benefactor no es la verdadera. Por lo tanto, este ensayo tiene
como propósito averiguar ¿Quién es Dios? y ¿Cuál es el impacto de conocer esta pregunta en
nuestro modo de vida?

En primer lugar, la imagen de Dios en el tiempo de Jesús era la de un Dios castigador. Los
sacerdotes y fariseos exigían el cumplimiento de la legalidad y el ritualismo. De modo que
aquellos que no cumplieran las leyes de la religión judía eran considerados pecadores. Entre
ellos, “las prostitutas, los recaudadores de impuestos, los ladrones, los usureros y los
jugadores”1 (Jesús y los grupos sociales). La parte más maléfica de esta práctica era que los
sacerdotes que conocían las leyes, “les recordaban constantemente que no eran del agrado de
Dios”2. De modo que esta práctica judía producía sufrimiento a aquellos que no cumplían con
las leyes. Además, que la imagen de Dios era la de un ser castigador que juzgaba desde el
criterio del cumplimiento de los rituales o las leyes.

Sin embargo, esta visión acerca de Dios no tiene ningún fundamento porque fue creada por los
hombres para mantener el control social sobre las comunidades judías. Por este motivo, los
sumos sacerdotes, conocedores de las leyes, pertenecían a las clases más privilegiadas.

Por otra parte, de acuerdo con José Martín 3, Jesús de Nazareth revela quién es
verdaderamente Dios a través de su modo de vida y sus parábolas, nos muestra un rostro
único de Dios. Este rostro único consiste en que Dios es amor incondicional hacia cada ser
humano. Esta característica de Dios, Andrés Torres lo explica con la metáfora del padre y la
madre de forma precisa.

De acuerdo con este autor, Dios “quiere ser padre/madre que nos sostiene en el ser porque
con toda intención nos crea y con todo amor quiere estar con nosotros” 4. Esta metáfora trata
de explicar que Dios nos ve como sus hijos y su voluntad es que cada uno de nosotros seamos
felices. De modo similar, los padres y madres que aman a sus hijos quieren verlos realizados.
Desde mi testimonio de vida, mi padre y madre han cuidado de mí físicamente, a través de una

1
Albert Nolan “Jesús antes del Cristianismo ¿Quién es este hombre?
2
Albert Nolan
3
José Luis Martín “El Dios de Jesús”
4
Andrés Torres Queiruga “El Dios de Jesús Aproximación en cuatro metáforas”.
buena alimentación e intelectualmente al darme una buena educación. Puesto que, ellos
quieren en los más profundo de su ser que me convierta en un excelente profesional y ser
humano.

El objetivo del padre y la madre de ver realizado a sus hijos que significa también que no
sufran es lo único que persigue Dios independientemente de si lo merecemos o no. Esta
imagen de Dios misericordioso es mostrada por Jesús a través de sus parábolas, como la del
Padre Misericordioso. Esta parábola comienza cuando el hijo de un señor le pide su herencia
manera adelantada, que desperdiciaría al punto de tener hambre. Luego encuentra un trabajo
precario que consiste en cuidar cerdos. “Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de
mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!” 5.

Por esa razón, regresa con su padre y le dice “no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como
a uno de tus jornaleros” 6. No obstante, el padre hace todo lo contrario, lo perdona y lo recibe
con un amor incondicional que no pide justificaciones. Por consiguiente, la voluntad de Dios es
que sus hijos no sufran aún si cualquiera de ellos ha cometido errores, que lo hayan hecho
sufrir porque Dios es padre.

El gran amor que Dios siente por cada persona, de acuerdo con Andrés Torres, no es
comprensible por nosotros porque “nuestro inconsciente está cargado de culpabilidad de
nuestra conducta agresiva y nuestras relaciones de egoísmo” 7. Es decir, consideramos que no
merecemos el amor de Dios, al igual que el hijo de la parábola del Padre Misericordioso que le
dijo a su padre que no merecía ser su hijo. Según Pagola 8, dicha reacción ocurrió también en el
tiempo de Jesús ya que los que escucharon su parábola se quedaron verdaderamente
sorprendidos, porque no entendían por qué Dios era así. De modo que, no podemos buscar las
razones de ¿Por qué Dios nos ama a pesar de nuestros defectos?

Sin embargo, sí podemos decir que el amor de Dios es incondicional porque no condiciona su
amor a criterios: sí somos pecadores o cumplidores de la ley, ya que nunca nos dejará de amar.
El amor incondicional de Dios lo podemos ejemplificar con mi experiencia con el amor de mi
madre, cuya entrega no es condicionada en base a reglas o una conducta que deba seguir. En
cambio, ella se entrega por el hecho de ser su hijo y no encuentra razones de ¿Por qué no

5
Lucas 15:11-32
6
Lucas 15:11-32
7
Andrés Torres Queiruga “El Dios de Jesús Aproximación en cuatro metáforas”.
8
José Antonio Pagola “Conferencia: Jesús, encarnación de la misericordia”
debería velar por mi bien? Del mismo modo, “Dios busca nuestro bien, ya que lo único que le
importa es potenciarnos y ayudarnos a ser los más realizados y felices” 9.

En nuestro mundo, tenemos pruebas del amor incondicional de Dios, ya que él se encarga de
“llamar a los frutos de la tierra de los campos para que sean abundantes y los hombres tengan
una vida materialmente feliz” 10. No obstante, no solo se preocupa por nuestro bienestar físico
sino también porque Dios es capaz de “transformar el corazón del hombre, que es de piedra a
uno de carne”11. La importancia de esta misión es que los hombres que tiene un corazón de
carne se preocupan por el bienestar de su prójimo. Actualmente, conocemos ejemplos de
personas con corazón de carne. Una de ellas es María Teresa de Calcuta que “fundó una
congregación para socorrer a niños abandonados, personas sin hogar, enfermos, refugiados,
ancianos”12. A través de este ejemplo, nos damos cuenta de que Dios expresa su amor guiando
a otros en la búsqueda del bien.

Por otro lado, el hecho de saber que Dios es Padre y por eso nos ama incondicionalmente,
significa que todos somos hijos de Dios. Según Andrés Torres 13, esto implica que los demás son
nuestros hermanos. Por lo tanto, nuestra actitud con el prójimo debe cambiar en especial si
tratamos el sufrimiento de los demás con indiferencia. Al ser hermanos verdaderos debemos
comportarnos como tal. No obstante, ¿Cómo un hermano auténtico debe comportarse con
otro?

En la parábola del Buen Samaritano, Jesús de Nazareth nos da una respuesta concreta sobre
esta pregunta. En primera instancia, dicha parábola consiste en que un samaritano observa a
un judío moribundo y se acerca para curar sus heridas. Es más, el samaritano lleva a su prójimo
a una posada y decide pagar todos los gastos. Para entender la enseñanza de esta parábola
debemos mencionar que había un conflicto entre judíos y samaritanos basado en cuál era la
casa de Dios. En consecuencia, los dos grupos étnicos se odiaban entre sí.

A pesar del sentimiento de odio entre judíos y samaritanos, Jesús nos demuestra que el
samaritano es capaz de ayudar al judío porque observa que sufre. Dicho de otro modo, no guía
su accionar basado en prejuicios sino en ser misericordioso con el que sufre. A partir de todo
esto, la manera en cómo debemos comportarnos con nuestros hermanos es ver su sufrimiento
y aplacarlo sin juzgamientos. En este punto, nuestra manera de actuar con nuestros hermanos

9
Andrés Torres Queiruga “El Dios de Jesús Aproximación en cuatro metáforas”.
10
José Ramón-Busto “La Historia de Jesús de Nazareth”
11
José Ramón-Busto
12
Canal Historia “María Teresa de Calcuta”. Extraído de: https://canalhistoria.es/perfiles/teresa-de-
calcuta/
13
Andrés Torres Queiruga “El Dios de Jesús Aproximación en cuatro metáforas”.
debe ser similar a la de Dios porque él no discrimina en su amor, según criterios humanos
como la religión, la posición social, la étnica, el color de piel, etc.

Otra manera de entender cómo debemos ser con nuestros hermanos y que es más abarcadora
es la metáfora de la mesa compartida. De acuerdo con Aguirre 14, debemos promover una
comunidad que integre a judíos y paganos y que encuentre su máxima expresión en la comida
en común.

Dicha metáfora significa que nuestra relación debe ser de reciprocidad, de servicio y
fraternidad15. Es decir, nosotros somos hermanos verdaderamente y nuestro comportamiento
debe guiarse por esta premisa. A partir de todo lo anterior, el hecho de ser hijos de Dios
consiste principalmente en aplacar el sufrimiento de nuestros hermanos. No obstante, la
metáfora de la mesa compartida agrega que también debemos ser fraternos tal como si fueran
nuestra familia.

El efecto de la fraternidad se evidencia en el trato igualitario entre personas. El efecto de esta


actitud es que da vida no solo al que es fraterno sino también al que recibe esta actitud. Jesús
encuentra su realización al incluir en su mesa a los pecadores y pobres tratándolos como
iguales. Al mismo tiempo, ellos se sienten incluidos y sienten alivio al encontrar alguien que les
proporciona su entrega16

En conclusión, la imagen de Dios que revela Jesús es que Dios es padre Misericordioso. Es
decir, que Dios ama a cada ser humano y quiere que cada uno de nosotros tengamos una vida
plena y feliz. A pesar de que cometamos pecados y errores nos perdona y se alegra como un
padre que recibe a su hijo. Por eso su amor es incondicional. Así mismo, Dios no nos pone
condiciones a su amor. Él quiere lo mejor para nosotros porque así lo desea, inclusive si no lo
merecemos.

La importancia de conocer que Dios es nuestro padre consiste en que todos somos hermanos.
La implicancia de esto es que nuestra actitud con los demás debe cambiar y consistir en
aplacar su sufrimiento porque son hijos de Dios y por ende nuestros hermanos. No obstante,
no solo debemos ser misericordiosos con los que sufren sino también fraternos, para construir
buenas relaciones con los demás.

Autor: José Rodrigo García Gonzales

14
Rafael Aguirre “La mesa compartida”
15
Rafael Aguirre
16
Rafael Aguirre

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