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Sistema Urinario
Sistema Urinario
La excreción comprende la eliminación de los productos que no son útiles al cuerpo humano.
Tendemos a creer que esta función es exclusiva del aparato urinario; en realidad, este se
ocupa de eliminar la orina producida por los riñones. Sin embargo el aparato digestivo, el
respiratorio y las glándulas sudoríparas, también realizan dicha función y, al igual que el
aparato urinario, contribuyen en la regulación de la cantidad de agua y sales contenidas en
nuestro cuerpo.
EL APARATO URINARIO . El aparato urinario humano está constituido por dos riñones,
dos uréteres, la vejiga urinaria y la uretra. Estos órganos se encargan de separar de la sangre
las sustancias nocivas que esta contiene o aquéllas que, sin serlo, se encuentran en cantidad
superior a la necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, con el fin de verterlas al
exterior.
ÓRGANOS DEL APARATO URINARIO
2. Pelvis renal: la orina al salir de los riñones, es recogida por unos pequeños receptáculos
(cálices), estos se reúnen entre sí para formar una cavidad común: la pelvis renal.
4. Uréteres: estos dos conductos se encargan de conducir la orina desde cada pelvis renal a
la vejiga urinaria.
¿SABIAS QUÉ?
Cuando la sangre llega al riñón... a través de la arteria renal, cada
riñón recibe sangre oxigenada proveniente de la aorta. Cuando la arteria
renal ingresa en el riñón, se ramifica dando origen a un sinnúmero de
arterias más pequeñas, las arteriolas. Estas penetran en el interior de
las cápsulas de los nefrones, donde se capilarizan para formar los
glomérulos. Los capilares de los glomérulos se reúnen nuevamente en
otra arteriola, encargada de transportar la sangre oxigenada hacia los
túbulos. Una vez más, la arteriola se capilariza formando una red que
rodea al túbulo renal. A nivel de dicha red tiene lugar el intercambio gaseoso
con las células, la sangre libera oxígeno y toma dióxido de carbono. De la
unión de los capilares se origina una vénula. De la confluencia de las
vénulas de los nefrones surge la vena renal, la que sale del riñón por el hilio.
Este proceso se realiza sin problemas con el agua, las sales, la glucosa, la urea, el
amoniaco y el ácido úrico. En cambio los glóbulos, las plaquetas, las proteínas y los lípidos de
la sangre, debido a su gran tamaño, no traspasan la pared de la cápsula y entonces, no se
filtran. El aspecto del líquido filtrado se asemeja al plasma, con la única diferencia de que este
carece de proteínas y lípidos.
· Reabsorción: a medida que el líquido filtrado circula por el nefrón, los elementos útiles son
reabsorbidos por las células especiales que se hallan en el interior de los túbulos y devueltos a
la corriente sanguínea. La orina es más concentrada que el líquido filtrado. La glucosa, parte
del agua y las sales, son reabsorbidas por los túbulos del nefrón; de este modo, el 95% del
agua filtrada vuelve a la sangre.
Durante el día los riñones filtran entre 170 y 180 litros de sangre, mientras que la cantidad
de orina eliminada en el mismo tiempo varía entre 1 y 1.5 litros. La cantidad de agua y sales
reabsorbidas varía según las necesidades del organismo. Así, si durante el día se bebió
abundante cantidad de líquido, los riñones reabsorben poca agua en relación con la
incorporada y, en consecuencia, se elimina mayor cantidad de orina.
La glucosa es reabsorbida totalmente, por ello no constituye un componente normal de la
orina. La reabsorción entonces, devuelve a la sangre el 95% del agua, gran parte de las sales y
la totalidad de la glucosa.
b) El sudor: Segregado por las glándulas sudoríparas que se encuentran diseminadas por
nuestro cuerpo. Es un líquido incoloro que contiene un 99% de agua, un 1% de sales, rastros
de urea y otros componentes orgánicos.