Desde la perspectiva de la teoría constructivista (Mauri, 1993; Porlán, 1996; Solé y
Coll, 1993) que afirma el proceso de la enseñanza y el aprendizaje,
aproximadamente desde las tres últimas décadas, se insiste en que la evaluación debe estar presente desde el momento en que comenzamos a trazar nuestros lineamientos de planificación y a lo largo de todo el proceso. El profesor es quien generalmente decide de forma exclusiva qué, métodos de trabajo y los criterios de evaluación deben ser usadas. Esto hace que los estudiantes no hagan suyo el proceso, se desentiendan interiormente y adopten posturas, o bien, formalmente correctas, para evitar problemas, o bien, hostiles interfiriendo en la dinámica de la clase (Mauri, 1993; Porlán, 2000). Ahora bien, las nuevas tendencias de la Educación que buscan mayor participación del estudiantado en el proceso educativo, así como un aprendizaje significativo y colaborativo, hacen que las herramientas estratégicas se conviertan en medios didácticos imprescindibles, de ahí que la UNESCO (2016) observa que emergerán nuevos entornos pedagógicos. Por un lado, el estudiante se convierte en un aprendiz más activo, que no solo escucha los contenidos que se transmiten por el profesor, sino que además resulta capaz de identificar nuevas fuentes de información de acuerdo a sus necesidades, las evalúa y así construye un nuevo conocimiento; la formación en investigación resulta entonces un proceso espontáneo y autónomo en el futuro profesional. Uno de muchas herramientas que se usa para el mejor aprendizaje en estudiantes en educación superior es el uso de los portafolios. El portafolio es una herramienta que se empezó a utilizar en ámbitos profesionales, principalmente relacionadas con el diseño, para mostrar la creación de obras de artistas, fotógrafos, arquitectos, etc, que recogen y presentan en él lo mejor que han producido, por lo cual nace como presentación de resultados, orientados no al proceso, sino al producto.
En Educación se importa esta idea para evidenciar cómo trabaja un docente:
trabajos de alumnos, preparación de clases, reflexiones y argumentaciones de conocimientos, procedimientos y actitudes, etc., que permiten conocer y valorar la trayectoria de un profesional de la docencia.
El portafolio del estudiante
Son carpetas de trabajo en las que se recopila toda la información relativa a la
actividad realizada por los estudiantes dentro del proceso de aprendizaje en una o varias áreas del conocimiento. Por su carácter formativo, el portafolio constituye un invalorable recurso para la evaluación centrada en el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Por la variedad de instrumentos de evaluación y de información sobre su desenvolvimiento se denomina portafolio de evaluación (Argudín, 2001; López, 2004).
Para Vavrus (1990) citado por Danielson y Abrutyn (2002),
Un portafolio es algo más que una mera caja llena de “cosas”. Se
trata de una colección sistemática y organizada de evidencias utilizadas por el maestro y los alumnos para supervisar la evolución del conocimiento, las habilidades y las actitudes de estos últimos en una materia determinada (p. 9). El portafolio debe ser, en realidad, una combinación organizada de dos componentes: el proceso y el producto. Antes de comenzar con la elaboración del portafolio del estudiante, es recomendable que éste conozca el propósito y también los criterios que se establezcan para seleccionar los trabajos que deberán ser incluidos. Igualmente el docente debe “...explicar y contestar preguntas acerca del uso y la evaluación del portafolio” (Villalobos, 2002, p. 393). El proceso de elaboración de los portafolios, para Danielson y Abrutyn (2002), consiste en cuatro pasos básicos: recolección, selección, reflexión y proyección. por otro lado también se selecciono cono herramienta de aprendizaje las listas de cotejo Este es un instrumento estructurado, que contiene una lista de criterios o desempeños de evaluación establecidos, en los cuales únicamente se califica la presencia o ausencia de estos mediante una escala donde acepta solo dos alternativas: si, no; lo logra, o no lo logra, presente o ausente, etc. Sirve para evaluar tareas, acciones, procesos, productos de aprendizaje, o conductas. Se considera un instrumento de evaluación, dentro de los procedimientos de observación. La lista de cotejo se usa para comprobar la presencia o ausencia de una serie de características definidas en el desempeño del aprendizaje, de esta forma se pueden evaluar aprendizajes preferentemente del saber hacer y saber ser. Asi l afirma este autor: Tobón (2014a), define las listas de cotejo como: Instrumentos de evaluación de competencias que permiten determinar la presencia o ausencia de una serie de elementos de una evidencia (indicadores). Los niveles de desempeño se tienen en cuenta en la ponderación o puntuación de los indicadores. De la misma manera y según Díaz Barriga (citado en Díaz Barriga, Casanova y Airasian, 2011), podemos decir que este instrumento se diseña para estimar la presencia o ausencia de una serie de características o atributos relevantes en la ejecución y/o en el producto realizados por los alumnos.
(Mauri, (1993), Estrategias de enzeñanza
Villalobos, (2002), Didactica integrativa y el proceso de aprendizaje Danielson y Abrutyn (2002),Una intrduccion al uso de portafolios en el aula. Mexico Díaz Barriga, (2002), Estrategias de enseñanza
Un portafolio docente es una selección coherente de materiales que incluyen evidencias y reflexiones sobre el proceso de enseñanza del profesor que ponen de manifiesto la calidad de su práctica docente en relación al aprendi