Está en la página 1de 4

PARALELO DE LA DEI FILIUS-DEI VERBUM

INTRODUCCIÓN

Dei Filius

Por lo tanto nosotros, siguiendo los pasos de nuestros predecesores, en conformidad con nuestro supremo oficio
apostólico, nunca hemos dejado de enseñar y defender la verdad católica, así como de condenar las doctrinas
erradas. La Iglesia nunca a dejado enseñar y defender la verdad católica.

Dei Verbum

Por tanto, siguiendo las huellas de los concilios Tridentino y Vaticano I, se propone exponer la doctrina auténtica
sobre la divina revelación y su trasmisión, para que todo el mundo, oyendo, crea el anuncio de la salvación;
creyendo, espere y esperando, ame.

SOBRE DIOS CREADOR DE TODAS LAS COSAS

Dei Filius

 El credo de la Fe apostólica que enseña la Iglesia.


 Iglesia cree y confiesa un solo Dios varadero y vivo creador omnipotente, etc.

Dei Verbum

 Cap. I. La verdad de la Revelación y naturaleza o objeto de la revelación.


 Cap. IV El Antiguo Testamento; Cap. V El Nuevo testamento
“Dios en su bondad quiso revelarse a si mismo y darse a conocer el misterio de su bondad...”
Dios creándolo todo y conservándolo por su palabra da a los hombres testimonio perenne de sí en las cosas
creadas, Dios a través de los siglos prepara el camino del Evangelio del Salvador.

SOBRE LA REVELACIÓN

Dei Filius

 Manifestación de Dios.
 Revelación historia salvación.
 La verdad de la revelación.
 Tradición revelación en la escritura.
 Libros compuestos por obra humana va la inspiración del Espíritu Santo.
La misma Santa Madre Iglesia sostiene y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido
con certeza a partir de las cosas creadas con la luz natural de la razón humana: «porque lo invisible de Dios,
desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de lo creado»[Rom 1,20]

Dei Verbum

 Mediante su Hijo a través del espíritu Santo


Todo el documento es una afirmación y explicación del misterio de la revelación a través de la tradición, el
magisterio y sucesión apostólica hasta nuestros días de una verdadera interpretación y lectura asidua de la
misma y la historia de la revelación.

SOBRE LA FE

Dei Filius

 Principio de la Salvación Humana


 Apostolicidad de la Fe
 “...Quiso Dios que a la asistencia interna del Espíritu Santo estén unidas indicaciones externas de su
revelación, esto es, hechos divinos y, ante todo, milagros y profecías, son signos ciertísimos de la revelación
y son adecuados al entendimiento de todos...”

El asentimiento de la fe no es de manera alguna un movimiento ciego de la mente: «sin la inspiración y la


iluminación del Espíritu Santo, quien da a todos la facilidad para aceptar y creer en la verdad»

“Dios, mediante su Hijo Unigénito, fundó la Iglesia y la proveyó con notas claras de su institución, para que
pueda ser reconocida por todos como custodia y maestra de la Palabra revelada”.

«mirando en Jesús al autor y consumador de nuestra fe»[29], «mantengamos inconmovible la confesión de


nuestra esperanza»[30]. D.V. La revelación ha de recibirse con la fe Cap. I, #4

Dei Verbum

Condescendencia de Dios.
 Dios se manifiesta como hombre a los hombres.
 Por que la palabra de Dios expresada en lenguas humanas se ha hecho semejante al habla humana,
como en otro tiempo el verbo del Padre eterno, tomada la carne de la debilidad humana se hizo hombres.
 De la apostolicidad en la transmisión el evangelio la tradición y la Sagrada escritura.

SOBRE LA FE Y LA RAZÓN

Dei Filius

El asentimiento perpetuo de la Iglesia católica ha sostenido y sostiene que hay un doble orden de conocimiento,
distinto no sólo por su principio, sino también por su objeto.
(1) Por su principio, porque en uno conocemos mediante la razón natural y en el otro mediante la fe divina; y
(2) por su objeto, porque además de aquello que puede ser alcanzado por la razón natural, son propuestos a
nuestra fe misterios escondidos por Dios, los cuales sólo pueden ser conocidos mediante la revelación divina.
Dei Verbum

D.V. Cap. II Sobre la Inspiración y interpretación de la sagrada escritura. Cap. I Sobre la Verdad de la revelación
en la experiencia y tradición apostólica y plenitud revelación de Cristo.

 La interpretación de la sagrada Escritura y el tener el conocimiento como palabra revelada e inspirada


por el Espíritu Santo.
 Al leer la e interpretarla con el mismo Espíritu con que se escribió.
 La enseñanza con fidelidad y sin error confirmando la inspiración del Espíritu Santo.

Dei Filius

Además la Iglesia que, junto con el oficio apostólico de enseñar, ha recibido el mandato de custodiar el depósito
de la fe, tiene por encargo divino el derecho y el deber de proscribir toda falsa ciencia[37], a fin de que nadie
sea engañado por la filosofía y la vana mentira[38] .

Dei Verbum

D.V. Cap. IV, #2. Las traducciones bien cuidadas

 La Iglesia a tomado las versiones griega, pero como la palabra debe estar al alcance de todos adapta
traducciones para los fieles.

 Deberes de los exegetas en el cuidado y la responsabilidad.

Dei Filius

La fe y la razón no sólo no pueden nunca disentir entre sí, sino que además se prestan mutua ayuda, ya que,
mientras por un lado la recta razón demuestra los fundamentos de la fe e, iluminada por su luz, desarrolla la
ciencia de las realidades divinas; por otro lado la fe libera a la razón de errores y la protege y provee con
conocimientos de diverso tipo.

Dei Verbum

D.V. Cap. VI. Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia. El cuidado de las traducciones bien cuidadas y los
deberes de los exegetas en el estudio cuidadoso y la oportuna revisión de la autoridades de la Iglesia.

LA IGLESIA COMO INSTITUCIÓN

Dei Verbum

La iglesia como una institución en cargada de custodiar, enseñar y difundir la fe revelada y manifestado por
desde su fundación.

Dei Filius

Hemos de hacer esto con los obispos de todo el mundo como nuestros co-asesores y compañeros-jueces,
reunidos aquí como lo están en el Espíritu Santo por nuestra autoridad en este concilio ecuménico, y apoyados
en la Palabra de Dios como la hemos recibido en la Escritura y la Tradición, religiosamente preservada y
auténticamente expuesta por la Iglesia Católica.
La misma Santa Madre Iglesia sostiene y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido
con certeza a partir de las cosas creadas con la luz natural de la razón humana.

CONCLUSIÓN

Estos dos documentos nos dan la claridad sobre la revelación y la fe de ella misma como lo aclara en documento
Dei filius, como magisterio y como institución encargada de difundir, interpretar y clarificar los mandatos de
Dios, además sobre la lectura e interpretación de la palabra.

Así pues, cumpliendo nuestro oficio pastoral supremo, suplicamos por el amor de Jesucristo y mandamos, por la
autoridad de aquél que es nuestro Dios y Salvador, a todos los fieles cristianos, especialmente a las autoridades
y a los que tienen el deber de enseñar, que pongan todo su celo y empeño en apartar y eliminar de la Iglesia
estos errores y en difundir la luz de la fe purísima.

Mas como no basta evitar la contaminación de la herejía, a no ser que se eviten cuidadosamente también
aquellos errores que se le acercan en mayor o menor grado, advertimos a todos de su deber de observar las
constituciones y decretos en que tales opiniones erradas, incluso no mencionadas expresamente en este
documento, han sido proscritas y prohibidas por esta Santa Sede.

También este documento pretende trazar precisas directivas para asegurar la eficaz colaboración de los fieles no
ordenados en tales contingencias y en el respeto a la integridad del ministerio pastoral de los clérigos. «Es
necesario hacer comprender que estas precisaciones y distinciones no nacen de la preocupación de defender
privilegios clericales, sino de la necesidad de ser obedientes a la voluntad de Cristo, respetando la forma
constitutiva que El ha indeleblemente impreso a su Iglesia».

Su recta aplicación, en el cuadro de la vital communio jerárquica, ayudará a los mismos fieles laicos, invitados a
desarrollar todas las ricas potencialidades de su identidad y de una «disponibilidad siempre más grande para
vivirla en el cumplimiento de la propia misión.

La apasionada recomendación que el Apóstol de las gentes dirige a Timoteo, «Te conjuro en presencia de Dios y
de Cristo Jesús (...) proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, exhorta (...) vigila
atentamente (...) desempeña a la perfección tu ministerio» ( 2 Tim. 4, 1-5), interpela en modo especial los
sagrados Pastores llamados a desarrollar la propia tarea de «promover la disciplina común a toda la Iglesia (...)
y urgir la observancia de todas las leyes eclesiásticas».

También podría gustarte