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INTRODUCCIÓN

Dios quiso y quiere que el mundo se salve, que todas y cada una de las personas del mundo se salven,
¡que tú te salves!, por eso 1 Timoteo 2,4 no dice Dios " quiere que todos los hombres se salven y
lleguen al conocimiento de la verdad" (1 Tim 2,4)

Asimismo,«Dios quiso que lo que había revelado para salvación de todos los pueblos se conservara
por siempre íntegro y fuera transmitido a todas las generaciones». El querer de Dios es que todos sus
hijos, todas las personas del mundo, sepan de su amor por todos y cada uno, amor vivo. Dios quiere
que se propague el evangelio porque desea que todas las personas del mundo puedan saber y aceptar
el Amor con que son amados por Dios.

I. La Tradición Apostólica
Dios dispuso que todo lo que había revelado para la salvación de los hombres permaneciera
íntegro para siempre y se fuera transmitiendo a todas las generaciones. "Cristo nuestro Señor,
en quien alcanza su plenitud toda la Revelación de Dios, mandó a los Apóstoles predicar a
todos los hombres el Evangelio como fuente de toda verdad salvadora y de toda norma de
conducta, comunicándoles así los bienes divinos: el Evangelio prometido por los profetas, que
Él mismo cumplió y promulgó con su voz" (DV 7). Es por ello que Cristo Señor, mandó a los
Apóstoles que predicaran a todos los hombres el Evangelio, comunicándoles los dones
divinos. Este Evangelio, prometido antes por los Profetas, lo completó El y lo promulgó con
su propia boca, como fuente de toda la verdad salvadora y de la ordenación de las costumbres.

La relación entre la tradición y la Sagrada Escritura


La tradición y la Biblia están estrechamente relacionadas e interconectadas. En efecto, ambos hacen
presente y fecundo el misterio de Cristo en la Iglesia, y de la misma fuente divina: forman un único
depósito sagrado de fe del que la Iglesia obtiene certeza en todas las cosas reveladas. En este sentido,
la revelación termina con la venida de Jesucristo, pero al mismo tiempo sigue recordando el
acontecimiento fundacional de nuestra fe, la resurrección de Jesucristo, el Mesías, que nos revela la
verdadera imagen de Dios definida. con los evangelios en la Biblia Amor por los rechazados, los
pobres, los excluidos sociales. Y por esa misma razón nace la pregunta ¿qué relación existe entre la
tradición y la sagrada escritura? Para comenzar a dar respuesta comenzaremos a tratar de explicar en
qué consiste cada una de ellas.
La tradición suele definirse como la transmisión inmutable y renovada de la memoria de Jesús y de la
fe cristiana a través de diferentes generaciones. Esta memoria se formó históricamente a través de la
transmisión oral o escrita de la Biblia o las escrituras que tenemos hoy. Se determina con el tiempo.
Al revelarse a sí mismo ya los hombres, Dios lo hace por medio de la mano del hombre, para que su
pueblo descubra el mensaje de Dios y esté dispuesto a responder de cerca en su experiencia de vida y
de fe. La Biblia o sagrada escritura es la palabra escrita de Dios, inspirada por el Espíritu Santo, y
cubre tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento según lo define el canon, el conjunto de reglas y
requisitos de la fe por el cual debían completar las diversas escrituras. considerado inspirado. Por otra
parte, la tradición (de la Iglesia) puede aceptarse, modificarse o cambiarse, es preciso distinguir de
ella las "tradiciones" teológicas, disciplinares, litúrgicas o devocionales nacidas en el transcurso del
tiempo en las Iglesias locales. Estas constituyen formas particulares en las que la gran tradición recibe
expresiones adaptadas a los diversos lugares y a las diversas épocas. Sólo a la luz de la gran Tradición
aquéllas pueden ser mantenidas, modificadas o también abandonadas bajo la guía del Magisterio de la
Iglesia, pero no la tradición (apostólica), lo que significa la conexión entre la Biblia misma y la
transmisión de la fe hasta hoy en unidad e interdependencia. El contenido de la Biblia no puede
entenderse ni aceptarse a menos que se predique y transmita lo que éstos recibieron de las enseñanzas
y del ejemplo de Jesús y lo que aprendieron por el Espíritu Santo. En efecto, la primera generación de
cristianos no tenía aún un Nuevo Testamento escrito, y el Nuevo Testamento mismo atestigua el
proceso de la Tradición viva.. Del mismo modo, la revelación recibida sin fuente no puede
transmitirse sin la inspiración de la misma Palabra de Dios. Con este contexto, se puede entender que
ninguno es superior al otro, sino que todos se complementan para lograr un mismo fin, que es seguir
iluminando al pueblo de Dios, haciendo historia de salvación en el mundo. Entonces es posible
estudiar lo que sucedió antes, y antes de que se escribiera la Biblia o se definiera el canon, existía esta
transmisión oral de la palabra de Dios. Ahora que está escrito, continúa siendo transmitido oralmente
(hablado o escrito) y fácticamente (ceremonialmente).

La interpretación del depósito de la fe:


1.- El depósito de la fe confiado a la totalidad de la iglesia:
Antes de empezar les leeré una frase del Dei Verbum que significa palabra de Dios y que es una
constitución dogmática resultado del Concilio Vaticano II: “Fiel a dicho depósito, todo el pueblo
santo, unido a sus pastores, persevera constantemente en la doctrina de los Apóstoles y en la
comunión, en la fracción del pan y en las oraciones, de modo que se cree una particular concordia
entre pastores y fieles en conservar, practicar y profesar la fe recibida.”
El depósito de la fe (depositum fidei), es todo aquello contenido en la sagrada Tradición (es aquella
que nos indica que no toda la revelación divina se describe en la Biblia, sino que también fue
enseñada por Jesús y transmitida oralmente por sus apóstoles) y en la sagrada Escritura el cual fue
confiado por los Apóstoles al conjunto de la Iglesia.
Podemos encontrar sobre el depósito de la fe en la 1 carta a Timoteo, la cual nos dice:
Timoteo 6,20: Timoteo, conserva el depósito, evita las palabrerías inútiles y mundanas así como las
discusiones procedentes de una falsa ciencia.
Timoteo 1, 12-14: Doy gracias al que me da la fuerza, a Cristo Jesús, nuestro Señor, por la confianza
que tuvo al llamarme al ministerio. Porque siendo yo en un comienzo adversario, un perseguidor y un
violento, él me perdonó, porque obraba de buena fe cuando me negaba a creer, y la gracia de nuestro
Señor me invadió, junto con la fe y el amor que está en Cristo Jesús.
2.- El magisterio de la iglesia:
Pero hay que recordar que el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o
transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en
el nombre de Jesucristo, es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de
Roma.
El Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar puramente lo
transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente,
lo custodia celosamente, lo explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que
propone como revelado por Dios para ser creído.
Por ello, se enseña que los Obispos han sucedido, por institución divina, a los Apóstoles como
pastores de la Iglesia, de modo que quien los escucha, escucha a Cristo, y quien los desprecia,
desprecia a Cristo y a quien le envió, esto lo podemos recordar de la palabra de Cristo a sus
Apóstoles, las cuales podemos leer en Lucas 10,16 donde nos dice: "Quien les escucha a ustedes, me
escucha a mí; quien les rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que
me ha enviado", siendo así que reciben con docilidad las enseñanzas y directrices que sus pastores les
dan de diferentes formas.
Esta divina misión confiada por Cristo a los Apóstoles ha de durar hasta el fin del mundo tal y como
él lo dice en Mt 28,20: “Y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo
estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia”. Por esto los Apóstoles cuidaron de
establecer sucesores en esta sociedad, dejaron a modo de testamento a sus colaboradores inmediatos el
encargo de acabar y consolidar la obra comenzada por ellos, encomendándoles que atendieran a toda
la grey, así como lo menciona en Hch 20,28: “Cuiden de sí mismos y de todo el rebaño en el que el
Espíritu Santo les ha puesto como obispos (o sea, supervisores): pastoreen la Iglesia del Señor, que él
adquirió con su propia sangre”.
3.- Los dogmas de la fe: (falta terminar)
El Magisterio de la Iglesia ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo cuando define dogmas,
es decir, cuando propone, de una forma que obliga al pueblo cristiano a una adhesión irrevocable de
fe, verdades contenidas en la Revelación divina o también cuando propone de manera definitiva
verdades que tienen con ellas un vínculo necesario.
Existe un vínculo orgánico entre nuestra vida espiritual y los dogmas. Los dogmas son luces que
iluminan el camino de nuestra fe y lo hacen seguro. De modo inverso, si nuestra vida es recta, nuestra
inteligencia y nuestro corazón estarán abiertos para acoger la luz de los dogmas de la fe vemos esto en
Jn 8,31-32: “Jesús decía a los judíos que habían creído en él: Ustedes serán verdaderos discípulos
míos si perseveran en mi palabra; entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”
Los vínculos mutuos y la coherencia de los dogmas pueden ser hallados en el conjunto de la
Revelación del Misterio de Cristo (cf. Concilio Vaticano I: DS 3016: "mysteriorum nexus "; LG 25).
«Conviene recordar que existe un orden o "jerarquía" de las verdades de la doctrina católica, puesto
que es diversa su conexión con el fundamento de la fe cristiana" (UR 11).
4.- El sentido sobrenatural de la fé:
SENTIDO SOBRENATURAL DE LA FE: (TU IMANOL CREES EN LO QUE TE
INCULCAN POR QUE TU FE ES GRANDE, ES DECIR, TIENES LA CERTEZA DE
CREER EN LO QUE TE INFORMA EL MAGISTRADO Y VAS A PODER
PROFUNDIZAR SI HACES CRECER TU FE Y REALIZAS UN JUICIO RECTO A
LO LARGO DE TU VIDA).
Las personas tienen la capacidad de creer en lo que el magisterio les inculca, es decir, lo que
les informa a esto se le llama verdad de fe. Asi el creyente va a entender que nace de la
experiencia cristiana de participación, tiene una inteligencia que va mas alla de lo que esta
viviendo.
Pero es importante que tal creyente que puedes ser tu Imanol trates de que vaya creciendo,
¿Cómo se hara eso?, vas a profundizar en la vida espiritual y a traves de la comunicación que
vas a tener con DIOS.
Deber de tener en cuenta que por ser FIEL (que no eres xd infiel), vas a tener en parte
comprensión de la transmisión de la verdad revelada, debido a que vas a poseer la unción del
Espíritu Santo por la fe que poseemos. No debes de olvidar que, se puede profundizar o tener
un conocimiento mas a fondo y esto con un juicio recto es decir haciendo lo correcto para que
puedas aplicarlo en tu vida. Si haces esto no vas a tener poca fe, es decir, una fe que pueda
tener errores y ser afectada. Esto empieza por los obispos hasta el último de los laicos
cristianos manifiestan su consentimiento en cuestiones de fe y de moral.
5.- El crecimiento en la inteligencia de la fé
COMO VA A CRECER TU FE IMANOL Y LA DE LOS DEMAS: Esta va a aumentar a
medida que se tenga presente la presencia del Espíritu Santo, si posees su presencia crecer tu
fe y tu relación que tiene tu vida con la iglesia va creciendo.
Pero para ello es necesario que los fieles puedan meditarlas en su interior, a través del repaso
de estas en su corazón, que puedan darse un tiempo de estudiarlas, repasarlas para que su
inteligencia de la fe vaya creciendo.
La investigación teológica, es la encargada de investigar para poder profundizar en los
aportes, conocimientos sobre la verdad que nos ha sido revelada por la fe. No se debe de
olvidar, que la santa Tradición, la sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia, se
encuentran unidos y ligados, no puede , ninguno puede subsistir sin los otros; los tres, bajo la
acción del único Espíritu Santo ya que tienen como finalidad, es aportar de forma eficaz y
continua a la salvación de las almas.
6.- Resumen
 Cristo le encomendó a los Apóstoles poder comunicar lo inspirado por el espíritu
santo a través de su predicación y sus escritos a todas las generaciones hasta el retorno
glorioso de Cristo.
 La santa Tradición y la sagrada Escritura forman un solo depósito sagrado de la
palabra de Dios, es decir, en el cual, como en un espejo, la Iglesia peregrinante
contempla a Dios, fuente de todas sus riquezas.
 Por medio de las enseñanzas, vida, culto de La Iglesia se transmite todo lo que ella es,
todo lo que cree para todas las personas.
 Además, relacionado al sentido sobrenatural de la fe, el Pueblo de Dios no cesa de
acoger el don de la Revelación divina, para vivirla a través de su día a día y poder
mejorar su entendimiento y conocimiento.
 Por último, ha sido confiado únicamente y especial el oficio de interpretar
auténticamente la Palabra de Dios Magisterio de la Iglesia, al Papa y a los obispos.

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