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Día 057 de 365

LEVÍTICO 08 Progreso: 15.6%

La consagración de Aarón y sus hijos Lectura de hoy:


Levítico 08 y 09
1 El Señor dijo a Moisés:
Salmo 59
2 Reúne a Aarón y a sus hijos; toma las vestiduras, el óleo de Hechos 02,01-21
la unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos
carneros y la canasta de los panes ácimos, 3 y congrega a toda la comunidad junto a la
entrada de la Carpa del Encuentro.

4 Moisés hizo lo que el Señor le había ordenado, y cuando la comunidad estuvo reunida
a la entrada de la Carpa, 5 él les dijo: "El Señor ha mandado hacer estas cosas".

6 Entonces Moisés ordenó que se acercaran Aarón y sus hijos y los lavó con agua.

7 Después impuso la túnica a Aarón y se la ciñó con la faja; lo vistió con el manto y le
puso encima el efod, ciñéndolo con el cinturón, de manera que se lo dejó bien ajustado.

8 Luego le colocó el pectoral y depositó en él el Urím y el Tumím; 9también puso sobre


su cabeza el turbante, y encima de este, sobre la frente, colocó la flor de oro –el signo
de su consagración– como el Señor se lo había ordenado.

10 En seguida Moisés tomó el óleo de la unción, ungió la Morada y todo lo que había en
ella, y así los consagró.

11 Hizo siete aspersiones con óleo sobre el altar, y ungió el altar y todos sus utensilios,
la fuente y su base, para consagrarlos.

12 Luego derramó óleo sobre la cabeza de Aarón y lo consagró por medio de la unción.

13 Finalmente, Moisés hizo que se acercaran los hijos de Aarón, los vistió con túnicas,
los ciñó con fajas y les ajustó las mitras, según la orden que el Señor le había dado.

Los sacrificios de consagración

14 Después hizo traer un novillo para el sacrificio por el pecado. Aarón y sus hijos
impusieron sus manos sobre la cabeza de la víctima, 15 y Moisés la inmoló. Entonces

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tomó la sangre y mojó con el dedo cada uno de los cuernos del altar, para purificarlo.
Luego derramó la sangre sobre la base del altar. Así lo consagró, realizando sobre él el
rito de expiación.

16 En seguida tomó toda la grasa que está sobre las entrañas, la protuberancia del
hígado y los dos riñones con su grasa, y los hizo arder sobre el altar.

17 El resto del novillo –su cuero, su carne y sus excrementos– lo quemó fuera del
campamento, como el Señor se lo había ordenado.

18 Hizo traer, además, el carnero para el holocausto. Aarón y sus hijos impusieron sus
manos sobre la cabeza de la víctima, 19 y Moisés la inmoló. Luego roció con la sangre
todos los costados del altar.

20 Cortó el carnero en pedazos y los hizo arder, junto con la cabeza y la grasa.

21 Después de lavar con agua las entrañas y las patas, Moisés hizo que todo el carnero
ardiera sobre el altar, como un holocausto de aroma agradable, era una ofrenda que se
quema para el Señor, según la orden que el Señor le había dado.

22 Luego hizo traer el segundo carnero, el carnero del sacrificio de la consagración.


Aarón y sus hijos impusieron sus manos sobre la cabeza de la víctima, 23 y Moisés la
inmoló. Después tomó un poco de sangre y mojó con ella el lóbulo de la oreja derecha
de Aarón, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho.

24 Luego mandó que se acercaran los hijos de Aarón, les mojó con un poco de sangre
el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el pulgar de su pie
derecho, y roció con la sangre todos los costados del altar.

25 En seguida tomó toda la grasa –la cola, la grasa que recubre las entrañas, la
protuberancia del hígado y los dos riñones con su grasa– y la pata derecha.

26 Sacó de la canasta de los panes ácimos que estaban delante del Señor un pan sin
levadura, una torta sin levadura amasada con aceite y una galleta, y las depositó sobre
las partes grasosas y sobre la pata derecha.

27 Luego entregó todo eso a Aarón y a sus hijos, e hizo el gesto de presentación
delante del Señor.

28 Volvió a tomarlo, y lo hizo arder sobre el altar junto con el holocausto: era un
sacrificio de la consagración, un sacrificio de aroma agradable, una ofrenda que se
quema para el Señor.

29 Luego Moisés tomó el pecho de la víctima e hizo con él el gesto de presentación


delante del Señor: esta era la parte del carnero de la consagración, que correspondía a
Moisés, según la orden impartida por el Señor.

La aspersión con la sangre de los sacrificios

30 Moisés tomó en seguida el óleo de la unción y la sangre que estaba sobre el altar, e
hizo una aspersión sobre Aarón, sobre sus hijos y sus vestiduras. De esta manera
consagró a Aarón, a sus hijos, y también sus vestiduras.

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31 Entonces Moisés dijo a Aarón y a sus hijos: "Hagan cocer la carne a la entrada de la
Carpa del Encuentro, y cómanla allí mismo, con el pan que está en la canasta del
sacrificio de la consagración, conforme a la orden que recibí: ‘Aarón y sus hijos comerán
esto’.

32 Lo que sobre de la carne y del pan, lo quemarán.

33 Durante siete días no abandonarán la entrada de la Carpa del Encuentro, o sea,


hasta que termine el período de la consagración, porque la consagración de ustedes
durará siete días.

34 El Señor ordenó que durante ese tiempo se hiciera lo mismo que se hizo hoy, para
practicar el rito de expiación en favor de ustedes.

35 Durante ese tiempo, permanecerán día y noche junto a la entrada de la Carpa del
Encuentro, cumpliendo lo que el Señor ha establecido, y así no morirán, porque esta es
la orden que yo recibí".

36 Aarón y sus hijos hicieron todo lo que el Señor había mandado por medio de Moisés.

LEVÍTICO 09
Los primeros sacrificios de Israel

1 Al octavo día, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel, 2 y dijo a
Aarón: "Toma un ternero para un sacrificio por el pecado, y un carnero para un
holocausto, ambos sin ningún defecto, y preséntalos delante del Señor.

3 Después di a los israelitas: ‘Tomen un chivo para ofrecerlo como sacrificio por el
pecado; un ternero y un cordero, de un año y sin defecto, para un holocausto; 4 y
traigan también un toro y un carnero para inmolarlos delante del Señor, en sacrificio de
comunión. Además de esto, preparen una oblación amasada con aceite. Porque hoy el
Señor se manifestará a ustedes’".

5 Ellos pusieron frente a la Carpa del Encuentro todo lo que Moisés les había ordenado,
y la comunidad en pleno se acercó y permaneció de pie delante del Señor.

6 Entonces Moisés dijo: "El Señor les ordena hacer estas cosas, para que su gloria se
manifieste a ustedes".

7 Después dijo a Aarón: "Acércate al altar, ofrece tu sacrificio por el pecado y tu


holocausto, y realiza así el rito de expiación por ti y por tu familia; presenta también la
ofrenda del pueblo, y practica el rito de expiación en favor de ellos, como el Señor lo ha
ordenado".

8 Aarón se acercó al altar e inmoló el ternero del sacrificio por su propio pecado.

9 Sus hijos le presentaron la sangre de la víctima, y él, mojando su dedo, puso un poco
de sangre sobre los cuernos del altar y derramó el resto sobre la base del mismo.

10 Luego hizo arder sobre el altar la grasa, los riñones y la protuberancia del hígado,
extraídos de la víctima del sacrificio por el pecado, como el Señor lo había ordenado a
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Moisés.

11 La carne y el cuero, en cambio, los quemó fuera del campamento.

12 En seguida inmoló la víctima del holocausto, y sus hijos le presentaron la sangre,


con la que él roció todos los costados del altar.

13 Luego le trajeron la víctima cortada en pedazos, juntamente con la cabeza, y él los


hizo arder sobre el altar.

14 Después de lavar las entrañas y las patas, también las hizo arder sobre el altar junto
con el holocausto.

15 Luego presentó la ofrenda del pueblo: tomó el chivo del sacrificio por el pecado del
pueblo, lo inmoló y lo ofreció como había hecho con el anterior.

16 Ofreció el holocausto conforme al ritual, 17 y presentó la oblación, de la cual extrajo


un puñado, que hizo arder sobre el altar, junto con el holocausto de la mañana.

18 También inmoló el toro y el carnero del sacrifico de comunión ofrecido por el pueblo.
Sus hijos le trajeron la sangre, y con ella roció todos los costados del altar.

19 Todas las partes grasosas del toro y del carnero –la cola, la grasa que recubre las
entrañas, los riñones y la protuberancia del hígado– 20 fueron depositadas sobre los
pechos de las víctimas. Aarón hizo arder las partes grasosas sobre el altar, 21 mientras
que con el pecho y la pata derecha de los animales, hizo el gesto de presentación
delante del Señor, como Moisés lo había ordenado.

22 Finalmente, Aarón extendió sus manos hacia el pueblo y lo bendijo.

La gloria del Señor

Después de ofrecer el sacrificio por el pecado, el holocausto y el sacrificio de comunión,


Aarón descendió, 23 y Moisés entró junto con él en la Carpa del Encuentro. Al salir
bendijeron al pueblo, y la gloria del Señor se manifestó a todo el pueblo: 24 un fuego
salió de la presencia del Señor, y consumió el holocausto y las partes grasosas puestas
sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y se postró con
el rostro en tierra.

SALMO 59 (58)

PLEGARIA DE UN INOCENTE PERSEGUIDO

1 Del maestro de coro. "No destruyas". De David. Mictán. Cuando Saúl dio orden de
vigilar su casa para matarlo.

Invocación y descripción del peligro

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2 Líbrame de mis enemigos, Dios mío,
defiéndeme de los que se levantan contra mí;
3 líbrame de los que hacen el mal
y sálvame de los hombres sanguinarios.

4 Mira cómo me están acechando:


los poderosos se conjuran contra mí;
sin rebeldía ni pecado de mi parte, Señor,
5 sin culpa mía, se disponen para el ataque.
Despierta, ven a mi encuentro y observa,
6 Señor de los ejércitos, Dios de Israel:
levántate para castigar a las naciones,
no tengas compasión de los traidores.

7 Vuelven al atardecer, aullando como perros,


y recorren la ciudad.

8 Mira cómo sueltan sus lenguas,


hay puñales en sus labios,
y dicen: "¿Quién nos va a oír?".

Expresión de confianza en Dios

9 Pero tú, Señor, te ríes de ellos


y te burlas de todos los paganos.

10 Yo miro hacia ti, fuerza mía,


porque Dios es mi baluarte;
11 él vendrá a mi encuentro con su gracia
y me hará ver la derrota de mis enemigos.

Imprecación contra los enemigos

12 Quítales la vida, Dios mío,


y que mi pueblo no lo olvide:
dispérsalos y derríbalos con tu poder,
tú, Señor, que eres nuestro escudo.

13 Cada palabra que pronuncian


es un pecado en su boca;
¡queden atrapados en su orgullo,
por las blasfemias y mentiras que profieren!

14 Extermínalos con tu furor,


extermínalos y que no existan más:
así se sabrá que Dios gobierna en Israel
y hasta los confines de la tierra.

15 Vuelven al atardecer, aullando como perros,


y recorren la ciudad:
16 vagan en busca de comida;
mientras no se sacian, siguen ladrando.

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Promesa de acción de gracias

17 Pero yo cantaré tu poder,


y celebraré tu amor de madrugada,
porque tú has sido mi fortaleza
y mi refugio en el peligro.

18 ¡Yo te cantaré, fuerza mía,


porque tú eres mi baluarte,
Dios de misericordia!

HECHOS DE LOS APÓSTOLES 02,01-21

1 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.

2 De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que
resonó en toda la casa donde se encontraban.

3 Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por
separado sobre cada uno de ellos.

4 Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas,
según el Espíritu les permitía expresarse.

5 Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo.

6 Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno
los oía hablar en su propia lengua.

7 Con gran admiración y estupor decían: «¿Acaso estos hombres que hablan no son
todos galileos?

8 ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua?

9 Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea,


en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, 10 en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia
Cirenaica, los peregrinos de Roma, 11 judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los
oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios».

12 Unos a otros se decían con asombro: «¿Qué significa esto?».

13 Algunos, burlándose, comentaban: «Han tomado demasiado vino».

14 Entonces, Pedro poniéndose de pie con los Once, levantó la voz y dijo: «Hombres de
Judea y todos los que habitan en Jerusalén, presten atención, porque voy a explicarles
lo que ha sucedido.

15 Estos hombres no están ebrios, como ustedes suponen, ya que no son más que las
nueve de la mañana, 16 sino que se está cumpliendo lo que dijo el profeta Joel:

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17 "En los últimos días, dice el Señor, derramaré mi Espíritu sobre todos los hombres y
profetizarán sus hijos y sus hijas; los jóvenes verán visiones y los ancianos tendrán
sueños proféticos.

18 Más aún, derramaré mi Espíritu sobre mis servidores y servidoras, y ellos


profetizarán.

19 Haré prodigios arriba, en el cielo, y signos abajo, en la tierra: verán sangre, fuego y
columnas de humo.

20 El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que llegue el Día del
Señor, día grande y glorioso.

21 Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará".

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