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Si bien, no podemos excavar demasiado en los motivos por los cuales los Estados
Unidos y la URSS entraron en conflicto, podemos hacer un recuento histórico
rápido. La situación después de la segunda guerra mundial quedaba al aire.
Europa estaba devastada y sin fondos, el vecino del norte emergía como la nación
beligerante y prestamista de las patrias afectadas, haciendo sentir cada vez más
cerca al feroz capitalismo, proyecto económico que sería sometido a prueba en el
tercer mundo y que se consolidaría en los países de la hegemonía occidental. Al
mismo tiempo que, la URSS, se alzaba como una fuerza mediática, ideológica y
militar de gran alcance, expandiendo el movimiento de liberación nacional y la
intensificación de la lucha del proletariado, pugnando por la unión del trabajador
por medio de un socialismo universal.
Por su parte, la protagonista de esta historia, Vietnam, es una nación que toma
características similares con los actuales países árabes de la África septentrional:
ambas naciones fueron saqueadas por parte de las potencias hegemónicas
colonizadoras de Europa, permearon en su cultura, trazando barreras geográficas
a su voluntad y cimentando acuerdos con otros países sobre el control y manejo
de dicha tierra. De este caso sería Francia la fuerza externa que por muchos años
sometió junto a Inglaterra el sudeste asiático. Este pasado es previo a la segunda
guerra mundial que incentivó el efectivo nacionalismo indochino. Vietnam dejaría
de ser víctima del colonialismo tras derrotar a su perpetrador que se encontraba
humillado y mermado por Alemania. Francia no pudo soportar otra guerra ahora
en contra de Ho Chí Minh, por lo cual Vietnam fue “liberada” y se erigía como
firme vencedora de la llamada Primera Guerra Indochina, pasando ahora al
momento de las discusiones diplomáticas con los Acuerdos de Ginebra. Esta
reunión estuvo llena de hostilidades y de un clima inquieto, donde el edicto final
fue dividir al país en dos partes: Una gobernada por la República Democrática de
Vietnam y otra por la Corte Feudal Vietnamita.
Al comenzar la conferencia, en abril de 1954, el ejército popular vietnamita,
comandado por Vo Nguyen Giap, derrotó a los colonos en Dien Bien Phu, tras una
jornada de casi 55 días de asedio.
Abordando mejor este tema, se pujó por una iniciativa para consolidar con una
reunión la firma de un referéndum un año después de los acuerdos, donde los
mismos vietnamitas, representados por estos partidos políticos optaran por
unificarse o separarse definitivamente, donde al final, no se aceptaría el dicho
acuerdo.
La zona del sudeste asiático, como parte del tercer mundo, serviría como
escenario de despliegue. Los Estados Unidos buscaban hacerse con el monopolio
marítimo de una zona rica en productos primarios y con una ubicación estratégica
privilegiada, un punto intermedio entre la India y China, una interesante línea
comercial que, aunque atractiva, servía mejor para vigilar e intervenir bajo
amenaza de cualquier avance del socialismo que desafiase el progreso del
capitalismo norteamericano. Esta guerra fue de dos bandos, con intereses
encontrados. Estados Unidos quería el territorio, pero la Unión Soviética no quería
a los americanos cerca de aquella posición, y, a la par, ambos no querían darle
cabida a China, un posible competidor que pudiese hacerle frente a futuro y quien
mostró un apoyo sin precedentes a la pequeña nación vecina. Vietnam, se veía
atrapada por una geografía y ejercicio del despliegue de tropas apabullante, por
un lado, tenía a Pekín y por el otro, al ejército rojo.
Como todo conflicto que se vuelve el acto coyuntural que adorna los anales
históricos, es necesario hacer una introspección en los sucesos desencadenantes
del mismo. La importancia que tiene dicho conflicto se debe a la constante
proclamación de los autores de esta como un pico de la guerra fría, donde el
intervencionismo de las grandes potencias de la mano de sus aliados se hizo
presente, transformando en el acto la geografía asiática y las relaciones
internacionales hasta el día de hoy. Todo esto, ocurrió en un halo de confusión y
vanguardia en la que, la separación de ideales políticos y construcciones de
filosofías económicas convergieron en una serie de acuerdos, disyuntivas,
restricciones, competencias y, sobre todo, sangre. Si bien, la guerra de Vietnam
en la cultura occidental o, mejor dicho, en la mirada popular americana apunta a
un conflicto de héroes blancos con una granada entre sus fauces, no hay que
dejar de lado que lo que se ha intentado reflejar en letras será una mirada general
de un tiempo trágico para quienes la vivieron, ya sea utilizando un rifle o con un
hijo cargado en brazos dentro del fango. Basta suerte de los todavía no nacidos,
víctimas de los tiempos de la guerra química, la deforestación, el saqueo y la
discordia.
Bibliografía: