Está en la página 1de 21

Módulo 1

Ciudadanía y Derechos
humanos en entornos
digitales
Presentación del módulo

Formar parte de la sociedad es un fastidio, pero


estar excluido de ella es una tragedia.
Oscar Wilde

En este módulo se abordará la relación que existe entre la ciudadanía y los derechos
humanos en los entornos digitales.

El creciente aumento del uso de las tecnologías de la información y de las


comunicaciones en los últimos años, ha generado cambios en las dinámicas de
consumo de bienes y servicios, modificación en las formas de socialización e
interrelación y transformación en las dinámicas políticas y económicas.

La transformación en las formas de relacionarse es uno de los aspectos de mayor


relevancia que el estudiante podrá comprender en este módulo, teniendo en cuenta
que se ha incrementado el uso de instrumentos electrónicos, tales como celulares
y computadores, con el objetivo socializar, generando una circulación constante de
altos contenidos de datos que más adelante se convertirán en información
importante para quienes fungen como intermediarios a fin de facilitar el paso de los
datos en la red.

Por lo anterior, el estudiante comprenderá a través de este módulo qué significan


los términos ciudadanos y ciudadanía digital, así como la relación que existe con la
protección de los derechos humanos en los entornos digitales que son un mundo
infinito y, algunas veces, quienes no pueden o no quieren pertenecer a dicho mundo
se pueden ver excluidos de esa sociedad digital.
Objetivos del módulo

● Comprender la relación que existe entre el concepto de ciudadanía y


derechos humanos.
● Aprender las bases teóricas y jurídicas que fundamentan la existencia de los
derechos humanos.
● Analizar la aplicación y ejercicio de los derechos humanos en entornos
digitales.

Diagrama de temas
Tema 1

Ciudadano como titular de derechos humanos

Resumen

En este tema reconocerán la estrecha relación que existe entre los conceptos de
ciudadanía, ciudadanía digital y los derechos humanos. ¿Por qué hablar de
protección de derechos humanos, cuándo nos referimos a la ciudadanía en entornos
digitales? Este es uno de los principales interrogantes que los estudiantes podrán
despejar en este primer módulo, porque los derechos humanos se han convertido
en el instrumento o mecanismo de protección de mayor injerencia frente a la posible
vulneración de las garantías de los ciudadanos digitales, riesgo que se corre desde
el momento en que se ingresa al mundo digital.

Contenido

El concepto de ciudadano que se tenía en los tiempos antiguos se ha venido


transformando al pasar de los siglos hasta el día de hoy con la entrada de la era
digital a nuestra sociedad.

En la antigüedad, el ciudadano era visto como un súbdito del gobierno a quien debía
obedecer y a quien debía rendirle los tributos necesarios para su normal
subsistencia.

Desde los inicios de la historia humana, se comienza a desarrollar la relación


existente entre gobierno-ciudadanía, a partir de la obediencia unilateral y
posteriormente pasa a ser de beneficio mutuo, porque los ciudadanos comienzan a
tener derechos como personas y, por lo tanto, ya los gobiernos comienzan a obtener
beneficios por parte de quienes en su momento se consideraban súbditos.

En el modelo actual de sociedad, el individuo pasa de esa relación política a una


condición mucho más individualista, solitaria, ensimismada y privada.

En este sentido, Constant, teórico doctrinante, apunta que las libertades personales
se vuelven inviolables entre los proyectos modernos de sociedad habida cuenta de
la pérdida de influencia directa del individuo en la decisión de los asuntos públicos,
ya que, en contrapartida, “el objetivo de los modernos es la seguridad en los
disfrutes privados” (Zúñiga, 2010).
Así las cosas, los individuos pasan a tener derechos que pertenecen a su esfera
privada, que resultan inviolables y de protección universal, circunstancias que
resultan favorables a los ciudadanos en la medida que sus acciones pertenecen a
un fuero privado que goza de especial protección universal por parte de los Estados.

La protección universal resulta relativamente fácil de accionar en las circunstancias


normales al referirnos a un ciudadano quien pretende hacer valer sus derechos, a
partir de los conceptos antiguos o modernos de ciudadanos; pero, no resulta
igualmente fácil de aplicar cuando hablamos en términos de ciudadanos digitales,
concepto que podemos acuñar a todos aquellos individuos, igualmente sujeto de
derechos, que interactúan por medio de un dispositivo digital o sistema que
transporta o almacena información, una red social, una aplicación virtual de
intercambio de bienes o servicios, o a través de una aplicación virtual de mensajería
instantánea.

1.1. Relación entre ciudadano y los derechos humanos

En el mundo occidental, se parte que la condición de ciudadano es indiscutible para


poseer la titularidad de protección de los derechos humanos, está premisa es el
punto de partida para comprender la relación existente entre el ciudadano y los
derechos humanos.

Para hablar de derechos humanos, lo primero es exponerles de manera sencilla y


útil cómo se encuentran estructurados. Los derechos humanos se dividen en tres
generaciones, los derechos de primera generación son aquellos conformados por
los derechos individuales, civiles y políticos, los derechos de segunda generación
están compuestos por los derechos económicos, sociales y culturales y los de
tercera generación, conformados por la diferencia cultural, de la paz y del desarrollo,
también llamados derechos a la diferencia cultural y de solidaridad. (Guerrero,
2010).

Para comprender la aplicación de los derechos humanos como instrumento de


protección para los ciudadanos, es importante comprender las dos vertientes
filosóficas de estudio, que se han aplicado a lo largo de la historia de éstos.

La primera corriente o vertiente, se conoce como el iuspositivismo, que consiste en


la idea de que los derechos humanos son derechos únicamente si están
reconocidos jurídicamente y apoyados en la fuerza del Estado, pues esté es el
garante de su respeto y aplicación. La manera más radical de apelar al
iuspositivismo es la que en el siglo XX sirvió para la instauración, legalización y
legitimación de gobiernos totalitarios, fincados en la idea de que el único derecho
es el positivo, y que aplicado por la autoridad se convierte en el último dictaminador
o “dictador” de la justicia.

La segunda corriente o vertiente, se conoce como el iusnaturalismo, que sostiene


que la validez del derecho va más allá de la positivización de los códigos de normas
y costumbres; el criterio para el derecho no descansa en el cumplimiento y
aplicación de las reglas prescritas por el derecho positivo, se encuentra fuera de él,
es decir, en la ley natural que es superior y guía reguladora de sus modificaciones
y adaptaciones.

Existe otra vertiente conceptual de los Derechos Humanos y es aquella que analiza
desde el punto de vista social, y de esta se desprenden dos corrientes, la primera
es aquella que ve los Derechos Humanos como aquellos inherentes al individuo y
que tienen implicaciones en su desarrollo en comunidad, por tal motivo también es
sujeto de los derechos económicos sociales y culturales.

La segunda, es otra corriente que considera los Derechos Humanos como


reconocimiento a la vida en comunidad, teniendo en cuenta el concepto de
ciudadanía definido por Marshall como:

“aquel estatus que se concede a los miembros de pleno derecho de una comunidad,
implica que quien la posee disfruta de igualdad tanto en los derechos como en las
obligaciones que impone la propia concesión. La ciudadanía es la suma de las
posibilidades de reclamo de los derechos, esto es, las demandas por los derechos
económicos y sociales que integran las otras demandas de la vertiente liberal. En
su planteamiento, dicha clase social se considera como el agente de los derechos
sociales y económicos” (Guerrero, 2010)

Uno de los aspectos que cabe destacar es que, si la ciudadanía se refiere a un


cuerpo homogéneo de miembros iguales, sin jerarquías que los discriminen,
entonces la argumentación sobre esta díada asume que la ciudadanía y los
derechos humanos son compatibles, y no se problematiza que los derechos
humanos excluyan a quienes no tengan esa categoría. Pero, si se atiende la
incapacidad de la ciudadanía nacional para incorporar a todos aquellos humanos
que no son parte de la llamada mayoría, aparecen cuestiones de otra índole, que
exigen reflexionar sobre esa exclusión, ya que la organización de la sociedad
basada en los derechos o las reivindicaciones que se deriven de la pertenencia
grupal es diametralmente opuesta al concepto de ciudadanía, como lo señaló́
Marshall, si se da prioridad a la diferenciación de grupo, no podrá́ haber un estatus
común.

Dicho con otras palabras, solo si los derechos humanos provocan y suscitan
compromisos con su defensa, entonces, surge su posibilidad de ser. En este
momento, sin perseguir respuestas de carácter ontológico para la capacidad
humana de interrogarse por el sentido, es benéfico luchar por los derechos humanos
para los ciudadanos, para los gobernantes, para las personas que habitamos el
mundo. Por lo tanto, no significará lo mismo la defensa de unos derechos humanos
que olviden al individuo, o bien, que exterminen la dimensión individual a favor del
grupo. Así mismo, no significa lo mismo vivir en condiciones donde se puedan
reclamar los excesos del Estado que no poder hacerlo, no es lo mismo la
democracia que la dictadura.

Desde ahora podemos apreciar una realidad ya no virtual e inimaginable, sino concreta
y real, donde suceden hechos que necesitan ser regulados, no son otros que los
derechos humanos del hombre, por su calidad de tal, los cuales ven un ámbito de
actuación ampliado, donde el ser humano se desenvuelve y donde debe llegar la
protección por parte del Estado para poder gozar de ellos plenamente. La libertad de
expresión, el derecho a la información, el derecho al comercio, el derecho al acceso a
internet entre otros son algunos de los derechos que cada persona hace valer y espera
que sean respetados, un país debe garantizar su plenitud y su actuación, obviamente
dentro de los límites exigidos.
Fuente: Carrouche, Daian. Jesús (2016)
LOS CIBERDERECHOS. LOS DERECHOS HUMANOS EN LA ERA DIGITAL
Tema 2
Los derechos humanos y sus fundamentos teóricos

Resumen

En este tema aprenderán sobre las bases teóricas y jurídicas que fundamentan la
existencia de los derechos humanos. Acercarse y analizar sobre este tema los
llevará a tener una sensibilidad especial por la protección del ser humano y, de otra
parte, los hará reflexionar sobre la prevalencia de los derechos humanos cuando se
está frente a un mundo globalizado y virtualizado, casos en los que se hace más
difícil la garantía jurídica y material de estos.

Contenido

Los derechos humanos son unos de los signos más distintivos de la modernidad y
se pueden concebir como una fase positiva del desarrollo y bienestar de la sociedad.
Sin duda, nunca como antes se había reflexionado tanto en torno a los derechos,
empero, pese a los avances que se puedan reconocer, sin embargo, no han sido
reconocidos a nivel internacional, en la medida que no todos los Estados del mundo
los validan. Lo qué sí puede decirse sobre los derechos humanos en un ámbito de
validez que se reservaban a los Estados Nación, han saltado al ámbito internacional,
por lo que hoy se puede hablar de un derecho positivo nacional y universal, el cual
constituye un referente inexcusable para las cartas constitucionales de los Estados
(Espinoza, 2007).

Al hablar de derechos humanos, partimos de la discusión surgida a raíz del concepto


de universalidad; es decir, planteamos la pregunta ¿De dónde surgen los derechos
humanos?, y por tanto surge otro cuestionamiento; ¿Son los derechos humanos
universales porque son inherentes al ser humano, o son universales porque se
encuentran protegidos por una norma positiva que así lo determina o establece?

Estas preguntas los llevarán a confrontar dos grandes vertientes modernas sobre la
discusión de la universalización de los derechos humanos desde el estudio de la
filosofía del derecho. El Iusnaturalismo y el Ius-positivismo, el iusnaturalismo parte
de la premisa que los derechos humanos son universales porque en sí mismo son
inherentes al ser humano; y el Ius-positivismo plantea que los derechos humanos
son universales porque gozan de una especial protección al estar regulados por una
norma, perteneciente a un ordenamiento jurídico, que así lo establece, ya sea a
nivel nacional (Estados Nacionales) o a nivel Internacional (Instrumentos
internacionales de protección de los derechos humanos).
Por supuesto las implicaciones epistemológicas para el Derecho son fundamentales
según se tome partido por una u otra postura. Aquellos que sostienen la existencia
objetiva y universal de los valores, consideran que el objeto del Derecho es una
norma con un contenido justo.

“Entre aquellos que niegan tal existencia, o mejor tal conocimiento, algunos piensan
que la forma lógica de la norma jurídica es el único objeto comunicable, es decir
científico. Los primeros se fundamentan en el derecho natural - bien sea la ley eterna
o la razón- y los segundos en el derecho positivo o aquel que está regulado en una
norma perteneciente a un ordenamiento jurídico. Aquellos postulan una ciencia
material que involucra la realidad dentro del objeto, sostienen que dicho método es
científico y por lo tanto proporciona resultados ciertos, objetivos. “Estos, por el
contrario, desconfían de dicho conocimiento material y reducen el objeto de la
ciencia del derecho a la forma lógica de la norma”. (García, 1986)

Cada uno de ustedes se verá confrontado a enfrentar la discusión que durante años
se ha venido sosteniendo alrededor de la universalidad de los derechos humanos,
cuyo propósito es crear una sensibilidad sobre la protección y sobre todo que cada
uno se enfrente al reto de comprender la importancia de los derechos humanos en
las sociedades modernas.

1.2. Historia de los derechos humanos

Puede que cuando se habla de derechos humanos se piense en discusiones


recientes, y el mayor suceso de la historia con que se relaciona la protección de los
derechos humanos es el fin de la Segunda Guerra Mundial; sin embargo, la
formación de los derechos humanos tienen sus antecedentes en sucesos de la
historia aún más antiguos.

Uno de los primeros antecedentes de la creación de los derechos humanos, lo


encontramos en Inglaterra con la promulgación de las Cartas de Derechos del Reino
Unido, en el primer milenio de la historia inglesa, la protección de los derechos de
los súbditos en sus relaciones con el soberano dependía, en cierta medida, de la
conveniencia de este último o de la demostración de fuerza e independencia de los
jueces ingleses. Por lo tanto, hacía falta (primero, para la nobleza; posteriormente,
para los burgueses), en el contexto de la monarquía absolutista inglesa, convencer
—u obligar— al monarca a firmar declaraciones o cartas de reconocimiento de los
derechos comunes de sus súbditos, a fin de fortalecer el sistema legal de garantía
de los derechos individuales. Las declaraciones de derechos (o mejor de garantías,
de los remedies) del sistema inglés más famosas son la Magna Carta, la Petition of
Right, el Habeas Corpus Act y el Bill of Rights. Esos documentos históricos, sin lugar
a duda, no deben ser comprendidos como conquistas absolutamente
revolucionarias en favor de los derechos individuales. Todos ellos tuvieron su
sentido en el contexto histórico en el que surgieron y sirvieron como elemento a ser
agregado al sistema de garantías de la common law ya desarrollado —o en
desarrollo— judicialmente. (Cordeiro Anselmo, 2015)

Posteriormente; avanzando en la historia nos detenemos en Francia en 1789, La


tradición francesa de reconocimiento de los derechos es una historia de grandes
luchas y revoluciones. El más famoso de esos reconocimientos en forma de
declaración es la Déclaration des Droits de L'Homme et du Citoyen du 26 Août 1789
(Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano del 26 de agosto de
1789).

Continua (Cordeiro Anselmo), “la Declaración de 1789 es, verdaderamente, una


declaración de derechos humanos porque tiene por fundamento, abstractamente, el
reconocimiento del valor absoluto e igual de todo ser humano. El respeto a la
igualdad y libertad de cada persona («Les hommes naissent et demeurent libres et
égaux en droits»: artículo 1º), por el hecho de ser persona, y de todos los derechos
que son consecuencias de ese respeto es lo que constituye la esencia de los
derechos humanos y es lo que se extrae de la declaración revolucionaria francesa”.

Muchos de los derechos que vendrían a ser reconocidos en futuros y diversos textos
constitucionales e internacionales de derechos humanos ya estaban declarados por
los franceses en 1789. Entre ellos, se destacan los derechos a: la libertad general
(artículos 2º y 4º); la propiedad (artículos 2º y 17); la seguridad (artículos 2º y 12);
la resistencia contra la tiranía (artículo 2º); la participación política (artículo 6º); la
legalidad en materia criminal (artículos 7º y 8º); la presunción de inocencia (artículo
9º); la libertad de pensamiento (artículo 10); la libertad religiosa (artículo 10); y la
libertad de comunicación (artículo 11).

La Declaración de 1789 no decreta solo que todos los franceses son iguales, sino
que todos los seres humanos son iguales. La declaración es hecha por franceses y
menciona derechos que serían respetados en el suelo francés, pero el objeto
declarado es universal; alcanza, por lo tanto, a toda la humanidad.

De esta manera, la Declaración de los Derechos del Hombre de 1789 fue un gran
documento histórico de reconocimiento de los derechos humanos de todos los
seres humanos, no limitándose a declarar los derechos de los franceses sino
destinado a influenciar el reconocimiento de los derechos civiles y políticos básicos
de toda la humanidad.

De la misma manera se puede consultar como otro de los sucesos históricos dentro
de la construcción de los instrumentos de los derechos humanos, las declaraciones
de los Estados Unidos de américa, en el último cuarto del siglo XVIII, la conciencia
de la existencia de derechos innatos a la persona por el simple hecho de ser humana
alimentó movimientos liberales preconstitucionales en los Estados Unidos de
América y en Francia.

En América, fue pionera la Declaración de Virginia, de 15 de mayo de 1776, la cual,


en su sección primera, proclama:

“Que todos los hombres son, por naturaleza, igualmente libres e independientes y
tienen ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando ellos entran en el Estado
de sociedad, ellos no pueden, por ningún pacto, estar privados o despojados
posteriormente; a saber, el goce de la vida y la libertad, con los medios para adquirir
y poseer propiedades, y la búsqueda y obtención de la felicidad y la seguridad.”

Esa declaración fue hecha por los «representatives of the good people of Virginia»;
sin embargo, al igual que la famosa declaración francesa de trece años después,
está dirigida a toda la humanidad.

Los declarantes de Virginia no sugieren que las personas de aquella colonia serían
libres, iguales y poseedoras de derechos innatos; proclaman que todas las personas
son titulares de derechos que se originan en la propia naturaleza humana, que se
justifican por el propio valor del ser humano. De esta manera, la Declaración de
Virginia es una declaración universal de derechos (humanos, porque son
reconocidos a todos los seres humanos), aunque su eficacia hubiese sido deseada
para los ciudadanos de Virginia.

A principios del siglo XX, antes de la Segunda Guerra Mundial, el derecho


internacional era absolutamente entendido como un conjunto normativo que creaba
normas jurídicas para los Estados, pero no posiciones jurídicas para los individuos.
A pesar de eso, algunos tratados internacionales del siglo XIX y principios del siglo
XX establecieron normas de protección de las personas, especialmente en
situaciones de conflictos internacionales. Así, por ejemplo, Podemos identificar
normas de derechos humanos en la convención de Ginebra de 1864 y sus
revisiones en 1906 y 1928. La primera Convención de Ginebra puede ser
considerada el primer gran marco de la protección de los seres humanos en las
relaciones internacionales. El 22 de agosto de 1864, los representantes
diplomáticos de 16 Estados firmaron en aquella ciudad una novedosa convención
internacional para la protección de los militares que fueron víctimas de la violencia
en la guerra.

La Segunda Guerra Mundial causó un profundo trauma en toda la humanidad, pero


ese trauma, el horror generado por el conocimiento de las atrocidades, reconstruyó
y fortaleció también un consenso global respecto a la igual dignidad humana de
todos los seres humanos y proporcionó la elaboración de documentos
internacionales de declaración y garantía de los derechos humanos.
La fundación de las Naciones Unidas fue un acto supra ideológico de confianza en
los derechos humanos. Su rasgo supra ideológico es claramente demostrado por
los Estados que firmaron su Carta de fundación. Los Estados Unidos de América y
la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), las dos grandes
potencias en torno a las cuales gravitó el mundo posguerra, que representaban las
dos grandes concepciones políticas —capitalismo liberal y comunismo— del siglo
XX, se comprometieron a respetar los términos de este documento histórico. La
importancia conferida a los derechos se percibe en el preámbulo de la Carta de
1945, que viene a reafirmar su confianza en los derechos fundamentales del
hombre, en la dignidad humana, en el valor del ser humano y en la igualdad de
derechos entre hombres y mujeres, y también se constata desde su artículo 68, que
previó la creación de una Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Esta comisión, posteriormente, se hizo realidad y proporcionó al mundo la
Declaración Universal de Derechos del Hombre (DUDH) del 10 de diciembre de
1948 y los dos Pactos de Nueva York de 1966.

Con este breve recuento sobre la historia y la promulgación de los diversos


documentos que han sido objeto de revisión, cada uno cuenta con la capacidad de
reconocer dichos acontecimientos y reconocer los derechos humanos que al ser tan
relevantes, darán paso a la protección de estos en la era digital.

Los derechos humanos se entienden habitualmente, siguiendo el sentido manifiesto


y literal del término, como los derechos que uno tiene, simplemente por ser humano.
Son derechos universales: cada ser humano los tiene. Se trata de derechos iguales:
uno, bien es un ser humano -y por tanto tiene estos derechos por igual- o no. Y son
derechos inalienables: no se puede dejar de ser un ser humano y por lo tanto no se
puede dejar de tener esos derechos.
Fuente: Jack Donelly
(11 de junio de 2011)
La construcción social de los derechos humanos
Tema 3
Aplicación de derechos humanos en entornos digitales

Resumen

Al entender el avance tecnológico con ocasión de la tercera Revolución Industrial la


cual se encuentra en desarrollo desde el siglo XX, y con la entrada de la Cuarta
Revolución Industrial, en donde la interacción de todas las ciencias con los
instrumentos digitales está permitiendo la automatización de los procesos
productivos, así como el uso diario en empresas y situaciones de la vida diaria.
En este tema usted analizará la aplicación y ejercicio de los derechos humanos en
entornos digitales, comenzando por analizar las bases teóricas que aplican y las
herramientas jurídicas que se tienen para su defensa.

Contenido

Luego de analizar y comprender los fundamentos básicos de los derechos


humanos, en este tema analizaremos la aplicación y ejercicio de los derechos
fundamentales en entornos digitales.

Como ya vieron los derechos humanos surgieron como una respuesta a la


protección de las libertades de los seres humanos, sin embargo; con el cambio que
ha venido sufriendo el mundo en los últimos 60 o 70 años, las garantías, deberes y
protecciones de los derechos humanos también han tenido un giro para la
protección de estos en la era digital.

1.3. Protección de derechos fundamentales en la era digital

El florecimiento tecnológico que tuvo lugar a comienzos de la década de los setenta


con la cultura de la libertad, la innovación tecnológica y el espíritu emprendedor deja
a la luz un panorama de desenvolvimiento humano que trae consigo, como todo,
grandes beneficios como así́ grandes inconvenientes, preguntas e interrogantes. Un
mundo nuevo por descubrir y aprovechar para llevar a otro nivel el conocimiento del
hombre y su desarrollo; en interacción con la economía global y la geopolítica
mundial, el que materializó un modo nuevo de producir, comunicar, gestionar y vivir
(Carrouche, 2016).
De ese mundo de la era digital, tenemos al gran protagonista que logro la
interconexión del mundo desde lo virtual y lo convirtió en el máximo exponente de
la globalización, estamos hablando de internet.

Acrónicamente la palabra internet deriva de INTERconected NETworks (red de


trabajos interconectados). Se origina en la década de los sesenta, por intermedio
de los guerreros tecnológicos del Servicio de Proyectos de Investigación Avanzada
del Departamento de Defensa estadounidense, con el fin de evitar la toma o
destrucción de las comunicaciones militares por parte de los soviéticos en una
hipotética guerra nuclear. El resultado fue una arquitectura de red que, como
querían sus inventores, no podía ser controlada desde ningún centro, compuesta
por miles de redes informáticas autónomas que tienen modos innumerables de
conectarse, sorteando las barreras electrónicas (Castells, 2000). Tres años más
tarde se realizó la primera demostración pública del sistema ideado, gracias a que
tres universidades de California y una de Utah lograron establecer una conexión
conocida como cual denominaron Arpanet - Advanced Research Projects Agency
Network -. (Carrouche, 2016).

A finales de los 80 y principios de los 90 se desarrollaron las herramientas


necesarias de hardware, los cuales son los componentes físicos de los que está
hecho el equipo o el ordenador, y software que son el conjunto de programas,
instrucciones y reglas informáticas como pueden ser programas informáticos que
hacen posible la realización de tareas específicas dentro de un computador. Por
ejemplo, Word, Excel, PowerPoint, los navegadores web, los juegos, los sistemas
operativos, etc.

Gracias a estas y otras herramientas miles de empresas se fundaron creando un


nuevo modelo de negocio basado en la red como Google, Facebook, Yahoo!, eBay,
Wikipedia, Mercado Libre, Amazon, entre miles existentes, son entre otras grandes
empresas y fundaciones cuyo origen y sentido están basados en Internet.

Surge así la sociedad red y se expande por todo el planeta como la forma dominante
de organización social de nuestra época. La sociedad red es una estructura social
hecha de redes de información propulsada por las tecnologías de la información
características del paradigma informacionalista (Castels).

Por estructura social quiere decir a las disposiciones organizativas de los seres
humanos en las relaciones de producción, consumo, experiencia y poder, tal como
se expresan en la interacción significativa enmarcada por la cultura.

Como se puede observar a simple vista en la cotidianidad, no solo es a través de


una computadora donde podemos tener acceso a esta red. Los teléfonos celulares
van tomando un papel principal en la era digital para la transmisión y comunicación
de datos, con su constante avance en ingeniería telefónica se puede llegar a obtener
un aparato digital capaz de realizar funciones propias de un programador común o
CPU. Pero no solo con esto se acaba la gran gama de dispositivos con acceso a la
red, desde electrodomésticos, consolas de video juego como pueden ser la Play
Station, Xbox entre las más nombradas, automóviles, terminales de transporte y
hasta ciudades enteras han sido diseñadas Estonia ejemplo de gobierno en línea.
htpps//:e-estonia.com de una manera diferente ante la aparición del fenómeno
global de Internet.

La protección de los derechos humanos se expande a la sociedad digital, porque es


un escenario natural donde el ser humano interactúa actualmente, y por esa razón
la tarea de los estados es llevar la protección a estas instancias.

Por lo tanto, los derechos fundamentales que se deben proteger a los seres
humanos en los entornos digitales son los siguientes:

Figura 1

Fuente: Cuadro tomado del documento elaborado por el profesor investigador Dr. Germán
Darío Flórez Acero con los aportes de los profesores investigadores Isue Vargas Brand,
Edgar Iván León Robayo y Daniel Ríos Sarmiento de la Escuela Mayor de Derecho de la
Universidad Sergio Arboleda.
1.3.1 Acceso a internet

Se refiere a la posibilidad de tener un acceso efectivo a la información y las


comunicaciones en la era de la sociedad del conocimiento a través de su medio más
representativo. Consecuentemente, este acceso implica la posibilidad de
materializar el goce efectivo de los derechos humanos relacionados con la red, dado
que la trasformación digital que estamos viviendo en este momento, otorga una
relevancia importante a la conexión a Internet.

1.3.2 Libertad de expresión y de información

Teniendo en cuenta que el mundo digital se caracteriza, entre otras, por superar los
límites espacio temporales propios de la materia, la libertad de expresión y el
derecho a la información ejercido en el ciberespacio tiende a una masiva
manifestación de ideas y opiniones con alcances de difusión de la información en
distintos niveles de la sociedad, constituyendo un elemento fundamental en la
formación de la opinión pública.

1.3.3 Derecho al buen nombre y honra

Este derecho, encaminado a la protección de la reputación de las personas que se


puede ver afectado frente por el contenido que se transmite a través del
ciberespacio, propende por la garantía que debe brindar internet y sus servicios
derivados para no amparar falsedades y velar por el derecho al buen nombre de los
colombianos.

1.3.4 Derecho a la intimidad y privacidad afectada por el ciberacoso

Una de las prácticas más preocupantes que ha sido recurrente desde el


advenimiento de la internet es el ciberacoso, el cual demuestra el nivel de afectación
que puede alcanzar una información violatoria del régimen de protección de datos
personales, por ende, este acápite profundiza en las particularidades de este
fenómeno con miras a adoptar medidas que lleven a proteger lo establecido por la
Honorable Corte Constitucional en la Sentencia T-695 de 2017, respecto de:

“la reputación o la imagen que de una persona tienen los demás miembros de la
comunidad y además constituye el derecho a que no se presenten expresiones
ofensivas, oprobiosas, denigrantes, falsas o tendenciosas que generen detrimento
de su buen crédito o la pérdida del respeto de su imagen personal”.
1.3.5 Derecho de acceso a servicios públicos digitales-gobierno en
línea

Con la acelerada transformación digital los ciudadanos requieren canales efectivos


de comunicación e interacción eficiente con el Estado dado que muy posiblemente,
dicha interacción este motivada por la necesidad de hacer efectivo un derecho que
le asiste al ciudadano y, en algunos casos, derechos de carácter fundamental.

Ejemplo de cuadro explicativo

Los Derechos Digitales son los derechos humanos aplicados al ámbito digital. Nos
permiten utilizar internet y las tecnologías digitales con seguridad e independencia.
Fuente: DW Akedemie
Derechos digitales
ABC

Glosario

● Cibercultura: es la cultura que surge, o está surgiendo, del uso de redes


informáticas para la comunicación, el entretenimiento y el mercado
electrónico. Es una cultura nacida de la utilización de las nuevas tecnologías
de la información y comunicación
● Cibersociedad: la cibersociedad es el espacio en donde existen las
comunicaciones electrónicas, es un espacio social estructurado a partir de la
información virtual, es un espacio invisible pero absorbente y finalmente es
una necesidad humana ya sea por el trabajo, la educación, el ocio, las
actividades económicas, comerciales y las actividades de la vida cotidiana
● Ciudadanía: condición que reconoce a una persona una serie de derechos
políticos y sociales que le permiten intervenir en la política de un país
determinado.
● Ciudadanía digital: consiste en la comprensión o estudio de cuestiones de
las áreas sociales, políticas y culturales mediante las Tecnologías de la
Información (TIC).
● Comisión interamericana de derechos humanos: es un órgano principal y
autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) encargado
de la promoción y protección de los derechos humanos en el continente
americano.
● Convención Americana de Derechos Humanos: define los derechos
humanos que los Estados ratificantes se comprometen internacionalmente a
respetar y dar garantías para que sean respetados. Ella crea además la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, y define atribuciones y
procedimientos tanto de la Corte como de la Comisión.
● Corte interamericana de derechos humanos: es una institución judicial
autónoma cuyo objetivo es aplicar e interpretar la Convención Americana.
● Internet: red informática mundial, descentralizada, formada por la conexión
directa entre computadoras mediante un protocolo especial de comunicación.
http//:
Bibliografía

Carrouche, D. (2016). Los ciber derechos: los derechos humanos en la era digital.
Universidad Católica Argentina.
https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/5359
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (1978). Convención
Americana sobre Derechos Humanos. Recuperado de
https://www.oas.org/dil/esp/tratados_b-
32_convencion_americana_sobre_derechos_humanos.htm
Corte Constitucional de Colombia. Sentencia C-562/00. M. P. Vladimiro Naranjo
Mesa. 17 de mayo de 2000. Recuperado de
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2000/C-562-00.htm
Corte Constitucional de Colombia. Sentencia SU-420/19. M. P. José Fernando
Reyes Cuartas. 12 de septiembre de 2019. Recuperado de
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2019/SU420-19.htm
Corte Constitucional de Colombia. Sentencia T-030/20. M. P. Diana Fajardo
Rivera. 29 de enero de 2020. Recuperado de
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2020/T-030-20.htm
Departamento Nacional de Planeación (DNP). (s. f.). Plan Nacional de desarrollo
2018-2022 ‘Pacto por Colombia, pacto por la equidad’. Recuperado de
https://www.dnp.gov.co/DNPN/Paginas/Plan-Nacional-de-Desarrollo.aspx
Derechos Digitales. (2019). Latin America in a Glimpse. Recuperado de
https://www.derechosdigitales.org/wp-content/uploads/glimpse-2019.pdf
Donelly, J. (2011). La construcción social de los derechos humanos
internacionales. Relaciones Internacionales, 17, 153-184. Recuperado de
https://revistas.uam.es/relacionesinternacionales/article/view/5084
Flórez, G., et al. (2021). Propuesta de delegatura para la Defensoría del Pueblo
para la protección de derechos humanos en entornos digitales.
Fundación Juan Vives Suriá. (2010). Derechos humanos: historia y conceptos
básicos. Fundación Editorial el Perro y la Rana. Recuperado de
http://biblioteca.clacso.edu.ar/Venezuela/fundavives/20170102055815/pdf_1
32.pdf
Galindo, J. (1998). Cibercultura, ciberciudad, cibersociedad: hacia la construcción
de mundos posibles en nuevas metáforas conceptuales. Estudios sobre las
Culturas Contemporáneas, 4(7), 9-23. Recuperado de
https://www.redalyc.org/pdf/316/31600702.pdf
García, M. (1985). Comentario sobre filosofía del derecho. Revista Facultad de
Derecho y Ciencias Políticas, 68, 118-123. Recuperado de
https://revistas.upb.edu.co/index.php/derecho/article/view/5192
Guerrero, A. (2010). Derechos humanos y ciudadanía en América Latina.
Latinoamérica: revista de estudios latinoamericanos, 51.
http://dx.doi.org/10.22201/cialc.24486914e.2010.51.25997
Massal, J., y Sandoval, C. (2010). Gobierno electrónico. ¿Estado, ciudadanía y
democracia en Internet? Análisis Político, 23(68), 3-25. Recuperado de
https://revistas.unal.edu.co/index.php/anpol/article/view/45788
Molestina, G. (2008). Internet y la promoción de los derechos humanos. Revista
IIDH, 47, 183-203. Recuperado de
https://www.corteidh.or.cr/tablas/r23828.pdf
Naciones Unidas. (1945). Carta de las Naciones Unidas. Recuperado de
https://www.un.org/es/about-us/un-charter/full-text
Naciones Unidas. (1948). Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Recuperado de
https://www.un.org/es/documents/udhr/UDHR_booklet_SP_web.pdf
Portillo, F. (2016). Planos de realidad, identidad virtual y discurso en las redes
sociales. Logos: Revista de Lingüística, Filosofía y Literatura, 26(1), 51-63.
https://doi.org/10.15443/RL2604
Ribeiro, F. (2013). Inclusión digital como política pública: disputas en el campo de
los derechos humanos. Sur, 10(18), 33-55. Recuperado de
https://www.corteidh.or.cr/tablas/r32486-1.pdf
Zúñiga, Y. (2010). Ciudadanía y género: representaciones y conceptualizaciones
en el pensamiento moderno contemporáneo. Revista de Derecho Coquimbo,
17(2), 133-163. Recuperado de
https://revistaderecho.ucn.cl/article/view/2078

También podría gustarte